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Alianza Popular

La alianza que suscribieron el Partido Aprista Peruano y el Partido Popular Cristiano, dos agrupaciones históricas, a la que se sumaron los movimientos Vamos Perú y Fuerza Loretana, causó sorpresa y polémica. Los integrantes de la plancha —Alan García Pérez, Lourdes Flores Nano y David Salazar Morote— se repartieron el protagonismo de la alianza, aunque la mayor exposición recayó en el candidato presidencial, con esporádicas presentaciones de la lideresa del PPC. En su plan de gobierno, la alianza destacó la experiencia política y el aporte de sus cuadros técnicos al conjugar esfuerzos, que fueron las ideas fuerza de la fórmula presidencial (Alianza Popular, 2016). El partido más longevo del Perú, el primer partido de masas y uno de los dos que inauguraron la modernidad partidaria (el otro fue el Partido Socialista de José Carlos Mariátegui) acudieron a las elecciones portando su bagaje en acuerdos estratégicos.

Si el cargo más alto que ejerció el líder histórico del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre, fue el de presidente de la Asamblea Constituyente de 1979, Alan García Pérez llegó a la Presidencia de la República dos veces (1985-1990 y 2006-2011) y fracasó al postular en otros dos procesos electorales (2001 y 2016). Desde su fundación el 21 de septiembre de 1930, el APRA ha participado en siete elecciones generales con candidato propio —a partir de 1931 (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. e)—. También ha formado alianzas durante su larga historia, colmada de episodios de heroicidad o violencia, cuestionadas coaliciones y ensombrecidas administraciones gubernamentales.

En cuanto al Partido Popular Cristiano, la alianza con el APRA fue inesperada. Más de un correligionario pepecista denunció una negociación a espaldas no solo de las bases partidarias, sino de los nuevos cuadros que, según declararon, habrían preferido ir solos o perder la inscripción. Alberto Beingolea y Marisol Pérez Tello respetaron la decisión institucional, pero declinaron postular al Congreso (“Ayer adversarios”, 2016).

El PPC tampoco es un amateur en la consolidación de acuerdos extra-partidarios. Desde su fundación el 19 de diciembre de 1966, solo participó individualmente en los comicios de 1980 —aunque colaboró con Acción Popular en el restablecimiento de la democracia— y en las de 1995. Pero las aspiraciones presidenciales de sus dirigentes se canalizaron vía alianzas: en 1985 integró la Alianza Electoral Convergencia Democrática para las elecciones generales de ese año y en 1990 apoyó la candidatura de Mario Vargas Llosa integrando el Frente Democrático (Fredemo) con Acción Popular y el Movimiento Libertad. Lourdes Flores Nano fue candidata a la presidencia en dos oportunidades (2001 y 2006) con la coalición Unidad Nacional, integrada por el PPC, el Partido Renovación Nacional, el Partido Solidaridad Nacional y Cambio Radical, y en las elecciones generales del 2011, como parte de la Alianza por el Gran Cambio. En esas alianzas, el PPC enarboló la bandera del socialcristianismo y una visión del Perú que puede resumirse en libertad, economía social de mercado y democracia representativa (Partido Popular Cristiano, 2013).

El apoyo que recibió la Alianza Popular de Vamos Perú y Fuerza Loretana fue casi nulo. El de Vamos Perú —partido liderado por Juan Sotomayor, alcalde de la Provincia Constitucional del Callao, y fundado el 27 de septiembre del 2013— se interpretó como el respaldo tácito de un movimiento afín al cuestionado Alex Kouri, expepecista y otrora contrincante de Flores Nano en las elecciones municipales del 2010. Vamos Perú, que se definió como un partido de centro que proponía “políticas de economía mixta y de profundización de la democracia con la convicción de que desde el más pequeño hasta el más grande deben tener los mismos derechos” (Caminando Juntos por Una Victoria Segura, s. f.), no había participado antes del 2016 en elecciones generales, aunque sí inter-vino en las regionales y municipales del 2014 en alianza con la agrupación Chim Pum Callao (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. k) de Kouri.

La participación de Fuerza Loretana causó mayor revuelo. Su líder, el exgobernador regional de Loreto, Yván Vásquez, justificó su presencia en la Alianza Popular para impulsar el desarrollo de la Amazonía y de proyectos como el tren Iquitos-Yurimaguas, valorizado en 3700 millones de dólares (Fuerza Loretana, 2015). No obstante, Vásquez afrontaba un proceso judicial. En el 2006 participó en alianza con el Partido Fuerza Democrática (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. c).

La derrota del APRA y sus socios fue calificada de “dramática” especial-mente por ser dos organizaciones políticas tradicionales, con larga experiencia en la vida política y en las elecciones de las últimas décadas. García empezó la campaña con 12 % de intención de voto y terminó con “5,8 % de votos por debajo del porcentaje alcanzado por su partido en la votación congresal. García, quien fue desde 1985 la locomotora del APRA, ha sido en esta elección el vagón jalado por su partido” (“Los partidos”, 2016, p. 4).

En cuanto al PPC, después de cuarenta años en el Congreso y cuatro disputas por alcanzar la Presidencia de la República, llegó a abril del 2016 “paralizado por una larga lucha intestina y por una resistencia a modernizar su discurso y programa”, por lo cual “asió como última rama de salvación la alianza con el APRA con los resultados conocidos” (“Los partidos”, 2016, p. 4).

Alianza para el Progreso

Proponía construir “gobernabilidad y gobernanza sostenibles” en un país descentralizado, para que la democracia “sea un valor y una aspiración compartida por toda la población” (Alianza para el Progreso del Perú, 2016b, p. 7). Su coalición con el Partido Somos Perú y Restauración Nacional no solo sorprendió, sino que tuvo un resultado accidentado porque su líder y cabeza de lista, el excongresista y exgobernador de La Libertad, César Acuña, fue excluido del proceso electoral en medio de escándalos.

La alianza, producto de la unión de un partido de raíz regional y dos agrupaciones limeñas, una de ellas integrada por evangélicos, se consolidó entre enero y marzo como una de las favoritas para la segunda vuelta, hasta su exclusión definitiva.

La plancha presidencial integrada por César Acuña, Anel Townsend y Humberto Lay Sun participó activamente en los actos de la campaña bajo el liderazgo del candidato. Pero siempre se resaltará la dramática presencia de los vicepresidentes Lay y, sobre todo, Townsend —vocera política del APP en Lima— frente a las graves denuncias que terminaron con la defenestración de Acuña, provocaron su renuncia y, finalmente, la desarticulación de la fórmula presidencial.

APP mantuvo su lista para el Congreso y consiguió nueve escaños, que la ubicaron como la cuarta bancada parlamentaria, después de Fuerza Popular y el Frente Amplio.

Desde su fundación el 8 de diciembre del 2001, el partido Alianza para el Progreso —que se define como una agrupación de “inspiración social, democrática y de naturaleza humanista y descentralista, que busca el desarrollo sostenible y sustentado en la sociedad del conocimiento”, según su ideario original (Alianza para el Progreso del Perú, 2016a)— participó en varios procesos electorales: las elecciones regionales y municipales del 2002, en las generales del 2006 (con la candidatura a la presidencia de Natale Amprimo) y en las municipales del mismo año, en las que Acuña ganó la alcaldía de Trujillo —históricamente había estado en manos del APRA— para la que sería reelegido cuatro años después (Barrenechea, 2015). En las elecciones generales del 2011, en coalición con el Partido Popular Cristiano, el Partido Humanista y Restauración Nacional, APP apoyó la candidatura de Pedro Pablo Kuczynski.

Esta alianza brindó la oportunidad a algunos políticos de repetir el plato. Fue el caso del Partido Restauración Nacional, del pastor evangélico Humberto Lay Sun, exmiembro de la Iniciativa Nacional Anticorrupción, durante el gobierno de Valentín Paniagua (Iniciativa Nacional Anticorrupción, 2001), y después la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional durante el mandato de Alejandro Toledo. Lay candidateó a la Presidencia de la República en el 2006 y a la Municipalidad de Lima, en la que obtuvo varias concejalías. También consiguió alcaldías distritales y municipales en el resto del país, haciendo suya la lucha contra la corrupción (Restauración Nacional, 2016).

Igual motivación tuvo el Partido Democrático Somos Perú, que desde su fundación —por Alberto Andrade Carmona, como movimiento político Somos Lima, el 5 de mayo de 1995— marchó como independiente hasta el 2000, año en que su líder postuló a la Presidencia de la República. En el nuevo siglo, hizo alianzas diversas: en las elecciones del 2001, con la coalición Movimiento Independiente Somos Perú - Causa Democrática; en el 2006, con el Frente de Centro, y en el 2011, con el Partido Perú Posible (Partido Democrático Somos Perú, 2016).

Alianza Electoral Solidaridad Nacional - Unión por el Perú

Esta alianza, constituida por Solidaridad Nacional (PSN) y Unión por el Perú (UPP), no sobrevivió a la campaña. Hernando “Nano” Guerra García, cabeza de la plancha formada por los excongresistas José Luna Gálvez y Gustavo Rondón, abandonó la contienda a menos de dos semanas de la primera vuelta, así como su lista congresal. Según Guerra García, habría querido luchar hasta el final, pero acató la decisión de las dos organizaciones que lo invitaron y que prefirieron retirar la candidatura para preservar sus inscripciones (“Retiran candidatura”, 2016).

Fundado el 5 de mayo de 1998 por Luis Castañeda Lossio, Solidaridad Nacional cultiva las coaliciones. Se define como un partido de centro derecha y tal vez ello contribuyó a que participara en las elecciones generales del 2000 y del 2001 con Unidad Nacional, alianza integrada por el PPC y con la cual Castañeda ganó la alcaldía de Lima en el 2002, cargo en el que fue reelecto. En el 2011, postuló por Solidaridad Nacional, en alianza con Unión por el Perú, a la Presidencia de la República, aunque sin éxito. En el 2014, ganó los comicios municipales.

Unión por el Perú (UPP), su socio del 2016, es una agrupación lejana de aquella formada el 21 de septiembre de 1994 bajo la inspiración de Javier Pérez de Cuéllar, diplomático y ex secretario general de las Naciones Unidas, para hacer frente a la primera reelección de Alberto Fujimori, y que estuvo integrada por personalidades políticas, de la academia y representantes de organizaciones sociales, gremiales y profesionales. Fruto de esa conjugación de esfuerzos, se convirtió en la segunda fuerza política en 1995, con diecisiete representantes en el Congreso de la República de mayoría fujimorista.

En el nuevo siglo, UPP siguió apostando por las alianzas. Estuvo presente en los procesos electorales del 2000 y del 2001; en este último como Agrupación Independiente Unión por el Perú - Social Democracia. En el 2005, con José Vega Antonio como secretario general, se alió con el Partido Nacionalista Peruano (PNP) de Ollanta Humala, que no tenía inscripción en el JNE. Humala candidateó a la Presidencia de la República por UPP, como invitado, el 2006. Aunque perdió en la segunda vuelta frente a Alan García, obtuvo 45 escaños, veinte de los cuales fueron ocupados por congresistas de UPP. Después, la bancada se dividió hasta quedarse con ocho parlamentarios.

Frente Amplio

El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad apareció en junio del 2013 como la conjunción de varias vertientes de la izquierda peruana y movimientos ecologistas. Nació a iniciativa de Verónika Mendoza, congresista que llegó al Parlamento en el 2011 integrando la lista del Cusco del Partido Nacionalista Peruano, del cual se apartó un año después tras el conflicto minero en Espinar, Cusco (que dejó varios campesinos muertos, pérdidas y daños a la propiedad pública y privada). Algunos la responsabilizaron por estos hechos (“Perfiles de poder. Verónika”, 2016), que se resolvieron entre el 2012 y 2013 a través de una mesa de diálogo (Zeisser, 2015). El Frente Amplio estuvo presente en las elecciones municipales y regionales del 2014; asimismo, miembros del partido Tierra y Libertad (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. a), uno de los integrantes del frente, participaron en las elecciones municipales complementarias del 2013.

Para las elecciones del 2016, como explicó Verónika Mendoza después de la contienda, Tierra y Libertad puso su inscripción a disposición de Frente Amplio para que pudiera participar en el proceso. El acuerdo, sin embargo, fue accidentado, según relata Nelson Manrique:

Verónika Mendoza fue elegida como candidata presidencial de Frente Amplio en una elección ciudadana abierta y Marco Arana decidió acatar ese resultado, enfrentándose a un sector de su propio partido, Tierra y Libertad, que quería patear el tablero e imponer su candidatura a la mala. […] Pongamos los pies en tierra: Vero Mendoza obtuvo 2 800 000 votos: la tercera candidatura nacional más votada. Marco Arana postuló a parlamentario por Cajamarca y allí el Frente Amplio obtuvo 43 000 votos, siendo superado en cinco veces por la otra lista de izquierda, Democracia Directa, de Gregorio Santos, que obtuvo 209 000. Arana obtuvo 8500 votos, quedando muy por detrás de 5 de los 6 candidatos de Democracia Directa, que obtuvieron entre 12 000 y 23 000 votos cada uno. Si T y L no puede construir un liderazgo con el carisma suficiente para impulsar un proyecto partidario singular con perspectiva de poder, tendrá que ir necesariamente en un frente. (Manrique, 2016b, p. 5)

Partido Democracia Directa

Fue el resultado de la confluencia del Movimiento de Afirmación Social (MAS) de Cajamarca y Democracia Directa (exfonavistas). En el 2016, encabezó la fórmula presidencial el exgobernador regional de Cajamarca, Gregorio Santos, pese a purgar prisión preventiva en el Centro Penal de Piedras Gordas, en el distrito de Ancón, Lima. Lo acompañaron Andrés Alcántara y Simón Chipana. La fiscalía sindicó a Santos como cabeza de una “organización criminal” con presuntos delitos de colusión en sus modalidades agravada y simple, y asociación ilícita para delinquir.

La historia política electoral no registra otro caso como el de Santos, elegido candidato presidencial en circunstancias similares: dejó su celda para participar en un debate con otros aspirantes al sillón presidencial y consiguió la votación más alta en su natal Cajamarca, el único triunfo de la agrupación Democracia Directa en el país. La candidatura de Santos fue atípica: tuvo bastiones electorales muy fuertes en Cajamarca (donde obtuvo la primera votación en varias provincias) y en Puno (donde quedó en segundo lugar luego de Frente Amplio). Democracia Directa no alcanzó la barrera electoral en la votación presidencial, pero si pasó la valla en la elección del Parlamento Andino (5,01 % de los votos válidos), por lo que mantuvo su inscripción en el ROP.

1.1.2 Agrupaciones que participaron individualmente
Acción Popular

El partido fundado por Fernando Belaunde Terry ha participado en diez elecciones generales desde su creación en 1956: siete de manera individual (1962, 1963, 1980, 1985, 1995, 2000 y 2016) y tres en alianza (1990, 2006, 2011). El 2016, su fórmula presidencial Alfredo Barnechea, Víctor Andrés García Belaunde y Edmundo del Águila no satisfizo a todos los acciopopulistas. Antes del inicio de la campaña, Mesías Guevara, presidente del partido y cuya lista fue derrotada en las elecciones internas del 21 de diciembre del 2015, denunció en las redes sociales irregularidades en la elección de los postulantes al Congreso y al Parlamento Andino (“Las ideas”, 2016); esto no melló el proceso, pero lo retrasó. Elegido por voto universal y directo, Barnechea expresó su deseo “de ser un nuevo Belaunde” y convertirse en el tercer presidente en la historia del partido (“Perfiles de poder. Alfredo”, 2016, p. 2). “Yo creo en los partidos y en las instituciones. Es una de las razones por las que entré a Acción Popular” (“Las ideas”, 2016, p. 39).

Frente Esperanza

Liderado por el excongresista Fernando Olivera Vega, fue originalmente el Partido Progreso y Obras. El 2016, la plancha presidencial contó con un representante de las regiones, Carlos Cuaresma (excongresista y expresidente regional del Cusco), y otra de la comunidad evangélica, Juana Avellaneda Soto (exdiputada y educadora evangélica). Olivera fundamentó su presencia como necesaria para luchar contra los corruptos, algunos de los cuales podían salir elegidos por no ser conocidos entre las generaciones jóvenes, que podían ser sorprendidas y debían ser informadas: “Gente que no sabe quién fue Abimael Guzmán, Vladimiro Montesinos, Alan García, Alberto Fujimori. Esas fueron las grandes motivaciones para retornar al Perú, porque nuevamente se iba a elegir entre los candidatos de la corrupción que están gastando millones” (“Perfiles de poder. Fernando”, 2016, p. 2).

Fuerza Popular

En las elecciones del 2016, su plancha presidencial, formada por Keiko Fujimori, José Chlimper y Vladimiro Huaroc, se vio debilitada cuando el JNE excluyó a este último por haber infringido normas electorales. Su plan de gobierno 2016-2021 expresa su compromiso de trabajar en seis pilares: derechos fundamentales y dignidad de las personas; oportunidades y acceso a servicios; Estado y gobernabilidad; economía, competitividad y empleo; desarrollo regional e infraestructura. La historia de Fuerza Popular es heredera del fujimorismo y sus fases, en torno al cual ha girado la política peruana desde 1990 (Meléndez, 2018). Las agrupaciones fujimoristas que han participado en elecciones han mostrado un crecimiento progresivo en las votaciones, y lo han hecho bajo diferentes denominaciones que reivindicaron el gobierno de Alberto Fujimori. Carlos Boloña —exministro de Economía durante el fujimorato— fue candidato del movimiento fujimorista Solución Popular en las elecciones del 2001, en las que obtuvo 1,6 % de votos; la excongresista Martha Chávez lideró Alianza por el Futuro en los comicios del 2006 y obtuvo 7,43 %, y Keiko Fujimori encabezó Fuerza 2011 en las generales de ese año, en las que obtuvo 48,5 % (Oficina Nacional de Procesos Electorales, 2006, 2011; Jurado Nacional de Elecciones, s. f. d). Algunos analistas definen al fujimorismo no solo como un poder familiar, sino clánico y sultánico (Cotler, 2016), es decir, exponente de una forma de dominación extrema de tipo patrimonialista (Miró Quesada, 2016a).

Partido Político Orden

Se inscribió dos años antes de las elecciones del 2016 en el ROP. Su fundador, Ántero Flores-Aráoz, expepecista, regidor por Lima Metropolitana, diputado, constituyente, congresista y exministro de Defensa, se pronunció durante la campaña en contra de la inmunidad parlamentaria. Lo acompañaron Rómulo Mucho y Mery Botton Estrada en la plancha.

Partido Progresando Perú

Miguel Hilario Escobar fundó este partido el 28 de octubre del 2011 en el distrito de San Juan de Lurigancho. Cinco años después, encabezó la fórmula presidencial, con Manuel Ponce Ayala y Silvia Pareja en las vice-presidencias. Se inscribió el 14 de diciembre del 2015 en el ROP (Jurado Nacional de Elecciones, s. f. j). Hilario, un shipibo-conibo, tentó la presidencia por segunda vez a los 45 años; la primera vez postuló a ella en las elecciones generales del 2011 con el Partido Pluralista del Perú, que no superó la valla. Estudió economía en la Universidad Estatal de California y en la Universidad de Stanford; cursó maestrías en Política y Antropología y un doctorado en Antropología, así como un diplomado en Política y Economía en la Universidad de Oxford (“Miguel Hilario”, 2015).

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9789972455124
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