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Capítulo 2 //
Embarazo y vida laboral: experiencias de enfermeras que trabajan en el sector hospitalario de Bogotá

Patricia Antolinez Ruiz2 y María Mercedes Lafaurie Villamil3

Resumen

Este capítulo describe un estudio que tuvo como objetivo explorar las experiencias narradas por diez enfermeras que laboran en el sector hospitalario en Bogotá durante sus embarazos. Se eligió un diseño cualitativo fenomenológico; se implementó una entrevista semiestructurada; en el análisis se utilizó el software Atlas Ti 7. Los riesgos psicosociales fueron relevantes dada la alta exigencia propia de los servicios en los que laboran las participantes, lo que a menudo causó estrés y agotamiento emocional y físico. Durante sus embarazos no siempre estuvieron aisladas de los riesgos químicos, biológicos y ergonómicos. Se describieron complicaciones en sus embarazos (diabetes gestacional y amenaza de parto pretérmino, entre otras). Como aspectos que favorecieron sus experiencias se mencionaron los cambios laborales para proteger sus embarazos, el apoyo de los compañeros de trabajo, el uso de prácticas de bioseguridad y el autocuidado. Se requiere estudiar la posible relación entre los riesgos laborales de las enfermeras hospitalarias y las complicaciones del embarazo; es necesario avanzar en la prevención de riesgos y mejorar la protección durante el embarazo de las enfermeras del ámbito laboral hospitalario.

Palabras clave: salud laboral, riesgos laborales, embarazo

Abstract

This chapter describes a study that aimed to explore the experiences in their workplaces during their pregnancies, narrated by ten nurses working in the hospital area of Bogotá. A phenomenological qualitative study was conducted and semi-structured interview was implemented to collected information on their experiences in their workplaces during their pregnancies; data was analyzed using the Atlas Ti 7software. Psychosocial risks were relevant, given the high demand of the services in which the participants work, often causing stress, emotional and physical exhaustion. During their pregnancies, they were not isolated from chemical, biological and ergonomic hazards, such as providing cytotoxic, contact with virus and physical exertion. More than half of respondents describe pregnancy complications (gestational diabetes and preterm birth). As aspects that favored their experiences, they mention labor changes to protect their pregnancies, support from colleagues, using biosafety and self-care practices. It is necessary to study the possible relationship between occupational hazards of nurses and complications of pregnancy; is necessary to advance in the prevention of risks management and improve protection during pregnancy for nurses at the workplace.

Keywords: occupational health, occupational risks, pregnancy.

Introducción

A pesar de que en los últimos años se han logrado avances políticos y legislativos en lo referente a la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, persisten desigualdades que se ven reflejadas en las circunstancias dentro de las cuales se desenvuelven unos y otras en el medio laboral. En el campo de la salud laboral, la inclusión de una perspectiva de género permite explorar estas realidades con el fin de detectar aquellos sesgos de género que dificultan su acción en los campos de la vigilancia y la prevención (1).

Los cambios sociológicos en el devenir de la vida productiva y reproductiva, como el ingreso masivo de las mujeres al mundo laboral y la disminución del tamaño de las familias, llevan a la necesidad de que mujeres y hombres se replanteen la relación entre la vida familiar y la vida laboral. Esto implica la reorganización de los roles de cada miembro de la pareja y la corresponsabilidad con respecto a asuntos de la vida en familia como las tareas domésticas, el soporte económico y el cuidado de los hijos. Ahora bien, a pesar de que las mujeres acceden cada vez en mayor medida al mercado laboral, los cambios en los roles al interior de familia no logran todavía ser suficientemente significativos ya que el ingreso de las mujeres al medio laboral ha sido más rápido que la adopción por parte de los hombres de mayor responsabilidad en el trabajo no remunerado en el hogar (2). Es así como la falta de una distribución equitativa del tiempo total de trabajo entre mujeres y hombres resulta ser un reflejo de la desigualdad en la repartición del trabajo doméstico, lo que conlleva una doble jornada para las mujeres y da cuenta de sus dificultades para armonizar su participación en la vida económica y laboral con las obligaciones reproductivas (3). Todo esto lleva a ver la importancia para la equidad de género del desarrollo de políticas de corresponsabilidad en el campo del trabajo reproductivo y del cuidado en que participen el Estado, la familia y sector laboral.

La protección del embarazo y la maternidad hacen parte de las condiciones clave para asegurar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Sin embargo, si bien existen normas de protección a la maternidad, estas con frecuencia han buscado salvaguardar la infancia, la familia y la sociedad, pero no logran proteger a las mujeres suficientemente en cuanto a su condición de ciudadanas y a su ejercicio de derechos. Un aspecto por considerar es que, si bien las leyes reconocen aspectos como la licencia de maternidad y favorecen la lactancia materna, los costos para los empleadores asociados con los embarazos de sus trabajadoras van en detrimento de la empleabilidad de las mujeres en igualdad de condiciones con respecto a los hombres. Es por ello por lo que solo cuando la relación de conciliación entre vida laboral y familiar sea equitativa entre hombres y mujeres, se podrá construir un discurso coherente sobre igualdad de oportunidades en relación con el género (4).

El embarazo constituye un periodo potencialmente estresante para las mujeres trabajadoras, quienes se enfrentan al reto de conciliar los roles maternal y profesional. Adicionalmente, requieren hacerles frente a otras situaciones en su trabajo como lo es el efecto de los prejuicios y actitudes que se tienen hacia las embarazadas, que influyen en las prácticas y políticas organizacionales (4). La protección de las mujeres embarazadas en los lugares de trabajo continúa siendo un reto por alcanzar, dado que en un buen número de ocasiones tropieza con barreras muy difíciles de franquear, dada su invisibilidad y generalización. Con frecuencia, al decidirse por la maternidad las mujeres se ven sometidas a sutiles formas de discriminación en sus trabajos y a temores relativos al cambio en su vida laboral (5).

Existe una estrecha asociación entre el trabajo reproductivo de las mujeres y el ingreso o abandono de la vida laboral. El embarazo constituye, en determinados contextos, la principal razón del no ingreso o de la salida de las mujeres del mercado laboral, dados los múltiples prejuicios que están presentes en este ámbito frente a la maternidad en las trabajadoras (3). La pérdida de su empleo por estar en situación de embarazo afecta significativamente la calidad de vida de las mujeres, toda vez que representa una reducción de su autonomía para ellas además de que esta situación tiene implicaciones sobre el ejercicio de su derecho al trabajo. Las familias se ven visiblemente afectadas cuando el aporte de las mujeres cesa, ya que el trabajo femenino va mucho más allá de ser un complemento. Se ha creado la idea de que el trabajo de las mujeres es mucho más prescindible que el del hombre, lo que origina despidos y discriminación contra ellas (6).

El embarazo con frecuencia impacta el bienestar psicosocial de la madre en su lugar de trabajo y lleva a las mujeres a enfrentar tensiones laborales; mientras los hombres se ven libres de esta eventualidad, la discriminación a las embarazadas resulta ser prevalente. Para mejorar los resultados de salud materna e infantil y mejorar las condiciones laborales, se requiere cambiar la cultura organizacional buscando que las mujeres sean apoyadas en el embarazo, realizando una detección temprana del riesgo ocupacional durante el período previo a la concepción y monitoreando las condiciones laborales de la gestante, incluido su entorno laboral y las responsabilidades que esta debe cumplir (7).

Las mujeres que trabajan en el campo de la salud, y dedican sus esfuerzos al cuidado de otras personas, enfrentan situaciones particulares de tipo ocupacional en sus embarazos, debido, entre otras, a los riesgos laborales a los que se ven expuestas en sus ámbitos de trabajo. En Colombia además de las difíciles condiciones laborales que enfrentan varias de ellas en sus campos de desempeño asociadas con los sistemas de contratación, el salario, y los problemas de protección y seguridad social (8), se añade la circunstancia de un embarazo que puede complicar su realidad.

Muchas mujeres trabajadoras del área de la salud consideran su actividad como un trabajo de retos y, de alguna manera, sienten que alcanzan una satisfacción con ella; sin embargo, a menudo creen que para enfrentar estos retos es importante que exista un equilibrio entre las demandas ocupacionales y las condiciones personales, para que esto no represente una sobrecarga de trabajo para ellas (9).

Los riesgos laborales son un aspecto importante que considerar entre las trabajadoras embarazadas. Las radiaciones ionizantes (como los rayos X) en útero pueden ser teratogénicas, carcinogénicas y mutagénicas, lo cual da lugar entre otras a defectos congénitos (10). Se presentan riesgos significativos de contraer infecciones por bacterias, virus y otros microorganismos en mujeres gestantes que están en contacto con pacientes; en un estudio realizado por Morales-Suárez et al., a partir del análisis de una base de datos nacional en Dinamarca, se encontró que este grupo de mujeres tienen mayor tendencia a verse incapacitadas por más de tres días, a ser tratadas médicamente por infecciones y a presentar herpes oral y cistitis, habiéndose asociado la presencia de infecciones durante el embarazo a la presentación de abortos espontáneos en este grupo; se observó un alto riesgo de problemas congénitos en los recién nacidos hijos de mujeres de este grupo poblacional. Si bien el número de casos fue reducido, los autores exponen la posible relación entre este riesgo y la presencia de infecciones maternas ya que los leucocitos maternos infectados pueden atravesar el tejido placentario y causar una infección congénita (11).

En un análisis de la evidencia realizado por Abad et al., en que fueron consideradas revisiones sistemáticas relacionadas con riesgos del embarazo y vida laboral, se estableció la existencia de riesgos asociados a factores químicos en el ambiente, a aspectos ergonómicos, a extensas jornadas laborales y esfuerzo físico, además de aquellos relacionados con factores psicosociales como la presión laboral (12). Boivin estableció un riesgo relativo de aborto espontáneo de 1,9 entre mujeres del sector sanitario que están en contacto con anestésicos, a partir de un metaanálisis realizado con base en estudios epidemiológicos (13). El contacto con fármacos antitumorales por parte de médicas y enfermeras y su asociación con malformaciones fetales fue reportado por McDonald et al. (14). Pompeii et al. en su estudio para establecer la asociación entre esfuerzo físico de la gestante y riesgo de parto pretérmino o bajo peso al nacer, encontraron que se incrementa el riesgo cuando las madres tienen trabajos que implican estar de pie 30 o más horas a la semana o parase continuamente y que laboran en horario nocturno durante el primer trimestre de gestación (15).

Algunos estudios han profundizado en los riesgos asociados a embarazos de enfermeras. Matte et al. (16) realizaron un estudio longitudinal con más de cuatro mil casos de neonatos hijos de enfermeras; el que la madre hubiese trabajado como enfermera en la etapa preconcepcional conlleva, en este grupo, un moderado alto riesgo de presentar al menos un problema congénito. Se hallaron riesgos significativos de presentarse problemas como espina bífida, anencefalia, coartación de la aorta, defectos del sistema genital y defectos del sistema urinario (en el estudio se controlaron las variables edad materna, consumo de alcohol y educación). En el caso de los hijos de enfermeras que estuvieron empleadas en trabajos administrativos se observó un exceso estadísticamente significativo de defectos en las extremidades. También se encontraron asociaciones entre los defectos del tubo neural y la exposición potencial a los gases anestésicos y a la radioterapia. En el caso de las enfermeras, de acuerdo con Jaakkola et al. (17), los riesgos de complicaciones durante la gestación se ven incrementados; la revisión sistemática realizada por estos autores con base en 40 reportes mostró que las asociaciones entre los gases anestésicos y malformaciones congénitas y entre los agentes quimioterapéuticos y el aborto espontáneo fueron moderadas y consistentes. La asociación entre el trabajo por turnos y el aborto espontáneo no fue comprobada pero sí sugestiva, basándose en datos limitados. La falta de datos sobre otros riesgos laborales en los estudios originales dificulta la atribución del riesgo de aborto espontáneo y de malformaciones congénitas a los gases anestésicos, a los agentes de quimioterapia y al trabajo por turnos. El riesgo de aborto espontáneo en asociación con exposición ocupacional a drogas neoplásicas en el primer trimestre por parte de enfermeras fue establecido por Selevan et al. (18).

Los riesgos psicosociales suelen ser frecuentes en el personal de enfermería. Las situaciones relacionadas con el factor “muerte y morir”, derivadas de la realidad cotidiana que deben enfrentar en su vida laboral las enfermeras y el tener que implementar procedimientos que pueden causar dolor a los pacientes, están entre los primeros generadores de estrés en los profesionales de enfermería según un estudio realizado en dos instituciones de la ciudad de Cartagena (Colombia) en que se estableció que el 33,9 % evidenció exposición al estrés en un nivel alto; otros aspectos que se relacionan en alto grado con el estrés son la carga laboral derivada de la falta de personal suficiente y la falta de tiempo para cumplir con todas las actividad que implica la labor (19). Si a esto se le añaden largas horas de trabajo doméstico, la situación se hace más compleja, llevando a un detrimento en su salud mental (20).

En un estudio realizado en Manizales (Colombia) con miembros del equipo de salud sobre su calidad de vida laboral, la alta carga laboral es señalada como un aspecto negativo en la valoración realizada, en tanto que el apoyo institucional, el clima laboral armónico, las buenas relaciones con el jefe y compañeros, resultan ser factores que se asocian a la percepción positiva de la calidad de vida laboral de médicos, enfermeras, bacteriólogos y personal técnico y auxiliar (21).

Si bien la investigación científica da cuenta de los riesgos y las situaciones que pueden afectar a las mujeres que laboran en el sector de la salud durante sus embarazos, existen aspectos como sus vivencias y sus percepciones que no se hallan reportados en la literatura y cuya pertinencia es indiscutible, entendiéndose la importancia de la comprensión de los contextos para el efectivo desarrollo de procesos de prevención. Es por esto que, atendiendo a lo anteriormente expuesto y a la importancia de incluir una mirada de género en el análisis de las realidades asociadas a la salud ocupacional de las enfermeras como grupo especialmente vulnerable a los riesgos laborales durante el embarazo, el presente estudio exploró cómo fueron las experiencias de diez enfermeras que laboran en el sector hospitalario en Bogotá durante sus embarazos. Se definió como grupo a ser abordado aquel que se desempeña en el ámbito hospitalario, por ser aquel en que las enfermeras se ven mayormente expuestas a factores de riesgo laboral durante sus embarazos. La recolección de la información se realizó entre febrero y junio de 2014. Participaron 10 enfermeras, cinco provenientes del sector privado y cinco del público, captadas mediante la estrategia de bola de nieve en que las participantes fueron refiriendo a otras compañeras. Se utilizó una entrevista semiestructurada; el análisis de contenido de las narraciones obtenidas se realizó con apoyo del software Atlas ti 7. Por ser este un estudio de riesgo mínimo (22) se utilizó un consentimiento informado de tipo escrito. Los nombres de las participantes fueron cambiados por seudónimos para preservar su privacidad.

Principales hallazgos del estudio

Caracterización de las participantes

El rango de edad de las participantes en la investigación está comprendido entre los 26 y 37 años. La totalidad de las participantes contaba durante su embarazo con afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud SGSSS, dentro del régimen contributivo. La tabla 2.1 permite visualizar la distribución de las participantes en cada uno de los dos grupos de acuerdo con el nivel de formación:

Tabla 2.1. Nivel de formación


Nivel de formaciónSector privadoSector público
Pregrado14
Posgrado41

Fuente: datos de la investigación

Es de destacar que entre los campos de especialización de las cinco enfermeras que han realizado estudios de postgrado se encuentran oncología, radioterapia, calidad de los servicios, enfermería cardiorrespiratoria y salud ocupacional. La tabla 2.2. muestra el tipo de contratos laborales con que contaban las participantes durante el periodo en que estuvieron embarazadas.

Tabla 2.2. Tipo de contrato laboral


Tipo de contratoSector privadoSector público
Término indefinido52
Prestación de servicios03

Fuente: datos de la investigación

Quienes laboraban en entidades privadas durante su embarazo, en su totalidad contaban con contratos laborales a término indefinido, mientras solo dos de quienes laboraban con entidades públicas poseían ese tipo de contrato. La situación de ser contratista y no contar con un contrato laboral estable la describe Julia de esta manera:

Nosotras somos contratistas, por prestación de servicios, entonces a nosotros no nos dan días compensados, inclusive cuando me fui a licencia de maternidad tuve que terminar el contrato arriesgándome a que de pronto cuando volviera no estuviera el trabajo [sic].

El área de trabajo incide en el tipo de riesgos a los que pueden verse expuestas las enfermeras en sus gestaciones. En el presente estudio las áreas de desempeño se han resumido en la tabla 2.3.

Tabla 2.3. Áreas de desempeño


NivelÁreas de desempeño
Sector público-Urgencias (2)-Quirúrgica (1)-Sala de partos/neonatología (1)-Pediatría
Sector privado-Cuidado paliativo (1)-Oncología (3)-Hospitalizaciones (1)

Fuente: datos de la investigación

Al observar las áreas de desempeño de las participantes durante sus embarazos se establece que sus actividades profesionales están entre aquellas que pueden generar una alta vulnerabilidad durante la gestación, por cuanto sus ámbitos de acción las pueden exponer a factores de riesgo físico como las radiaciones y factores de riesgo químico, biológico y ergonómico, relacionados estos últimos con posturas y movimientos inadecuados que traen como consecuencia fatiga física, sobre esfuerzo y lesiones osteomusculares, adicional a la extensa carga de trabajo que representan los servicios de urgencias.

En la tabla 2.4. se consignan datos relativos a la salud sexual y reproductiva de las participantes que dan cuenta de aspectos como la paridad, el número de abortos previos y las condiciones del último embarazo.

Tabla 2.4. Salud sexual y reproductiva


NivelValores de referenciaNúmero de participantes
Número de hijos15
25
Número de gestaciones12
27
41
Abortos08
11
21
Asistió a controles prenatales10
No0
Complicaciones en el embarazo6
No4
Semanas de gestación (última gestación)331
375
384
401
Embarazo planeado9
No1

Fuente: datos de la investigación

Con respecto a su paridad se puede decir que al momento de sus embarazos las participantes contaban con máximo dos hijos. Las participantes asistieron en su totalidad a control prenatal, lo cual habla de que en este grupo estuvo presente el autocuidado durante la gestación. La mayor parte de las participantes informaron que sus embarazos fueron deseados aunque en un caso no estaba planeada la gestación para ese momento; nueve de los diez embarazos fueron a término. Nótese que dos de las diez participantes han tenido abortos. De igual modo, seis de ellas mostraron complicaciones en su último embarazo, aspecto que resulta inquietante en un grupo de diez mujeres y que llevó a las investigadoras a explorar desde la perspectiva de estas participantes los riesgos experimentados en su vida laboral.

Veamos los seis casos que presentaron complicaciones y situaciones de exposición al riesgo durante su gestación (tabla 2.5.)

Tabla 2.5. Complicaciones durante el embarazo y exposición al riesgo descritas por las enfermeras


Fuente: datos de la investigación

Como se observa en la tabla 2.5., en tres casos se presentó diabetes gestacional (en uno de estos se presentó también preeclampsia y en otro restricción del crecimiento intrauterino y placenta baja) mientras en dos casos se refirió amenaza de parto pretérmino y en uno hematoma retrocoriónico; en todos los casos en que se presentaron complicaciones las enfermeras relataron haber estado enfrentadas a riesgos psicosociales. De acuerdo con Marrero et al. (23) los trabajos que implican alta tensión laboral pueden implicar riesgos para bajo peso al nacer y para un mayor número de complicaciones durante el embarazo en que, si bien poseen una causa biológica ampliamente estudiada y comprobada, no se puede dejar de lado el papel que tienen en estas interacciones los factores psicosociales y la incidencia del trabajo en los mismos “debido a que existen diferentes factores de riesgo para ambos procesos cuya contribución aún no es clara debido a la incidencia de múltiples factores relacionados entre sí” (p. 875). Se ha descrito que el estrés por parte de la madre, en situaciones percibidas por ella como aversivas o amenazantes, se correlaciona con trastornos en los infantes tales como malformaciones congénitas, disminución del peso al nacer, menor tiempo de gestación, así como alteraciones neuroendocrinas, del neurodesarrollo y comportamentales (24). Se observan de igual modo, riesgos ergonómicos, biológicos y químicos que según lo expuesto por autores cuyos trabajos fueron revisados poseen implicaciones sobre la salud durante la gestación (11-12).

Riesgos laborales durante sus embarazos

En cuanto a los riesgos laborales a los cuales estuvieron expuestas en sus embarazos, las participantes dan cuenta, en primer lugar, de aspectos que afectaron su estabilidad psicosocial, como problemas de tipo laboral; estrés por alta demanda de labores de carácter administrativo; ambiente laboral “pesado”; responsabilidades de tipo académico por cumplir y exceso de carga laboral.

Silvia, comenta lo siguiente: “Durante el embarazo la carga laboral sigue y continúa siendo muy estresante”. Sandra menciona que no rendir igual en el trabajo fue para ella motivo de preocupación:

Sentía frustración de que trataba de hacer todo pero no me rendía y yo lo atribuía al embarazo ya que anteriormente no me pasaba lo mismo, cuando no estaba embarazada [sic].

A las situaciones del diario vivir de una enfermera que labora en el área hospitalaria, se sumaron para algunas participantes las complicaciones de sus embarazos que crearon una sensación de zozobra permanente. Diana tuvo un embarazo difícil, estuvo incapacitada en varias ocasiones y ello causó conflictos en su vida laboral:

Tuve una amenaza de parto pretérmino, por lo cual estuve incapacitada (…) Lo más difícil de todo fue mi estado de salud, el poco apoyo de mis compañeros, el hecho de tener que estar presentando una incapacidad y que todos lo miren a uno como si fuera un problema [sic].

El tener un embarazo de alto riesgo afectó el estado emocional de Julia: “Obviamente, con la diabetes me preocupé bastante, por la restricción que hizo mi bebé secundario a eso” [sic].

Es de destacar que la alegría que da la expectativa de tener un hijo se ve empañada en las gestantes de alto riesgo por la preocupación relacionada con los peligros generados por su gestación y los cambios causados por la misma (25).

Además de situaciones de riesgo psicosocial como las descritas, las enfermeras se refirieron a los riesgos químicos asociados a su actividad, dentro de los cuales se destacan el suministro de yodoterapia y quimioterapias donde se manipulan medicamentos citostáticos que se caracterizan por su peligro toxicológico y propiedades mutagénicas, carcinogénicas, teratogénicas (26) así como a factores de riesgo biológico por la exposición a bacterias y a virus los cuales que pueden desencadenar enfermedades infectocontagiosas, como la varicela, que pueden causar anomalías congénitas (11, 27). En algunos lugares de trabajo no se hicieron ajustes relacionados con la actividad de las enfermeras a pesar de los riesgos de la misma para el embarazo. Diana tenía entre sus labores a cargo el suministro de quimioterapias; comenta que no se hicieron cambios en su puesto de trabajo:

Cuando se supo lo del embarazo, no me cambiaron de servicio ni se tomó alguna medida en particular. Igual yo me rehusé en algunas ocasiones a administrar quimioterapias, porque una vez llegó el oncólogo acá y me dijo ¡No! ¡Usted qué hace administrando medicamentos! [sic].

Silvia manifiesta que estuvo expuesta a diversos tipos de riesgos: “Varicela, rayos X, meningitis, factor biológico, pacientes aislados, contaminados con las diferentes enfermedades”.

Sandra describe así los riesgos a que estuvo expuesta en el servicio de urgencias:

El que prima es el riesgo con los pacientes que tienen aislamiento respiratorio, con TBC positiva ya diagnosticados en tratamiento y que tuve que tener a cargo mío.

Los riesgos de tipo ergonómico también fueron frecuentes, de acuerdo con los relatos de las participantes: largas jornadas laborales, esfuerzo físico, permanecer de pie, estar en posibilidad de sufrir accidentes y enfrentarse a pacientes agresivos. Esperanza describe así los riesgos a los que se vio enfrentada en el servicio de urgencias donde labora:

Jornadas de trabajo largo, sobre todo las de fines de semana, movilización de camillas, pacientes de psiquiatría, el riesgo de pacientes agresivos y pues el estrés que se maneja en urgencias; estar mucho tiempo de pie, estar todo el tiempo pendiente de una cantidad de papeleo, así tú no lo sientas, tú estás estresado todo el tiempo en el turno [sic].

La fatiga y el peso del bebé en el último trimestre, si bien hacen parte del curso de cualquier embarazo, pueden dificultar algunas actividades laborales, tal como lo menciona Milena: “el peso del bebé en el último trimestre, dificulta la movilización”.

En algunos casos entre las enfermeras embarazadas se presentó edema en miembros inferiores o lumbalgia. Veamos las manifestaciones presentadas (tabla 2.6.):

Tabla 2.6. Signos y síntomas de edema y lumbalgia durante el embarazo


SeudónimoManifestaciones
CatalinaEdema en miembros inferiores al terminar la jornada
InésEdema en los pies y en las manos
JuanitaLumbalgia y edema de miembros inferiores

Fuente: datos de la investigación

Cómo se cuidaron durante sus embarazos

Las participantes en el estudio implementaron medidas de bioseguridad y buscaron protegerse de los diferentes riesgos implicados en su actividad laboral. Con respecto a las quimioterapias y radioterapias, evitaron suministrarlas a los pacientes o disminuyeron su exposición a las mismas, tal como lo relata Catalina:

Cuando estaba acá, en la sala de quimioterapia, pues trataba de no poner mucha quimio, si colocaba, obviamente con todos los elementos de protección que siempre usamos [sic].

El distanciarse de situaciones de riesgo biológico que pudiesen afectarlas fue otro de los aspectos que pusieron en práctica las enfermeras durante sus gestaciones. Inés trabaja en el área de cuidados paliativos y está en contacto permanente con pacientes inmunosuprimidos. Para ella fue muy importante evitar hacer visitas domiciliarias: “No asistir a las visitas domiciliarias en el último trimestre, no podía estar a la habitación del paciente que fallecía”.

El autocuidado físico mediante la implementación de ejercicios, así como acciones para minimizar el edema y para disminuir el cansancio son descritos por varias participantes, como lo hace Catalina: “Elevar los pies para disminuir el cansancio y la inflamación de los pies”.

Un aspecto crucial que ayudó a las enfermeras a cuidarse y a aislarse de situaciones de riesgo en el ejercicio de sus actividades laborales fue el apoyo de sus compañeros de trabajo. A Milena sus compañeros la apoyaron en actividades relacionadas con el suministro de medicamentos: “Me apoyaban en la movilización de carro de medicamentos y en la administración de medicamentos”.

El soporte institucional fue determinante para la vivencia de una vida laboral armónica durante sus embarazos y las participantes que tuvieron esa posibilidad destacaron aspectos como cambios en su rutina de trabajo para minimizar riesgos, posibilidad de un manejo flexible del tiempo, contar con reemplazos para la realización de labores de mayor riesgo, contar con condiciones favorables para asistir a controles médicos, laborar en un ambiente de trabajo tranquilo y contar con disponibilidad de elementos de bioseguridad. Por ejemplo, el cambio de actividad en su vida laboral fue favorable para Juanita: “Pasé a una labor mucho más administrativa que no representaba una exigencia tal como sucedía en piso”.

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