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Energía y resistencia duraderas

¿Te sientes constantemente cansado? ¿Te cuesta arrancar el día? ¿O levantarte de la cama? Antes de invertir en suplementos vitamínicos o minerales, e incluso de tomar alguna planta medicinal, prueba la siguiente receta: durante las próximas dos semanas, duerme al menos entre seis y ocho horas de manera ininterrumpida. Si dormir profundamente te resulta difícil debido al estrés o la ansiedad, prueba a tomar tintura de valeriana y lúpulo justo antes de acostarte. La escutelaria o tercianaria también puede ayudarte a calmar la mente por la noche. Tal vez tu agotamiento o tu depresión se deban a una falta de sueño profundo, y el elixir mágico sea, simplemente, una buena dosis de zzzzz. No cuesta nada probarlo y sin duda merece la pena.

En nuestra cultura, muchas personas se conforman con tomar algo que les aporte una inyección rápida de energía, aunque después terminen aún más fatigadas y desgastadas. Cuando se es joven, el cuerpo tiene una capacidad increíble para recurrir a sus reservas de energía en cualquier momento del día; ni siquiera se piensa en reponer o regenerar aquella que se utiliza. Sin embargo, a medida que envejecemos, estos estallidos rápidos de energía empiezan a pasar factura y nuestras reservas internas parecen agotarse. Mucha gente desarrolla adicción a sustancias o actividades que suponen una inyección rápida de vigor, y dependen de sustancias estimulantes para sentirse despiertos y comenzar el día; no obstante, si lo que queremos es gozar de verdadero bienestar y longevidad, esta no es la solución.

GINKGO BILOBA

Si nos acordamos de reponer y regenerar los recursos que utilizamos, no tenemos por qué agotar nuestras reservas de energía (suena a lección medioambiental, ¿verdad?). Los pasos a seguir para conseguirlo son sencillos, pero suponen un reto para muchas personas.

Paso 1: Limitar el consumo de sustancias estimulantes

Elimina o reduce la dosis diaria de sustancias estimulantes, especialmente café. El café contiene grandes cantidades de un tipo de alcaloides que agotan el organismo, y el consumo prolongado de cafeína, en particular, tiene un efecto muy negativo sobre las glándulas suprarrenales. Los síntomas de fatiga adrenal* son casi idénticos a los que muchas mujeres identifican con la menopausia: depresión, ansiedad, fatiga extrema, insomnio o somnolencia. A menudo, lo que las mujeres experimentan no se debe a la menopausia, sino al agotamiento adrenal provocado por demasiado estrés y el exceso de sustancias estimulantes.

Una taza de café de vez en cuando puede resultar estimulante y tonificante. No obstante, su consumo diario, lejos de aportar energía al organismo, puede mermar sus niveles y agotar las reservas; sobre todo, a partir de la mediana edad.

Paso 2: Restaurar la energía con la ayuda de plantas medicinales

Toma diariamente plantas medicinales conocidas por su efecto revitalizante y restaurador de los niveles de energía. Existen excelentes plantas tónicas energéticas, como la bardana, el diente de león, el fo-ti, el ginkgo, la centella asiática, el regaliz, las bayas de Goji, la ortiga, la avena y el ginseng siberiano. Consúmelas de forma habitual durante un tiempo para restaurar y aumentar tu energía.

Paso 3: Fortalecer el sistema nervioso

Procura cuidar y fortalecer tu sistema nervioso. A menudo nos sentimos agotados o mentalmente exhaustos simplemente por una sobrecarga nerviosa. Si tomas plantas que fortalecen y nutren el sistema nervioso, como la ortiga, la avena o el ginseng siberiano, empezarás a sentirte más tranquilo y relajado. Para gozar de energía es necesario vivir tranquilos y conectados con nuestro centro, donde se almacena el chi, o fuerza vital.

En el capítulo 3 encontrarás más información sobre cómo cuidar y fortalecer el sistema nervioso.

Mejorar la agudeza mental

Los efectos devastadores de la enfermedad de Alzheimer hacen que muchas personas mayores se angustien cada vez que se olvidan de algo. No obstante, a los niños también se les olvida vestirse, dónde dejaron la chaqueta o los zapatos, o la hora de irse a la cama —aunque durante años haya sido la misma todas las noches—. Los adolescentes son especialmente hábiles en olvidar todo aquello que no quieren recordar.

Me he dado cuenta de que, a medida que envejecemos, mostramos cierta resistencia a recordar detalles y datos, como si desarrolláramos una memoria selectiva, y me pregunto si no es parte de un proceso natural que nos permite conectar con nosotros mismos, alejarnos de lo mundano y emprender el camino del autoconocimiento. Quizá nuestro reloj interno nos avise de que es hora de olvidar detalles que parecen importantes, pero no merecen nuestra atención, y así centrarnos en las cuestiones fundamentales de la vida.

Combatir los radicales libres

En mi juventud, un radical libre era lo que muchos de nosotros deseábamos ser. Debo confesar que, al principio, estos electrones desapareados me parecían una metáfora de mi generación. Bien podrían serlo.

Un radical libre es una molécula con un electrón desapareado. Estas moléculas se forman como parte del proceso metabólico normal del organismo y desempeñan varias funciones importantes relacionadas con la salud. Ayudan a controlar la inflamación, combaten las bacterias y tonifican los músculos lisos, contribuyendo a regular la actividad de los órganos y vasos sanguíneos.

Sin embargo, la exposición diaria al estrés y a otros agentes irritantes estimula la producción de un exceso de radicales libres en el organismo. Esta sobreproducción se debe a muchos factores, desde la contaminación y el humo del tabaco, hasta los malos hábitos alimentarios y los campos electromagnéticos. Los electrones desapareados empiezan a buscar pareja desesperadamente, y a menudo se unen a electrones que ya están apareados, dañando las membranas celulares y alterando el material genético por oxidación. Más de sesenta enfermedades relacionadas con el envejecimiento se atribuyen al exceso de radicales libres que deambulan por el organismo.

En cualquier caso, cualesquiera que sean las cuestiones a las que decidas prestar atención, es importante tener la mente aguda y despejada. Hay una cosa que agudiza la mente como por arte de magia: sentirse en paz y tranquilidad. Incluso los peores estados de confusión mental se alivian con unos días de descanso cerca de un lago, una caminata por el bosque, un paseo por la playa o un viaje a un paraje natural. Si esto no es posible, puedes experimentar una sensación de paz y calma similar a través del yoga o la meditación.

Plantas medicinales que nutren el cerebro

Las siguientes plantas medicinales son muy beneficiosas para mantener y prolongar la agudeza mental; las personas que a menudo sienten la mente nublada deberían tomarlas de forma regular.

Ashwagandha (también conocida como bufera o whitania). Contiene alcaloides y lactonas esteroidales que relajan el sistema nervioso central, así como concentraciones de aminoácidos esenciales que aumentan las reservas naturales del cerebro. Se utiliza desde hace mucho tiempo para despejar la mente, calmar el sistema nervioso y facilitar el sueño profundo.

«Tenemos unos 2000 pensamientos por minuto. Casi todos —el 99,9 por ciento— se refieren a hechos ocurridos uno o dos días antes. Tu cerebro podría llegar a sobrecargarse».

— Virender Sodhi, doctor en Medicina ayurvédica

Ginkgo. Una de las mejores sustancias para la función cerebral. Viene utilizándose desde hace miles de años, y es objeto de abundantes estudios científicos. Suele ser muy efectivo, pero debe tomarse durante un periodo de tiempo prolongado (al menos, entre cuatro y seis semanas). Incrementa la circulación sanguínea del cerebro, es un poderoso antioxidante y mejora la memoria a corto y largo plazo. Estudios recientes confirman que ralentiza el declive cognitivo en pacientes con enfermedad de Alzheimer incipiente.

Ginseng. Todas las variedades de ginseng revitalizan la función cerebral y mejoran las funciones cognitivas. Se trata de una planta tónica y restaurativa, especialmente útil en caso de fatiga mental, cuando uno no da más de sí.

Centella asiática (Gotu kola). En el ayurveda, la medicina tradicional de la India, esta es la planta más importante para la función cerebral. También se utiliza en China para mejorar la memoria y la agudeza mental. Se recomienda sobre todo para aliviar el estrés en personas que trabajan con plazos de entrega y realizan una actividad intelectual intensa.

Estas plantas medicinales para la función cerebral son efectivas cuando se toman durante varias semanas o incluso meses. Por lo general, recomiendo tomarlas cinco días seguidos y luego interrumpir la toma dos días, durante un total de tres meses. Transcurrido este tiempo, haz una pausa de tres o cuatro semanas, y luego repite el ciclo entero. Estas son las dosis habituales en adultos:

Ginkgo biloba estandarizado

En el mercado encontrarás muchos productos estandarizados de ginkgo biloba. Para el alzhéimer son muy eficaces, y recomiendo complementarlos con la tintura de la planta entera o la infusión. Sin embargo, para otro tipo de problemas de salud, no es necesario tomar ginkgo biloba en preparados estandarizados; más bien recomiendo los productos elaborados con las hojas enteras de la planta.

Cápsulas: 3 dos veces al día.

Tintura o extracto: entre media y una cucharadita, dos o tres veces al día.

Infusión: 1 taza tres veces al día.

Smart drugs o medicamentos inteligentes

Además de las plantas medicinales para mejorar las funciones cognitivas, se han puesto de moda, sobre todo en Estados Unidos, gran cantidad de smart drugs tanto sintéticos como naturales. Entre ellos encontramos la acetil-L-carnitina (que transporta los ácidos grasos a las mitocondrias de las células, encargadas de generar energía), el DMAE (necesario en la producción de acetilcolina, un importante neurotransmisor), el DHA (un ácido graso omega-3 polinsaturado, esencial para la comunicación entre neuronas), la fosfatidilserina y la fosfatidilcolina (importantes para la flexibilidad de las membranas celulares del cerebro).

Aunque estos nutrientes para el cerebro parezcan prometedores, poco se sabe sobre ellos y sus efectos a largo plazo. Reciben grandes elogios, sobre todo por parte de las compañías que los comercializan, pero no existen suficientes estudios que avalen dichas afirmaciones. Estos «nutrientes cerebrales» pueden ser útiles en procedimientos correctivos en caso de mente nublada, depresión (consulta antes a un médico), alzhéimer incipiente o fatiga mental; no obstante, para el mantenimiento de la memoria y las funciones cerebrales a largo plazo, sin duda recomiendo probar antes las plantas medicinales que han sido estudiadas y utilizadas durante siglos. (Para más información sobre nutrientes para el cerebro y smart drugs, véanse los libros Smart drugs and nutrients [Smart drugs y nutrientes], de Ward Dean; Smart drugs II, de Ward Dean, John Margenthaler y Steven Fowkes, y Rejuvenece tu cerebro, de Dharma Singh Khalsa).

Recetas para la longevidad y una salud radiante

Envejecer no es una enfermedad, por lo que no es necesario tomar estas plantas medicinales en cápsulas o tintura. Las plantas que se incluyen en estas recetas no se prescriben como medicamento; más bien, se aconseja su toma diaria como alimento en sopas, infusiones, elixires, condimentos o cualquier idea creativa que se te ocurra. Te ofrecen la oportunidad de divertirte y disfrutar preparando tu propia medicina.

En caso de crisis aguda, las plantas no siempre son el mejor remedio, pero si se utilizan con regularidad, son una forma de prevención. El verdadero sentido de la fitoterapia es aportar energía y un estado de salud idóneo mediante el consumo diario de plantas medicinales y tónicos naturales. Esto es lo que hacían nuestros ancestros y lo que nosotros debemos integrar en nuestra vida. Utilizar plantas medicinales en la cocina es una buena forma de empezar.

UNA ADVERTENCIA SOBRE EL USO DE PLANTAS MEDICINALES IMPORTADAS

Al utilizar plantas importadas del extranjero, sobre todo de China y la India, es muy importante recordar que a menudo se tratan con sulfatos y otros productos químicos potentes, tanto en el campo como durante el transporte. Aunque una marca te asegure que sus plantas importadas no están tratadas, pregunta cuál es su política respecto a la exposición a productos químicos y sus criterios sobre recolección de plantas silvestres. Averigua cómo tratan a los campesinos que cultivan para ellos. De esta forma, nos ayudamos unos a otros a ser más responsables.

Cuando se analizan las tradiciones culinarias desde el punto de vista de la fitoterapia, nos damos cuenta de que las plantas y los vegetales utilizados en la cocina tienden a favorecer la digestión. El rábano picante, un potente estimulante de la digestión, se utiliza como ingrediente de la salsa tártara, un acompañamiento habitual en la gastronomía alemana, que suele ser pesada, grasa y con mucha carne. Otro ejemplo es la albahaca, que combina estupendamente con el tomate en salsas, pizzas, ensaladas y demás. El tomate es muy ácido, mientras que la albahaca, por su composición química, ayuda al organismo a digerir los ácidos. Cuanta más albahaca tomemos, más reduciremos los efectos del ácido del tomate, que pueden variar desde una indigestión hasta el empeoramiento de los síntomas de la artritis.

Llegar a la fitoterapia a través de la cocina ofrece un enfoque realmente interesante, que resume la verdadera esencia de este arte: sanar a través de las plantas que nutren a diario nuestro cuerpo y nuestra mente.

SOPA DE LA LONGEVIDAD CON SIETE PLANTAS MEDICINALES

Este es un caldo muy nutritivo y restaurador, ideal para personas enfermas o convalecientes. Se trata de una receta maravillosa, a la que se puede añadir cualquier planta tónica o adaptógena. A falta de plantas frescas, también sirven las raíces secas cortadas en pedacitos. Si lo deseas, puedes utilizar una base de caldo de pollo.

Aceite de oliva virgen extra

2 cebollas, picadas o laminadas

2 o 3 dientes de ajo, picado

3 litros de agua

8 setas shiitake grandes (frescas o secas), picadas

120 g de raíz de bardana fresca (o 60 g de raíz seca), laminada bien fina

120 g de raíz fresca de diente de león (o 60 g de raíz seca), laminada bien fina

60 g de bayas de Goji

30 g de astrágalo, laminado bien fino

30 g de fo-ti, cortado y tamizado

1 cucharada de jengibre fresco, rallado

30 g de raíz de ginseng (cualquier variedad)

Pasta de miso

1. En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva (la cantidad necesaria para cubrir la base). Agrega el ajo y la cebolla y saltéalos hasta que estén tiernos y dorados.

2. Vierte el agua y lleva a ebullición.

3. Añade las setas y el resto de ingredientes y deja cocer a fuego lento durante varias horas.

4. Cuando las raíces estén blandas, apaga el fuego y elimina las plantas del caldo (yo no suelo hacerlo, sobre todo si son frescas). Añade miso al gusto, pero no lo hiervas, pues perdería sus valiosas enzimas. Si lo deseas, añade otros aderezos y verduras picadas.


SPANAKOPITA DE ORTIGA

Si lo deseas, puedes jugar con el relleno de esta receta eliminando el arroz, los huevos o lo que quieras, excepto las plantas medicinales y aromáticas. En cualquier caso, esta es mi versión favorita; suculenta y deliciosa.

La pasta filo suele encontrarse en la zona de congelados de los supermercados. Antes de utilizarla, debe estar completamente descongelada y a temperatura ambiente.

Manipula con cuidado la «madre ortiga»; hasta que no la cocines seguirá siendo urticante.

2 tazas de agua

1 taza de arroz integral

3 l* de sumidades de ortiga fresca

Aceite de oliva virgen extra

3 cebollas grandes, picadas

1 cabeza de ajo, picado

Albahaca, mejorana, orégano y tomillo

1 taza de requesón

½ taza de queso provolone o cheddar, rallado

2 huevos

½ taza de mantequilla

1 paquete de masa filo, a temperatura ambiente

225 g de queso feta, desmenuzado

1. Precalienta el horno a 180 °C. Lleva el agua a ebullición, vierte el arroz, cubre la olla y cuece a fuego lento durante 45 minutos o hasta que esté listo. Mientras tanto, cuece las ortigas al vapor durante 20 minutos o hasta que estén listas.

2. Calienta unas gotas de aceite de oliva en una sartén. Saltea la cebolla y el ajo hasta que queden transparentes. Añade la albahaca, la mejorana, el orégano y el tomillo al gusto.

3. Para el relleno, mezcla el arroz, las ortigas, la cebolla y el ajo en un cuenco grande. Añade los quesos y los huevos, y remueve bien.

4. Derrite la mantequilla en una olla pequeña. La pasta filo se reseca rápido; colócala bajo un paño húmedo para evitar que se vuelva quebradiza y difícil de manejar. No tardes en utilizarla una vez fuera del envase.

5. Engrasa con mantequilla el fondo y los lados de una fuente de horno de unos 23 x 33 cm. Extiende una lámina de pasta filo en la base de la fuente y úntala de mantequilla con un pincel de repostería. Añade otra lámina y otra capa fina de mantequilla. Repite el proceso hasta haber utilizado la mitad del paquete de pasta filo.

6. Vierte el relleno sobre la masa y espolvoréalo con el queso feta. Cúbrelo con una lámina de pasta filo y úntala con una ligera capa de mantequilla. Repite el proceso hasta terminar el paquete de filo, o hasta que te canses de extender y untar láminas. Corta la masa en rombos antes de hornear.

7. Hornea una hora o hasta que la superficie esté ligeramente dorada. Sírvelo con una ensalada o una marinada de ortiga al estilo griego, un buen pan y un vino tinto con cuerpo.


ORTIGA

ENSALADA DE ALGAS

Aprender a cocinar con algas puede suponer un reto para muchas personas. La siguiente receta combina sabores interesantes y el resultado es un plato maravilloso. Lo he servido multitud de veces y a todos les ha encantado.

Puedes utilizar cualquier variedad de algas, pero mis preferidas son hiziki (a veces escrito «hijiki») y arame, deliciosas y de sabor suave. Lávalas bien y córtalas en trocitos. Si utilizas algas secas, hidrátalas remojándolas en agua fría durante media hora aproximadamente.

Encurtido de ortigas. ¿A quién le apetece?

Una de mis formas favoritas de preparar ortigas frescas es encurtirlas en vinagre. Sobre tostadas, con queso feta y aceitunas, son una peculiar exquisitez. Recolecta solo las sumidades* tiernas de la planta e introdúcelas crudas en un tarro para conservas de un litro. Llénalo hasta arriba con vinagre, asegurándote de que las ortigas no sobresalgan. Se pueden añadir unos pocos dientes de ajo y pimienta de Cayena entera. Cierra el tarro herméticamente y deja macerar entre ocho y doce semanas.

* Los pedúnculos foliados de las plantas, en ocasiones floridos [N. de la E.].

Aceite de oliva o sésamo

2 cebollas, picadas

1 a 4 dientes de ajo, picados

1 cucharada de jengibre fresco, rallado

2 tazas de zanahorias, en láminas finas

¼ de taza de agua

1 taza de algas marinas (adaptar al gusto)

2 tazas de arroz integral, cocido

½ taza de tamari (salsa de soja)

¼ de taza de miel

2 o 3 cucharadas de aceite de sésamo tostado

Pimienta de Cayena

1. En una olla, calienta el aceite de oliva o sésamo (la cantidad suficiente para cubrir la base). Vierte la cebolla y saltéala hasta que se dore. Añade el ajo y el jengibre. Transcurridos unos minutos, añade las zanahorias y el agua. Cubre la olla con la tapa y cocina al vapor, a fuego muy lento, entre 8 y 10 minutos, o hasta que las zanahorias estén tiernas.

2. Escurre las algas y añádelas a la olla. Transcurridos unos minutos, agrega el arroz y remueve bien.

3. En una olla aparte, calienta el tamari, la miel, el aceite de sésamo y la pimienta de Cayena. Prueba la mezcla y ajusta los ingredientes a tu gusto. Viértela sobre el arroz con las algas. El resultado será dulce, picante y especiado. Tradicionalmente, este plato se sirve frío, pero caliente también está delicioso.

PLANTAS PARA LA LONGEVIDAD

Cuando hablamos de plantas para la longevidad, pensamos inmediatamente en plantas de China y la India. Ambos países son famosos por sus tradiciones en el ámbito de la fitoterapia, que se remontan a miles de años. Las plantas que restauran la energía y favorecen el bienestar son algunos de sus remedios medicinales más preciados, y los utilizan de forma regular para gozar de una salud espléndida.

Aunque se hable menos de las plantas para la longevidad de la tradición norteamericana, lo cierto es que también abundan. Tanto los pueblos nativos del norte como del sur de este subcontinente desarrollaron un sofisticado sistema de sanación a través de las plantas medicinales. Teníamos chamanes y curanderos que se comunicaban con los espíritus de las plantas y sabían cómo invocar su poder curativo, curaban con energía, se transformaban en distintas entidades y sabían qué plantas utilizar para comunicarse con el más allá. En cada cultura, estas tradiciones orales se transmitieron de generación en generación.

Cuando estas culturas fueron destruidas, poco después del desembarco de Cristóbal Colón en las costas de América, se perdieron casi todas estas tradiciones chamánicas y, con ellas, mucha información sobre plantas medicinales y sus propiedades. En la actualidad los maestros de estas prácticas ancestrales son pocos y despiertan admiración, y las plantas medicinales de América del Norte se encuentran entre las más populares y demandadas del mundo.

En Europa, antes de que la Inquisición se cobrara la vida de más de nueve millones de curanderos y fitoterapeutas, se había desarrollado otra tradición herbaria, también oral y transmitida de generación en generación. Gran parte de la magia de estas prácticas de sanación fue destruida en grandes hogueras alimentadas por los huesos de nuestros antepasados, que ardieron en el cielo nocturno durante más de trescientos años. La última caza de brujas tuvo lugar apenas hace cien años, con los ahorcamientos de Marblehead, en Massachusetts.

En aquella época y en otras anteriores, se escribieron libros que conservan retazos de la tradición herbolaria europea, y en ellos se basa la fitoterapia occidental actual. No obstante, gran parte de la magia y los conocimientos que se habían transmitido de generación en generación se perdieron en las hogueras de la Edad Media.

Este repaso histórico rápido y, lo admito, algo sesgado, no pretende amenizar el texto, sino encontrar los motivos que expliquen por qué, cuando se habla de plantas para la longevidad, se mencionan siempre la ashwagandha, el fo-ti, el ginkgo, el ginseng o las bayas de Goji, entre otras plantas populares en China y el este de la India, y, sin embargo, se ignora la amplia variedad de plantas de América del Norte y Europa occidental. ¿Acaso a las gentes de estas tierras no les preocupaba tener una vida longeva ni gozar de bienestar? Lo dudo. ¿O será que sus secretos fueron quemados o enterrados con las culturas que atesoraban? Me parece lo más probable.

TÓNICO DE LA LONGEVIDAD

He descubierto que se pueden elaborar deliciosas cremas untables mezclando plantas medicinales en polvo con miel y concentrado de frutas o agua de rosas. Úntalas en tostadas, tómalas a cucharadas o viértelas en agua hirviendo para obtener una infusión instantánea. Se conservan varias semanas en la nevera.

Puedes utilizar distintas combinaciones de plantas. ¡Incluso el sabor amargo o desagradable de algunas de ellas puede rebajarse mezclándolas con especias, concentrado de frutas y miel!

2 partes de fo-ti en polvo

1 parte de ashwagandha en polvo

1 parte de astrágalo en polvo

1 parte de cardamomo en polvo

1 parte de canela en polvo

1 parte de raíz de regaliz en polvo

1 parte de ginseng siberiano en polvo

½ parte de equinácea en polvo

¼ parte de jengibre en polvo

Miel

Concentrado de frutas

Mezcla las plantas en polvo en un cuenco y añade la miel y el concentrado de frutas hasta obtener una crema homogénea. También puedes añadir agua de rosas pura para darle un toque exótico. Asegúrate de que la crema no quede demasiado espesa, pues en la nevera se resecará un poco, incluso en un recipiente bien cerrado; si esto sucede, humedécela con un poco más de concentrado de frutas y miel.

BOLITAS ENERGÉTICAS

Estas bolitas combinan plantas nutritivas y sustancias naturales estimulantes que aportan una fuente de energía equilibrada. Con la receta se obtienen sesenta deliciosas bolitas energéticas.

3 tazas de tahini o pasta de sésamo (eli mina el exceso de aceite acumulado en la superficie)

1 taza de mantequilla de anacardo o almendra

2 tazas de miel (al gusto)

150 g de guaraná en polvo

60 g de nuez de kola en polvo

60 g de ginseng siberiano en polvo

1 cucharada de cardamomo en polvo

30 g de ginseng asiático en polvo

15 g de nuez moscada y/o macis (arilo de la nuez moscada)

60 g de polen de abeja

2 viales de jalea real

1 paquete de chips de algarroba o chocolate amargo

240 g de coco rallado sin azúcar, ligeramente tostado

1 taza de almendras, picadas

Cacao en polvo (sin azúcar)

900 g de chocolate de fundir amargo (opcional)

1. Mezcla la tahini, la mantequilla de almendras o anacardos y la miel hasta obtener una textura homogénea. Mezcla las plantas (semillas, raíces) en polvo, el polen y la jalea real y agrégalas al preparado anterior.

2. Añade los chips de algarroba o chocolate, el coco rallado y las almendras y remueve bien (suele ser necesario amasar con las manos). Utiliza el cacao en polvo para espesar la mezcla hasta alcanzar la textura deseada.

3. Forma bolitas con la pasta. Si quieres cubrirlas de chocolate, antes refrigéralas para endurecerlas un poco. También puedes extender la pasta sobre una bandeja de hornear, dejarla enfriar y luego cortarla en cuadrados.

4. Funde el chocolate al baño María. Sumerge las bolas una a una en el chocolate derretido y déjalas enfriar sobre papel de horno.

5. Guarda las bolitas en una lata de galletas; se conservan varias semanas en un lugar fresco. ¿Qué esperas a probarlas?

ADEREZO FIRE CIDER

Un aderezo energizante que avivará tu fuego interno. Puedes añadirlo a ensaladas o verduras y cereales cocidos al vapor.

½ taza de ginseng picado, fresco o seco

¼ de taza de jengibre, recién rallado

¼ de taza de rábano picante, recién rallado

de taza de ajo, picado

Pimienta de Cayena al gusto

Vinagre de sidra de manzana

Miel

1. Mete los ingredientes en un tarro de vidrio y cúbrelos con el vinagre de sidra hasta rebasarlos unos tres o cuatro centímetros. Cierra el tarro herméticamente y deja reposar la mezcla durante cuatro semanas.

2. Cuela el vinagre y endulza con miel al gusto.

CHAI DE LA LONGEVIDAD

El chai es una infusión de plantas medicinales, especiada y consistente, originaria de la India, Nepal y Tíbet. La receta básica tiene, literalmente, miles de variantes. Esta versión es una fórmula especialmente creada para favorecer la longevidad. Sírvelo con espuma de leche, caliente o frío. En el mercado se vende un electrodoméstico barato similar a la cafetera de émbolo o prensa francesa que permite preparar espuma de leche fácilmente en casa. También puedes batir la leche con una batidora.

5 cucharadas de hojas de té negro

6 rodajas de jengibre fresco, ralladas

3 cucharadas de canela en trocitos (o 1 rama de canela troceada)

1 cucharada de fo-ti en rodajas

1 cucharada de ginseng en rodajas

1 cucharada de raíz de regaliz en rodajas

2 cucharaditas de cardamomo, machacado

6 granos de pimienta negra

4 clavos de olor

6 tazas de agua

Miel

Espuma de leche (puede ser de arroz)

Nuez moscada o canela

1. Calienta a fuego lento el agua y las plantas, en una olla tapada, durante 10 o 15 minutos. No dejes que hierva.

2. Cuela la mezcla y vierte la infusión en una tetera caliente. Añade miel al gusto. Sirve el chai en una taza grande, con abundante espuma de leche, y espolvoréala con nuez moscada o canela.

TINTURA PARA LA MEMORIA

Esta es mi fórmula para la memoria que más me gusta y la primera tintura que enseño a elaborar a mis alumnos. Cientos de personas han comprobado su eficacia. No obstante, debe tomarse de forma regular durante al menos seis u ocho semanas.

No esperes despertarte una mañana sintiéndote como Einstein; más bien recordarás dónde pusiste la lista de la compra. Sabrás que el tónico está funcionando cuando recuerdes todo lo que apuntaste en ella… o ni siquiera la necesites.

2 partes de hojas de ginkgo

2 partes de centella asiática

1 parte de menta

½ parte de romero

½ parte de salvia

Brandy o vodka (40 % vol.)

1. Mete las hierbas en un tarro de vidrio de boca ancha y cúbrelas con el brandy o vodka. Cierra herméticamente el tarro y déjalo en un lugar templado y oscuro durante seis u ocho semanas. Agita el tarro cada pocos días para evitar que las hierbas se posen en el fondo.

1 205,70 ₽
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650 стр. 167 иллюстраций
ISBN:
9788494913518
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Издатель:
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip

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