Читать книгу: «Senyors, bandolers i vassalls», страница 8

Шрифт:

E aprés cridats de nostre manament, anaren al dit loch: Augustí Salelles, notari, e Pere Martínez, morro de vaques; cascú d’ells per a fer son offici. En lo qual loch, precehint legíttim procés, ab nostra real sentència, són stats condemnats e executats, ço és: tres a mort natural, e altres tres açotar, e la casa del loctinent de justícia de dit loch de Polinyà fonch <manat> derrocar-la.

E sia just e a rahó conforme, que los sobredits sien satisfets e pagats de ses dietes de peccúnies de la Règia Cort, com hajen vaccat en dits actes per servici de aquella, no partint-se de nós e de nostres manaments per tretze dies; com partíssem de la present ciutat a deu del present e infrascrit mes de deembre e siam tornats en lo dia de ahir, que comptàvem vint-i-tres del mateix. Per ço, ab tenor de les presents, de nostra certa sciència, deliberadament e consulta, vos diem e manam que de qualsevol peccúnies de la Règia Cort a vostres mans pervengudes o primer||22v pervenidores, doneu e pagueu realment e ab tot effecte —de comptants o en la taula de la present ciutat de València— als infrascrits les infrascrites particulars e singulars quantitats:

Ço és, al dit micer Joan Francesch Benavent, per tretze dietes, a rahó cascuna de tres florins corrents, valents trenta-tres sous, que prenen summa de vinti-una lliura, nou sous. E al dit micer Martí Ponç, advocat fiscal, per altres tretze dietes, a dita rahó de trenta-tres sous cascuna, vint-i-una lliura, nou sous. E al dit Anthoni Miquel Ferran, escrivà de manament, per tretze dietes, a rahó cascuna de vint-i-dos sous, quatorze lliures y sis sous. E al dit Carles Torrelles, alguatzir real ordinari, per tretze dietes, a rahó de vint-i-dos sous, quatorze lliures e sis sous. E al dit Gonsalo de Céspedes, alguatzir real extraordinari, per tretze dietes a dita rahó, quatorze lliures e sis sous. E al dit Sebastià Samer, alguazir real extraordinari, per tretze dietes a dita rahó, quatorze lliures e sis sous. E al dit Pere Cherta, procurador fiscal, per tretze dietes, a rahó de setze sous e sis diners cascuna, deu lliures, quatorze sous e sis diners. E a Joan Navarro, notari, per tretze dietes, a rahó de onze sous cascuna, set lliures e tres sous. E a Agostí Salelles, notari, per nou dietes a dita rahó, quatre lliures, denou sous. E a Joan Prats, Hierònym Thomàs, Joan Bo, Pedro Hernandes, Pedro Sentamans e Miquel Villasancta, verguetes, per tretze dietes, a rahó cascú per cascuna de cinch sous, denou lliures e deu sous. E al dit Pere Martínez, morro de vaques, per nou dietes, a rahó de set sous cascuna, tres lliures e tres sous.

Les quals particulars quantitats, en univers, prenen summa de cent quaranta-cinch lliures, onze sous e sis diners. E en la paga e solució que als sobredits de dites quantitats fareu, cobrareu de aquelles àpoques oportunes —ensemps ab les presents— en sa primera figura, per a què advenint lo temps de vostre ratiocini e redditió de comptes, vaja posant en data e desexida les dites quantitats; haver axí pagades aquelles vos sien admeses, preses e passades en compte de legíttima data e paga, a sola restitució dels dits recaptes, sens demanar-vos||23r altra cosa alguna; com tot haja passat devant nós y en nostra presència, tot dubte, dificultat, contradictió, consulta e altre qualsevol impediment cessant. Datis en la ciutat de València, a XXIIII de deembre any de la Nativitat de Nostre Senyor M. D. XXXXV.15

El duque de Calabria.

Dominus dux locumtenens generalis mandavit mihi, Anthonio Michaeli Ferran. Visa per Philibertum, regentem Cancellariam, Benavent, Ferrer, Navarro et Salvador, doctorem Regii Concilii ac fisci advocatum.

9.

1546, gener, 5. València.

Ferran d’Aragó, duc de Calàbria i virrei de València, es dirigeix al príncep Felip, mitjançant memoràndum en forma de carta, en la qual tracta els diversos assumptes a què hi ha hagut de fer front des de la darrera missiva.

AGS, Estado, llig. 299, 70.

Illustre señor,16 dos <cartas> de vuestra magestad me hallo de los tres y siete de deziembre más cerca passado, a las quales no se ha respondido hasta dar primero conclusión en lo que por ellas se me hordenava.[...]17

Á me ydo tan mal con los cançilleres que hasta·quí he nombrado que, temiéndome fuesse peor con el que agora nombraría, he dexado de hazerlo. Y porque la neçessidad que tenemos aquí dél no se çuffre a causa de estar çinco o seys delinqüentes en comtempçión de corona, suplico a vuestra magestad me mande imbiar la provissión que sobre·llo hoviere hecho su alteza; porqué hun día es hun año. Y si hasta agora no se hoviesse determinado, por no hallar persona tal, y pareçiere que hay neçessidad que se|| imbie de aquí memorial de algunas, hazerse ha —ahunque se dilacte algunos días más de lo que la neçessidad requiere— pues es harto peor estar con la suspensión que agora estamos, que de verdad es muy dañosa.

Y no dexe su alteza de escrevir huna carta al arçobispo desta çiudad, mandándole que mire mucho lo que provee en ésto de los coronados, porqué con el favor que por su parte se les da, no solamente se perturba la buena execuçión de la justiçia, pero ahún es dar atrevimiento a los delinqüentes para que continúen sus offiçios de mal en peor. Y ahunque él es buena persona y de buenas letras y vida, son tantas las passiones de por aquá, que con ellas hallan los malos harto más favor que los buenos, y con esto le hazen torçer en algunas cosas; que si tuviesse plática dellas y de los que las procuran, no las haría.

Que ahún agora últimamente, teniendo yo preso al justiçia de Albalate, lugar del duque de Gandía, porqué con gente armada fue contra hun alguazil real a repique de canpana —quando con ruegos e importunidades no pudieron acabar conmigo cosa ninguna— temiendo que no le diesse hun garrote, hizieron hir en posta al fiscal del dicho arçobispo a presentarme su carta de corona, teniéndose por çierto que no la tenía. Ahunque si se le pudiera provar con hotro testigo —lo que él siempre negó— poco le aprovechara su corona, ahunque la tuviera, porqué mereçiera mil muertes. No embargante lo qual, ha sido por todos tan favoreçido —a la descarada— el dicho justiçia, assí de la corona como de muchos cavalleros, como si culpa venial no se hallara en él; pareçiéndoles que resistençia no es nada, ahunque la haga persona que rige offiçio de justiçia como es éste. Pero yo se lo hoviera mostrado y sacado la verdad dél con el tormento, sino por haverse atravesado el dicho arçobispo en su favor; ahunque todavía pienso que vená a morir a mis manos si tenemos cançiller.

Yo fuy a la baronía de Corbera —que es del duque de Gandía— sobre huna de las más bravas resistençias que en este reyno se han hecho muchos años ha. Porqué hiendo hun alguazil real con comissión mía a prender hunos matadores que se havían recogido en hun lugar della, llamado Polinyá —siendo ellos y el muerto de Alzira, que es villa real, y haviendo sido el caso y muerte en el término della— en entrando por aquel lugar el dicho alguazil, e hiendo a presentar la dicha comissión al justiçia de aquel lugar —como se acostumbra en este reyno sin haver para ello obligaçión ni fuero que lo disponga— fueron avisados los dichos matadores de la venida del dicho alguazil y sallieron huyendo de la casa donde estavan con las espadas arrincadas.

Y viéndolos el alguazil, con el escrivano y gente que llevava, dieron tras ellos y solamente pudieron alcançar el huno dellos que cayó, porqué les llevaban mucha ventaja. Y teniéndole presso, se levantaron todos los del dicho lugar con armas en las manos, repicando las canpanas y diziendo: «Mueran los traydores que han hosado entrar en tierras del duque de Gandía!». Y quitaron de echo al aguazil el matador que tenía preso. Y a él y a los que con él venían los mataran si no se ençerraran en casas, donde se hallaron dos o tres hombres del mesmo lugar que los deffendieron; que en toda la tierra no se hallaron más en favor de la justicia.

Y como los vassallos de la dicha varonía sintiessen las campanas, acudieron todos con sus armas. Y los primeros que llegaron fueron los de hun lugar que se dezía Riola. Y como sabían el caso, porqué fueron avisados dél con|| hombre propio —que fue el escrivano de Polinyá— entraron vozeando con el mismo apellido, diziendo: «Mueran los traydores que han osado entrar en tierras del duque de Gandía!». Y fueron a las casas donde estavan ençerrados el aguazil y los suyos. Y de hecho quisieron derribar las puertas dellas con el apellido susodicho, sino que se las deffendieron aquellos dos o tres hombres con buenas palabras.

Y apaziguado que fue esto entre·llos, y dada licençia al dicho alguazil y a los suyos para que se fuessen salvos y salliessen de tierra del dicho duque, toparon con la gente de Albalate —otro lugar del duque— que venía al repique de las campanas. Y como los vieron, arremettieron para ellos, diziendo: «Mueran los traydores!». Y por salvarse dellos, les fue forçado huyr y tornarse al dicho lugar de Polinyá. Y dexando las capas —porqué les llegavan a los alcançes— se entraron por casas, donde se salvaron; porque, hotramente, por çierto se tiene que los mataran.

Y sabido el caso por mí, junté al Consejo, y con pareçer y voto de todo él, fuy con huno dellos, y con el advogado fiscal y con la gente de mi guarda al dicho lugar de Polinyá. En el qual, quando llegué, ni en los hotros lugares, no hallé hombre ninguno, sino al clérigo de cada lugar y a los dos o tres hombres que favoreçieron la justíçia; ni bastimento ninguno, que todo lo havían llevado, pensando que de hambre me havía de hir de allí; lo que poco les aprovechó porqué me provey sienpre de las villas reales, aunque con harto trabajo.

Y en llegando al dicho lugar, apeado que fuy, topé con el duque de Gandía, que me esperava, sintiéndose mucho de mi hida, pretendiendo que le hazía agravio con ella. Yo le di a entender que mayor lo hazía él a su magestad y los que tal le daban a entender. Y que pues havía tenido cargo de justicia y sabía quan grave caso hera el de la resistençia, que se fuesse con Dios y me dexasse hazer mi offiçio; pues tenía entendido que no hera de mi condiçión hazer sinjustiçia a nadie, quanto más a él. Y con ésto se fue. Y supe después cómo, aquella noche, se fueron los matadores al mismo lugar donde él durmió. Y que de allí los salvaron.

Yo estuve en Polinyá treze días y prendí algunos de los de Riola y Albalate. Y solamente sentençié a muerte tres, los quales hize ahorcar en el dicho lugar de Polinyá, y açotar hotros tres. E hize derribar la casa del lugarteniente del justiçia de Polinyá. Y trúxeme aquí otros dos presos, que pienso no escaparán de la horca; ahunque el prinçipal dellos, que es justicia d’Albalate, se dio a la corona y me la fue a presentar el nunçio dell’arçobispo, como tengo dicho.

He querido dar esta sumaria informaçión a vuestra magestad de lo hecho, entretanto que se pone a punto hotra mayor que se imbiará presto con el largo discurso de lo que ha passado, y de las pretensiones que tienen estos braços y estamentos; que son todas ayre y no tiran sino a que no haya ni se haga justiçia. Y tanbién /porqué si/ este caso tan rezio no se castiga exemplarmente, no se podría vivir en este reyno. Digo «castiga», porqué quedan quatro o çinco de los prinçipales se<n>tençiados a muerte que no se han podido haver. Los quales en ningún tiempo, ni por ningún respecto, deven ser perdonados, porqué ninguno de los que fueron sentençiados en tiempo de la Germanía que hovo en este reyno|| mereçía mejor la muerte que qualquier destos; pero presto se imbiarán sus nombres con la dicha informaçión, para que su alteza vea la graveza de sus delitos. [...]18

|| Y guarde Nuestro Señor y acreçiente la illustre persona y estado de vuestra magestad, como dessea. De Valencia, a çinco de enero de M. D. XXXXVI años.

A lo que vuestra merced mandará.

El duque de Calabria.19

10.

1546, gener, 12. València.

Còpia enviada al Consell d’Aragó del procés criminal instat davant la Reial Audiència de València contra els habitants d’Albalat de la Ribera, Polinyà de Xúquer, Riola i Sinyent per motiu de l’avalot i resistència que aquestos vassalls de Francesc de Borja, duc de Gandia i senyor de la vila i honor de Corbera, van fer a l’algutzir extraordinari Gonçal de Céspedes i a la resta d’oficials reials que l’acompanyaven.

ARV, Processos de Madrid, lletra P, 22.

Iesus. 20

Copia processus denuntationis criminalis que vertitur in Regia Audientia Valentie pro parte fisci regii procuratorum contra Iohanem Burguera, iusticiam; Michaelem Garcia, eius locumtenentem, et Iacobum Eximeno, notarium loci de Polinya; Thomam Segura, Michaelem Talents et Iohannem Talents, loci de Sinyent; Iohannem Sanchiz, iusticiam; Ioannem Rossello et Balthasarem Exea, loci de Albalat; Ioannem Torremocha, filium Bernardi Torremocha; Petrum Martorell et Ioannem Andres, loci de Riola, et multos alios dictorum locorum, delatos et denunciatos. 21

Relator magnificus Iohannes Franciscus Benavent, Regii Consilii doctor. 22

Scribe Ioannes Mayo, alias Navarro, et Augustinus Salelles, notarius.

|| Iesus.

Copia processus denuntationis criminalis que vertitur in Regia Audiencia Valentie pro parte fisci regii procuratorum contra Ioannem Burguera, iusticiam; Michaelem Garcia, eius locumtenentem, et Iacobum Eximeno, notarium loci de Polinya; Thomam Segura, Michaelem Talents et Ioannem Talents, loci de Sinyent; Ioannem Sanchiz, iusticiam; Iohannem Rossello et Balthasarem Exea, loci de Albalat; Iohannem Torremocha, filium Bernardi Torremocha; Petrum Martorell et Ioannem Andres, loci de Riola, et multos alios dictorum locorum, delatos et denunciatos.

Relator magnificus Ioannes Franciscus Benavent, doctor Regii Consilii.

Scribe Iohannes Mayo, alias Navarro, et Augustinus Salelles, notarius.

||1r Informació de testimonis.23

Die VII mensis decembris anno M D XXXXV.

Lo magnífich en Goçalbo de Céspedes, alguazir extraordinari de sa majestat, relant e testimoni, qui jura a Nostre Senyor Déu, etc., dir veritat, etc.

Fonch interrogat.

E dix que stà en veritat que ell, dit relant e testimoni, stant en la present vila de Algezira fent execució en los béns <de> Berthomeu Olzina, Jaume Olzina, Jaume Gil y altres condelats per la mort perpetrada per aquells en la persona de Joan Moreno,||1v quòndam de la dita vila —axí per les despeses de la dita causa com per les cent liures que ab la dita sentència se adjudiquen a la part y al rey— en lo dia de hir rebé ell, dit relant e testimoni, una real comissió de sa excel·lència y de la Real Audiència, ab la qual li manava que anàs a qualsevol viles, castells, baronies e lochs —axí de sa majestat com de qualsevol duchs, marquesos, comtes, barons e cavallers del present regne— e honsevulla que stiguessen los dits Berthomeu Olzina, Jaume Olzina, Miquel Olzina e altres condelats y nomenats en la dita real comissió.

E com ell, relant e testimoni, tingués instància de la part del dit procés e verídica relació que los dits condemnats a mort staven en lo loch de Polinyà —per complir los manaments de sa excel·lència e per complir a la instància que la part fehia— en lo dia de huy de matí, prengué a un verguer del noble balle general que·s diu Miquel de la Guàrdia, e a hun porter del governador, e a hun vergueta; què staven presentats en la present vila per execucions y atres missatges del justícia. Y ab lo notari y verguetes que portava, anà al dit loch de Polinyà. E per evitar algun escàndol, no volgué entrar en lo dit loch fins a què fos de dia clar, perquè·l poguessen conéxer millor per oficial; ni volgué que los qui anaven ab ell /no/ porta-||2r ssen armes més d’espases, salvo un missatge que portava una scopeta y un altre una alabarda. Y tots los altres anaven com a officials ab sos bastons e maces.

Y essent junt al dit loch, descavalcaren y dexaren les cavalcadures defora lo dit loch. Y demanà ell, relant e testimoni, a un home de la casa del justícia y de la casa de hun laurador del dit loch que·s diu Monbuy, ahon tenia relació que staven alguns dels dits delats. E com li mostràs lo dit home, la casa hon staven los dits delats o partida de aquells; la qual casa stava molt prop y a la vista de ell, relant e testimoni. <E com> stava parlant ab lo dit home y la casa del justícia stava més avant, dix a un vergueta y a dos missatges que anassen per les spatles de la dita casa e guardassen que no se’n poguessen anar per los corrals. E manà al dit Miquel de la Guàrdia y a hun vergueta que anassen a casa del justícia e que·l fessen venir e que no·l dexassen; fent compte que ell, relant e testimoni, ab lo altre vergueta y notari restaria prop de la dita casa, y que no se’n porien anar per la porta que no·ls ves. Y en venir lo justícia, tocaria a la porta <e> ell <los> pendria ab menys occasió y ab més facilitat. Y també, per no conéxer-los ell, relant e testimoni, als dits delats, que lo jus-||2v tícia los hi mostraria; perquè no prengués a huns per altres o a l’amo de la casa per ningú de aquells.

E anant lo dit verguer e vergueta a cridar al justícia e ell, relant, darrere aquells, devers la dita casa, veren exir a dos hòmens de la dita casa corrent. E lo hu, en exir-se’n de la dita casa, tirà de la spasa e donà a fugir per una part e l’altre per l’altra part. E ell, relant e testimoni, tantost pensà que serien los dits delats e que havien tengut sentiment de la gent. Corregué darrere lo dit home cridant: «Teniu al rey, teniu al rey!», e prengueren al dit home. E demanant-li ell, dit relant e testimoni, al dit home com se dehia, aquell li dix que Berthomeu Olzina. E ell, relant e testimoni, lo féu ligar les mans posant-li uns guadafions, e dix que·l portassen a casa del justícia. E demanà a unes dones que allí staven ahon stava lo justícia, e aquelles li digueren que stava a l’altre carrer.

E anant a casa del dit justícia y essent prop de aquella, veu que exien per un cantó obra de una vintena de hòmens, què venien devers ell, relant e testimoni; ab los quals venia un official ab un bastó, què aprés aquell li dix que era loctinent de justícia.||3r E en veure a ell, dit relant e testimoni,24 tiraren tots de les spases, es prengueren a cridar: «Muyren, muyren, en terres del duch gosen entrar!» <e> arremeteren per a ell, dit testimoni. E ell, dit testimoni, ab lo bastó alt, los deya: «Al rey, al rey! Traydors, teniu-vos!». E dix al dit25 loctinent: «Sou vós lo justícia?», e aquell li dix que no era, sinó lo loctinent. E ell, testimoni, tragué dels pits la comissió que portava e li dix: «Yo só alguazir del rey e vinch ací ab una comissió del senyor duch, loctinent e capità general y de la Real Audiència per a pendre a aquest home y altres. Per ço, yo us requir, a pena de la vida, que·m doneu auxili y que façau tornar arrere a tots aquexos hòmens y façau embahinar les spases». E lo dit loctinent li respongué que no tenia ell ànsia de comissió ni saber qui era, sinó que dexàs a l’home e que se n’anàs, que ell no podia entrar en aquella terra —què era del senyor duch de Gandia— y que dexàs a l’home.26 Y acostant a ell, testimoni, tots se avalotaren cridant: «Muyren, muyren!». Se mogué gran avalot y repicaven la campana a gran pressa. E ell, relant e testimoni, tenint a l’home pres ab la una mà del collar del gipó, y en l’altra tenia la comissió y lo bastó; e ab lo bastó||3v alt los deya: «Teniu-vos allà! Al rey! Traydors, al rey!».

E al toch de la campana y avalot de la gent, vingué corrent lo justícia del dit loch y molts altres hòmens, que tots los del dit loch acudiren allí ab ses armes. E ell, dit relant e testimoni, dix al dit justícia: «Sou vós lo justícia?», e aquell li dix que sí. E ell, dit relant e testimoni, /li/ dix27 que ell era alguazir del rey, y venia ab aquella comissió de sa excel·lència y de la Real Audiència per a pendre aquell home y altres, y que li presentava aquella comissió, e que li manava —a pena de la vida y de mil ducats— que fes anar a aquella gent. E lo dit justícia li respongué que, encara que fos alguazir, que no podia entrar en aquella terra perquè era del duch de Gandia, e que lo dit duch tenia guiats als dits hòmens.

E a la hora que arribà lo dit justícia al dit avalot, ja lo dit loctinent ab la dita gent li havia levat lo home de son poder, per çò que li tiraren dos o tres coltellades a ell, relant e testimoni. E ell dit, relant e testimoni, per reparar dits colps, fonch-li forçat, ab la força que lo dit loctinent y los altres li fehien, de soltar a l’home. E ell, relant e testimoni, deya: «Aní del rey!». E lo||4r dit loctinent dehia: «Hanhí del duch!». E açò per diverses vegades, dix: «Hanhí del duch!».28 Y en presència de ell, dit testimoni, lo dit loctinent, ab la dita gent, desféu los guadafions e li soltà les mans al dit home. E, segons li digueren aprés lo dit Miquel de la Guàrdia e Joan de Sos, lo dit justícia també ajudà29 a levar lo home y soltar-li les mans. Bé és ver que ell, dit relant e testimoni, no·l veu al dit justícia fins a què li levaren lo home. E ell, dit relant e testimoni, dix al dit justícia: «Teniu-me pres a est home», prenent del bras al loctinent, «y posau-lo en la presó, e guardau-lo bé, perquè ell me ha llevat lo home». E·l requerí, a pena de la vida, que·l prengués e·l posàs en la presó. E lo dit justícia li respongué que no·l volia pendre e que ell, relant e testimoni, no podia entrar en aquella baronia, perquè era del duch de Gandia.30 E aquest avalot durà bona stona, que ell, relant e testimoni, tingué prou que fer en aplacar-los. E ja que fonch reposada la gent hun poch, ell, dit relant e testimoni, volgué presentar la comissió al dit justícia. E aquell jamés la volgué hoyr, sinó que dehia que los hòmens staven guiats per lo senyor duch de Gandia.31 E ell, relant e testimoni, li dix que tingués ben custodit al dit home, que si era guiat,||4v que son guiatge li valdria y que donarien rahó sobre dit guiatge.

E en açò, arribà hun home en un cavall ab una lança. E ell, testimoni, li dix que si era ell lo procurador. E aquell li dix que no, sinó lo notari del loch, y que com se fehia allò en terres del senyor duch de Gandia, y com era entrat allí. E ell, relant e testimoni, li dix: «Yo só alguazir del rey y vinch ab esta real comissió de sa excel·lència y de la Real Audiència per a pendre a est home y als altres. Jau e legiu al justícia esta comissió». E aquell rehusava de pendre la dita comissió. E ell, testimoni, li tornà a dir: «Yo us mane, a pena de mil ducats, que la y lixgau». E lo dit notari girà les regnes al cavall e donà d’esperons al cavall per lo camí de Riola y Albalat.

E tornant-se’n ell, relant e testimoni, per lo carrer avant, stigué un poch volent regonéxer algunes cases <e> jamés lo dit justícia lo volgué obehir en res, sinó que tostemps perseverà en dir-li que no·l conexia y que no y podia entrar en aquella baronia ell, ni podia fer res. E vist que la gent stava avalotada y, segons repicaven y perseveraven en repicar la campana, que·s poria seguir algun inconvenient; per çò que per molt que·ls digué que·s dexassen de repicar la campana, jamés volgueren parar. ||5r Ans li deyen lo mateix justícia y dos hòmens —què dehien que eren los jurats— que quin mal li feya la campana, que·ls dexàs repicar. E ell, relant e testimoni, los tornà a dir: «Donchs repicau fins a que·s faça troços la campana!». E vist que no podia fer res, dix al notari que portava y als altres de la companyia: «Anem a cavalcar que ací no conexen al rey».

Y quant foren defora del dit loch, prop de les cavalcadures, veren venir per lo camí de Albalat a molta gent ab ballestes y altres armes. Y essent prop d’ells, se prengueren a cridar: «En terres del duch gosau entrar! Muyren, muyren!». Y pararen les ballestes. Y posant cascú un passador, los posaven les ballestes als pits, dihent: «Muyren, muyren los ladres!». E ell, relant e testimoni, tostemps cridant: «Al rey! Traydors, al rey!». Y tostemps aquells cridaven: «Muyren, muyren!». Y molts altres, ab les spases desembahinades, los acaçaven a coltellades. E ell, testimoni, girant-se, vent que acaçaven a Joan Navarro, notari, dos ballesters —y li posaven y encaraven les ballestes als pits— saltà ell, dit testimoni, cridant: «Traydors, al rey!». Y havia, al parer de ell, dit testimoni, en la dita qüestió cent hòmens o prop d’ells. E té per cert ell, dit testimoni, que si no fóra per quatre o cinch hòmens que vingueren sens armes algunes||5v en favor de ell, dit relant e testimoni, e s’empararen d’ell e de la sua gent,32 los mataren. Los quals hòmens lo feren entrar dins una casa a ell, relant e testimoni, e tancaren la porta. La qual gent era venguda del loch de Albalat y Sinyent, que creu y té per cert que lo notari que anà corrent ab lo cavall los donà avís hi·ls féu venir. E estant ell, relant e testimoni, ab los verguetes en dita casa que l’havien tancat, sentí més avalot de gent per lo carrer, que dehien: «Muyren, muyren los ladres que són entrats en les terres del duch!». Y tanta era la grita y avalot que ell, testimoni, tingué per cert que romprien les portes de la casa hi·ls farien troços dins la casa.

E reposat que fonch un poch lo avalot, féu obrir ell, testimoni, la porta. E fent-se a la porta, veu davant la casa —en una plaça que stà davant la casa— més de dos-cents hòmens ab arcabuços y ballestes parades. E hun home alt de cos stava junct a la porta. E dix tantost que ixqué ell, dit testimoni, a la porta: «És aquest?», dihent-ho per ell, dit testimoni. E digueren huns quants de aquells: «Sí, aqueix és». Dix aquell: «Cul de tal! Per què l’hau acollit en esta casa? Lançau-lo! Vaja-se’n tantost de la terra de son senyor!», que jamés hi havia gosat ningú fer lo que ell havia fet. E ell, dit testimoni, li dix||6r que qui era ell. E aquell dix que era lo procurador de la baronia, y que buydàs tantost la terra, y manava als del loch que no l’acollissen en ses cases. E ell, testimoni, li mostrà la comissió que portava; dihent-li com era alguazir de sa majestat, y que anava ab aquella comissió real de sa excel·lència, y que la legís e que la y presentava. E lo dit procurador li respongué que ell no tenia ànsia de la comissió, ni la volia veure, sinó que se n’anàs tantost de les terres del duch y que no curàs de rahons. E ell, testimoni, li dix que, puix era procurador, lo requeria —a pena de la vida y de dos milia ducats— que fes anar aquella gent, perquè volia negociar un poch ab ell. Lo qual li dix que dexàs star la gent, y que negociàs prest y digués en dos paraules lo que volia; perquè ell recelava que no vingués la gent de Alzira sobre la baronia. E vehent ell, testimoni, que no podia aviar la gent —per evitar més scàndel— li dix que se’n volia anar a Alzira, y que l’acompanyàs ell o que li donàs deu o dotze hòmens. Lo qual li dix que ni·l volia acompanyar ni volia donar-li gent, sinó que anàs en bon·hora, que ell lo assegurava que en son terme ningú lo enujaria, y que sobre sa paraula podia anar segur. E sellavors, dos hòmens, de aquells que foren en sa favor,||6v li digueren que ells lo acompanyarien.

E axí cavalcaren e·ls acompanyà fins al terme de Alzira. E és recordant que la gent que stava a la porta de la dita casa ab lo dit procurador era la gent de Riola; segons dehien tots públicament. E dehien, una capa que·s perdé del dit Joan Navarro, notari, que los de Riola o Albalat la se n’havien portada. E no·s pogué cobrar la dita capa. E açò, etc.

Die VII mensis decembris anno M D XXXXV.33

En Joan de Sos, missatge e carceller de la present vila de Algezira, testimoni qui jura a Nostre Senyor Déu, etc., dir veritat, etc.

Fonch interrogat.

E dix que stà en veritat que en lo||7r dia de huy de gran matí, stant ell, dit testimoni, en lo lit, vingué un vergueta —què·s diu Hieroni Thomàs— al qual ja l’havia vist estos dies anar per la present vila ab lo alguazir Céspedes. E li dix que·s levàs e vingués ab ell a l’hostal, que lo dit alguazir lo demanava. E axí, ell, dit testimoni, se llevà e vestí, e anà ab lo dit vergueta a l’hostal; ahon trobà al dit alguazir Céspedes, Miquel de la Guàrdia, verguer del noble balle general, e a hun porter del governador. E lo dit alguazir li dix que havia de anar un poch ab ell per coses que toquen al servey de sa majestat. E ell testimoni li dix que era content.

E axí, de allí a poch —que serien prop de les cinch hores de la matinada—cavalcà lo dit alguazir e anaren a casa de un altre missatge que·s diu Monçó, què stà a la moreria. E lo dit alguazir lo féu levar. E anaren tots ves lo dit alguazir: lo dit Miquel de la Guàrdia, tres verguetes, un porter e lo notari que portava lo dit alguazir, per lo camí de Polinyà. E arribaren al dit loch de Polinyà ja de dia clar.

E lo dit alguazir dix a ell, dit testimoni; al dit Monçó e al dit Miquel de la Guàrdia si sabien la casa del justícia. E li digueren que no. E entrant per lo loch encontraren a dos jóvens. E lo dit alguazir los dix que hon stava lo justícia. E aquells li digueren||7v que més avant stava. Els demanà de una casa de hu qui·s diu Monboy. E aquells li digueren que no sabien, per ço que no eren del loch. E per lo semblant, demanà a hun vell de una casa; que ell, dit testimoni, per no star tant prop de aquells, no hoí de quina casa li demanava. E lo dit vell li dix que aquella casa, que stava al cap del carrer, era; senyalant una casa. E lo dit alguazir dix al dit Miquel de la Guàrdia e a hun vergueta que anassen per lo justícia. E entretant, dix a ell testimoni <e> al dit porter que anassen per les spatles de aquella casa e que guardassen bé, e que no fessen remor. Y anant lo dit alguazir devers la dita casa ab lo dit Miquel de la Guàrdia y verguetes —los quals anaven devers casa del justícia— veren exir de la dita casa a dos hòmens. E lo hu prengué los camps devés Riola y l’altre devés ells. Y en veure a ells, tirà de la spasa. E lo <que> dit alguazir dix <a> ell és: «Preniu-lo, preniu-lo!», cridant: «Teniu al rey!». E lo dit home caygué en terra per fugir d’ells, el prengueren, y li levaren la spasa e li posaren uns guadafions.

Бесплатный фрагмент закончился.

860,87 ₽
Возрастное ограничение:
0+
Объем:
591 стр. 2 иллюстрации
ISBN:
9788491340645
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip

С этой книгой читают