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3 La estructura informativa y los marcadores discursivos
En este trabajo partimos de la comprensión de la comunicación como un acto intencional. Toda enunciación se vincula a la actuación voluntaria que un individuo realiza a fin de alcanzar una meta, para lo que se sirve de toda una serie de recursos idiomáticos que selecciona y despliega estratégicamente según un plan preconcebido (cf. Rath 1979, 76; Antos 1982, 91-99; Bührig 1996, 79-80). El emisor, dotado de una conciencia metapragmática que le permite elegir en cada momento aquella formulación que mejor se ajusta a sus intenciones (Portolés 2004, 27), adapta sus realizaciones a las expectativas de un receptor sobre cuya interpretación del contenido comunicado desea incidir; pero en la construcción de los textos no solo intervienen los contenidos semánticos elegidos por el emisor, sino también las relaciones lógicas que se dan entre ellos (Borreguero / López 2011, 195). Así, factores como la disposición secuencial de la información y el modo en que la información va progresando en el texto condicionan la interpretación que el receptor hará de su contenido. En este sentido, el emisor avanza en el discurso tratando de aproximarse a las expectativas del receptor, proporcionándole la nueva información en la cantidad y la manera que aseguren que el destinatario de su mensaje alcanzará una interpretación ajustada a sus propósitos. Según Portolés (2010, 283-284),
Los seres humanos organizamos el discurso de forma que se acomode a los conocimientos contextuales de nuestros interlocutores en el momento de la enunciación [...] Dicho con otras palabras, los hablantes al organizar un discurso no sólo tenemos en cuenta aquello que queremos comunicar, sino también los estados mentales que prevemos en nuestros interlocutores, si desconocen —pongamos por caso— lo que les vamos a contar, si tienen una noticia previa o si se han hecho una idea equivocada de lo que, en realidad, ha sucedido.
El resultado de esta acomodación de la organización discursiva a los conocimientos del receptor es lo que se conoce como la estructura informativa (Lambrecht 1994; Lehmann 2008, 207-208; Portolés 2010, 283) y juega un papel clave en la progresión temática del texto. Autores como Kuppevelt (1995) y Onea / Volodina (2011) describen la progresión discursiva como un diálogo entre el emisor y el receptor en el que cada secuencia informativa aporta la respuesta a una pregunta implícita. Dado que lo codificado lingüísticamente en el texto no siempre proporciona toda la evidencia necesaria para una comprensión adecuada de un enunciado o una secuencia de enunciados (Carston 2002, 15-16; Portolés 2004, 145-147), el receptor debe contribuir a enriquecer su significado mediante suposiciones que extrae del contexto enunciativo (Ferrari 2008, 31-32). Si asumimos, con Blakemore (2002) y Portolés (2004; 2007), que el emisor proporciona siempre la cantidad imprescindible de información que garantice que el receptor será capaz de recuperar tanto el contenido proposicional que pretendía expresar como las instrucciones para su interpretación adecuada, y convenimos que el emisor escoge siempre la formulación que mejor se ajusta a sus propósitos (Alcaide / Fuentes 2007, 7; Garcés 2010, 88), debemos concluir que el análisis de las distintas unidades que forman un texto ha de realizarse a partir del papel que desempeñan en la representación de unos contenidos proposicionales y en la explicitación de instrucciones procedimentales para su interpretación más pertinente.
Es aquí donde situamos el papel de los MDs, que Portolés (2010, 282) define como
unidades lingüísticas invariables, [que] no ejercen una función sintáctica en el marco de la predicación oracional y poseen un cometido coincidente en el discurso, el de guiar, de acuerdo con sus distintas propiedades morfosintácticas, semánticas y pragmáticas, las inferencias que se realizan en la comunicación.
Las razones de la aparición de los MDs en los textos, así como las funciones que desempeñan, varían según representen discursos típicos de la inmediatez o de la distancia comunicativa (López / Borreguero 2010, 423-424). En este trabajo analizamos el papel de los MRs en textos periodísticos. La escritura tiene la particularidad de generar un producto que ha sido sometido a todo un proceso de planificación, revisión y remodelación, del que pueden quedar o no marcas según la voluntad de su autor (López / Borreguero 2010, 456; López / Loureda 2013, 258). Así, a diferencia de lo que sucede en la oralidad, la reformulación que encontramos en la lengua escrita obedece a la voluntad ostensiva del emisor de vehicular el contenido de su mensaje a través de esta operación metalingüística. Y, dado que operaciones como la aclaración, la especificación de un referente o la rectificación, tal como las encontramos en la reformulación escrita, no obedecen al valor genuino que poseen en la oralidad como mecanismos de reparación discursiva, entendemos que su empleo se deberá a otras razones. Nuestra explicación es que se deben al deseo de secuenciar y organizar el contenido proposicional de la manera que más conviene al emisor. Para observar en qué consiste esta tarea de organización discursiva recurriremos a la propuesta del grupo de Basel para la segmentación del texto en unidades comunicativas e informativas, lo que nos mostrará de qué forma inciden los MRs en la articulación jerárquico-informativa del contenido textual.
4 La reformulación en un modelo de segmentación del discurso
4.1 El modelo de segmentación del discurso de Basel
Ferrari et al. describen el texto como entidad pragmática y la unidad básica de la comunicación. Su punto de partida son las propuestas para el estudio de la organización discursiva de Roulet et al. (2001), según las cuales todo texto debe ser analizado atendiendo a tres cuestiones: a) su desarrollo en espacios gobernados por reglas de dependencia e interdependencia de estricta naturaleza gramatical; b) los datos paralingüísticos y extralingüísticos (gestualidad, contexto de la enunciación y aspectos sociales, psico-afectivos y culturales implícitos en el acto de comunicación); y c) las conexiones semántico-pragmáticas entre los contenidos del discurso que hacen de ellos una unidad. Sin dejar de lado los dos primeros aspectos, el grupo de Basel toma el tercero como fundamento básico que explica los procesos de construcción y organización del texto escrito.
Su estudio no se realiza sobre textos completos, sino sobre las secuencias que los forman; por ello, su unidad máxima de análisis es el párrafo, que se articula como una serie lineal de unidades semántico-pragmáticas jerárquicamente ordenadas. Entre ellas se establece una red de conexiones, que también poseen naturaleza semántico-pragmática (Ferrari 2014, 25).
El párrafo está formado, en primera instancia, por unidades comunicativas (en adelante, UC), que son las unidades textuales básicas. Una UC está
globalmente caracterizada por una función ilocutiva [...] y por una función textual que define el papel que desempeña respecto al cotexto semántico-pragmático: explicación, ejemplificación, concesión, elaboración de un Tópico etc. (Ferrari / Borreguero 2015, 42)
Cuando una UC está determinada lingüísticamente, esto es, cuando es explícita, su correlato comunicativo es el enunciado.
Las UCs se organizan en „bloques informativos jerárquicamente ordenados y provistos de un fundamento ilocutivo-textual“ (Ferrari / Borreguero 2015, 58), que representan las unidades mínimas del texto. Estos bloques, las llamadas unidades informativas (en adelante, UI), se constituyen como espacios capaces de albergar contenidos proposicionales, que están provistos „de una propia especificidad funcional, informativa y textual“. Existen tres clases de UIs: el núcleo, el marco y el apéndice.
El núcleo es „la Unidad Informativa necesaria y suficiente para que el enunciado pueda tener una consistencia comunicativa, es decir, ilocutiva y, al mismo tiempo, textual“ (Ferrari / Borreguero 2015, 121-122). Aquí se emplazan los contenidos pertenecientes al primer plano informativo.
(2’) // / Los parques que están funcionando desde 1995 poseen una potencia instalada de 1.700 megavatios, /Núcleo o sea, son capaces de abastecer a un millón de personas. /Apéndice // (VG 15.01.2004)1
(3’) // / Schliesslich wird an diesem Nachmittag nur eine Person nicht im Wasserbecken gebadet haben, /Núcleo nämlich der Gewinner des Splash-Contests. /Apéndice // (SG 02.03.2015)
El marco „precede linealmente al Núcleo [y] determina la pertinencia textual de la Unidad Informativa central“. Se trata de un espacio informativo facultativo y subordinado, ya que su función es la de facilitar la interpretación del núcleo y, a través de este, la ilocución contenida en el enunciado: „la creación de un Marco es un modo para explicitar un contenido como trasfondo sobre el que el Núcleo asume su específico valor pragmático“ (Ferrari / Borreguero 2015, 139).
A pesar de tratarse de una UI no independiente, sin capacidad para expresar un contenido proposicional fundamental, el marco es parte del primer plano informativo, ya que el emisor lo presenta como una unidad imprescindible para la adecuada comprensión del resto del enunciado. Por otra parte, su posición inicial favorece su interpretación como topicalizador, lo que le confiere especial relevancia informativa y capacidad de incidir sobre la prosecución del discurso.
(17) Das ist auch eine Charakterfrage. // / Und zwar, /Marco dass die Burschen bei 5:1 sich hinstellen und sagen, so, wir brechen da jetzt nicht auseinander. /Núcleo // (NÖN 23.04.2015)
(18) Los renovadores creen que se ha logrado lo principal: garantizar que Felipe González podrá trabajar de forma cómoda al frente del partido. // / Esto es, /Marco que habrá coherencia entre lo que haga el Gobierno y lo que haga la dirección federal de la organización, /Núcleo sin los sobresaltos de los últimos tres años. /Apéndice // (LV 22.03.1994)
El apéndice es también una unidad facultativa y no independiente. Puede anclarse al núcleo, al marco o a otro apéndice. Tiene carácter parentético y su posición típica es a continuación de la unidad a la que se subordina (19-20), si bien puede insertarse en ella, provocando así un fenómeno de discontinuidad informativa (21-22).
(19) // / Beim Namen genannt Laura Dünninger will Model werden, /Núcleo genauer gesagt, Topmodel. /Apéndice // (NZ 04.04.2015)
(20) // / Un picogramo es una billonésima de gramo, /Núcleo o sea 0,000000000001 gramos. /Apéndice // (EP 02.03.2004)
(21) [...] // / Das ist, /Núcleo- kurz gesagt, /Apéndice die sozialdemokratische Sicht der Dinge. /-Núcleo // (HA 09.02.2010)
(22) [...] // / El acuerdo concilia, /Núcleo- en resumen, /Apéndice los intereses de los miembros de la UE y cumple la condición impuesta por Berlín: /-Núcleo asegurar que el euro sea tan firme como el marco. /Apéndice // (EM 15.12.1996)
A diferencia del marco, el apéndice no suele abrir espacios semánticos de gran alcance: „donde la estructura global del Enunciado permite la elección, la presentación de una información como Apéndice puede responder justamente a la voluntad de circunscribir localmente sus efectos semántico-pragmáticos“ (Ferrari / Borreguero 2015, 150). Y dado que el apéndice vehicula información situada en un segundo plano y tiene alcance local, está menos supeditado a las condiciones de coherencia, lo que lo convierte en el espacio ideal para enriquecer el mensaje textual sin complicar la arquitectura de los enunciados.
Finalmente, el grupo de Basel identifica un último tipo de UI, que se encuentra fuera de los márgenes del enunciado. Se trata del inciso, „una Unidad Comunicativa situada en un plano textual secundario, típicamente delimitada por paréntesis o rayas“ (Ferrari / Borreguero 2015, 156).
(23) // / Für die betroffenen Landwirte /Núcleo- (bzw. deren Versicherungen) /Inciso dürfte dies enorme Schäden bedeuten. /-Núcleo // (NZ 01.04.2015)
(24) // Parece que hay un poco /Núcleo- (más bien, bastante) /Inciso lío con las cifras de los dineros públicos. /-Núcleo // (LR 22.04.2004)
Según Ferrari y Borreguero (2015, 157), a diferencia del apéndice, el índice constituye por sí mismo una UC con autonomía ilocutiva propia y su alcance no está necesariamente supeditado a la UI que lo precede.
Este modelo no tiene una traslación inmediata al estudio contrastivo de los MRs en el alemán y el español escrito. En primer lugar, un MR no es capaz de saturar todo tipo de UIs, sino únicamente las unidades subordinadas de marco y apéndice. Entre ellas, el marco juega un papel mucho más determinante para la señalización de las transiciones que se dan entre UCs y la asignación de un sentido relevante al contenido del núcleo. Su posición dentro del enunciado y su incidencia en la progresión textual nos impulsan a emplazarlo en un plano informativo principal, cuanto menos para una segmentación del discurso adaptada al valor de los MRs. Por otra parte, no resulta operativa la distinción que Ferrari y Borreguero (2015, 156-158) establecen entre las UIs de apéndice e inciso. En los ejemplos que hemos analizado, la elección de estructuras parentéticas señalizadas mediante paréntesis y rayas no siempre muestra diferencias sustanciales con el empleo de comas; además, las secuencias presentadas tipográficamente como incisos suelen limitar su alcance a la UI a la que se anclan y no operan como UCs diferenciadas2. A falta de evidencias más sumarias, convendremos en tratar de igual modo a apéndice e inciso como UIs de segundo plano informativo.
Veamos de qué modo este modelo se adapta a una descripción de las estructuras de reformulación basada en una definición pragmático-comunicativa del texto.
4.2 La reformulación en el modelo de segmentación de Basel
La aplicación del modelo de Basel a la descripción de la reformulación debe realizarse, en primera instancia, a partir de la distribución del contenido proposicional presentado mediante esta operación en un plano informativo principal o secundario. Por ello, aquí distinguiremos el papel que los MRs realizan cuando saturan la posición de marco respecto de sus funciones cuando introducen apéndices e incisos anclados a otras UIs del enunciado.
4.2.1 Das heißt y es decir en unidades de primer plano informativo
Como hemos apuntado (§. 2.2), la reformulación genera un mecanismo de cohesión textual que vincula distintas clases de unidades lingüísticas (Garcés 2008, 76; Robles 2012b, 167). Cuando los segmentos enlazados tienen el estatus de enunciados, es característico que el MR se sitúe en la posición inicial del segundo, estableciendo una relación que autores como Portolés (2007, 30) y Llopis (2016, 241) denominan „deixis discursiva“. El MR satura la UI de marco y aporta las instrucciones necesarias para la interpretación del segundo miembro de la reformulación, que sigue al MR y forma la UI de núcleo.
El MR proporciona en esta posición tres clases de instrucciones: en primer lugar, presenta la nueva UC (esto es, el enunciado que encabeza) como la continuación de la UC anterior, que es anulada total o parcialmente; en segundo, explicita el modo en que debe entenderse el contenido proposicional del miembro siguiente en relación con el precedente (como una aclaración, especificación de un referente, denominación, rectificación, etc.); y en tercero, asigna al segmento que lo sigue (el reformulado) la función de núcleo informativo de la UC, lo que, a su vez, es un indicio para que el receptor lo interprete como el contenido que define la función ilocutiva de todo el enunciado y su relevancia para la prosecución del discurso.
(25) Anders als Berger es plante, will Scope das etablierte, aber umstrittene Geschäftsmodell der amerikanischen Agenturen kopieren. // / Das heißt: /Marco Die Anleiheemittenten selbst sollen für ihre Noten bezahlen, /Núcleo auch wenn das Interessenkonflikte birgt. /Apéndice // Alles andere hält Hinrichs für weltfremd. (SZ 15.06.2015)
A las tres instrucciones ya mencionadas se debería añadir una cuarta. La saturación de la UI de marco mediante un MR comporta la focalización del elemento que aparece a su derecha. El segmento reformulado no solo recoge (y, a menudo, condensa) lo anteriormente dicho, sino que supone la culminación de la argumentación desarrollada en las UCs previas que forman el párrafo. No resulta, pues, extraño que en textos periodísticos de opinión (de los que proceden la mayoría de los ejemplos de este trabajo) un MR en posición de marco introduzca la conclusión, a menudo subjetiva, a la que el emisor pretende conducir a su interlocutor. Para ello, se vale no solo de la acumulación y disposición lineal de unos argumentos, sino también de la prosodia y de un marcador metadiscursivo. La pausa valorativa que precede al inicio de la UC encabezada por das heißt en (25) y (26) tiene su continuación en la instrucción del MR hacia lo que será la culminación del movimiento argumentativo.
(26) Die Menschen im Wissenschaftsbetrieb sollen ihr Leben nach der Laufzeit von Forschungsprojekten und Fördermitteln richten. Das ist unwürdig– und es kann nicht funktionieren: Gute Wissenschaft braucht gute Arbeitsbedingungen. // / Das heißt: /Marco Dauerstellen für Daueraufgaben und sichere Stellen während der Doktorarbeit oder Habilitation. /Núcleo // (SZ 09.06.2015)
Estos mismos tipos de relaciones son expresados por es decir en posición inicial. A su papel como conector, un marco saturado por este MR suma la capacidad de elevar el segmento siguiente a una posición informativamente prominente y convertirlo en la conclusión lógica de la proposición presentada en el cotexto anterior o bien en el garante argumentativo que asegure la prosecución del discurso.
(27) Desde que el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, lo incorporó hace unos meses a su equipo de notables, la suerte estaba echada: „Si gana el PSOE, será vicepresidente“, repetían algunas personas próximas a él. Nadie había hecho tal promesa, pero, como insisten ahora, „era el hombre adecuado para el momento adecuado“. // / Es decir, /Marco un político de peso y con experiencia para mantener la senda de crecimiento de la economía española. /Núcleo // (EP 01.04.2004)
La posición inicial del enunciado como espacio de actuación de los MDs es un campo todavía sin explorar en los estudios de lingüística contrastiva. Ello resulta paradójico en el caso del alemán, donde el llamado linkes Außenfeld (Thim-Mabrey 1988, 55-56; Zifonun et al. 1997, 1502-1504) ha sido habitualmente descrito como el espacio privilegiado para la expresión de contenidos metacomunicativos. La periferia izquierda del enunciado se caracteriza por albergar elementos ajenos a la predicación verbal —„Elemente [...], die syntaktisch keine Teile des Satzes im eigentlichen Sinne sind“, según Averintseva (2007, 141)— con valor organizador y procedimental. La importancia del Vor-Vorfeld en la caracterización de los MDs alemanes es tal que suele bastar como criterio para determinar la pertenencia de una palabra o construcción a esta categoría discursiva (cf. Imo 2012, 51).
En español, la „condición extraproposicional“ de los MDs (Llamas 2010, 189sqq.) es también una de sus características distintivas. Como unidades „marginales“ (Martín Zorraquino / Portolés 1999, 4057), los MDs se hallan fuera de lo que Fuentes (1997, 13-14) denomina la estructura sintáctica nuclear de la oración. Fuentes, que postula la existencia de una jerarquía entre los complementos periféricos del enunciado, sitúa MRs como quiero decir, es decir, o sea, en otros términos, dicho en pocas palabras o dicho de otra manera, en la segunda periferia y, más concretamente, entre los complementos de la enunciación relacionados con el acto de decir, con la actitud del emisor respecto del dictum y la adecuación del dictum a las intenciones del emisor o al código.
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