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Además, Echeverría había demostrado su buena voluntad para con Israel: a pesar de que México tenía su embajada en Tel Aviv, Echeverría vivió en Jerusalén con su comitiva durante los cuatro días de su estancia, e hizo visitas a la ciudad vieja, es decir, a la parte conquistada en 1967. Con este detalle, que no pasó inadvertido a los anfitriones, aceptó la reunificación de Jerusalén de facto, aunque no de jure.109

Si nos situamos en el contexto imperante de 1975, cuando Israel estaba política y diplomáticamente aislado del mundo, y era supuestamente responsable del embargo petrolero árabe, esta visita tenía un valor muy especial. El gobierno israelí y los judíos de México se enorgullecían de este primer viaje de un presidente latinoamericano a Israel.110

Al concluir la visita, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Israel emitió una declaración conjunta. Decía: “Desde que se establecieron las relaciones entre los dos países, éstas se han llevado a cabo en un ambiente de respeto absoluto y franca cooperación en los ámbitos cultural, científico y técnico”.111

La declaración final de Echeverría, en la que reiteró la universalidad de la onu, dio a entender a sus anfitriones israelíes que México se opondría a la expulsión de Israel del organismo internacional. Además, Echeverría no repitió en Israel sus declaraciones acerca de un Estado palestino y el retiro de Israel de los territorios, lo cual también permitió mantener la cordialidad. El gobierno israelí consideró la visita un “modesto éxito”112 y en general quedó satisfecho con ella.113 En opinión del embajador de Estados Unidos en Israel, “los israelíes estuvieron felices con la llegada de Echeverría y felices igualmente con su partida”.114 Hacia el final de la gira, Echeverría viajó a Cuba, único país con el que empleó el término “fraternal” para describir sus relaciones. Las declaraciones ahí emitidas preocuparon no sólo a Estados Unidos, sino que francamente alarmaron a países como Brasil y Perú, que temían leer en ellas un giro hacia la izquierda del régimen mexicano.115 Los observadores estadounidenses se preocuparon por la “retórica crítica y afilada contra el mundo desarrollado” que usó Echeverría en su gira, en la que pareció proseguir con su enfoque tercermundista y antiestadounidense.116

Rabasa intentó defender la conveniencia de la gira presidencial en una conferencia de prensa en México, afirmando que su propósito había sido fortalecer el papel de la nación en la comunidad internacional para así apoyar y acelerar su desarrollo. Sin embargo, muchos se cuestionaron si la duración de la gira, el costo, la enorme delegación y su intención verdaderamente servían a los intereses del país.117

También el embajador de Estados Unidos en Jordania, Thomas Pickering, se preguntó si la visita a Jordania había estado justificada, pues afirmó: “Los resultados concretos de la visita son pocos”.118 Y el embajador estadounidense en Israel, Malcolm Toon, la calificó de haber sido “considerablemente menos que un gran acontecimiento histórico”.119

Según Jova, el cuerpo diplomático instalado en México calificaba el viaje de Echeverría como un “espectáculo caro con una mínima importancia en términos de relaciones exteriores”. Incluso parte importante de los sectores banquero, profesional y de negocios en México pensaron que la gira no había sido más que una farsa, y no le atribuyeron ninguna importancia.120

De regreso en México, Rabasa consideró necesario disculparse con el secretario de Estado Henry Kissinger por su viaje a Egipto. Lo hizo por medio del embajador Jova, a quien explicó que su intención nunca había sido “ser presuntuoso o inmiscuirse” en un tema que Kissinger estaba atendiendo de manera personal. Jova reportó que Rabasa, compungido, estaba “incómodo y algo avergonzado” de este episodio al que había sido forzado por Echeverría.121

A pesar de haber sido el titular de la cancillería, parece queRabasa no sabía que, apenas dos días antes, Echeverría había llamado al embajador Jova a Los Pinos para exponerle un plan de paz para Medio Oriente. Reiterando repetidamente que esperaba que Kissinger tuviera éxito y que no se necesitara hacer nada más, el presidente sugirió un plan alternativo en caso de que no prosperaran las iniciativas estadounidenses. Echeverría pretendía proponer ante Naciones Unidas que la onu invitase a tres jefes de Estado para formar un comité de conciliación que trabajara por la paz en Medio Oriente, en Egipto, en Israel y en la propia onu. Este comité estaría integrado por el Shah de Irán, pues era un “musulmán en buenas relaciones con los árabes […] e Israel, al que ha seguido vendiendo petróleo”; el mismo presidente de México, “singularmente calificado en virtud de su viaje sin precedentes en el área”, y un líder europeo como el primer ministro de Suecia, el presidente de Finlandia o el presidente de la Confederación Suiza. Este comité serviría, además, como pantalla para que por detrás Kissinger continuara con sus esfuerzos de paz.122 En sus comunicados a la Secretaría de Estado el embajador Jova expresó su sorpresa ante este nuevo intento por “entrometerse” en el Medio Oriente.123 Era evidente que, con sus intentos “torpes” para lograr la paz, Echeverría había demostrado no tener la mínima “perspicacia diplomática”.124 El subsecretario de Estado estadounidense, Robert Ingersoll, coincidió en que lo mejor sería “desalentar cualquier iniciativa [mexicana] que pudiera complicar el proceso de paz”,125 pues éste marchaba por buen camino.

En efecto, tan sólo unos días después de la propuesta para un plan de paz que Echeverría le hizo a Jova, se firmaron los Acuerdos Preliminares de Sinaí entre Egipto, Israel y Estados Unidos.126

Sin embargo, no todo fue negativo. Trinidad y Tobago estuvo feliz de haber sido incluido. Siendo que visitas de líderes mundiales de la talla de Echeverría eran “una ocurrencia bastante rara”, el gobierno de Trinidad y Tobago se desvivió para dar una recepción adecuada a un aspirante al liderazgo mundial del tercer mundo y, mientras Echeverría estuvo ahí, gran parte del gobierno dedicó “prácticamente toda su atención” a la visita.127 Asimismo, hubo quienes señalaron que la gira dio proyección internacional a México. En efecto, antes de Echeverría, el país se encontraba más aislado en la arena internacional. La gran actividad desplegada por Echeverría, pese a que incluso a “los amigos de México” les parecía excesiva, puso a México en el mapa mundial.128

Ciertamente, varios funcionarios del Banco de México aseguraron que, “excluyendo a la clase alta”, la mayoría de los mexicanos estaba convencida de que la gira había favorecido a México por haberle abierto oportunidades alternativas de las que tenía con Estados Unidos. Aunque los funcionarios sabían que los acuerdos firmados no tendrían implicaciones prácticas importantes, alegaban que algunos serían benéficos para el país.

Jova era mucho menos optimista y opinó que las ganancias de la gira ni siquiera alcanzarían para cubrir su costo, pues los países visitados no ofrecían un campo atractivo para los negocios mexicanos, y era poco lo que México podía aprender de su tecnología.129

Como señalé antes, fueron muchos los observadores, Jova entre ellos, que afirmaron que el propósito principal de la gira había sido promover la candidatura del presidente para la Secretaría General de la onu130 y, sin embargo, ni siquiera en ese punto se logró el cometido. El embajador de Yugoslavia en México, muy involucrado en política tercermundista, consideró que la gira había sido políticamente “neutral”, y que no había logrado satisfacer ni a los radicales ni a los conservadores. Más aún, afirmó que su impacto había sido “insignificante” tanto para el liderazgo mundial de México, como para promover la candidatura de Echeverría a la onu.131 Explicó que la mayoría de los países no alineados, específicamente Egipto y Yugoslavia, preferirían que Kurt Waldheim continuase como secretario general, pues consideraban que su desempeño había sido razonable y el de Echeverría resultaba una incógnita.

Quizás era el apoyo de algunos países latinoamericanos lo que mantenía viva la esperanza de Echeverría, pues el 23 de agosto Rabasa declaró en una conferencia de prensa que a pesar de que el presidente no estaba haciendo campaña para obtener la Secretaría General de la onu, había recibido muestras “espontáneas”de apoyo de Latinoamérica, África y Asia.132

En efecto, a fines de agosto el embajador de Colombia en México señaló que a su país le agradaba la idea de que Echeverría ocupara el puesto en la onu133 y, en septiembre, el ministro de relaciones exteriores de Costa Rica, Gonzalo Facio, anunció que Costa Rica había decidido nominar a Echeverría para secretario general de la onu.134

Rabasa afirmó en una ocasión que “no había notado oposición de la Unión Soviética ni de Estados Unidos” respecto a la candidatura de Echeverría para la Secretaría General de la onu.135 Incluso el embajador de Israel en México veía con buenos ojos la idea.136

Sin embargo, las acciones futuras de Echeverría acabarían por hacerle perder los apoyos. Cabe mencionar el enredo internacional con España en el que se involucró el presidente mexicano, porque afectó gravemente sus posibilidades reales de presidir la Secretaría General del organismo internacional.

Como reacción a la ejecución de cinco militantes del eta y el frap en España, el 28 de septiembre de 1975, Echeverría tomó una decisión sin precedentes: romper todos los intercambios que México tenía con España; es decir, las relaciones económicas, comerciales, de comunicaciones y turísticas (México nunca sostuvo vínculos diplomáticos con el régimen de Franco).

Al mismo tiempo, el presidente mexicano envió una carta a Kurt Waldheim, secretario general de la onu, en la que solicitó una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad, la suspensión de España de Naciones Unidas y además: “México pide a usted [que] inste a los miembros de las Naciones Unidas a interrumpir totalmente sus relaciones económicas y las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas y otros medios de comunicación (como la televisión) y a romper con España sus relaciones diplomáticas”.137

La acción mexicana causó inconvenientes a muchos turistas, forzó cancelaciones de actos culturales y deportivos programados, interrumpió relaciones económicas de alrededor de noventa millones de dólares anuales y ubicó a Echeverría una vez más en las primeras páginas de todos los periódicos nacionales.138

España respondió con un escrito en el que señaló que la onu no debía intervenir en asuntos internos de ningún país y además, que Echeverría carecía de “estatura moral” para hacer esa acusación, pues era responsable de la matanza de Tlatelolco y, encima de todo, era un agente de la cia.

En efecto, justamente en enero de 1975, Philip Agee, ex agente de la cia, publicó su libro Inside the Company, donde expuso las operaciones de la cia en México y otros países con gran detalle.139 El libro menciona a Echeverría varias veces, y en el anexo que incluye nombres de los operativos, lo describe como un “colaborador cercano de la estación de la Ciudad de México”, con el criptónimo litempo–14.140 Agee conocía de lo que hablaba, pues, años después, el embajador Jova confirmó que el mandatario mexicano tuvo lazos estrechos con la cia cuando estuvo en la Secretaría de Gobernación, y que había conservado algún tipo de conexión sentado en la silla presidencial. De hecho, Jova suponía que algunas de sus posturas más descaradas en contra de Estados Unidos eran una especie de cubierta para compensar su asociación con la cia.141

De poco sirvió que Agee escribiera que Echeverría no estaba a gusto con la relación que Gustavo Díaz Ordaz le había obligado a mantener con la cia, ni que Agee se preguntara si eventualmente Echeverría la habría interrumpido.142 El daño estaba hecho; como escribió en sus memorias el representante de Estados Unidos en la onu, Patrick Moynihan, una vez publicada esa información, la candidatura del presidente mexicano para secretario general “se había acabado”.143 Para rematar, la delegación española distribuyó fotocopias con esta información en la onu144 y, con ello, asestó el golpe final a la candidatura.

Además, la actuación de Echeverría respecto a España incomodó a muchos países en la onu que, si bien reprobaban el proceder de España, consideraron que el Consejo de Seguridad no era el lugar apropiado para tratar el asunto, y hubieran preferido que Echeverría no lo hubiese llevado a ese foro.145

En consecuencia, el Consejo de Seguridad decidió no tratar el tema, y así lo notificó a México.146 Echeverría, sin embargo, decidió seguir presionando. Quizá lo alentaron las noticias que le envió el embajador mexicano en Moscú, Víctor Flores Olea, quien le informó que su mensaje había recibido una “amplísima difusión” en la televisión, la radio y la prensa soviética, “con comentarios altamente elogiosos”.147

Una semana después de su carta al Consejo de Seguridad, Echeverría viajó a Nueva York para hablar ante la Asamblea General de la onu.148 Antes de partir, Mario Moya Palencia, secretario de gobernación, se reunió con el embajador Jova para preguntarle su opinión con respecto a los sucesos recientes. Jova pidió instrucciones al Departamento de Estado, y le enviaron como respuesta un largo memorándum, escrito por Kissinger, que debía enseñar a Moya Palencia, solicitando que no lo citase. El memorándum llegaba a la siguiente conclusión:

Independientemente de lo que se piense del gobierno de Franco, las acciones deben encaminarse a facilitar la deseada e inevitable transición política, más que a provocar una crisis de inestabilidad que le daría la ventaja a los extremistas.149

Moya Palencia leyó el mensaje con atención, lo agradeció y lo calificó como “un punto de vista interesante”.150

Sin embargo, el texto de Kissinger no convenció a Echeverría, quien no cambió de parecer. En su discurso frente a la Asamblea General, el presidente de México repitió la solicitud que ya había presentado ante el Consejo de Seguridad el 28 de septiembre “en la convicción de que tanto técnica como políticamente, nos asiste la razón”.151

La reacción general entre las delegaciones latinoamericanas frente a los intentos de Echeverría fue negativa. Consideraban que el presidente había hecho un gran daño, probablemente fatal, a su candidatura como secretario general. El representante de Perú dijo que el presidente mexicano se había hecho “Harakiri”; el de Paraguay afirmó que la conducta de Echeverría había avergonzado a América Latina, y la delegación salvadoreña se refirió a Echeverría como “el ex candidato a secretario general”.152

Tampoco en el ámbito nacional su conducta fue bien recibida. A pesar de que hay quien afirma que sus acciones tenían el propósito de agradar a la opinión pública interna,153 y es cierto que contó con el apoyo automático del congreso, el pri, los republicanos españoles asentados en México y la mayor parte de la prensa, parece ser que Echeverría no tomó en cuenta ni el contraataque español ni su vulnerabilidad personal a raíz de los sucesos de Tlatelolco en 1968.

Además, miles de mexicanos se vieron seriamente afectados por el cese de lazos de comunicación y transporte con España. Aunque en México hubo una manifestación para apoyar la iniciativa de Echeverría y demostrarse contra Franco, Jova oyó rumores fidedignos de que entre las consignas antifranquistas los manifestantes intercalaban expresiones contra Echeverría. Por último, aquellos familiarizados con lo que se decía de la “justicia” gubernamental en su propia lucha contra la subversión, consideraban los gestos de Echeverría “cínicos e hipócritas”.154

Para colmo, justo cuando Echeverría regresó a México de su participación en la Asamblea General de la onu, en la cárcel de Lecumberri se aplicó la “ley fuga” a un hombre acusado de “terrorismo”. La muerte de esa persona estuvo rodeada de circunstancias sospechosas y no faltó un periodista valiente que señaló el paralelo con la ejecución de los cinco españoles que tanto había alterado a Echeverría.155

Al día siguiente de este episodio, Echeverría inauguró los Juegos Panamericanos. El embajador Jova fue invitado a la apertura, y en su comunicado a la Secretaría de Estado escribió que cuando el presentador mencionó al presidente Echeverría: “La multitud irrumpió en silbidos burlones y ruidosos, que no se mezclaron con ningún aplauso”. Más tarde, el expresidente Miguel Alemán le contó a Jova que, a solicitud del gobierno, había cortado ese incidente de las noticias, para que no se transmitiese por televisión.156

En efecto, en contraste con el discurso empleado por Echeverría en los foros internacionales, donde se defendía al pluralismo y a los marginados, en México la esperada apertura democrática no se estaba dando: Se afianzó el centralismo, se agudizó más el autoritarismo presidencial, no se toleró la diferencia (incluso se trató de imponer una cultura y una moda oficial), se reprimió a la izquierda y se enfrentó a la burguesía.157

Los fracasos y las debilidades en la política interna reforzaron aún más la importancia de la política exterior, que se convirtió en el centro de atención del presidente. Echeverría enfocó hacia ella su abundante energía.

La oficina de la OLP en México

Una de las consecuencias tangibles de la gira a Medio Oriente fue la apertura de una oficina de representación de la olp en México. Como hemos visto, Echeverría buscaba apoyo para ocupar un puesto en un organismo internacional al dejar la presidencia, y es probable que ese fue el motivo que le impulsó a acercarse a la olp. Sin embargo, el acuerdo para establecer una oficina de representación de la olp en México no contribuyó a su objetivo, y para entender por qué, es importante explicar lo que significaba esta moción en 1975.

La Organización para la Liberación de Palestina se creó en 1964 con el propósito de conformar un Estado árabe independiente en el territorio conocido antes de 1947 como Palestina bajo mandato británico. Como organización guerrillera armada, la olp fue responsable de actos terroristas contra civiles en Israel y objetivos judíos en general, dentro y fuera de Israel. Dos de los ataques principales tuvieron lugar en 1972: uno fue la matanza en el aeropuerto de Lod, en la que terroristas japoneses reclutados por los palestinos llevaron a cabo un tiroteo que mató a veintiséis civiles e hirió a ochenta; el segundo ocurrió ese mismo año en las Olimpiadas de Múnich, cuando un subgrupo de la olp, llamado Septiembre Negro, secuestró y asesinó a once atletas israelíes.

A pesar de que eventualmente tanto la olp como Arafat fueron reconocidos hasta por Estados Unidos e Israel, cuando Echeverría se entrevistó con Arafat y también cuando abrió la oficina de la olp en México, no era “políticamente correcto” hacerlo.158 De hecho, la olp no renunció oficialmente al terror como arma sino hasta 1993, y en 1975, Arafat era considerado persona non grata en Estados Unidos. Incluso el delegado palestino, Faruk Khadoumi, calificó la apertura de la oficina en México como un “gesto audaz del presidente Echeverría”.159

La primera vez que Echeverría habló del tema fue en su gira a Medio Oriente, descrita unas páginas atrás. Durante su encuentro con Arafat en Egipto, y también en la entrevista que sostuvo con el rey Jaled en Arabia Saudita, el presidente mexicano firmó un convenio según el cual abriría un centro de la olp en México. Unos meses después de la gira, en un reporte oficial con fecha del 6 de septiembre de 1975, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que había sido emitida la autorización para la apertura de una oficina de la olp en México.160

Cuando se publicó la notificación oficial al respecto, la comunidad judía se alarmó y se preguntó cuál sería la implicación de un acto como éste realizado por parte del gobierno mexicano. Temían que la oficina de la olp comenzara una campaña antiisraelí y antisionista y suponían que trataría de ganar adeptos y simpatías en los medios de comunicación, en la opinión pública y especialmente entre la juventud universitaria “que simpatiza con la izquierda”.161

A los dirigentes comunitarios les pareció que esta acción contenía un peligro nacional importante y que, además, podría alejar al turismo estadounidense de México. El Comité Central Israelita redactó un documento en el que “respetuosamente” se señalara al gobierno los riesgos de este acercamiento con la olp. Sin embargo, nunca se consiguió la cita en la cual se planeaba entregar el escrito.162

Eventualmente, el Comité Central Israelita llegó a la conclusión de que el gobierno mexicano sólo buscaba demostrar con este acto su posición neutral como país tercermundista, independiente de los bloques políticos.163 Aun así, el tema no dejó de ser motivo de inquietud.

La promesa de la representación de la olp trastornó y preocupó también fuera del país, pues se percibió como una agresión a Israel y a Estados Unidos. La decisión perturbó a muchos judíos y las organizaciones judías estadounidenses en general se sintieron agraviadas.164

En una carta fechada el 25 de septiembre, un ciudadano de aquel país escribió a Echeverría que estaba cancelando sus planes de visitar México en vista de la inminente apertura de la oficina de la olp.165 Éste parece ser el primer documento que da indicios del boicot generalizado emanado de las bases de la comunidad judía estadounidense que se avecinaba. Pero no sería el último.

Otra de las muchas cartas que llegaron cuando el boicot turístico ya estaba en marcha ligó en una sola política “antisemita y antiamericana” el voto a favor de la resolución antisionista posterior y la decisión previa de abrir un espacio para la olp en México.166

Harry Pavony, presidente de The Free Sons of Israel, una organización neoyorquina de origen judío, escribió más tarde el siguiente mensaje al presidente Echeverría:

Deploramos su decisión de permitir la apertura de una oficina de la Organización para la Liberación Palestina en la capital mexicana. Una oficina en México sólo puede servir a la olp como un punto adicional desde el que podrán lanzar actividades terroristas. Mientras estuvo en Israel, señor, sus palabras amistosas para ese país contribuyeron a que la comunidad judía mundial sintiera que se produciría un cambio en la política mexicana. Sin embargo, sus declaraciones pro árabes nos han decepcionado. Por tanto, le exhortamos a que rechace arrodillarse ante el chantaje petrolero y a las demandas de la olp de tener cuarteles generales en México.167

En noviembre de 1975, justo unos días antes de la votación sobre sionismo-racismo en la Asamblea General de la onu, y “en respuesta a la invitación que formulara el presidente Echeverría”, llegó a México una delegación presidida por Faruk Khadoumi, jefe del departamento político de la olp e integrada adicionalmente por Said Kamal e Isam Salem. Fueron recibidos por Echeverría, quien les reiteró que el problema de Medio Oriente debía resolverse en el marco de la onu, sin pasar “por alto los derechos de los palestinos”. La delegación también se reunió con el subsecretario de gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios y otros funcionarios, para adelantar el proceso de la apertura de su representación en México.168

La olp inauguró su oficina de representación en tierra mexicana hasta abril de 1976, pero la amenaza de la apertura pesó sobre la tranquilidad de los judíos de México y de Estados Unidos desde mediados de 1975.

En este contexto, quiero destacar la falta de poder real de la comunidad judía de México. Fernando Jeno, presidente del Comité Central, falleció inesperadamente en junio de 1975 a los 54 años de edad, apenas unos meses después de su reelección, y por algún motivo el Comité Central no nombró un sucesor.169 Es posible que esta situación irregular influyera en la eficiencia de la institución. Aun así, cabe recalcar que los miembros del Comité Central no lograron nunca hablar con el gobierno para expresarle su inquietud. Sus relaciones con las autoridades parecen haber dependido en su totalidad de vínculos personales. Cuando éstos no respondieron, o dejaron de funcionar, la comunidad, desconcertada por los sucesos, no supo cómo enfrentarlos.

1 Ojeda, Alcances y límites de la política exterior de México, p. 163.

2 Shapira, “La política exterior de México”, p. 71.

3 Ibíd., p. 77.

4 Loaeza, “La política del rumor”, p. 584.

5 Ibíd., p. 179.

6 Ojeda, Alcances y límites, p. 175.

7 Jova, “Mtn Country Profiles: Mexico” 14 de agosto, 1975.

Canonical id: 1975mexico07236_b, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico07236_b.html

8 Shapira, “La política exterior de México”, p. 66; también en Ojeda, Alcances y límites de la política exterior en México, pp. 170, 171.

9 Ojeda, pp. 63 y 164.

10 Shapira, “La política exterior de México”, pp. 65, 66; Loaeza, “La política del rumor”, p. 567.

11 Jova, “Mexican Participation At Havana Conference On Puerto Rico”, 3 de septiembre, 1975. Canonical id: 1975mexico07800_b Secret, Electronic Telegrams.

https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico07800_b.html

12 Astié-Burgos, correo electrónico a akg, 22 de noviembre, 2011.

13 Jova To Secstate Washdc 1871, “President Echeverría meets with North American Jewish Leaders”, Confidential, Mexico, Cable 1975mexico11095, 16 de diciembre, 1975, nsa.

14 Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, p. 12. La descripción de las relaciones entre México y Estados Unidos está basada principalmente en Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos; Rico, México y el mundo y Medina, Historia de la Revolución Mexicana, 1940-1952.

15 Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, p. 12.

16 Ibíd., pp. 9-12.

17 Jova, “Echeverria’s Remarks On Mexican-us Relation”, 14 de noviembre, 1975. Canonical id: 1975mexico10048_b, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico10048_b.html

18 Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, p. 14.

19 Por ejemplo, aun durante la guerra, cuando Estados Unidos había solicitado trabajadores mexicanos, se les discriminaba en algunos Estados de ese país. González Martínez, La apacible locura, pp. 258, 259.

20 Además de cooperación militar, hubo colaboración en otros campos: en noviembre de 1941 Estados Unidos otorgó un crédito de 40 000 000 de dólares a México para estabilizar al peso, y otro crédito de 30 000 000 de dólares para mejorar el sistema de comunicaciones. También hubo inversión directa de capital estadounidense en México. Por su parte, México aportó a Estados Unidos materia prima y fuerza de trabajo. Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, pp. 188, 189.

21 Knight, “México c. 1930-1946”, pp. 66, 67.

22 Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, p. 11.

23 Ibíd., pp. 14, 15.

24 Jova, “Mtn Country Profiles: Mexico”, 14 de agosto, 1975. Canonical id: 1975mexico07236_b, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico07236_b.html

25 Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, p. 12.

26 Rico, México y el mundo, pp. 13, 167.

27 Vázquez y Meyer, México frente a Estados Unidos, p. 15.

28 Kissinger, Years of Renewal, p. 716.

29 Shlaudeman, “Mexican Minister Claims His Country Would Join Opec If Asked”, 15 de enero, 1976. Canonical id: 1976caraca00526_b Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1976caraca00526_b.html

30 “Mexican Jails”, The Washington Post, 21 de marzo, 1976, p. B 8.

31 Entre muchas, vid por ejemplo Jova, “Casc, Mx Subj: Conversation With Rabasa On Prisoners”, 23 de diciembre, 1975. Canonical id: 1975mexico11319_b

Confidential Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/ 1975mexico11319_b.html, También en Jova, “Meeting With Parents And Friends Or Prisoners”, 3 de septiembre, 1975. Canonical id: 1975mexico07794_b Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico07794_b.html y en Jova, “Case Review of All American Prisoners in Mexico (Alfredo Ayala)”, 3 de septiembre, 1975. Canonical id: 1975state209336_b Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975state209336_b.html

32 “Echeverria’s Attendance At Unga”, 1 de octubre, 1975. Canonical id: 1975state233195_b, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975state233195_b.html

33 http://history.state.gov/departmenthistory/people/jova-joseph-john

34 Stuart Kennedy, entrevista con J. J. Jova, 10 de octubre, 1991, pp. 62, 63.

35 Ibíd, p. 90

36 Kissinger, “Commendation for Reporting”, 19 de agosto, 1975. Canonical id:1975state196439_b Confidential, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975state196439_b.html

37 Jova, “Mtn Country Profiles: Mexico”, 14 de agosto, 1975. Canonical id: 1975mexico07236_b, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico07236_b.html

38 Stuart Kennedy, entrevista con J. J. Jova, 10 de octubre, 1991, p. 91. Sólo puedo especular que se trató del arresto de su hijo en Londres por tráfico de drogas, que mencionaré en el capítulo tres.

39 En referencia a un discurso de Echeverría pronunciado al principio de 1975, escribió: “En esta ocasión, como en la mayoría de ellas, Echeverría improvisó. Tiene el hábito desafortunado de permitir que sus pensamientos se adelanten a su lengua, con muchas inserciones en paréntesis a la mitad de sus oraciones. En consecuencia, algunas de sus declaraciones no tienen sentido, aunque la intención general suele ser discernible”. Jova, “President Echeverria’s Speech on World Conference of International Women’s Year (wciwy)”, 7 de marzo, 1975. Canonical id: 1975mexico02102_b, Electronic Telegrams. https://www.wikileaks.org/plusd/cables/1975mexico02102_b.html

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