Читать книгу: «El exilio del verso», страница 2

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Ardiendo en sal

Si alteras parte de mis secretos,

vences mis deseados infiernos,

arde la cuna del llanto inocente

y deshojas las margaritas

de los ajados años con estrecheces.

Si vences la ironía hermosa del verbo yaciente amado,

ese que narra lo oscuro que resucita la elegancia,

la constancia vence las penas y maldice las tragedias.

Si eres capaz de seducirme con tu alabanza sin el credo,

de los que mantienen sellado un te quiero,

sin el desconsuelo alejado de los miedos

y la versión de si para siempre te espero.

Si de repente noto tu piel inquieta sobre mi vientre,

tu mirada fija en mi interior visualizando donde me perdí,

aquel mal día que fui infeliz,

sanando mis heridas

y dejando trepar tus caricias

en mis ideas desalentadas por el amor.

Si eres capaz de viajar

recorriéndome los deseos más cautivos

con un verso en mi aliento,

desnudándome el cuerpo sin desvestirme la piel,

si eres capaz de realizar eso,

si justamente detienes tu prestancia,

para anteponer mis penurias

y alejarlas de mi sal que arde

cuando el tiempo se antoja ser cobarde.

Si obviamente desnudas tus ideas para crecer junto a mi persona

haciendo simplemente del amor una fortuna,

si realmente eres capaz de formar parte de todo esto,

si desterramos juntas la cama,

hacemos de nuestro vientre la alianza,

apresuramos las confidencias unidas

y derrochamos la densidad de las penas

en un cajón sin opción a cadenas,

si hacemos la pasión fiel compromiso,

cual ilustración quemada en la piel de la sinrazón

hasta la locura perder y encontrar la sensatez,

deseo encontrarte dentro de mi deseo,

arder por ti en los infiernos y morir en los intentos

de permanecer siempre junto a tus rasgadas vestiduras,

a tu corazón dolorido por amar plenamente los sentidos.

Si todo eso eres capaz de lograr,

entenderé que soñar es gratis

y deseo en mi incertidumbre, soñarte una vez más.

Incierto

En el incierto amanecer,

desechaste todo mi tiempo, negaste mis caricias,

y dejaste herido mi cuerpo,

sin fisuras, sin morados,

pero con tu adiós, partiste mi alma,

arrugando al corazón,

una lesión que podría no tener salvación.

No hubo presencia ni amor perdido en el tiempo,

no tuve oportunidad de silenciar mi lamento,

no pasó por mi lado la nana del amor soñado.

En aquel incierto minuto que dictaban los segunderos,

vi suceder inmerso, cual barco desvanece

tras los oleajes temibles del bravío invierno,

inciertas promesas desvaneciéndose entre tu boca, mi piel

y lo establecido, aquello que pensábamos vivir unidas hoy,

tú lo vendes por miedo a los quejidos,

a los que gritan a esos cobardes que nos amargan la vida.

Me deseas olvidar de tus principios,

corres de mí pensando perderme de tus sueños,

intentas envejecer aprisa,

porque ya no deseas volver a sentir la piel de otra mujer

que no sean mis caricias,

solo por el miedo al qué dirán,

no deseas volverme a amar,

incierto miedo de establecer en nuestras manos poesía,

miedo de deslumbrar y de soñar cada día,

miedo incierto a perder,

cuando no luchar por tu vida.

Pues no confundas vivir en el amor olvidando la poesía,

a enlazarte a mi mano y suspirar vivir otro día.

Incierto el futuro erróneo, incierta tu compañía,

pero no incierto que mi alma,

te amará mientras viva.

Incierto todo el pecado de los que ladran,

mírame en tu profundidad,

bésame en tus amaneceres,

y despierta a mi lado.

Unidas venceremos a los cobardes

que roban los fundamentos,

que se apropian de los miedos,

que lucen sonrisas vanas.

Déjame en el incierto de la noche,

en el acierto de la mañana,

decirte que todos callan,

que cuando el amor se sostiene

entre la unión, el verso,

y la generosidad de los aciertos,

nadie puede venderlo si dos no quieren.

Incierto que dos almas,

se esconden por ser mujeres

abrazadas a todas las miradas,

incierto es poder dar la felicidad,

a quien se esconde,

por amar al mismo sexo,

amor mío, incierto.

Transgénero lgtb+q

Despertar sin el miedo de ver el amanecer

temblando sin raíles en ese tren,

donde no puede acompañar la sensatez,

despertar sin entorpecer el viejo cinturón

que da vida a las heridas sin razón.

Despertar donde puedo, ser yo

donde libre, vuele sin desprecios,

por quien abatió mi miedo.

Quiero estar, quiero ser, quiero brindar y quiero mover,

Deseo impacientemente desarrollar

que no puedes lastimar mi eco, mi profundidad.

No puedes arrancarme mis sentimientos,

solo bloquear con miedo y fuerza de golpe lo que siento.

No deseo ser como tú, no deseo esa normalidad,

vivo en mi miedo, vivo en mi jungla

de los desechos sin remedio a cura,

pero vivo con mi interior sin perturbación ninguna.

Nací transgénero, ya no puedo tenerme miedo,

la torpeza abarca mis sueños.

Mi religión la convertiste en cemento que, poco a poco,

van hundiendo lo que quedó de mi alejado cuerpo.

Despisté tus gritos, derramé mis plegarias,

incliné mi mirada, envejecí en mi triste cama,

pero jamás perdí la ambición de ser amada,

por lo que fui, por quien nací,

y por lo que lucho cada mañana.

No deseo ser el equipaje de maletas que portan recuerdos,

no quiero conquistar corazones sedientos,

solo deseo que me ofrezcan lo que yo defiendo:

Amor, cariño, comprensión y respeto.

Nací en un cuerpo equívoco,

pero jamás luché por corregir,

pues no vi ningún defecto.

Vacía mi piel, de mujer a mujer,

porque descuartizamos un veneno en los labios,

la toxicidad de los fundamentos envueltos en herejías,

desconciertos y desaliento.

Tú, que mirándome a los ojos pretendías hacerme otra,

que sujetando mi vientre fuiste la penetración y la historia.

Tú, que precisabas tenerme entre tu desván

compartiendo la cama del inocente.

Tú, que arrodillabas tu pensamiento

cuando tu calma deseaba mi cuerpo.

Sí, a ti, que consumías de mis heridas tu risa, tu fuerza,

tu degeneración más activa.

Ahora, aquí, desde la vendida esperanza con desalientos,

de descuentos en este tendal

que alivia mis sueños que me ha enterrado.

Sí, a ti, amor, vencido en mi tiempo

ya no soy templo ni paciencia,

ya no me rompo la piel guardándote en mis ideas

que solo tuya deseaba ser,

que me has usado, amado y humillado,

que lo volvería a hacer.

Ese pensamiento lo has valorado una y otra vez,

ahora justamente estoy cansada de cenizas en mi piel,

ahora ya ni el recuerdo hace viva tu sensatez,

ahora dormir mi esperanza

en la cuna del vientre de mi vacía piel,

ya no soy fruto de madurez,

ya no creo en tus palabras,

no siento por dentro.

Los recuerdos se han podrido en tus mentiras,

las ideas consumidas, el deseo dormido y la sensatez de mi vida,

ha quedado en aquel enlace de una vida compartida,

al equívoco que me sorprendió con prisas,

al desnudo de dos mujeres enlazadas en la cama,

al desprecio continuo que barres cuando me dices lo que me amas,

soñando con tu amante, desnudando su alma,

justamente en el encuentro que abraza lo que fue,

un día nuestra cama.

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381,77 ₽
Возрастное ограничение:
0+
Объем:
35 стр. 3 иллюстрации
ISBN:
9788418499821
Издатель:
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip

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