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5. Efectos psicológicos del fitness sobre la salud

Actualmente, la mayoría de las alteraciones o trastornos psíquicos están íntimamente ligados al estilo de vida estresante actual.


Sabía que...

El 25 % de la población sufre algún tipo de depresión, ansiedad, fobia o cualquier otra patología emocional.

En general, la actividad física ayuda a la mejora del equilibrio personal, reforzando a su vez la autoestima y la estabilidad emocional, disminución de la ansiedad, etc. Sin embargo, los efectos positivos o beneficiosos del ejercicio en el plano psicoemocional se centran en los siguientes aspectos:

1 Mejora de la autoestima.

2 Incremento de la satisfacción personal derivada de la sensación de dominio y maestría de la tarea deportiva practicada.

3 Relajación muscular que induce a una relajación mental. Especial mención reciben aquí todas aquellas actividades centradas en técnicas de relajación tales como Yoga o Tai-Chi.

4 Produce un efecto de catarsis, de liberación de tensiones, actuando el ejercicio físico como un “tiempo muerto” durante el cual el sujeto se abstrae, transitoriamente, de las circunstancias estresantes.

5 Canalización de estados de excitabilidad, irritabilidad, agresividad e insomnio.

6 Favorece la capacidad de recuperación del organismo disminuyendo la sensación de fatiga mental.

7 Ayuda y contribuye a la superación de traumas y frustraciones.

Como conclusión de todo ello se hace necesario evidenciar que la práctica de ejercicio físico es beneficiosa para la salud mental. Numerosos estudios al respecto determinan que la consecución de estos beneficios psicológicos se relaciona con una práctica continuada del ejercicio físico establecido como hábito del quehacer diario, obteniendo en consecuencia unos efectos ansiolíticos comparables con los obtenidos por otros medios terapéuticos como la psicoterapia o la meditación.


Actividades

6. Explique qué quiere decir que la actividad física y el deporte poseen “efectos ansiolíticos”.

6. Efectos sociales

En la sociedad contemporánea el deporte se ha convertido en el fenómeno social que sirve de vehículo para la práctica de ejercicio físico. Es, sin duda, un excelente medio de comunicación, interacción e integración social y personal. Además, transmite y potencia valores como la cooperación, el respeto, la superación personal, la salud, y, al mismo tiempo, ofrece una ocupación activa del tiempo libre y de ocio.

Estas son las tres razones fundamentales que justifican la importancia de la práctica de actividad física en el mantenimiento de la salud social de las personas.

6.1. Relación

La práctica deportiva ayuda y mejora las relaciones interpersonales contribuyendo a su integración social. Es decir, el nivel de desarrollo y de operatividad o acción motriz de una persona conlleva una serie de repercusiones en las posibilidades de interacción física con el entorno social.

Además, también influye en la capacidad de comunicación y relación con los demás al estimular y potenciar el fomento de las relaciones con los otros. Ayuda, por tanto, a la integración en la sociedad y la mejora del comportamiento personal en la misma, ya que el individuo al practicar deporte se mueve, y al moverse comparte ideas y pensamientos con los demás.

De esta forma, el ejercicio promueve que la persona en cuestión actúe en funciones dentro de un colectivo para la consecución de metas comunes a lograr por el trabajo en equipo, la creación de líderes dentro de un colectivo y toda clase de relaciones sociales establecidas entre los componentes. En base a todo esto el deporte también supone y constituye un fenómeno cultural, provocando una gran repercusión e implicación de pertenencia por parte del sujeto practicante.


Recuerde

La finalidad de gran parte de practicantes de actividad física es la de sentirse inmersos e incluidos como miembros activos de la sociedad en la que se encuentran mediante la interdependencia social con el resto de personas.

6.2. Valores y actitudes

Tradicionalmente se ha considerado el deporte como un medio apropiado para la consecución de valores de desarrollo personal y social: el afán de superación de los límites personales, la autodisciplina, la responsabilidad, etc.

No por ello se debe tener presente que la mera participación en actividades físico-deportivas genera automáticamente valores deseables y necesarios para la convivencia en sociedad. Se hace preciso un marco de promoción y desarrollo de estos valores, como es el deporte.

Existen diferentes planteamientos en cuanto a la clasificación de los valores y las actitudes a desarrollar a través de la práctica física, destacando: respeto, trabajo en equipo, competitividad, compañerismo, autodisciplina, imparcialidad, deportividad y juego limpio, espíritu de sacrificio, perseverancia, humildad, obediencia, etc.

Pero en la mayoría de los casos todas ellas suelen coincidir en el cumplimiento de una serie de requisitos a la hora de orientar la práctica para la consecución de los mismos:

1 Fomentar el autoconocimiento y el autoconcepto.

2 Potenciar el diálogo y la participación colectiva.

3 Fomentar la autonomía personal.

4 Respeto y aceptación de las diferencias individuales.

5 Aprovechar el fracaso como elemento formativo y de superación.

6.3. Valor sociopedagógico de la actividad física

La creciente importancia de la actividad física y el deporte como parte integrante de la realidad cotidiana resulta acreditada no solo por su significación económica y social, sino también por su dimensión cultural y educativa.

El tratamiento de la práctica física se puede llevar a cabo desde diferentes perspectivas, constituyendo una de ellas el enfoque pedagógico. A través de él cualquier manifestación deportiva tendrá, en menor o mayor grado, su propia vertiente educativa.

Pero para conseguir que la actividad deportiva se manifieste a nivel pedagógico en la sociedad es necesario contemplar una doble vertiente que hace frente, por un lado, a la influencia de la organización de la sociedad en la práctica deportiva y, por otro lado, al conjunto de valores que la actividad física aporta a la sociedad. Esta doble dimensión hace que el ejercicio deportivo se acredite con relevancia como vehículo cultural al convertirse en elemento intrínseco de la vida social.

Gran parte de culpa presentan también, desde la segunda de las vertientes anteriormente citada, los modelos deportivos a nivel social. Esto hace mención a los deportistas como referencia de transmisión de valores, potenciación de comportamientos deportivos, metas y objetivos alcanzados a través de su dedicación al deporte, de igual manera que atiende a la influencia a nivel estético asumidas por su imagen y presencia, orientada su repercusión en el mantenimiento de una vida activa y saludable a través del ejercicio físico.

En definitiva, los valores esenciales que la actividad deportiva transmite a la sociedad se resumen en dos aspectos:

1 Es un excelente medio de socialización engendrando la cohesión e identificación social, promoción social y comercial y valor humanístico.

2 Constituye un medio de ocio activo, de autorrealización y superación personal mediante la protección de la salud y su derivada mejora de la calidad de vida, la ocupación activa del tiempo libre y de ocio, y la autorrealización, entre otras.


Actividades

7. Señale en qué fundamento radica el valor humanístico de la actividad física y el deporte.

6.4. Prevención de conductas disruptivas en la sociedad

La actividad deportiva ofrece una conducta alternativa a hábitos poco saludables, potenciando valores y creencias incompatibles con la drogodependencia, la ilegalidad, etc.

De esta forma, la actividad física juega un papel muy importante en los principales problemas sociales del entorno actual, como son la marginación e inadaptación social, la drogadicción y la delincuencia. Así, la práctica de cual-quier actividad deportiva supone tener el tiempo ocupado, evitando la irrupción del individuo en conductas no deseables.

En cuanto a los problemas de inadaptación y marginación social, la actividad física suele acarrear consigo una mejora de la autoestima. Al no suponer el ejercicio un gran esfuerzo cognitivo se convierte en un medio de distensión y desahogo de la problemática inconsciente del practicante.

Respecto a la delincuencia, la influencia de la práctica física resulta clave para cubrir el objetivo socializador, facilitando el ejercicio como medida preventiva, la ocupación del tiempo libre y de ocio.

Por su parte, el papel de la actividad física en la drogodependencia constituye una pieza clave a nivel preventivo, consecuencia de los valores que fomenta su propia práctica en el aumento de hábitos saludables que conlleva. Sin embargo, una vez llegado a la fase de enfermedad, el ejercicio físico debe formar parte del tratamiento coordinado por el equipo terapéutico, ya que sus mejoras, sobre todo a nivel psicológico, suponen un aumento de la autoestima, disminución del estrés, mayor relajación, etc. que influirán muy positivamente para sobrellevar la enfermedad.


Sabía que...

El tabaco, considerado como una de las “drogas blandas” de mayor hábito de consumo en la sociedad actual, provoca un aumento del gasto energético hasta de un 10 % durante la práctica de actividad física, llevando a disminuir el rendimiento deportivo en una proporción similar.

6.5. Necesidades personales y sociales

Para abordar este apartado, se ha de entender en primer lugar el concepto de necesidad como la carencia percibida de un componente básico para el individuo a cualquier nivel.

Para tratar de comprender la globalidad de necesidades de un sujeto se hace referencia a la Teoría de la Pirámide de Necesidades expuesta por Abraham Maslow, quien establece una jerarquía entre las mismas diferenciando cinco niveles.


Basándonos en la figura anterior, la práctica deportiva como ocio y ocupación del tiempo libre y social se encuadra en el tercer peldaño de la pirámide por su carácter recreativo, placentero y socializador. En este sentido, no se debe olvidar el perfil social y relacional del ser humano, pues de la superación de las necesidades sociales para la consecución de la “auto-realización” emergen las actividades físico-deportivas como determinantes del desarrollo socio-afectivo del individuo.

Entre sus orientaciones y características destacan:

1 Descanso: entendido el ejercicio como un medio de desahogo de las tensiones emocionales y el estrés de la rutina diaria.

2 Diversión: concebida la práctica física por el mero placer o disfrute que provoca su propia práctica a casusa de su aspecto lúdico y recreativo.

3 Formativo: por la relación de aspectos de la práctica física perfectamente transferibles al desarrollo de la vida cotidiana, como el rigor del entrenamiento, la disciplina, la perseverancia, la búsqueda del perfeccionamiento, etc.

4 Participación e integración social: por ser uno de los únicos fenómenos capaz de romper las barreras de clases sociales, razas, géneros, etnias, etc., concibiendo así a todos los miembros de la sociedad como seres potencialmente útiles en la misma.

5 Terapéutico: como práctica complementaria de la terapia de rehabilitación o tratamiento de diversas patologías e incluso enfermedades degenerativas, repercutiendo positivamente en la mejoría de sus síntomas, dolencias o en la ralentización del proceso lesivo.

En conclusión, la orientación y naturaleza de la práctica de ejercicio físico estará determinada por los objetivos, necesidades y/o intereses del individuo, tratando así de dar cabida a la globalidad de las dimensiones constitutivas de la personalidad en la búsqueda del equilibrio personal.


Aplicación práctica

Alberto es un joven que, por problemas de desestructuración familiar, hace un tiempo que se refugia en amistades en similares condiciones pero con unas prácticas de ocio y tiempo libre poco saludables y constructivas, protagonizadas por pequeños hurtos e inicio al consumo de tabaco.

¿En qué medida cree que puede beneficiarle a nivel social la práctica de ejercicio físico?

SOLUCIÓN

La realización regular de actividad física le influirá positivamente, haciéndole ocupar, en primer lugar, el tiempo libre en una práctica beneficiosa y apartándole de cualquier influencia negativa que pueda incurrir en la aparición de una conducta disruptiva como son los pequeños hurtos. Igualmente, la participación en actividades deportivas le ayudará en la prevención de hábitos perjudiciales como es el consumo de tabaco. Así, el cumplimiento de una disciplina, perseverancia, y continuidad propia del ejercicio físico provocará un aumento de su autoestima para enfrentarse a la problemática familiar, así como no sentirse marginado de cara a la sociedad por las conductas negativas a las que se hacía mención.

7. Desarrollo de las capacidades psicosociales a través del fitness

Considerando la sociedad como el escenario en el que se reproduce el grueso de las relaciones interpersonales, la familia, el grupo de amistades y la comunidad se erigen como elementos determinantes en el desarrollo personal.

En todo este entramado estaría de más no atender al entorno deportivo como un agente socializador, atentado por numerosos factores que han determinado su evolución y desarrollo con un marcado carácter social.

Sería conveniente, por ende, diseccionar aquellos aspectos psicosociales susceptibles de ser vulnerados con afán positivo por la actividad del fitness en base a su implicación en el desarrollo del individuo en comunidad.

7.1. Capacidades afectivas

La afectividad puede ser concebida como un conjunto de funciones psicológicas encargadas de activar el organismo, excitándolo o inhibiéndolo con el objetivo de dar una respuesta ante una situación determinada. Llevadas al campo del fitness y el ejercicio físico, estas capacidades afectivas se manifiestan a través de los sentimientos y las emociones que determinarán el estado de ánimo con el que el sujeto afrontará la actividad deportiva propuesta ante sí.

En un primer momento, la afectividad del sujeto para enfrentarse a una situación en la que se pongan de manifiesto sus capacidades en forma de defectos o virtudes dependerá en gran medida de la valoración que tenga de sí mismo en relación a sus habilidades y acciones con carácter autónomo.

En base a lo anterior, el ejercicio puede incidir positiva o negativamente en la autoestima, provocando la aceptación de las frustraciones o logros obtenidos, asumiendo responsabilidades con una actitud de continua disposición a enfrentarse a nuevos retos, mostrando sentimientos de no valoración por parte de los demás, etc.

La autoestima constituye un componente afectivo del autoconcepto, factor de gran importancia que rige el comportamiento humano y del cual dependerá en gran medida el óptimo nivel físico del individuo. En función de este es posible encontrar personas con unas buenas condiciones, las cuales con una baja autoestima disminuirán su rendimiento, mientras que otro sujeto menos apto suplirá sus deficiencias condicionales con una elevada autoestima.

Estas dos concepciones personales, autoestima y autoconcepto, determinarán la visión que la sociedad o la comunidad tengan sobre el individuo.


Actividades

8. Defina y diferencie cada uno de los siguientes términos: autoestima y autoconcepto.

7.2. Capacidades cognitivas

La suposición de que el ejercicio físico mejora los procesos cognitivos se ha convertido en un hecho comprobado gracias a diversos estudios en los que sus resultados indican que a mayor práctica física moderada, menor degeneración neuronal.

Estas conclusiones son similares en estudios variados en los que sus protagonistas pertenecen a grupos poblacionales distintos. Atendiendo a grupos de población en los que durante un largo período de tiempo (incluso años) ha reinado el sedentarismo, tras un programa de ejercicio se han llegado a obtener mejoras de sus procesos mentales, manifestándose los beneficios en las capacidades de concentración, atención y memoria. Esto también es aplicable en personas de edad avanzada en las que las habilidades mentales suelen verse declinadas por la edad y en las que se demuestra una significativa mejoría en la memoria espacial, siendo esta superior a personas con una vida físicamente pasiva.


Sabía que...

La actividad física estimula la secreción de sustancias favorecedoras de la memoria cerebral como la noradrenalina, además provoca un aumento de volumen en ciertas regiones del encéfalo, como el hipocampo.

Al igual ocurre en el ámbito educativo, donde estudiantes inmersos en programas regulares de entrenamiento obtienen mejoras de rendimiento académico, manifestado por ejemplo en la comprensión lectora y en la aplicación de recursos de atención.

7.3. Capacidades socializadoras

Se puede entender el término socialización como el proceso por el cual un individuo se llega a convertir en un miembro activo de la sociedad. Mediante este proceso y, al margen de las mejoras a nivel fisiológico y motriz que produce, la realización de actividad física y deportiva se convierte en un hábito social trascendental debido, en gran parte, al desarrollo de las habilidades y relaciones sociales que promueve su práctica.

Así, la práctica física se enmarca dentro de los límites de las relaciones interpersonales, estando el fenómeno deportivo estrechamente relacionado con la realidad cultural y social. En al ámbito del ejercicio y el fitness destacan entre los beneficios socializadores derivados de su práctica:

1 La adquisición de hábitos y valores sociales como el compromiso, la colaboración y el cumplimiento de normas, manifestándose en el fitness en el sometimiento a un programa de ejercicio asumiendo y aceptando los principios del entrenamiento a cumplir para la consecución del objetivo propuesto.

2 La facilitación de un estado de bienestar psicológico al favorecer el trabajo en equipo, la autoestima, la solidaridad y el compañerismo en cuanto a actividades físicas grupales en la búsqueda de un fin común.

3 El autoconocimiento, siendo una increíble fórmula para aprender a valorarse a sí mismo y en relación con los demás e integrarse exitosamente en el grupo de iguales, sin importancia de los méritos deportivos alcanzados.

4 Menor riesgo de caer en adicciones peligrosas, pues el ejercicio conlleva el aprendizaje de la importancia de cuidarse y adquirir hábitos saludables para la vida, teniendo esta actuación repercusiones positivas sobre el reconocimiento a nivel social dentro de un grupo.

5 La perseverancia, disciplina y capacidad de permanecer en un proceso de entrenamiento o acondicionamiento físico para el logro de metas personales en la superación de los límites propios o la adquisición de prestigio social a corto, medio o largo plazo.


Recuerde

La práctica regular de ejercicio físico promueve el establecimiento de relaciones interpersonales con el resto de miembros de la sociedad, propiciando el desarrollo de habilidades favorecedoras de la incursión en la comunidad social como un elemento activo y útil de la misma.

La práctica de ejercicio físico, debido a todas las ventajas que lleva asociadas, debe convertirse en un hábito rutinario y fundamental que acompañe durante toda la vida.

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9788417026264
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