promo_banner

Реклама

Читать книгу: «Luis Emilio Recabarren», страница 5

Шрифт:

Como lo evidencian estas expresiones, la línea divisoria entre la pugna interna del Partido Demócrata y el posicionamiento en la campaña presidencial podía tornarse bastante borrosa, otorgando a lo menos alguna credibilidad a quienes acusaban a Recabarren de favorecer “objetivamente”, o incluso “subjetivamente”, la candidatura de Montt. A la luz de la responsabilidad que le cupo posteriormente a este mandatario en actos represivos como la matanza de Santa María de Iquique, no deja de ser una imputación incómoda. Tal vez así se explique que en su publicación retrospectiva de estos hechos Recabarren haya optado por omitir las sesiones en que se produjo su primera expulsión, fuertemente marcadas por la disputa electoral, incluyendo en su folleto solo la del juramento y las que meses después, cuando la elección de Montt ya era historia, confirmaron definitivamente la investidura parlamentaria de Espejo.

Porque en el intertanto, específicamente el 26 de agosto de 1906, se había repetido la elección para diputado por Tocopilla y Taltal, atribuyéndose ambas candidaturas la victoria y acusando a la otra de cometer diversos fraudes (según el periódico demócrata La Reforma, Recabarren venció esta vez por 2882 votos contra 2834 para Espejo120). Llegada nuevamente la discusión a la Cámara de Diputados, la posición del radicalismo fue esta vez, ya superadas las contemplaciones provocadas por la campaña presidencial, de apoyo irrestricto a su correligionario Espejo. En consecuencia, la elección de este último fue ratificada, en sesión de 26 de octubre, por 32 votos contra los dos de los demócratas doctrinarios Veas y Leiva, más tres abstenciones, incluyendo la de Malaquías Concha. Recabarren quedaba así definitiva y formalmente expulsado de la Cámara.

Defendiendo ahora personalmente su posición, Recabarren acusó a los diputados de dar más crédito “a la palabra del caballero que a la del indigente, la del pobre”, y sentenció: “Cuando la clase trabajadora lleva sus representantes a las instituciones públicas bajo el amparo de las leyes existentes, llega la mano enguantada del caballero a usurparle su legítima representación, manifestándole que no es digna de su compañía”. Acusado por el diputado conservador Cox Méndez de exagerar “una distinción entre caballeros y pobres, que en una República no existe”, respondió no ser él, sino la propia Cámara la que ponía de relieve dicha división, “cuando al pobre, por el solo hecho de ser pobre, se le señala la puerta”. Y concluía: “conozco un poco la historia de la Humanidad y en ella he aprendido que en más de una ocasión se han producido en los pueblos cataclismos sociales espantosos que han precipitado en un mismo abismo a ambas clases sociales. Yo no quiero ver confundirse en un abismo de sangre a los hermanos de una misma nación; pero si ello llegara a suceder no seríamos nosotros los culpables”121.

Haciéndose eco del mismo sentimiento, el directorio general del Partido Demócrata Doctrinario publicaba días después un manifiesto en que junto con expresar su protesta por el “crimen político” perpetrado en perjuicio de su correligionario, instaba al pueblo, “a la clase trabajadora principalmente, a recoger este guante que la oligarquía le ha arrojado al rostro, y plantear de una vez por todas, franca y resueltamente, la división de clases, yendo a una lucha abierta y constante contra todos los hombres y los partidos que acaban de dar la más elocuente prueba de su desprecio y su odio por todo lo que al pueblo pertenece”122. A la postre, la apuesta electoralista de Recabarren había terminado por exacerbar las mismas polarizaciones sociales que había dejado momentáneamente en suspenso, empujándolo por un camino que no mucho tiempo después desembocaría en su adscripción franca y plena al socialismo.

Durante los mismos días en que se ventilaba este debate, y según Recabarren no por mera casualidad, la Corte de Apelaciones de Tacna emitió finalmente su fallo en la causa que se le seguía junto a Gregorio Trincado y otros directores de la Mancomunal de Tocopilla desde comienzos de 1904. Según el dictamen del fiscal de dicho tribunal, tras una fachada benéfica orientada a la provisión de socorros mutuos, el auxilio a los socios enfermos, la protección al trabajo y la instrucción de los asociados, se ocultaba un ente destinado a “conquistar prosélitos para lanzarlos en revueltas, asonadas, en ataque a la propiedad y a las personas, en insubordinaciones y amenazas, encendiendo el odio en las clases trabajadoras o proletarias contra los industriales y las clases acomodadas, predicando el desobedecimiento de la ley y la autoridad constituida, y amenazando e insultando las instituciones sociales más respetables y necesarias, y pretendiendo trastornar el orden social y la organización política”. En suma, “no persiguen una evolución saludable, sino la revolución social”, o dicho de otro modo, “el anarquismo en acción”. Amparada en tan tremendos cargos, sustanciados por el fiscal con una profusión de citas del periódico El Trabajo y de cartas particulares incautadas a Recabarren, con fecha 2 de octubre de 1906 la Corte de Tacna sentenció a este último y a Trincado a 541 días de reclusión por el delito de atentado contra la autoridad, pudiendo descontarse los días que habían pasado en prisión antes de ser liberados bajo fianza123. En el caso de Recabarren, esto significaba cumplir diez meses adicionales de presidio.

Como se dijo anteriormente, el fallo se hizo público justo a tiempo para ser invocado por los impugnadores de Recabarren en el debate parlamentario sobre la nulidad de su elección, alimentando un ambiente que él mismo denunció como muy adverso para la defensa de sus justas reclamaciones (“se ha hecho alarde por la prensa de mi conducta personal, que se califica de revolucionaria, de propaganda violenta”). En efecto, el diputado radical Rocuant lo había acusado abiertamente ante la Cámara de ser el responsable intelectual de un atentado dinamitero sufrido tiempo antes por el promotor fiscal de Tocopilla, y también del reciente asesinato por parte de “un frenético partidario del señor Recabarren” del juez letrado de esa misma localidad, Enrique Salas Bórquez124. En medio de tan enrarecido ambiente, clausurada definitivamente su aventura parlamentaria, desencantado además por las dificultades económicas que enfrentaba La Reforma (“la protección que recibimos del público no alcanza a cubrir los gastos”), Recabarren debió encarar la perspectiva cierta de volver a una condición que poco antes, en su artículo “Carne de presidio”, había evocado como “en sumo grado inhumana, excesiva e intolerable”, una de las “más tristes para la vida del hombre”125. Recordando años después esa y otras experiencias en prisión, afirmaba que “la vida de la cárcel es lo más horripilante que cabe conocer”; y explicaba: “Allí se rinde fervoroso y público culto a los vicios solitarios, la inversión sexual no es una novedad para los reos”126. No dispuesto a soportar nuevamente ese calvario, optó por cruzar la cordillera y encarar un prolongado autoexilio en la ciudad de Buenos Aires. Culminaba así frustrantemente su primera incursión en la “gran política” nacional, pero comenzaba también una etapa “internacionalista” que habría de tener un profundo efecto sobre su desarrollo político futuro.

9 Me refiero al libro Vida de un comunista, publicado originalmente en 1957 a partir de conversaciones sostenidas entre Elías Lafferte y José Miguel Varas, y reeditado en 1971 por Ediciones Austral, Santiago. Las referencias a este texto se remiten a esta segunda edición.

10 Así lo dice Fernando Alegría en su novela Como un árbol rojo, escrita originalmente en 1938, y así también lo señala, en una nota a pie de página, Fanny Simon, quien lo habría visto en posesión de Teresa Flores. Según la autora estadounidense, este diario, en el que se incluían numerosos recortes de periódico, indicaría una posible voluntad por parte de Recabarren de escribir una autobiografía, o bien de “facilitarle la tarea a algún futuro biógrafo”; Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile, manuscrito inédito, sin fecha exacta de redacción, 338, nota 31. Agradezco el acceso a esta valiosa fuente a Alfonso Salgado, quien tuvo la generosidad de hacérmela llegar digitalmente tras encontrarla entre los papeles de la autora nombrada, depositados en la biblioteca de la Universidad de Nueva York. Salgado estima la fecha de finalización del manuscrito hacia 1957.

11 Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile.

12 Así lo afirma Julio César Jobet en Recabarren y los orígenes del movimiento obrero y del socialismo chileno, 13; y también Eduardo Devés y Ximena Cruzat en la cronología elaborada para su recopilación Recabarren. Escritos de prensa.

13 Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile, 1-2.

14 Alejandro Witker, Los trabajos y los días de Recabarren, 55.

15 Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile, 28.

16 Ver a este respecto el análisis de Eduardo Devés en su artículo “La cultura obrera ilustrada en tiempos del Centenario”, Mapocho, núm. 30 (Santiago: DIBAM, 1991).

17 Esta versión proviene de Alejandro Witker, quien a su vez la cita de una conferencia pronunciada en 1975 por Salvador Ocampo, Los trabajos y los días de Recabarren, 55.

18 Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile, 28-29.

19 El Despertar de los Trabajadores, Iquique, 12 de septiembre, 1912.

20 Sobre la formación del Partido Demócrata, ver Sergio Grez, De la regeneración del pueblo a la huelga general. Génesis y evolución histórica del movimiento popular en Chile, 1810-1890 (Santiago: DIBAM/RIL, 1998). Sobre los dilemas políticos y electorales enfrentados durante la década de 1890, ver del mismo autor, “El Partido Democrático de Chile: De la guerra civil a la Alianza Liberal (1891-1899)”, Historia, vol. I, núm. 46 (junio 2013).

21 Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile, 42.

22 “Carta a Arturo Laborda”, reproducida en El Marítimo, Antofagasta, 4 de junio, 1904.

23 “Algo de moral”, La Defensa, Coronel, 18 de septiembre, 1904.

24 Sobre el anarquismo chileno de comienzos del siglo xx, ver Sergio Grez, Los anarquistas y el movimiento obrero, donde se hace un recuento pormenorizado de toda la bibliografía relativa a esa corriente ideológica.

25 La Tarde, Santiago, 15 de marzo, 1898; reproducido en Recabarren. Escritos de prensa, tomo I, ed. Ximena Cruzat y Eduardo Devés (Santiago: Nuestra América, 1985), 1-2.

26 “Carta para Honorindo Vásquez”, La Democracia, Santiago, 14 de octubre, 1900.

27 “El deber de la prensa obrera”, La Democracia, Santiago, 7 de abril, 1901.

28 Ver El Demócrata, Concepción, 11 de agosto, 1901.

29 Reproducida en La Opinión, Santiago, 15 de septiembre, 1902, reproducido en Recabarren. Escritos de prensa, tomo I, ed. Ximena Cruzat y Eduardo Devés, 9-14. Las pugnas desatadas frente a la elección presidencial de 1901, y el posterior quiebre del Partido Demócrata, han sido analizadas en detalle por Sergio Grez en su artículo “Reglamentarios y doctrinarios, las alas rivales del Partido Democrático de Chile (1901-1908)”, Cuadernos de Historia 37, Universidad de Chile (2012): especialmente 77-85. Las tensiones previas en relación con la inserción electoral del partido han sido trabajadas por el mismo autor en “El Partido Democrático de Chile: De la guerra civil a la Alianza Liberal (1891-1899)”.

30 Sergio Grez, “Reglamentarios y doctrinarios”, 118.

31 La Ley, Santiago, 20 de septiembre, 1902.

32 Fanny Simon, Recabarren and the Labor Movement in Chile, 43.

33 Sobre el movimiento mancomunal, ver Ximena Cruzat y Eduardo Devés, El movimiento mancomunal en el norte salitrero: 1901-1907, 3 vols. (Santiago: CLACSO, 1981).

34 El Trabajo, Iquique, 23 de febrero, 1902.

35 Para un relato y análisis pormenorizado de la huelga y matanza de 1903, ver Jorge Iturriaga Espinoza, “La huelga de trabajadores portuarios y marítimos, Valparaíso 1903, y el surgimiento de la clase obrera organizada en Chile”, tesis de licenciatura, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1997. Ver también Peter de Shazo, Trabajadores urbanos y sindicatos en Chile, capítulo 4.

36 “Protesta práctica”, La Voz del Pueblo, Valparaíso, 16 de mayo, 1903, reproducida en Cruzat y Devés, Recabarren. Escritos de prensa, tomo i, 14-15.

37 La Voz del Pueblo, Valparaíso, 23 de mayo de 1903, en Cruzat y Devés, Recabarren. Escritos de prensa, tomo i, 16-18.

38 El Mercurio, Valparaíso, 17, 18 y 20 de septiembre, 1903.

39 La Ley, Santiago, 24 de septiembre, 1903.

40 Carta reproducida en El Trabajo, Tocopilla, 18 de octubre de 1903.

41 “Primeros pasos: los albores de la revolución social en Chile”, transcripción de un discurso pronunciado en la Cámara de Diputados el 15 de julio de 1821, publicado en Ximena Cruzat y Eduardo Devés (eds.), El pensamiento de Luis Emilio Recabarren, tomo i, 128.

42 Sobre la vida obrera en el ciclo salitrero, ver Sergio González Miranda, Hombres y mujeres de la pampa, 2ª edición (Santiago: LOM Ediciones/DIBAM/Universidad Arturo Prat, 2002); Julio Pinto Vallejos, Trabajos y rebeldías en la pampa salitrera (Santiago: USACH, 1998); Julio Pinto Vallejos, Desgarros y utopías en la pampa salitrera (Santiago: LOM Ediciones, 2007).

43 Ver, sobre esta materia, La prensa obrera en Chile, de Osvaldo Arias Escobedo (Chillán: Universidad de Chile, 1970); reeditado (Santiago: Ediciones Ariadna, 2009).

44 Luis Emilio Recabarren, Proceso oficial contra la Sociedad Mancomunal de Tocopilla (Santiago: Imprenta Mejía, 1905), 6.

45 El Marítimo, Antofagasta, 10 de octubre, 1903.

46 El Trabajo, Tocopilla, 8 y 15 de noviembre, 1903.

47 El Trabajo, Tocopilla, 8 y 29 de noviembre, 1903.

48 El Trabajo, Tocopilla, 6 y 13 de diciembre, 1903.

49 El Trabajo, Tocopilla, 27 de diciembre, 1903; énfasis y puntos suspensivos en el original. La referencia a los estadistas asesinados es explícita en un artículo anterior, titulado “En descubierto”, publicado en El Trabajo, Tocopilla, 20 de diciembre, 1903.

50 El Ferrocarril, Santiago, 14 de diciembre, 1903.

51 Tanto el telegrama del ministro del Interior como el parte del oficial de Ejército son reproducidos en el Proceso oficial contra la Sociedad Mancomunal de Tocopilla, 7-10, 17.

52 El Trabajo, Tocopilla, 14 de febrero, 1904.

53 El Trabajo, Tocopilla, 28 de febrero y 6 de marzo, 1904; La Voz del Pueblo, Valparaíso, 23 y 30 de abril, 1904; El Marítimo, Antofagasta, 1 de mayo, 1904.

54 El asalto a la imprenta de El Trabajo y la nueva prisión de Recabarren aparecen relatados en Proceso oficial contra la Sociedad Mancomunal de Tocopilla y también en El Marítimo, Antofagasta, 12 y 19 de marzo, 1904; La Voz del Obrero, Taltal, 26 de marzo, 1904.

55 El Marítimo, Antofagasta, 30 de julio, 1904.

56 Manuel Salas Lavaqui (comp.), Trabajos y antecedentes presentados al Supremo Gobierno de Chile por la Comisión Consultiva del Norte, recopilados por encargo del ministerio del Interior (Santiago: Imprenta Cervantes, 1908).

57 Los artículos de Belisario Gálvez se publicaron en El Chileno en una serie titulada “En la región del salitre”, y han sido reproducidos como apéndice del texto Trabajos y antecedentes presentados al Supremo Gobierno de Chile por la Comisión Consultiva del Norte.

58 El Marítimo, Antofagasta, 4 de junio, 1904.

59 Sergio Grez, “Reglamentarios y Doctrinarios”, 103-105.

60 El Proletario, Tocopilla, 19 de mayo, 1904; la atribución al Partido Demócrata de la iniciativa en la formación de la comisión consultiva en La Voz del Obrero, Taltal, 27 de agosto, 1904.

61 El Proletario, Tocopilla, 15 de mayo, 1904.

62 La serie se inicia en la edición del 7 de julio de 1904, y concluye el 12 de noviembre del mismo año, cuando Recabarren ya había salido de prisión.

63 Jaime Massardo, La formación del imaginario político de Luis Emilio Recabarren, 102-110; Sergio Grez, Los anarquistas y el movimiento obrero, 169-174.

64 Ver, por ejemplo, Proceso oficial contra la Sociedad Mancomunal de Tocopilla, 31, y El Marítimo, Antofagasta, 12 de noviembre, 1904.

65 El Marítimo, Antofagasta, 20 de agosto, 1904.

66 Tierra y Libertad, Casablanca, 31 de julio, 1904, reproducido en Cruzat y Devés, Recabarren. Escritos de prensa, tomo i, 170-176.

67 Tierra y Libertad, Casablanca, segunda quincena de agosto, 1904, en Cruzat y Devés, Recabarren. Escritos de prensa, tomo i, 163-169.

68 Esta carta, que no fue reproducida en la antología de Cruzat y Devés, fue publicada en Tierra y Libertad de Casablanca, primera quincena de octubre de 1904, y la ha incluido Sergio Grez, junto con las dos cartas anteriores, entre los anexos documentales de Los anarquistas y el movimiento obrero, 293-323.

69 El Marítimo, Antofagasta, 10 y 17 de septiembre, 1904.

70 La Ley, Santiago, 24 de mayo, 1904.

71 El Trabajo, Tocopilla, 20 de octubre, 1904.

72 La serie aparece en El Trabajo, Tocopilla, entre los días 20 de octubre y 1 de diciembre de 1904.

73 El Eco Obrero, Concepción, 26 de noviembre y 3 de diciembre, 1904, en Cruzat y Devés, Recabarren. Escritos de prensa, tomo i, 189-190.

74 La Claridad del Día, La Unión, 27 de noviembre y 4 de diciembre, 1904, en Cruzat y Devés, Recabarren. Escritos de prensa, tomo i, 186-188.

75 Proceso oficial contra la Sociedad Mancomunal de Tocopilla, 88, nota 1.

76 El Proletario, Tocopilla, 19 de noviembre, 1904; El Trabajo, Tocopilla, 16 de febrero, 1905.

77 Con el nombre de “Impresiones de un viaje”, la gira por las salitreras es reporteada en cinco entregas publicadas en El Trabajo, entre el 26 de enero y el 23 de febrero de 1905.

78 La circular que publicita la aparición del folleto está reproducida en El Trabajo, Tocopilla, 23 de febrero, 1905.

79 Citado por José Miguel Varas, Los tenaces (Santiago: LOM Ediciones, 2011), 13.

80 El Trabajo, Tocopilla, 9 de marzo, 1905.

81 El Trabajo, Tocopilla, 9 de abril, 1905.

82 El Proletario, Tocopilla, 1, 4, 8, 11 y 15 de abril, 1905.

83 Jaime Massardo, La formación del imaginario político de Luis Emilio Recabarren, 108-110.

84 El Trabajo, Tocopilla, 30 de abril, 1905.

85 El Industrial, Antofagasta, 16 de septiembre, 1905.

86 El Proletario, Tocopilla, 17 de octubre a 5 de diciembre, 1905.

87 El Industrial, Antofagasta, 30 de octubre, 1905.

88 Sobre la huelga o motín de la carne, ver Gonzalo Izquierdo Fernández, “Octubre de 1905: un episodio en la historia social chilena”, Historia, núm. 13 (1976); Sergio Grez Toso, “Una mirada al movimiento popular desde dos asonadas callejeras (Santiago, 1888-1905)”, Cuadernos de Historia, núm. 19 (1999).

89 El Proletario, Tocopilla, 18 de noviembre, 1905.

90 El Proletario, Tocopilla, 21 de octubre, 1905.

91 Eduardo Devés, La visión de mundo del Movimiento Mancomunal en el norte salitrero: 1901-1907, (Santiago: CLACSO, 1981); Sergio Grez, Los anarquistas y el movimiento obrero, 100-102; Javier Mercado, “Caliche, pampa y puerto: Sociabilidad popular, identidad salitrera y movimiento social mancomunal en Antofagasta, 1900-1908”, tesis de licenciatura, Universidad de Chile, 2006, 104-111.

92 Ver Julio Pinto Vallejos, Desgarros y utopías en el norte salitrero, capítulo 2.

93 El Marítimo, Antofagasta, 25 de noviembre, 1905. Esta polémica ha sido resumida en Devés, La visión de mundo del Movimiento Mancomunal, 83-86.

94 El Marítimo, Antofagasta, 10 de marzo, 1906.

95 El Marítimo, Antofagasta, 20 de enero, 1906, citado en Javier Mercado, “Caliche, pampa y puerto”, 112. Sobre la huelga de 1906 en Antofagasta ver también Patricio Castillo Gallardo, “La huelga de 1906 en Antofagasta. Una manifestación social de crisis del Estado oligárquico”, tesis de licenciatura, Universidad de Chile, 1992.

96 La cifra más baja corresponde al parte oficial enviado por el jefe de la tropa apostada en la Plaza Colón, que también participó en el tiroteo, citado por Patricio Castillo, “La huelga de 1906 en Antofagasta”, 94; la más alta en Crisóstomo Pizarro, La huelga obrera en Chile, 1890-1970 (Santiago: SUR, 1986), 20. El informe enviado por el gerente general de la Compañía del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia al Foreign Office inglés, también citado por Patricio Castillo, habla de 20 muertos y 40 heridos.

97 Citado en Patricio Castillo, “La huelga de 1906 en Antofagasta”, 92. Este informe también es utilizado por Javier Mercado en su tesis “Caliche, pampa y puerto”

98 El Industrial, Antofagasta, 15 de febrero, 1906.

99 El Marítimo, Antofagasta, 17 de febrero, 1906.

100 Editorial de La Vanguardia, Antofagasta, 7 de febrero, 1906, reproducido en La Voz del Obrero, Taltal, 22 de febrero, 1906.

101 La Ley, Santiago, 17 de febrero, 1906; ver también El Trabajo, Iquique, 10 y 14 de febrero, 1906.

102 La Vanguardia, Antofagasta, 17 de febrero, 1906.

103 La Vanguardia, Antofagasta, 12 de enero, 1906.

104 La Vanguardia, Antofagasta, 15, 16, 17 y 22 de enero, 1906.

105 La Vanguardia, Antofagasta, 22 de febrero, 1906.

106 Sergio Grez, “Reglamentarios y doctrinarios”, 111 y 116.

107 La Ley, Santiago, 17 de abril, 1906.

108 La Ley, Santiago, 26 de abril, 1906.

109 La Vanguardia, Antofagasta, 12 de abril, 1906; La Ley, Santiago, 13 de abril y 27 de mayo, 1906.

110 Héctor de Petris Giesen, Historia del Partido Democrático (Santiago: Dirección General de Prisiones, 1942), 29-30.

111 Sergio Grez, “Reglamentarios y doctrinarios”, 127.

112 De Petris Giesen Historia del Partido Democrático, 31-33; La Ley, Santiago, 31 de mayo, 6, 7, 14 y 15 de junio, 1906. Sergio Grez, “Reglamentarios y doctrinarios”, 111-119.

113 Este debate se suscitó en la sesión de 5 de junio de 1906 de la Cámara de Diputados, transcrita en la edición del 6 de junio de 1906 de La Ley. La transcribe también, para demostrar que no fue allí donde se le excluyó de la Cámara, el propio Recabarren en su folleto “Mi juramento en la Cámara de Diputados en la sesión del 5 de junio de 1906” (Santiago: Imprenta New York, 1910).

114 Esta maniobra se desarrolló en las sesiones de 18 y 20 de junio de 1906, cuyas actas se transcriben en La Ley, Santiago, 19 y 21 de junio, 1906; la reclamación original de Daniel Espejo en La Ley, Santiago, 8 de abril, 1906.

115 Ambas editoriales están reproducidas en el folleto de Recabarren, “Mi juramento en la Cámara de Diputados”.

116 La Ley, Santiago, 21 de junio, 1906.

117 La Reforma, Santiago, 23 de junio, 1906.

118 Reproducido en El Industrial, Antofagasta, 13 de junio, 1906.

119 “El Manifiesto de los Malaquías”, en La Ley, Santiago, 14 de junio, 1906.

120 La Reforma, Santiago, 13 de noviembre, 1906. Es conveniente precisar que, según la legislación electoral de la época, un voto no correspondía exactamente a un votante. En los comicios parlamentarios, cada elector podía emitir tantas preferencias como cupos ostentaba su circunscripción, lo que naturalmente variaba según la población de cada una de ellas.

121 Recabarren, “Mi juramento en la Cámara de Diputados”.

122 La Reforma, Santiago, 11 y 18 de noviembre, 1906.

123 La sentencia y el dictamen del fiscal son reproducidos íntegramente por La Ley de Santiago en sus ediciones de 24, 25, 26 y 27 de octubre, 1906.

124 El discurso de Rocuant en La Ley, Santiago, 26 de octubre, 1906; la noticia sobre el asesinato del juez de Tocopilla en La Ley, Santiago, 24 de octubre, 1906.

125 Las dificultades económicas de La Reforma en la edición de 4 de noviembre, 1906; el artículo “Carne de presidio” en La Reforma, Santiago, 28 de septiembre, 1906.

126 En su folleto Ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana, Santiago, 1910.

1 107,75 ₽
Возрастное ограничение:
0+
Объем:
481 стр. 2 иллюстрации
ISBN:
9789560013309
Издатель:
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip