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Etapa I:

Los padres iniciamos con un noviazgo, nos entendemos, nos amamos y decidimos embarazarnos, esperamos con ansias tener a nuestro hijo en los brazos, luego vienen la infancia, juegos, risas, juguetes. Hasta este momento, todo nos resulta una maravilla.

Etapa II:

Nuestros hijos viven la infancia, les inculcamos los deberes y las responsabilidades, les imponemos reglas, inician su búsqueda de identidad, personalidad, pubertad, rebeldía, entre otras. Y es en este punto donde se nos convierte en un gran desafío tratar de enseñar y educar a nuestros hijos.

En ocasiones lo vemos lindo en la teoría, pero la realidad es que en la mayoría de los casos los hijos no les tienen confianza a sus padres, por el contrario, piensan que sus padres son anticuados, y en consecuencia manifiestan actitudes poco agradables, acompañadas de frases como:

 “Yo ya sé eso”.

 “Estás equivocado”.

 “Mi amigo es más inteligente que tú”.

 “Deja el fastidio”.

 “Tú nunca me entiendes”.

 “Contigo es imposible hablar”.

 “No es tu vida, es la mía”.

Y muchas otras frases negativas que pueden hacer sentir mal a cualquier padre, de tal modo que, si alguna vez te ha sucedido, es muy normal que te sientas mal, pero como te dije anteriormente, no estás solo.

Aquí te presento un tip muy valioso: “El equipo Super Power”.

Es importante saber que padre y madre tienen que conformar un perfecto equipo, cohesionado y unido, independientemente de su relación sentimental e interpersonal, el objetivo es el bienestar de sus hijos.


Para alcanzar el éxito en primera instancia, el equipo Super Power debe empezar a reconocer y eliminar frases como:

 “A tu papá/ mamá le puede molestar eso”.

 “Mamá es consentidora”.

 “Papá es amor estricto”.

 “Pregúntale a tu papá/ mamá, si dice que sí está bien, lo podrás hacer”.

 “Tu hijo/a se está portando mal”.

Tal vez tú habrás repetido algunas de estas frases, sin ninguna mala intención, pero es momento de eliminarlas, o mejor dicho, reemplazarlas, ya que frases como estas, repetidas continuamente, envían información al subconsciente, y pueden generar pensamientos negativos en nuestros hijos, como por ejemplo:

 “Mi papá/ mamá no tiene carácter”.

 “Mi papá/ mamá siempre me dice que no”.

 O peor aún: “papá/ mamá no me quiere”.

De allí lo delicado de todas las palabras que les decimos a nuestros hijos.

Aquí les muestro unos ejemplos de cómo podemos reemplazar estas frases:

 “Cuando llegue papá/ mamá hablaremos al respecto, nos pondremos de acuerdo y luego te damos una respuesta”. (En caso de que el niño/a solicite un permiso).

 “No nos parece aceptable tu comportamiento”. (En caso de que el niño/a haya cometido una falta).

 “El niño/a no se está portando de la mejor manera”. (En caso de que este comunicando que el niño/a ha sido desobediente).

Como puedes notar, estas frases muestran que tanto papá como mamá están involucrados y comprometidos con el mismo grado de responsabilidad y poder de decisión, de modo tal que el niño no encontrará debilidad en ninguno de los padres.

EQUILIBRIO

Les tenemos que mostrar a nuestros hijos que papá y mamá son el equipo Super Power, un equipo sólido, estable, compenetrado y que ambos están de acuerdo en cada una de las decisiones concernientes a la formación y educación de ellos.

No es fácil cambiar de buenas a primeras el modo que cada quien tiene de expresarse, por esa razón te sugiero que lo pongas en práctica diariamente, esto permitirá que poco a poco te vayas empoderando aún más en tu rol como padre coach. Así mismo, tendrás un doble beneficio, ya que tus hijos van a imitar el modo de responsabilidad y compromiso que les estás impartiendo, creando un efecto de reciprocidad. Recuerda no perder de vista que eres el primer ejemplo de vida de tus hijos.

Un punto muy importante es: ¿cómo conseguir el equilibrio entre nuestras aspiraciones como padres y los deseos genuinos y únicos de nuestros hijos?

Esta es la gran pregunta que nos hacemos todos los padres, en algún momento del proceso de enseñanza de nuestros hijos:


¿Lo estoy haciendo bien?¿Soy muy flexible?¿Estoy siendo muy estricto?¿Mi hijo me tiene confianza?¿Sabrá escoger sus amistades?¿Elegirá bien su carrera?¿Sabrá defenderse solo?¿Será buena persona?

En definitiva, todos los padres nos cuestionamos a cada instante.

Ahora bien, vamos a reflexionar sobre esta pregunta:

¿QUÉ ES UN PADRE?

Para mí, ser padre es un acto que realizamos desde el nacimiento de nuestros hijos, hasta el fin de nuestros días, es decir, es un rol de nunca acabar.

En realidad no existe un manual completo ni perfecto donde se nos dicten instrucciones para criar y educar a nuestros hijos; de igual modo, es conveniente decir que todos los seres humanos somos diferentes, en consecuencia, la experiencia de un padre es totalmente distinta a la de otro padre.

Sin embargo, la sociedad, la familia, la idiosincrasia, los paradigmas, entre otros, han creado un estereotipo de cómo educar y llevar a nuestros hijos por el gran sendero de la vida, sin dejar de mencionar que también nos dejamos guiar por nuestras emociones, instintos y sentimientos.

He aquí un pequeño compendio de varias lecturas y experiencias, para ilustrar qué es un padre o, mejor dicho, cómo es el deber ser de un padre:

 Tiene que dar el ejemplo.

 Tiene que dar cariño.

 Tiene que dar amor.

 Tiene que ser comprensivo.

 Tiene que ser paciente.

 Tiene que ser tolerante.

 Tiene que ser comunicativo.

 Tiene que ser respetuoso.

 Tiene que desarrollar la confianza en el niño.

 Tiene que aconsejar y orientar al niño.

 Tiene que inculcar valores, respeto y disciplina.

 Tiene que apoyar y colaborar con su hijo.

En teoría, desarrollando estas actitudes tendremos hijos felices y sanos.

Pero lo que no nos dicen es cómo crear o desarrollar esas actitudes, y es allí donde inicia nuestra odisea buscando los métodos más adecuados para ser mejores padres. Seguimos las sugerencias de los maestros, los profesores, el psicólogo, el pediatra, el pastor, el cura, de los abuelos, de nuestros amigos, de los programas de televisión, y un sinfín de recomendaciones.

Por lo que, en ocasiones, muchos padres terminan adoptando o heredando creencias como:

 “Gracias a que mis padres fueron estrictos soy un hombre/mujer de bien, yo también seré estricto/a con mis hijos”.

 “Mis padres me castigaban severamente, y eso me hizo ser constante y disciplinado/a, yo debo ser igual con mis hijos”.

 “Jamás le haré a mi hijo lo que mis padres hicieron conmigo”.

 “Mi hijo me tiene que ver más que un padre, me tiene que ver como un amigo/a”.

 “Tengo que ganarme su confianza, siendo su confidente y cubriendo sus faltas”.

 “Debo comprarle muchos regalos, para reconocer sus esfuerzos”.

 “Lo complaceré en todo, siempre será mi bebé”.

 “Es solo un niño/a, no sabe lo que hace”.

Creencias que en ocasiones suelen ser limitantes para el buen desarrollo del rol propio y único que debe formar cada padre.

La realidad es que no todos son excelentes padres y ningún hijo es igual a otro. No está mal escuchar sugerencias de otras experiencias, pero la clave es “escuchar”, y tomar lo que verdaderamente nos conviene, siguiendo nuestro propio discernimiento. Está en cada padre saber qué es lo realmente bueno para su hijo.

EL COACHING COMO HERRAMIENTA PARA POTENCIALIZAR LAS FUNCIONES DE LOS PADRES

Ahora te quiero mostrar el coaching como herramienta para potencializar las funciones de los padres.

Como coach integral profesional, te puedo decir que “el coaching es el servicio que se le brinda a una persona para que logre su autoconcepto, a través del acompañamiento y la comunicación asertiva, sin llegar a los prejuicios, cuidando en todo momento de no direccionar sus acciones, creando un ambiente de confianza, acompasando a través de la escucha activa, para lograr descubrir sus potencialidades humanas por medio de sus aptitudes y actitudes; despertando el interés de la persona, sobre temas filosóficos y de crecimiento personal, promover y despertar en ellas una actitud ciento por ciento positiva, así como su autodeterminación, destacando que su autorrealización se encuentra dentro de su “ser”, haciéndole saber que la mejor herramienta para alcanzar las metas propuestas es su propia inspiración y la convicción que tenga en realizarlas”.

El coaching puede manejarse en diferentes campos de acción, por lo que existe una amplia variedad de tipos de coaching.

Para darle estructura y contenido a los Diez pasos para ser padre y coach de mi hijo, me apoyé en el coaching de vida, el coaching transformacional y el coaching personal (Life Coaching), los cuales puse en práctica cada día para potencializar mi labor como madre.

Para que tengas una idea, te mostraré de manera resumida lo que comprende cada tipo de coaching.

Coaching de vida:

Engloba:

 Las relaciones interpersonales.

 La planificación de una carrera.

 Finanzas.

 Manejo del estrés.

 Gestión del tiempo.

 Estilos de vida.

Fuente: ACIP

Coaching transformacional:

Afirma que todas las personas tienen un potencial ilimitado, el cual pueden aprovecharlo al máximo, para crear una nueva manera de vivir, o una mejor realidad.Fuente: ACIP

Coaching personal (Life Coaching):

Este tipo de coaching se centra principalmente en potencializar los temas concernientes a la vida privada, la profesión, la salud y las relaciones humanas.Fuente: ACIP

En estas tres ramas del coaching, me inspiré para crear el siguiente postulado:

Para ser padres coach, tenemos que crear y fomentar las buenas relaciones interpersonales de nuestros hijos, con la finalidad de generar un estilo de vida óptimo y pleno, encarando en todo momento aspectos importantes, como un proyecto de vida, la planificación de una carrera, las finanzas, las relaciones sociales, el manejo del estrés y la gestión del tiempo; reconociendo el potencial humano de nuestros hijos a través de sus actitudes y aptitudes, teniendo en cuenta que el potencial humano es la capacidad interior que tiene cada persona para “hacer”; cuidando en todo momento de no direccionar sus acciones, lo que le permitirá a nuestros hijos empoderarse de sus decisiones, obteniendo más confianza y seguridad sobre ellos mismos, haciéndoles entender y comprender que todos los seres humanos somos únicos e invaluables, que nuestro “amor propio” nos guiará a alcanzar la libertad plena y la felicidad suprema se consigue solo haciendo lo que en verdad se ama, trayéndonos como resultado estabilidad y equilibrio en nuestra vida privada, profesional, las relaciones humanas, la salud física y mental.

Katiuska Galarraga

Ahora que tienes una visión mucho más clara de lo que es coaching y en qué me he basado para escribir este libro, prosigo con lo que quieres conocer: los “Diez pasos para ser padre y coach de mi hijo”.

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67 стр. 13 иллюстраций
ISBN:
9789878718057
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