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Siglo XVIII 1700-1799
1700


Fuentes contemporáneas

Sin datos.

Fuentes secundarias

1. Esquivel y Navia, Diego. Noticias cronológicas del Cuzco [1740-1749]. Dos tomos. Edición, prólogo y notas de Félix Denegri Luna. Lima: Fundación Augusto N. Wiesse, 1980.

ESQUIVEL Y NAVIA [1740-1749] 1980, II: 1793

… Lunes 4 de agosto de 1700, cerca de las cuatro de la tarde, hubo en esta ciudad [Cusco] un temblor de tierra vehemente, aunque instantáneo, y sin daño alguno. Después de algunos días, se vio por la parte septentrional, cerca del poniente, un cometa de color blanco, que se extendía desde el horizonte, hasta casi el cenit. Su duración fue de quince días, saliendo a las seis de la tarde, y ocultándose después de la media noche, con disminución proporcional del fenómeno; cuya naturaleza no hubo quién aquí la observase, aunque comúnmente suelen los matemáticos atribuirla al dominio de Marte; de donde parece dimanó el vulgar pronóstico de las guerras, que luego se siguieron, con la muerte de nuestro católico monarca…

2. Huaco, Daniel (ed.). Catálogo sísmico del Perú, 1500-1982. Lima: Instituto Geofísico del Perú, 1986.

HUACO 1986: s/p*

… PE00400 / IGH / 1700.08.02 / 21:00 / -13.900:-72.100 M /10.0M…4

1702


Fuentes contemporáneas

Sin datos.

Fuentes secundarias

1. Esquivel y Navia [1740-1749] 1980, II: 188

… A 30 de diciembre de 1702, sábado a las dos de la tarde, tembló la tierra con tal fuerza, que si fuese de alguna duración se hubiera sentido fatal estrago, aunque no dejaron de lastimarse algunos edificios, en especial el primer claustro del convento de Nuestra Señora de la Merced. Quebróse una cruz de piedra que estaba delante del monasterio de Santa Clara; y de las tres cruces de piedra fijas encima de la portada y baluarte del Triunfo, que miraban al occidente, revolvieron las dos al mediodía, no con poca admiración de toda la ciudad, por no haber tenido de antes movimiento alguno en sus basas, y así se mantuvieron hasta el año de 1729, en que el señor obispo Serrada deshizo toda esa obra. En el valle de Pisac, que está al (nor)oriente (de la ciudad del Cuzco), cayeron muchos pedazos de cerros de una banda, y otra, siendo providencia del Señor, no peligrase persona alguna…

1704


Fuentes contemporáneas

“Carta de P. Nyel, misionero de la Compañía de Jesús al R.P. de la Chaize, de la misma compañía, confesor del Rey. Lima, capital del Perú, mayo 20 de 1705”, en Cartas edificantes, y curiosas, escritas de las missiones estrangeras, por algunos missioneros de la Compañía de Jesús. Tomo III. Traducido del francés por el padre Diego Davin. Madrid: Imprenta de la Viuda de Manuel Fernández, 1754.5

NYEL [1705] 1754, III: 266

… hemos experimentado dos o tres terremotos [sic]6

Fuentes secundarias

1. Perrey, Alexis. Documents sur les tremblements de terre au Pérou, dans la Colombie et dans le bassin de l´Amazone, recueillis, traduits et mis en ordre par […]. Bruselas: Imprimerie de M. Hayez, 1857, 134 pp.

PERREY 1857: 24

Cita a:

1. Nyel [1705]. “Carta…”.7

1707


Fuentes contemporáneas

Sin datos.

Fuentes secundarias

1. Esquivel y Navia [1740-1749] 1980, II: 195-197

… Sábado, 17 de septiembre de 1707, a las doce horas de la noche, hubo en esta ciudad un terremoto formidable que duró casi por espacio de una Avemaría, pero sin que aquí peligrase persona alguna, si bien la turbación fue grandes, saliendo todos a las plazas con extraordinario pavor, así por lo fuerte del movimiento, como por otros once (temblores) algo remisos, que repitieron hasta por la mañana, otro a las ocho del día, tanto como el primero, entonces sacaron al cementerio de la catedral, el milagrosísimo Señor de los Temblores que desde este día domingo se puso en el presbiterio, donde se dio principio a una devota rogativa, con misas que cantaron los prelados regulares por nueve días. Los religiosos descalzos de la Recolección de San Antonio, hicieron una procesión de penitencia el día siguiente por la tarde con mordazas, capacetes de esteros y sogas de esparto; y juntos con los de la observancia fueron a la Catedral, donde el padre lector fray Ignacio de la Verga, exhortó al pueblo con bastante eficacia y ternura. Por súplica del venerable deán y cabildo, hicieron los padres jesuitas sus misiones en la catedral desde el día 1ro. Todos los nueve días predicando el padre rector Fernando de Aguilar con el Tema: “Terra tremint, et quievit” (Salmo 75). Terminó el sagrado novendial una procesión muy devota, como la de 31 de marzo […].

Numeráronse hasta fin de octubre cerca de cincuenta temblores, aunque no con la fuerza de los primeros, y por espacio de un bimestre estuvieron las plazas llenas de toldos y tiendas que sirvieron de mansiones a muchos, que poseídos de temor, eligieron la incomodidad huyendo del peligro.

Sintiose el primer temblor en la comarca y pueblos circunvecinos al Cuzco y con mayor fuerza en el pueblo de Capi de la provincia de Chilques (359E), donde el temblor del día 17 causó tal estrago que cayeron noventa casas, abriéndose disformes grietas, y la iglesia toda lastimada y rajada. A fray Bernardino Garrido del orden de la Merced, que estaba en dicho pueblo, se le cayó el aposento, y quedó el religioso en una concavidad, sin poder salir, teniéndose ya por muerto; y a otro movimiento se abrió la pared como una puerta, por donde salió, e inmediatamente se arruinó del todo la vivienda. El polvo que levantaron los temblores, y edificios caídos, fue tal que no se conocían unos a otros como en aquellas tinieblas, palpables, de que dice el sagrado texto: “Nemo vidit fratem suum” (Exodo). Y no paró en esto, sino que se ahogaron algunos. Cayeron muchos cerros, y parte de ellos sobre el (río) grande de Guacachaca, que es el mismo de Apurima, y en (rumbo) derecho de Coyabamba con el primer temblor se pasó de la una banda del río grande, una casa con sus aposentos, y personas que estaban durmiendo dentro, a la frontera que es la jurisdicción del pueblo de San Lorenzo, donde recordaron al amanecer; de que hay al presente testigos oculares. Y otra trasvección (sic) como ésta se vió en Quito, y sobre la propiedad se formó litigio y llevaron la causa a la Audiencia de los Reyes. Con la represa del río, desde aquel país se cogió en lo enjuto de la madre gran copia de peces, y a los ocho días se soltó tan impetuoso y rápido que robó y arrasó todas las casas y huertos, que adornaban sus riberas.

Murieron en el pueblo ciento sesenta personas, así en las ruinas domésticas como en las de los cerros, peñascos y riscos; y hubo día de veinte (y) un entierros. Muchos quedaron heridos de las desgracias populares (sic), y de las piedras que arrojaban los collados, de que también pereció algún ganado. Contáronse en Capi, hasta 7 de octubre, más de veinte y ocho temblores diurnos, fuera de los movimientos cortos. El primero y los demás hasta 25 de septiembre, se sintieron en el pueblo de Capacmarca.

A una legua de Coyabamba, quebrada abajo, en la hacienda nombrada Chapichapi, al refugiarse algunos indios en una capilla de Nuestra Señora de la Concepción como a único asilo de los mortales en toda tribulación y calamidad se halló su soberana imagen a la puerta de la capilla, sin que persona alguna la hubiese movido en su nicho. Dieron cuenta a don Gerónimo de San Martín, cura de aquella doctrina, quien mandó llevasen la imagen al pueblo de Capi; pero al levantarla de aquel puesto, cayó tal tempestad de granizo, que les obligó a mudar de dictamen, y omitir el transporte, y al punto que la dejaron en su capilla, cesaron los truenos y procelosa lluvia. Claro argumento de que era voluntad de la Señora continuar su protección aun en aldea tan corta, donde rendidos ofrecen a su imagen culto y honor.

El pueblo de Tucuyache, que es de la misma doctrina, padeció tan gran estrago que en sus fatales ruinas apareció no poca gente, y aseguran personas fidedignas de aquel país que los muertos en Capi, Coyabamba, Tucuyache y sus términos llegaron al número de cuatrocientos. Quedó asolada la hacienda de Chacabamba, pereciendo la gente que en ella había, excepto su dueño don Bonifacio de Escalante, clérigo presbítero que se hallaba entonces en la otra banda del río. Unos murieron oprimidos de las paredes; otros ahogados del polvo; otros despedazados de las piedras. La iglesia de Tucuyache cayó toda, quedando sola la imagen de Nuestra Señora. Hiciéronse en todos estos pueblos muchas procesiones de penitencia, y rogativas.

Por estos mismos días, y con ocasión de la presente calamidad, fueron deprehendidos varios hechiceros en el pueblo de Capi y en toda esa doctrina; y aún se tiene por cierto, haber sido ellos gran parte en provocar la ira y azote del Señor; porque habían muchos que practicaban todo género de supersticiones, y (el) execrable crimen de la idolatría, dando culto a una alta y hermosa peña en forma de pirámide, y aun al mismo demonio, según consta de la causa con que se procedió contra ellos en este juzgado eclesiástico, que es de las criminales, número 32, cuyo resumen es el siguiente. El auto del comisario de la provincia para la averiguación en 27 de septiembre de 1707, hízose la sumaria en el pueblo de Capi desde 29 de septiembre hasta 5 de octubre. Por mandamiento de prisión por el provisor don Vasco de Valverde, de 11 de octubre, fueron traídos a la cárcel eclesiástica: Pedro Guamán, Pascual Gualpa, Pascual Centeno, y Juana Baptista, indios: Juana Melgar, Juana Escalante, y Agustina, mestizas; y otra Juana parda esclava de don Manuel Santoyo. Tomose la confesión desde 8 de enero de 1708, ante el doctor don Gaspar de la Cuba, provisor interino, y la de Pedro Guamán, que es la primera, a fojas 17, es en suma ésta, en que declara, haberle enseñado sus hechicerías un indio llamado Rochino, o Callapero, que era el maestro de todos ellos; que cada conjunción de luna iba a una estancia de la repartición del aíllo Callancha, donde estaba una capilla con la imagen de la Ascensión del Señor y allí concurría con otros; y ofreciendo medios reales, porción de coca y brebaje de maíz llamaban al demonio con nombre de Santiago y al punto se aparecía una fantasma, como de una vara de estatura, con un caballo blanco, descendiendo por el techo de la capilla. Ponían en el suelo sobre paja menuda que llaman huayllahicho, dos cantaritos de chicha, coca y cierto género de piedras que dicen mullu; y mascando la coca, invocaban y decían: “Ven Santiago huayna, ven Santiago apu” (huayna, quiere decir mozo; y apu, señor). A estas voces descendía el fantasma con grande resplandor y a veces con relámpagos; postrábanse y a poco rato, quedando ya a oscuras, pedían les favoreciese. El fantasma les respondía: “Yo os ampararé y socorreré con tal que no os confeséis, ni oigáis misa, ni vais a doctrina, recéis, sino que sólo os dediquéis a mi culto”. Y dicho esto desaparecía. Esta es la declaración de Pedro Guamán, en que conviene con las de los otros reos, confesando esto haber hecho muchas veces…

2. Córdova y Urrutia, José María. “Las tres épocas del Perú o compendio de su historia” [1844], en Odriozola, Manuel de. Documentos literarios del Perú. Tomo VII. Lima: Imprenta del Estado, 1875.

CÓRDOVA Y URRUTIA [1844] 1875, VII: 101*

… [Don Manuel de Oms y Santa Pau…] entró en Lima el 27 de julio del inmediato [1707]. En este año el 7 de setiembre experimentó la provincia de Paruro un terremoto que asoló muchos pueblos y sucedió el prodigio de haber pasado de una a otra parte del rio Belille una hacienda pequeña del pueblo de Coyabamba con su casa, huerta y gente que la habitaba, sin que estos advirtiesen nada por hallarse durmiendo cuando sucedió la trasplantación…9

3. Mendiburu, Manuel de. Diccionario histórico-biográfico del Perú [1874-1890]. Once tomos. 2.a edición. Adiciones y notas publicadas por Evaristo San Cristóbal. Lima: Librería e Imprenta Gil, 1931-1934.

MENDIBURU [1885] 1934, VIII: 231*

… [Manuel de Oms y Santa Pau, Marqués de Castel-Dos-Rius…] entró en Lima el día 7 de julio de 1707 […]. En dicho año hubo un terremoto en 7 de setiembre en la provincia de Paruro del departamento del Cuzco sepultándose con el pueblo de Capi 160 personas…

4. Mendiburu, Manuel de. “Prontuario para recordar los terremotos y los más notables temblores experimentados en Lima y otros puntos en la época del gobierno español”, en Diccionario histórico-biográfico del Perú [1890]. Tomo XI. 2.a edición. Lima: Librería e Imprenta Gil, 1934, pp. 414-416.

MENDIBURU [1890] 1934, XI: 414*

… [Terremotos o ruinas]. 1707. Setiembre 7. En la provincia de Paruro

5. Silgado Ferro, Enrique. “Historia de los sismos más notables ocurridos en el Perú (1513-1974)”. Boletín del Instituto de Geología y Minería 3. Lima, enero, 1978.

SILGADO 1978: 26, 120.

Cita a:

1. Córdova y Urrutia [1844]. “Las tres épocas del Perú…”. Lima.

… 1707. Setiembre 17, [sic] a 24 horas. Terremoto en el pueblo de Capi, provincia de Paruro, Cuzco. Cayeron noventa viviendas y murieron como 50 personas. En la ciudad del Cuzco hubo alarma y sus pobladores huyeron precipitadamente a la Plaza. Según Córdova y Urrutia una hacienda pequeña del pueblo de Coyabamba se pasó de una parte a otra del río Velille, con casa, huerta y gente que la habitaba, sin que estos advirtiesen nada por hallarse durmiendo cuando ocurrió el traspaso. Hasta el 7 de Octubre se contaron en Capi más de 28 réplicas

6. Ocola, Leonidas. Catálogos sísmicos: República del Perú. Volumen IV. Lima: Proyecto de Sismicidad Andina SISAN. OEA/ CERESIS, 1984.

OCOLA 1984: 30*10

7. Huaco 1986: s/p*

1708


Fuentes contemporáneas

1. Archivo del Cabildo de Huamanga.11

Fuentes secundarias

1. Rivera Palomino, Jaime. Sismos en Ayacucho. Huamanga: Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga. Departamento de Ciencias Histórico-Sociales, 1983.

RIVERA 1983: 55

Refiere:

1. Archivo del Cabildo de Huamanga.

… Un terremoto de 1708 afectó la casa del Cabildo, se derrumbó la pared que da frente a la Iglesia de San Agustín y se desplomó parte de la pared de los portales que da a la Plaza Mayor; el arco estaba totalmente deteriorado…

1709


Fuentes contemporáneas

1. Feuillée, Louis. Journal des observations physiques, mathématiques et botaniques faites par l’ordre du Roy sur les côtes orientales de l’Amérique méridionale et dans les Indes Occidentales depuis l’année 1707 jusques en 1712. Dos tomos. París: Pierre Giffart, Libraire, 1725.14

FEUILLÉE 1725, I: 400-445, 473-489

… [1709] 25 avril. La journée comenca par un tremblement de terre devancé par un bruit sourd (…). 20 mai. Sur les deux heures du matin, tout le monde prenant son repos il arriva un tremblement de terre […]. Sur les dix heures il en arriva en second qui me surprit a l’Autel lorsque je disois la Messe […]. A l’impetuosité de l’ébranlement ma pendule s’arreta […]. 23 mai. Il arriva le matin un petit tremblement de terre […]. 26 mai. A deux heures du matin il se sit un tremblement de terre, le vent étant au Sud. J’avois remarqué que dans les tremblements des jours précedents les vents étoient du coté du Nord […]. 1 juin. Nous eumes sur les onze heures du matin un tremblement de terre qui arreta mon horloge […]. El 28 [juin] […] Nous eumes le matin un tremblement de terre […]. 9 juillet. Un gran bruit m’ayant eveillé a une heure du matin, connoissant par experience que c’etoit ce qui devancoit ordinairement le tremblement de terre, je me levai prontement assuré que dans ces occasions les plus alertes sont les plus prudens. Je me trouvai dans la rue lorsque le tremblement commenca et j’y ressentis trois ou quatre secousses si violentes que je crus que la maison et celles de nos voisins allaient etre renversées […]. Sur les 7 heures un second tremblement plus violent que le premier se sit ressentir lorsque j’etois en prieres dans le jardín […]. 10 juillet. A deux du matin il se sit un autre tremblement de terre semblable a celuy que nous ressentimes le 9 […]. Les tremblements de terre ne s’etant pas fait sentir depuis quelques jours, je crus qu il n’y avoit plus rien a craindre et que je pouvois remonter ma pendule […]. Sur les quatre heures du matin un bruit epouventable qui devanca de tres peu un tremb de terre nous fit sortir du lit ave beauc de precip […]. De trois secousses il n’y eut que la 1ere qui fut violente si les deux qui suivirent eussent ete pareilles a celles cy nulle maison ne seroit resté debout […]. Le bruit qui devance les tremblements de terre se fit entendre de meilleure heure que celuy qui arriva le jour precdent. On l’entendit a une heure et demie du matin nous sortimes promptement de la maison. Des que le tremblement fut fini, chacun rentra chez soi pour se reposer, mais a peine etoit on assoupi qu’un second trem fort violen se fit sentir; nous crumes qu’il auroit de funestes suites mais nous ne nous appercumes seulement que quelques maisons de campagne de peu de consequence et dont les fondements etoient fort foibles avoient ete renversées […].

… [1709] 2 decembre. Nous ressentimes sutr les huit heures du soir ce changement par un tremblement de terre assez sensible qui n’eut pourtant aucunes mauvaises suites […]. 6 decembre. Nous ressentimes sur les six heures du matin un tremblement de terre assez violent; les gens de pays ne les trouvoient pas alors extraordinaires ils m’apprirent que c’en etoit la saison et que ceux que nous avions deja ressentis etant arrivez dans un temps ou ils s’y attendoient le moins, ils en avoient ete surpris […]. 22 decembre. La journée commenca par un beau soleil qui me servait a verifier, si le tremblement de terre du 20 n’avoit pas dérangé le mouvement de mon horloge […] les violentes secousses de tremblement de terre que nous avions ressenties le 20 avoient dérangé mon horloge […]. 23 decembre. Sur les diz heures du matin un tremblement de terre beuacoup plus violent que celuy que nous avions ressenti le dérangea de nouveau mon horloge […]. 24 decembre. A 5 heures du matin nous fumes encore effrayez par un autre tremblement […]. 30 decembre. A la meme heure, un nouveau tremblement interrompit notre repos et nous obligea de suir dans les rues pour n’etre pas accablez sous les ruines de nos maisons. A dix heures un second tremblement de terre luy succeda en sorte que toutes ces dfferentes secousses commnecoient a nous imprimer de la criantre […]. 31 diciembre. A 4 heures du matin nous fumes encore secouez par un tremblement de terre…

2. Durret, [le Sieur]. Voyage de Marseille a Lima et dans les autres lieux des Indes Occidentales, avec une exacte description de ce qu’il y a de plus remarquable tant pour la Geographie, que pour les mœurs, les coutumes, le commerce, le gouvernement & la religion des peuples, avec des notes & des figures en taille-douce. Par le Sieur D (…). París: Jean-Baptiste Coignard, Imprimeur, 1720.15

DURRET 1720: 245

Primera parte, cap. XXXVII: “Descripción de la ciudad de Lima…”.

… Partimos de Pisco el 23 de octubre de 1709 y llegamos al Callao el dos de noviembre del mismo año. Las casas son todas del mismo nivel a causa de los terremotos que son frecuentes; nosotros sentimos dos a nuestra llegada, uno a 9 horas de la noche y el otro a la mañana siguiente, alrededor de las 7 horas. La consternación fue grande en toda la ciudad; el movimiento disminuyó al cabo de unas horas y como la calma viene después de la tormenta, de igual manera en un instante todo estuvo tranquilo y cada uno retomó su ritmo ordinario…16

Fuentes secundarias

1. Perrey 1857: 24-2617.

… El 7 (de diciembre) en la mañana, dos muy fuertes sacudidas, que si hubiesen durado más, ningún edificio habría quedado en pie… (traducción nuestra).

Cita a:

1. Feuillée 1725.

2. Académie des Sciences 1711.

3. Histoire 1752.

2. Mendiburu [1885] 1934, VIII: 233*

… [Manuel de Oms y Santa Pau, Marqués de Castel-Dos-Rius] […]. Experimentóse en Lima un fuerte temblor de tierra el 2 de diciembre de 1709 a las ocho de la noche…

3. Mendiburu [1890] 1934, XI: 415*

… [Temblores muy fuertes]. 1709. Diciembre 2. En Lima, a las 8 de la noche…

4. Polo, José Toribio. Sinopsis de temblores y volcanes del Perú; siglos XVI-XIX. Lima: Librería e Imprenta de San Pedro, 1899, 141 pp.18

POLO 1898: 332

Cita a:

1. Durret 1720. Voyage… París.

… 1709. Temblor en Lima, referido por el viajero Durret […]. Durret sintió, al llegar a Lima, en noviembre de 1709, dos temblores; uno a las 9 de la noche, y otro a las 7 de la mañana el día siguiente…

5. Silgado 1978: 26, 121

Cita a:

1. Feuillée 1725. Journal des observations… París.

… 1709. Del 9 de abril de este año [1709] hasta el 10 de febrero del siguiente, se sintieron en Lima como catorce temblores, según refiere el P. Feuillée. El más fuerte de la serie ocurrió el 20 de diciembre a las 5 de la madrugada, “un ruido espantoso nos hizo saltar de la cama”, dice el Padre; el cual fue seguido de un temblor que derribó algunas casas de la campiña…

6. Ocola 1984: 30*

7. Huaco 1986: s/p*

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9789972453670
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