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Читать книгу: «DICCIONARIO DE ECUATORIANISMOS CON CITAS», страница 3

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▪ sacar el aire. loc. v. Agredir mucho física o verbalmente [a alguien]. (coloq) «Bruce Lee, se miraba, probaba su sangre, y después con la mirada, le decía a sus oponentes, hasta aquí llegaron, prácticamente eran cadáveres, les sacaba el aire», Trabajo sin aire o pura pintura/Correo, 07.06.2016. «No pues, niñitos, ese que vuela por el aire y cuando aterriza nos saca el aire en su enlace nacional de los sábados no es la gripe porcina, sino otro virus bastante parecido», Ronda porcina/El Universo, 31.05.2009.

▪ sacarse el aire. loc. v. Esforzarse mucho. (coloq) Sinónimo: sacarse la madre «“Papá tuvo hasta tres trabajos, se sacaba el aire para sostener el hogar”, cuenta Alex, citando a su padre guayaquileño, actual Director de Deportes del Colegio Americano», Esteban Michelena, Pase al vacío, 2010. «Los chicos se sacaron el aire y en la última parte mucho más. Sí se vio el desgaste físico y emocional, se veía que era una competencia desleal», Bailando por “la bronca” de los sueños/Últimas Noticias, 17.11.2008.

ajicero. m. Recipiente en que se sirve el ají. «Ella se contentaba con decir: ¡Muchacho malcriado!, y se iba para la cocina a traer los ajiceros y los saleros, festejando en su interior las ocurrencias del preferido», Raúl Pérez Torres, Los últimos hijos del bolero, 1998. «Al lado de los comestibles, en la misma bandeja, hay un tarrito de lata con monedas. Y apenas más allá, el excitante ajicero de vidrio», Alfredo Pareja Diezcanseco, Baldomera, 1938.

ajumarse. prnl. Emborracharse. (pop) «El juego no es malo, lo que sucede es que al ajumarse se propasan», Eugenia Viteri, Cuentos escogidos, 1983. «-Ponga otro, carajo. -¿Quiere ajumarse? -Sí, quiero morirme. -¿A pura copa? ¡Bonito suicidio! Ahí tiene», Enrique Terán, El cojo Navarrete, 1940.

alaja. adj. →alhaja. «Harán las cinco de la tarde, el sol pega oblicuo dando un color alaja a los aleros y paredes de nuestra Cuenca de beatas y adobes», Vinicio Jáuregui, El bostezo/El Mercurio, 12.07.2004. «Luego los saludos, los abrazos de quienes se jactaban después: se dejó nomás abrazar, tan alajito», Gustavo Alfredo Jácome, Los Pucho Remache, 1984.

alamoreño, -ña. adj.-n. De la ciudad de Alamor (provincia de Loja). «Nos presentamos en el domicilio de Wilson Córdova Chalán, un alamoreño muy respetable, para rendirle un pequeño pero significativo homenaje», Reconocimiento a un hombre público “Wilson Córdova Chalán”/Crónica, 21.09.2015. «De su lado José Mina, ciudadano alamoreño, indicó que la gasolinera está cerca al pueblo», Alamor se quedó sin gasolinera/La Hora, 06.07.2013.

alauseño, -ña. adj.-n. De la ciudad de Alausí (provincia de Chimborazo). «Para asumir este requisito, la municipalidad alauseña organizó en el Coliseo Deportivo de la parroquia de Achupallas, la primera Asamblea», Rendición de cuentas en GAD de Alausí/Los Andes, 28.02.2016. «Para todo alauseño, el tren es parte de su vida, porque desde pequeño uno ha crecido con el ruido del ferrocarril y eso es lo que nos identifica», Un pedazo de Alausí en su hogar/El Universo, 20.12.2012.

alegón, -gona. adj.-n. [Jugador] que no acepta su derrota o la adversidad de su participación. (pop) «Les lanza la bola: “Oye, Omar no seas ‘alegón’, ya perdiste. Te toca”», Los choclos se cocinan en la clase de ‘mate’/Hoy, 28.10.2004. «Me pregunto cómo habrá sido jugar fútbol con Einstein. “Alegón” debe haber sido», Edwin Hidalgo, Oiga, pana, no se aburra/El Comercio, 06.03.2003.

alhaja. adj. Simpático, agradable. (pop) «Mi mami me había maquillado y peinado desde la madrugada (“por fin mija quiere verse alhaja”) y me vestí con un traje sencillo pero elegante», Alejandro Ribadeneira, Las traigo muertas, 2005. «Hacía de diablo el Juan Saquicela, un longote fiero, casi un mozo ya: y, de ángel, la Michita Pumba, indiecita alhaja», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.

alhajito, -ta. adj. Lindo, agraciado. (pop) «Ella es una jovencita uruguaya de 20 años, muy alhajita y muy cariñosa con su familia», Francisco Febres Cordero, En comer y rascar todo es comenzar/Hoy, 26.02.1996. «Esta va a volver locos a los hombres […]. –Ay qué alhajita –decían las comadres de aquellas tías beneméritas», Roberto Andrade, Pacho Villamar, 1900.

allanamiento. m. Acción y efecto de registrar un domicilio con una orden judicial. «Los allanamientos sin autorización no son raros, por otra parte, y en repetidas ocasiones menores de edad son recluidos en sitios de detención para mayores, y sufren agresiones y amenazas de todo género», Jaime Guevara, Lo que escribí en las paredes, 2004. «Por todos estos acontecimientos que iban sucediéndose, los jefes apresuraron las investigaciones y fijaron la fecha para hacer los ingresos, así se les llamaba a los allanamientos en los diferentes domicilios, entre éstos la casa del dirigente sindical Fausto Dután», Hugo España, El testigo, 1996.

allanar. tr. Registrar un domicilio con orden judicial. «Más abajo, en otro párrafo, decía que efectivos de la Policía allanaron la casa y no encontraron al Ministro que ya se había dado a la fuga», Ramiro Arias, Todo el sabor tropical, 2008. «Metían bulla los agentes y los guardias que me buscaban, removiendo montones de basura, abriendo cuartuchos, allanando cantinas», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.

aloja. f. →chicha aloja. «Aloja: Chicha de jora, la que se añade harina de trigo, jugo de guayaba y especias. Propia de la provincia de Tungurahua», Julio Pazos Barrera, El sabor de la memoria. Historia de la cocina quiteña, 2008. «Allí pasaban bebiendo mistela, aloja, vino “lágrima”, casi todo el día con la banda de músicos», Sergio Núñez, Juego de haciendas, 1936.

altoparlante. m. Altavoz. «Los altoparlantes monotonean en seis idiomas que los vuelos continúan demorados y que lamentan los inconvenientes», Raúl Vallejo, Acoso textual, 1999. «Un saxo lento que subía de tono surgió de los altoparlantes y se ampliaba en violines y pianos con los murmullos que nos decíamos al oído», Ramiro Arias, Lo inútil de la felicidad, 1999.

alverja. f. Guisante. También sus semillas. ¶ (Pisum sativum) «Poco a poco fui descubriendo el método: comencé a ponerme primero lentejas, después alverjas y por último piedritas en mis zapatos», Francisco Febres Cordero, Alpiste para el recuerdo, 1986. «Comprendió el señor que la suspensión del ejercicio de la demencia del enfermo no tenía nada que ver con el invierno, sino con la dureza cristalina de las apuradas alverjas de la sopa que estaría comiendo», Carlos Carrión, El más hermoso animal nocturno, 1982.

amancay. m. Planta que puede pertenecer a distintas especies que tienen en común una flor colorida. También su flor. ¶ (Alstroemeria aurea) «Entraban al golfo de Guayaquil, y la omnipresencia del mar decaía, para dar paso a las aguas turbias del río Guayas, acueducto de todos los desechos y suciedades del puerto. Ría limosa cubierta de bancos trashumantes, de lechugines y amancayes, venidos de las sabanas y de los esteros.», Adalberto Ortiz, Juyungo, 1943. «El viento le pega al cuello y la estremece de frío, y va doblando los amancayes de la orilla», Enrique Gil Gilbert, Yunga y Relatos de Emmanuel, 1933.

amanecer. intr.-prnl. Pasar la noche en vela. «Ellas viven durante la noche, para en el día permanecer apagadas y tristes, porque sienten muertas sus energías, como esos trágicos bohemios que se amanecen bebiendo en el arrabal de una taberna, para no ver el Sol de la mañana», Humberto Salvador, Cuentos vanguardistas, 2013. «De claro en claro se amanecieron fumando, mientras el militar y un hombre que encontró días antes en la plaza se turnaban besándola y acariciándola», Jennie Carrasco, Viaje a ninguna parte, 2004.

amañarse. prnl. Amancebarse. (pop) «Confesiones que no eran más que los harapos de toda alma: el fratricida que degolló al hermano a causa de un pleito de herencia no resuelto; la mujer que se amaño con el cura del pueblo porque no quería morirse de hambre», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «Supo que le había seguido desde hace algunas semanas y que quería amañarse con ella», Jorge Icaza, Huairapamushcas, 1948.

amaño. m. Acción de *amañarse. (pop) «El amaño cosa necesaria, cosa de siempre entre nosotrus lus naturales... Naturales así mismu somus de brutus...», Jorge Icaza, Cuentos completos, 1933-1952. «¿Sentiría acaso, subir a mí, desde sus adentros, un cariño obscuro como un agüero, secreto como una traición a los de su sangre? Sin duda, algún longo la requería ya, para el amaño», Gonzalo Zaldumbide, Égloga trágica, 1910.

amarcar. (Del quichua marcana, ‘tomar un bulto en brazos para transportarlo’). tr. (Sie) Tomar en brazos [algo o a alguien]. (pop) «Y dieron la vuelta olímpica por obligación, con la Batracia cargando la copa con la misma alegría que tiene alguien que amarca el tanque de gas», Alejandro Ribadeneira, La frutilla mecánica, 2009. «Entonces usted me amarcó y corrió hasta que le sangraron los pies y dicen que fue necesaria la fuerza de tres, hombres para arrancarme de sus brazos», Marco Antonio Rodríguez, Jaula, 1991.

amatrerado. adj. [Animal doméstico] que se torna salvaje. «Y como no halló otro argumento trepó por un chaquiñán bufando como toro amatrerado», Jorge Icaza, Huairapamushcas, 1948. «El potro seguía manoteando, “amatrerado”, y masticaba el freno rabiosamente», Enrique Terán, El cojo Navarrete, 1940.

ambateño, -ña. adj.-n. De la ciudad de Ambato (provincia de Tungurahua). «Mas, ocupado en amoríos, en sorberse los clásicos y en meditar en el fragante campo de su quinta ambateña, Juan Montalvo desata su lengua contra el dictador sólo en 1866, cuando se ha tomado vacaciones del poder, aunque su influencia es decisiva en el país», Alfredo Pareja Diezcanseco, Ecuador: historia de la República – II, 1986. «Un ambateño habla con fanatismo de don Juan Montalvo, con unción, de Mera, Cevallos, Urvina, Martínez, Fernández», Manuel J. Calle, Biografías y semblanzasl, 1921.

ameritar. tr. Merecer. «Pero, en lugar de impartir la lección que ameritaba, me mordí los labios y pasé de largo», Alejandro Ribadeneira, La frutilla mecánica, 2009. «Unicamente cuando la palabra española amerita alguna explicación, se la da, ya sea la causa alguna variación fonética importante o un rasgo arcaizante», Oswaldo Encalada, Diccionario de la artesanía ecuatoriana, 2003.

amiguero, -ra. adj.-n. [Persona] que tiene muchas amistades. (coloq) «-Debes ser un amiguero del carajo... -Los amigos son una forma de amor que dura para siempre», Esteban Michelena, Pase al vacío, 2010. «La tarde que se murió Ceferino llegó al velorio ño Sangurima. Estábamos en el velorio bastantísima gente. Porque Pintado, a pesar de lo malo que era, era bien amiguero», José de la Cuadra, Los Sangurimas, 1984.

amishcado, -da. adj. [Persona] abrazada [a otra]. «¿Amishcaditos amanecieron? ¿Cuchis cuchis? ¿Diciéndole dulzuras en la oreja? ¿Le regalaron una rosa?», Francisco Febres Cordero, A vuelo de pájaro/Hoy, 14.02.1993. « Cabalmente el Chivilo anda amatrerado con una gringa. El Cabascango, natural como yo, anda amishcadote de otra gringa», Gustavo Alfredo Jácome, Por qué se fueron las garzas, 1979.

amitu. m. dim. (rur) Amo. (pop) «Dius su lu pay, amitu», Jorge Icaza, Huasipungo, 1934. «¿Le darás la comida, amitu?», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.

anaco. (Del quichua anacu, ‘manta que se arrolla en derredor de la parte baja del cuerpo’) m. Prenda de vestir típica de las mujeres indígenas ecuatorianas que consiste en una manta que se enrolla alrededor de la cintura y las piernas a modo de falda. «Y no recordará la profusión de sombreros de fieltro abarquillados, de anacos, fachalinas, de gargantillas doradas y pulseras granates», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «Quebraban los espejos, hurgaban a las cholas debajo del anaco», Jorge Enrique Adoum, Entre Marx y una mujer desnuda, 1976.

anchetoso, -sa. adj.-n. Presumido. «Con la agilidad que le caracteriza, ya le ha bautizado con el un poco anchetoso nombre de frente de la ecuatorianidad», Marco Lara Guzmán, Proliferación de frentes/Hoy, 22.11.1996. «Está bien que Jaime Nebot gane la primera vuelta, pero que no sea anchetoso», Juan Cueva, Satanizacion del Estado/Hoy, 12.05.1996.

angeleño, -ña. adj.-n. De la ciudad de El Ángel (provincia de Carchi). «Es por ello que el equipo angeleño tratará a toda costa conservar la corona», Torneo inició en El Ángel/El Norte, 15.02.2016. «El atleta angeleño participó en la competencia denominada “Ruta de las Iglesias”, llevada a cabo el 29 de agosto», Angeleño se prepara para competir en Quito/La Hora, 06.10.2015.

ango, -ga. adj. [Persona] muy resistente al maltrato físico. (pop, desp) «A lo mejor, si les ‘chamuscan’ con harta leña verdiaguada pudiera ser que desaparezcan pero lo dudo, realmente son ‘angos’ y ‘resabiados’», Luis Carrillo Andrade, ¿Quieren enterrarles vivos a los pekineses?/La Gaceta, 03.08.2014. «Tonces entra al ring la Rosalía, que no podía faltar, y le aruña al Alarcón con las uñas, pero el Alarcón ni siente los rasguños de la Rosalía. ¡Más ango ques el Alarcón!», Todos contra todos/Hoy, 02.10.1997.

angurria. f. Ambición. (coloq) «La más importante quizá es esta: los guacharnacos tienen angurrias guacharnacas y sueñan embelesados con aquel el día cuando ya puedan entrar, sin complejos, en el club mojiganga de los sobacos olorosos», Juan Montaño Escobar, Bereju/Hoy, 25.11.1997. «Así concluyó, sin pena ni gloria, un gobierno que no había sabido frenar la angurria y el latrocinio sin límite de los banqueros», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – V, 1987.

angurriento, -ta. adj.-n. Hambriento. (coloq) «A qué viene si sólo se pintan en los cuadros las flores encendidas y las muchachas hermosas, o los caballeros ricos que no quieren morir sin ver su propia figura en un lienzo grande, severo y oscuro, pensó, qué va hacer con nuestras caras largas, angurrientas y malas, qué con nuestras ropas sucias y remendadas», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979. «Una cosa dice la mula y otra el carretonero. Para nosotros desde que pita El Progreso, que es el primero, ya es hora. Para Mano de Cabra no lo es hasta que pita La Universal, donde son más angurrientos y tienen el reloj atrasado», Joaquín Gallegos Lara, Las cruces sobre el agua, 1946.

anteño, -ña. adj.-n. Del cantón Antonio Ante (provincia de Imbabura). «Es una iniciativa para fomentar el turismo en el cantón anteño», Fábrica Imbabura, el origen textilero anteño/El Norte, 19/08/2019. «Los anteños apoyan la gestión de sus legisladores y dicen sentirse orgullosos de lo que son y pueden hacer», Anteños le hacen frente a la crisis/La Hora, 15/02/2004.

añas. m. Mofeta. ¶ (Conepatus semistriatus) «Sollozan esos vientos quedamente en las espesuras perfumadas donde viven la nutria gigante y el añas», Eliécer Cárdenas, Que te perdone el viento, 1993. «O, tal vez, hambriento como lo tenían siempre, con las raciones escasas que el can había de completar cogiendo añas o ratas, se habría escapado por las hondonadas, de cacería», José de la Cuadra, Horno y repisas, 1932-1931.

apachita. f. Sitio sagrado en el borde de un camino constituido por un cúmulo de piedras. «Se encontraron con una gran cantidad de piedras amontonadas junto al camino; era una apachita, otro lugar sagrado donde habitaban espíritus de las montañas», Edna Iturralde, Caminantes del sol, 2002. «Por esta razón los cúmulos de piedras de las apachitas con cruces encima, siguieron creciendo», Manuel Espinosa Apolo, Los mestizos ecuatorianos, 2000.

apercollar. tr. Atrapar. (pop) «La prensa narra con lujo de detalles cómo los socialcristianos se han dado modos para apercollar al Tribunal Supremo Electoral para hacer del país lo que nos viene en gana: tumban a un vocal para suplantarlo con otro de un partido político extinguido; cuando ya no les sirve se “acuerdan” de la extinción y ponen otro comodín», Buzón de lectores/Hoy, 10.01.2006. «Habremos llegado al punto de quien se sabe apercollado, a merced del Imperio, ¡para poder alimentarse!» Rodrigo Fierro Benítez, De miedos y terrores/El Comercio, 04.13.2006.

apertrechar. tr.-prnl. Pertrechar, aprovisionar. «Las huestes realistas se apertrecharon a la entrada de Cruz Loma y se formaron para recibir el parte de batalla», La batalla por Pichincha/Hoy, 26.05.1996. «Abascal siempre creyó más peligrosa a Guayaquil que a Cuenca y por eso prefería apertrecharla en armas y dinero», Rodolfo Pérez Pimentel, El Ecuador profundo – Tomo I, 1988.

aplazado, -da. adj.-n. [Persona] a la que el sistema educativo ha declarado sin la suficiente preparación para superar un nivel formativo. «Aunque las Monografías no eran de obligación en aquellas épocas, le sirvió para exonerarse en el examen final con la nota máxima. Lamentablemente lo prestó a un compañero aplazado, quien debió extraviarlo por que nunca le devolvió a su autor», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – I, 1987. «Tenía notas bajas y estaba desde medio año aplazado por conducta», Antonio Jaramillo Terán, Memorial del infiernillo, 1986.

arandela. f. Adorno femenino en forma circular. «Estaban todos, […] codo a codo con los señores que vestían de negro, tenían sombreros mocora, […] acompañando a elegantes señoras con severos vestidos alargados, negros y entallados, pecheras altas cubiertas de encajes y arandelas sobre las cuales reposaban discretas joyas», Alicia Yánez Cossío, Esclavos de Chatham, 2006. «Ahora los trapos rojos se marchitan, bajan sus hilachas hasta la tierra seca de la plaza, como si lamentaran no ser más las arandelas, pecheras, vuelos del hermoso vestido de alguna muchacha rica que lo olvidó en un juego de carnaval, lo desdeñó al polvo y la ceniza», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.

ardido, -da. adj. Enojado, irritado, resentido [con alguien]. «Creí que volver a la Universidad, a Eugenia y al matrimonio, a leerles a mis amigos algo de Rulfo, ese verdugo de la palabrería, tendría un efecto catártico, sin saber que la noche me negaba sus escondites y Eugenia, los suyos, ardida con una rival comparable al boxeador que, en su round de sombra, pelea contra nadie», Stalin Alvear, El reino de los vencidos, 2006. «Estaba, como dije ya, un poco ardido con don Vicente y con otros de allí, y pocas ganas me quedaban para meter el pico en, sus comadreos estúpidos», Ángel Felicísimo Rojas, El éxodo de Yangana, 1949.

arenillense. adj.-n. Del cantón de Arenillas (provincia de El Oro). «La militancia, simpatizantes y seguidores de Movimiento País, esperan que su respaldo masivo al Presidente electo, Lenin Moreno Garcés, sea en beneficio de toda la ciudadanía arenillense», Movimiento Alianza PAIS Dirigentes agradecieron a arenillenses/Correo, 08.04.2017. «Actualmente con Medina, están por salir 12 libros de diferentes autores, entre ellos el poeta portovelense Roy Sigüenza y el Arenillense, Raúl Serrano Sánchez, dos escritores que actualmente sobresalen en el ámbito nacional, con sus obras», Poco interés por la lectura/El Telégrafo, 30.03.2014.

argolla. f. Arete en forma de aro. «Debajo estaba el cuadro de un pirata joven y guapo con una argolla de oro en la oreja y las manos sobre un timón», Edna Iturralde, Las islas donde nace la luna, 2007. «Para el baile, las mujeres usan polleras amplias, adornan sus orejas con grandes argollas y agitan pañoletas de colores», Claudio Mena, Aquí, Ecuador, 1990. ♦ 2. Grupo de personas que trabaja, dentro de una organización, para su propio beneficio. (desp) «La única explicación posible es que Cordero no tenía en realidad mucho poder político; que estaba prisionero de las influencias de “la argolla”; y que no tuvo la entereza para imponerse o renunciar a tiempo», Alfredo Pareja Diezcanseco, Ecuador: historia de la república II, 1986. «Sólo Roberto defendió al gobierno por un sentimiento de lealtad y todos los demás lo acribillaron a insultos y burlas. Que el Gobierno de Cordero era una argolla insufrible; que no salía de Caamaños y Flores, que eran los que de veras mandaban haciendo lo que se les daba la gana», José Rafael Bustamante, Para matar el gusano, 1915.

arrarray. (Del quichua araray, ‘interjección con que se expresa dolor’). interj. (Sie) Expresa dolor. (coloq) «Grita, volviéndose, la frase aprendida: -”¡Arrarray! ¡arrarray...! ¡Oh! ¡Qué dolor!”», Alfonso Cuesta y Cuesta, Los Hijos, 1962. «Si se quemó usted la mano con lacre o agua hirviendo, ¿qué más hubo sino decir arrarray?», Juan Montalvo, Las Catilinarias, 1880.

arrecharse. prnl. Enojarse. (vulg) «¡No, bróder, eso sí que nones y nones!, inventando humillaciones del putas y todo para joderme, a cual mejor y arrecharme de una vez y me le fuera a chalacazo limpio», Carlos Carrión, El amante sonámbulo, 2005. «Tenía su estilo para convencernos, con su chistecito aquí, su palabrota por allá, y a veces se arrechaba y nos tocaba adentro, nos recontracagaba y nos dejaba pensando», Miguel Donoso Pareja, Nunca más el mar, 1981. ♦ 2. Excitarse. «hubiera querido tener su enamorada, su chiquilla, algo de ternura, ir a pasear por ahí, cogido de la mano, a arrecharse en el cine, hacer un serruchito, pero nada, adú», Miguel Donoso Pareja, Nunca más el mar, 1981. «esta calientabraguetas que tarda demasiado en llorar lavarse pintarse vestirse largarse demasiado en devolverme a mi soledad que no es tan mala al fin de cuentas por lo menos se está más tranquilo sin arrecharse», Jorge Enrique Adoum, Entre Marx y una mujer desnuda, 1976.

arrechera. f. Excitación sexual. (pop) «Sin que nadie se lo pidiera, ayudó a bajar papayas duras, apezonadas.... Dicen que tos montubios las usan para hacer el amor. ¡Buena arrechera se manejan!», Juan Manuel Rodríguez, El mar y la muralla, 1992. «¿Te acuerdas cómo me odiaba la vieja de la madre? Claro que me acordaba, la próxima vez que los encuentre en la esquina les saco vetas del trasero y a vos guambra coqueta te voy a calmar la arrechera metiéndote una paliza, sentenciaba, halándole las trenzas rubias», Edwin Ulloa, El mejor número (Eugenia Viteri, Antología del cuento ecuatoriano, 1988).

arrecho, -cha. adj. Valiente. «Jacobo Bucaram concluyó su intervención señalando que es “un arrecho roldosista que va a enfrentar a los pelucones del país”», Jacobo Bucaram hizo su show y gustó/La Hora, 18.09.2002. «Daban una de los arrechos de Terensgil y Budespénser y ya sabemos la que se organizaba», Carlos Carrión, El más hermoso animal nocturno, 1982.

arrimado, -da. m. y f. Persona que vive a expensas de otra. «Fruto de tales investigaciones es uno de los testimonios más cruentos que registra la historia del ensayo ecuatoriano, pues narra la tragedia de los arrimados que salían a los caminos a vender a sus hijos en S/. 300 para evitar que murieran de hambre a causa de la atroz sequía», Rodolfo Pérez Pimentel, Diccionario biográfico del Ecuador – X, 1987. «Si hubieran muchos como tú, se atrevió a insistir, si ayudáramos a los arrimados a ocupar esas tierras donde trabajan sin pago alguno», Eliécer Cárdenas, Polvo y ceniza, 1979.

arrugar. intr.-prnl. Acobardar. «Hay que reconocer que peleó, que se esmeró, que no arrugó y que le tocó pararse firme», Alejandro Ribadeneira, Este es el 1x1 de la Tri luego de la desesperante derrota ante EE.UU/El Comercio, 25.05.2016. «Sin embargo, los austriacos no se arrugaron y los cambios introducidos por Krankl en el descanso fueron un revulsivo para el equipo de la república alpina», Amistosos rumbo al mundial/El Universo, 18.04.2002.

arveja. f. →alverja. «Diéronles, primero, mazamorra de arvejas, luego carne de borrego con patatas», Miguel Ángel Corral, Las cosechas, 1960. «Las arvejas del cerro son tal vez un poco duras, pero les resulta muy sencillo el expediente de cocerlas agregando a la olla donde hierven un trapito con un puñado de ceniza», Ángel Felicísimo Rojas, El éxodo de Yangana, 1949.

ashco. (Del quichua allcu, ‘perro’). m. (Sie) Perro. ¶ Pronun.: [áŝko] «Pregunten si algún muchacho sabe qué es un chirisiqui, o qué es guaguatanda, ashco o singa», Mauricio Salazar, Identidad perdida/La Gaceta, 28.04.2007. «El guambra... El guambra que ha salido como el taita...! ¡Ashco sin dueño!», Jorge Icaza, Cuentos completos, 1933-1952.

atacameño, -ña. adj.-n. De la ciudad y el cantón de Atacames (provincia de Esmeraldas). «A pesar de haber nacido en Santo Domingo de Los Tsáchilas, Eddy Gómez se considera un atacameño más. Llegó a la provincia verde cuando apenas era un niño y se enamoró por completo de su nuevo hogar», Un guía tsáchila muestra las bellezas de Esmeraldas/El Telégrafo, 08.04.2017. «El crimen a Carlos Zambrano Mendoza ha conmocionado a la ciudadanía atacameña, pues, era un hombre muy conocido y estimado por la comunidad», Atacameño asesinado con disparo en el tórax/La Hora, 31.03.2016.

ataco. m. Amaranto. ¶ (Amaranthus spp) «Su característico color se lo obtiene del ataco», La yaguana, una bebida tradicional de Paute/El Tiempo, 04.03.2019. «Entre los principales productos de origen vegetal y que lucen más conocidos que otros se destacan: maíz, quinua, ataco», Pan de América/Hoy, 25.12.2002.

atahualpense. adj.-n. Del cantón de Atahualpa (provincia de El Oro). «En esta ocasión se está bachando la avenida principal de ingreso a la urbe, situación que es bien vista por la Comunidad atahualpense», Se continúa con bacheo de las calles en Paccha/Diario Opinión, 09.07.2012. «El alcalde de Atahualpa, José Ruilova y el Secretario Ejecutivo del Plan Binacional, Marcelo Torres, suscribieron los convenios en medio del aplauso de un abarrotado salón auditorio. El burgomaestre atahualpense agradeció el apoyo», Dos muros de concepción para Atahualpa/El Mercurio (Cuenca), 05.05.2010.

atarzanar. (De Tarzán) tr. Robar. (pop) «Poner el brazo, atarzanar, encuellar: robar», Oye broguin a parchar con los punks/El Comercio, 06.06.1998. «Luego se supo que el negro había atarzanado a una gringa turista que paseaba por el cerro. Se le quiso llevar la cámara de fotos y la gringa según parece era Kunfú o alguien le dijo que podía defenderse, entonces, al Negro no le quedó otro remedio que largarle el fierro y la gringa se murió», Carlos Béjar Portilla, Puerto de luna/La rosa de Singapur, 1986-1990.

atsera. f. →achira. «Este bocado de sal que se asemeja a una delicada galleta, viene acompañado del tradicional queso de hoja, denominado así al estar perfectamente envuelto en una hoja de atsera, juntos y acompañados de una suculenta taza de café», Las Allullas/La Hora, 27.12.2011. «En el área andina, entre las variedades de hojas usadas con estos fines, están: el capulí, atsera o achira, naranjo, catulo de maíz, lechero, palma de ramo, uña de gato, etc.», Mario Godoy, Breve historia de la música en el Ecuador, 2005.

atzera. f. →achira. «Luego se lo enrolla y es colocado en una hoja de atzera, traída desde Pelileo», La calle de las allullas/La Hora, 16.11.2009. «Las yerbas de las coyunturas, la lengua de vaca, la atzera, el belenio, la celedonia, el esquenanto, el llantén, la verbena, la altamisa, el hinojo», Iván Égüez, La Linares, 1975.

auca. adj.-n. →1huaorani. «Salieron de Quito 7 Franciscanos a catequizar a los aucas», José María Jaramillo, Historia, tradiciones y leyendas de Quito, 2000. «No, no soy auca, no es cierto, los ecuatorianos no vivimos en los árboles», Gustavo Alfredo Jácome, Por qué se fueron las garzas, 1979. ♦ 2. adj. →2huaorani. «La comunidad auca, ahora conocida como huaorani, vivía frente a la actual ciudad, donde se asienta la Brigada de Selva N° 19 Napo», El colono se afincó en Coca y Lago Agrio/El Comercio, 12.02.2012. «Mientras me reponía, seguí las noticias sobre lo que, en la prensa local y extranjera, se llamó 89 “el ataque auca”», Gabriela Alemán, Álbum de familia, 2010.

ausentismo. m. Abstención deliberada de acudir a cumplir [una obligación]. (cult) «Se trata, en el fondo, de un debate en torno a la legitimidad de los movimientos y las organizaciones, pues los partidos reconocen una sola fuente de dicha legitimidad: las urnas... aunque el ausentismo y el clientelismo las distorsionen», Javier Ponce, Sentado entre dos sillas, 2004. «Alguien se levantó a hacer música, pero nadie bailó porque era mejor morderse los labios. Yo observaba una rotunda cara de ausentismo.», Pablo Palacio, Obras completas, 1947 (†).

aviso. m. Anuncio. «Las compañías de aviación que, sin anuncio previo ni explicación alguna, colocan en su mostrador del aeropuerto un aviso de «Vuelo suspendido» o »Vuelo cancelado», sin nadie debajo que dé la cara para recibir la protesta siempre inútil de los perjudicados», Jorge Enrique Adoum, Ecuador: señas particulares, 1998. «Creyó que nuevamente le dejaría el polvo de la fuga, pero por primera ocasión en mucho tiempo la cabeza del mirador se alzó, sus ojos chuecos recibieron el impacto de los avisos de neón», Jorge Velasco Mackenzie, El rincón de los justos, 1983.

awá. adj.-n. [Individuo] del pueblo indígena que tiene asiento en las provincias ecuatorianas de Carchi, Esmeraldas e Imbabura. «Otros factores externos que han tenido que enfrentar los Awá son los trabajos que realizan las empresas palmicultoras», Los Awá identificaron cuatro amenazas para sus territorios/El Comercio, 23.03.2018. «El nacimiento de un hombre o de un pueblo que tiene como origen un huevo se encuentra en los awá y también está presente entre los kayapas», Ileana Almeida, Mitos amazónicos de los pueblos indígenas del Ecuador, 2014. ♦ 2. adj. Propio de los indígenas awá. «Las fuertes precipitaciones provocan inundaciones, deslizamientos y la obstrucción de vías en poblados awá de Carchi», Ricardo Cabezas, Poblados awá en Carchi, incomunicados tras fuertes lluvias/El Universo, 25.05.2019. «La presencia de empresas mineras en territorio Awá y la falta de vías de comunicación para llegar hacia las 27 comunidades, son parte de la agenda de este grupo étnico en la tercera Asamblea General de la Federación de Centros Awá del Ecuador», Los Awá denuncian minería ilegal en su territorio y demandan vías de acceso/La Hora, 11.12.2015.

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