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LOS AUGUR

Con el paso del tiempo y el nacimiento de nuevas generaciones, algunos humanos lograron desarrollar habilidades psíquicas o físicas que pasarían a ser hereditarias. El primer dato que se tiene sobre una persona con dones especiales se registra en el año 2433 ET, aunque no sería hasta mucho después cuando se tendría constancia fehaciente sobre ellos. Se les conocía comúnmente como evolucionados, y los científicos naturalistas les consideraban el siguiente paso evolutivo de la humanidad. En 2890 ET, se fundó la orden Augur, como arma útil en caso de conflicto bélico, y, aunque era una organización independiente, reportaba directamente al Primer Cónsul. Sus principios se fundamentaban en las doce reglas, que definían el comportamiento de sus miembros. Desde entonces, la Unión se dedicó a buscar a evolucionados por toda la galaxia y las filas augur triplicaron su número en pocas décadas. Para fomentar la formación y desarrollo de esta nueva orden se creó la fortaleza Titán, que servía como templo para los augur, y su sede residía en el planeta Juno. Allí aprendían a desarrollar las habilidades pertenecientes a las tres ramas evolutivas (física, psíquica y quinética) además de disponer de una formación académica para las generaciones más jóvenes, formadas por los cadetes. Se potenciaban técnicas de autocontrol, empatía, calma o resolución de conflictos. Todo con la finalidad de control sobre su poder y uno mismo, para que el último recurso de un augur fuera la confrontación abierta. Su sola presencia ya de por sí era un elemento suficientemente amenazante y disuasorio. Con el tiempo los augur conseguirían una áurea mucho más mística que engrandecería su leyenda. Su uniforme gris, casco

blanco con símbolo de media estrella que les cubría gran parte del rostro y el bastón Lituo que portaban, eran sus señas de identidad. En diversas partes de la galaxia se les conocía como los “casacas grises”. A partir de 2971 ET, la orden Augur pasó oficialmente a pertenecer dentro de la estructura militar de la Unión Colonial, conservando el Primer Cónsul el mando bajo el título de Almirante Supremo. Cuenta con aproximadamente noventa y siete mil integrantes, repartidos en toda la galaxia. La autoridad de la orden, el triunvirato, reside en la fortaleza Titán situada en el planeta Juno, donde los oficiales de alto rango y de instrucción adiestran y tutelan las jóvenes generaciones de cadetes antes de graduarse y ser asignados a una unidad o grupo especial.

Las doce reglas por las que se regían los augur antes de formalizarse su pase dentro de la estructura militar de la Unión en 2971 ET eran:

1 La vida de un augur empieza y acaba con el respeto hacia los demás.

2 No utilices los dones augur sin motivos.

3 Tu don siempre debe utilizarse con un sentimiento de justicia.

4 La técnica fluye de tu intuición.

5 El espíritu de un augur nunca debe divagar.

6 La negligencia atrae al fracaso.

7 No hay poder sin raciocinio.

8 La consagración de un augur a la justicia es de por vida.

9 En el arte de dirigir reside el secreto de combatir.

10 No fomentéis la idea de vencer, pero tampoco la de ser vencido.

11 Adapta la actitud en función del contrincante.

12 El pensamiento y la razón son la mejor arma de un augur.

A pesar de estar ya inactivas, las doce reglas siguen siendo una fuente de inspiración para los augur, y siguen colgadas en el salón principal de la fortaleza Titán como un mantra para las jóvenes generaciones de cadetes que allí se entrenan.

GUERRA DE SECESIÓN GALÁCTICA

Con el tiempo, se produjo distanciamiento y cierta desconexión entre las colonias más desarrolladas económicamente, encabezadas por Tellus y sus Cinco Estados, con las colonias más alejadas y pobres en la galaxia, que estaban integradas por los sectores espaciales Deywós, Horos, Forctis y Vires. Las colonias de estos sectores mostraron su malestar por las elevadas tasas e impuestos sobre algunas materias primas básicas, que se aplicaban desde magistratura y el Consejo Federal para sufragar gastos que permitieron el crecimiento en las colonias más desarrolladas mientras que los sectores exteriores apenas podían afrontarlas.

Esa separación acabó en confrontación de clases, que tuvo su origen en 2951 ET cuando una oleada de protestas desde las colonias exteriores acabó conduciendo a la primera guerra civil galáctica. Los planetas de Cival o Kaupang, del sector Vires, y Trondheim, del sector Forctis, encabezaron la secesión de los sectores más desfavorecidos que, incumpliendo las leyes y los tratados establecidos sobre los impuestos, se declararon independientes de la Unión Colonial para fundar la nueva CPL (Confederación de planetas libres) y unificar sus milicias sectoriales en una sola flota militar.

Los representantes de los Cinco Estados de Tellus tanto en magistratura como más tarde en el consejo presionaron para que se adoptaran medidas represivas contra los sectores planetarios secesionistas y la recién creada CPL, y en una sesión extraordinaria se aprobó el envío de una flota de la Unión Colonial a los sectores exteriores para persuadir de cualquier acción subversiva por su parte. Así mismo, los representantes de la CPL anunciaron que la presencia de cualquier navío de guerra en sus órbitas espaciales sería interpretada como un acto de guerra y actuarían en consecuencia.

La batalla del planeta Dorkhal, en el sector Deywós, dio comienzo al conflicto. Los acorazados estelares de la Unión Colonial no dieron opciones a la pequeña flota colonial que defendían las estrellas azules. Esta superioridad manifiesta desde casi el principio, también tuvo su daño colateral, al granjear cierta simpatía para las colonias exteriores entre algunos representantes en magistratura, que defendieron el diálogo y el acuerdo antes que la represión armada. La voz más significativa de este movimiento fue la de los parlamentarios de Damassos que exigieron durante la sesión de control del Magisterio el fin de las hostilidades y la creación de una comisión negociadora para la paz.

Las colonias exteriores contraatacaron, y destruyeron las bases de la Unión cercanas a la órbita de Beled, frenando el avance de las fuerzas de la Unión por el sector Pax.

DIVISIÓN Y NEUTRALIDAD
DE LOS AUGUR

Al alargarse más de lo previsto las confrontaciones armadas, la magistratura deliberó acerca de la conveniencia de que la orden Augur interviniera activamente en el conflicto. La flota, muy superior a la rebelión colonial, no era capaz de sacar ventaja y conseguir la rendición incondicional del adversario, por lo que la confrontación se estaba alargando más de lo que era esperado. Por primera vez se debatía en magistratura y en el Consejo Federal el envío de los augur para fines puramente bélicos. A su vez, dentro de los propios augur existía cierta división sobre el papel que debían desempeñar en esta disputa a causa de sus leyes fundacionales. Entendían que, debido a ellas, no debían interponerse entre los intereses de las agraviadas colonias exteriores y el afán del Consejo Federal por mantener el poder de la Unión Colonial dentro de la galaxia.

A pesar de todos los debates que suscitó esta dicotomía, desde la magistratura finalmente se aprobó la ley 3.24 para la intervención de los augur en el conflicto. El consejo ratificó la nueva ordenanza por mayoría absoluta, y el Primer Cónsul se prestó raudo en dar el mandato para que se movilizaran en apoyo de la Unión y combatiendo al secesionista rebelde.

Los augur, sin embargo, al conocer la resolución final dictada por el consejo, se declararon neutrales en el conflicto desobedeciendo así por primera vez las indicaciones de un Primer Cónsul de la Unión Colonial. Esto acarrearía consecuencias inesperadas y relevantes para el futuro de la orden. Los augur fueron intervenidos militarmente, y sus líderes hechos prisioneros y juzgados por desacato. El almirante James Thrownill, se tomó las riendas de la orden, erigiéndose como el primer líder militar no evolucionado de la misma. La elección de Thrownill para dirigir a los augur no estuvo exenta de polémica, ya que tenía fama de persona muy ambiciosa y poseedora de pocos escrúpulos. Por algo era el almirante más joven de la flota. Consiguió llegar al cargo antes de cumplir los cuarenta años, en una fulgurante carrera dentro de la academia militar.

Con Thrownill al frente, los augur finalmente se movilizaron a la zona del conflicto. La flota de la Unión aprovechó la ocasión para atacar Trondheim, y tras veintidós días de combate, cayó la capital Lordhain. Dos meses después, el planeta entero se rendía. Sin duda alguna, la intervención de los augur había tenido mucho que ver en esa rápida victoria.

La caída de Trondheim fue un duro golpe para las colonias exteriores, pues perdían a uno de sus grandes bastiones e impulsores de la secesión. Aun así, durante los meses siguientes protagonizaron diversos golpes contra intereses de la Unión en la galaxia, siendo el más importante el atentado realizado en la propia magistratura, que causó un gran número de bajas entre militares, políticos y personal civil. Tras este suceso, la venganza de Thrownill no se hizo esperar. Su división especial, llamada los guerreros Blazar [2] , formada por los augur más poderosos, arrasó el planeta Corintian (de donde se sospechaba que salieron los autores materiales e intelectuales que perpetraron el atentado) sin contemplación provocando el mayor número de víctimas civiles desde el inicio del conflicto. Fue un hecho considerado vil y exagerado, vengativo, que supuso la última acción protagonizada por los augur durante el primer gran conflicto. A partir de entonces, y horrorizados por acciones que poco tenían que ver con la justicia y en defensa del sistema establecido, la orden Augur se declaró en rebeldía contra el almirante. Finalmente, y tras intensos combates, Thrownill fue obligado a huir junto con algunos de sus lugartenientes más importantes. Apareció muerto en las rocosas negras del sector Kairós, en el planeta Argyll. Nunca se supo que había sucedido y las circunstancias que rodearon la muerte del almirante siguen teniendo un halo de misterio.

Mientras proseguían las batallas por todo el sector exterior, la Unión Colonial también tuvo que enfrentarse a una gran división interna pues muchos magistrados creían que después de los actos de Corintian se habían sobrepasado todos los límites. La tensión desembocó en la dimisión del Primer Cónsul Marcus Aldwin, debido a la presión ejercida por muchos de los representantes del Consejo Federal y otros organismos sociales y políticos de la galaxia que empezaban a estar cansados por la duración del conflicto.

Durante el bloqueo y sitio al planeta Civel, y coincidiendo con la reciente elección de un nuevo Primer Cónsul, se produjeron negociaciones de paz entre los dos bandos enfrentados. La Unión Colonial ofreció amnistía a los líderes coloniales a cambio de una rendición total. Estos se mostraron abiertos a llegar a un acuerdo, siempre y cuando el consejo estuviera dispuesto a conceder algunas reivindicaciones y realizar grandes cambios de estructura en la Unión Colonial.

El acuerdo final llegó un 20 de octubre de 2971 ET durante la celebración del Tratado de Batum.

En el tratado firmado por ambos bandos, se pactó disolver la armada conjunta de la CPL y un compromiso por el cual la Unión volvería a restaurar las milicias militares en los sectores exteriores. A cambio, estas reducirían considerablemente sus filas en favor de los ejércitos de la Unión Colonial que sufrirían una gran reestructuración formando las doce divisiones estelares bajo el mando directo de los almirantes de la flota. Con esta decisión la Unión pretendía disminuir el número de efectivos en las milicias coloniales para asegurar una supremacía militar en los sectores que fuera suficientemente disuasoria ante cualquier secesión o revuelta. Las divisiones estelares tutelaban y supervisaban a las milicias, aunque estas no se encontraban bajo su mando directo. Además, la Unión se comprometía en destinar grandes partidas económicas anuales para los sectores exteriores, en concepto de ayuda para la exportación y explotación de materias primas y otros recursos renovables.

Un largo periodo de paz y prosperidad siguió tras el gran conflicto sin que se desatara ningún conflicto interno importante entre miembros de la Unión Colonial Estelar.

[2] Blazar, fuente de energía muy compacta y altamente variable, asociada a agujeros negros que se forman en el centro de una galaxia. Los blazares están entre los fenómenos más violentos del universo, y por ese motivo el almirante Thrownill escogió ese nombre para su división especial.

ESTRUCTURA MILITAR

La galaxia dispone de diferentes instituciones militares para su defensa global, así para los sectores coloniales y los planetas que los conforman.

Las fuerzas del orden se distribuyen en pequeñas unidades de combate, con sede en las comisarías de las ciudades y cuadrantes (barrios) importantes. Ejercen como cuerpo armado de naturaleza civil para asegurar la estabilidad de la administración municipal y territorial.

La milicia está compuesta por ciudadanos que conforman una fuerza militar regular con el objetivo de defender un sector colonial. Tras la creación de la Unión y su flota conjunta, las milicias redujeron su número de efectivos en favor de las divisiones de la UC ya que estas son las que velan por la seguridad global en última instancia. Actualmente una milicia no cuenta con más de diez mil combatientes entre flota espacial y ejército de tierra. La comandancia de la milicia tiene su sede en el planeta capital de cada sector y obedece al órgano de gobierno pertinente.

Finalmente, la Unión Colonial se organiza militarmente en una estructura piramidal, donde el mando de la flota lo ostenta el Primer Cónsul bajo el título de Comandante Supremo. Dependiendo directamente de él se encuentra la orden Augur y los doce almirantes, uno por cada sector. Los almirantes dirigen y organizan las divisiones estelares, que están compuestas a su vez por ocho ejércitos. Cada ejército se encuentra bajo el mando de un general. Las divisiones estelares están formadas por ocho ejércitos independientes y cada división cuenta con aproximadamente medio millón de efectivos en la actualidad. Su número ha ido aumentando progresivamente tras la guerra de cesión, ya que por el Tratado de Batum las milicias se vieron forzadas a reducir drásticamente su número en favor de las tropas de la Unión. Los ejércitos de la división se dividen entre cuerpos de infantes (ejército de tierra) y la Fuerza Espacial (flota estelar). La cadena de mando dentro de las divisiones estelares la forman soldados (unidades rasas), sargentos (líderes de unidad), capitanes (al mando de una escuadra), generales (jefes de ejército) y finalmente almirantes (comandantes de división).Los augur se dividen en tres funciones: fuerzas de choque, operativos especiales y equipos de investigación. Las fuerzas de choque se emplean básicamente como un destacamento militar, y los rangos establecidos son iguales a los utilizados en las divisiones estelares. Los operativos espaciales los conforman aquellos augur con las habilidades más desarrolladas, siendo todos sus miembros de alta graduación y coordinados conjuntamente con el alto almirantazgo. Los equipos de investigación suelen estar formados por psíquicos y quinéticos, y actúan de manera más local, colaborando con las fuerzas del orden de cada planeta en la resolución de actos criminales. Cuando aparecen, siempre asumen el mando del caso pertiente.

MANDATARIOS
DE LA GALAXIA

El Primer Cónsul es el responsable político de la administración general de la Unión Colonial, el cargo político más alto de la galaxia al que se accede por influencia y reconocimiento. También tiene el control final del poder ejecutivo del Consejo. No hay restricciones de mandatos para un Primer Cónsul. Cada mandato dura cuatro años y el candidato propuesto puede ser reelegido todas las veces que se postule siempre y cuando tenga el respaldo mayoritario de la Cámara Alta frente a los otros aspirantes al cargo. En caso de muerte, destitución, dimisión, o renuncia de un Primer Cónsul, el administrador de la cámara asume el control hasta que un nuevo Primer Cónsul es propuesto por unanimidad de la Cámara Alta y aceptado por el Magisterio. Desde la fundación de la Unión Colonial, se han elegido doce primeros consejeros, con mandatos que van desde los 4 a los 30 años.

Kieran Freud: fue el primer hombre en ser nombrado como Primer Cónsul en la recién creada Unión Colonial Estelar. Nació en el planeta Ajka del sector Gaya, aunque gran parte de su formación se desarrolló en Tellus. Se estrenó en el cargo durante el año 2876 ET (fundación de la UC). Fue el principal artífice e impulsor de la ley estelar y constitución única, documento por el cual se rige la galaxia.

Francis Gibbs: Primer Cónsul originario de Dundalk, estuvo en el cargo des del año 2888 al 2896 ET. Bajo su mandato se creó la orden Augur, para proteger y garantizar el orden en la galaxia.

Aiman Rashid: fue comandante arcadio antes de llegar a Primer Cónsul durante los años 2896 y 2904 ET. Se convirtió en el primer líder militar en ocupar este cargo. Precisamente destacó por promover y crear un gran ejército al servicio de la Unión Colonial para no depender en demasía de las milicias y fuerzas sectoriales, y por su implacable lucha contra los clanes piratas que asolaban las rutas comerciales en el territorio de Anástasis.

Víctor Nboula: la historia le sitúa como el único de los Primer Cónsul en ser asesinado. Criado en un planeta pobre, Siriak, en el sector Deywós; destacó en su faceta de pensador y humanista. Llegó al Consejo Federal en el año 2899 ET, y fue nombrado en 2904 ET para el cargo de Primer Cónsul. Su muerte se produciría apenas tres años después, cuando las mafias locales de Artemia, esclavistas que habían sido perseguidos desde el ascenso de Nboula, le asesinaron durante una visita de carácter oficial al planeta Eger en Ananké. Se especuló con la involucración de miembros del Consejo Federal en el asesinato, pero este hecho nunca fue probado y se quedó como simple teoría de conspiración.

José Dell’Aqua: prominente político de Tanneris que fue nombrado Primer Cónsul. Anteriormente se había destacado como primer ministro, consiguiendo que su planeta alcanzara desarrollo y potencial similar a Tellus. Durante su mandato en el Consejo Federal se acrecentaron las rivalidades entre ambos sectores coloniales, confirmándose las diferencias entre Tanneris y los Cinco Estados de Tellus. Ocupó el cargo entre los años 2907 y 2916 ET.

Norman Janusz: fue el primer político de Tellus, siendo representante de Darras, en ser nombrado Primer Cónsul. Elegido con honores en 2916 ET. Durante su mandato fueron constantes sus desavenencias y enfrentamientos con el resto de Cinco Estados, en permanente disputa por el dominio de la galaxia. Aun así, consiguió mantenerse en el cargo bastantes años en parte gracias a su labor en materia económica ya que la galaxia vivía su época de máximo esplendor. En 2928 ET abandonaba el cargo, por enfermedad repentina. Moriría cuatro años más tarde.

James Sybill: fue un Primer Cónsul nacido y criado en Hyderbad, siendo el primero del sector Astra en llegar al más alto cargo de poder en la galaxia. Considerado como un gran político y mediador, consiguió cohesionar los Cinco Estados de Tellus en un momento de máxima tensión tras el mandato de Norman Janusz como Primer Cónsul. El planeta Tellus superó una prueba muy dura y estuvo al borde de la guerra total. Sybill ejerció en el cargo entre los años 2928 y 2944 ET.

Marcus Aldwin: Primer Cónsul durante los años 2944 al 2970 ET. Su mandato es conocido por ser el Primer Cónsul durante la guerra de Secesión, factor por el cual estuvo mucho tiempo al frente del Consejo Federal en régimen de jurisdicción especial otorgada por el acta de guerra firmada en 2952 ET. Fue además el primero obligado a abdicar de su cargo, hecho fundamental para que la guerra que asolaba la galaxia llegara a su fin.

Edward Bright: Primer Cónsul tras el gran conflicto. Era apodado el “conciliador”. Propulsó medidas y leyes para cumplir las reivindicaciones de las colonias exteriores y una justicia igualitaria en toda la galaxia. Su legislatura duró treinta años para garantizar el cumplimiento de los tratados durante la post guerra, siendo efectivo del 2970 al 3000 ET (año en que se derogó la ley de jurisdicción especial volviendo a la normalidad), y convirtiéndose así en la persona que ha ostentado el mandato más largo en la historia de la UC.

Robert Koman: fue un miembro importante de “la orden de los treinta”, la oligarquía que gobierna de manera autoritaria el planeta Olimpia. Lo nombraron Primer Cónsul en 3001 ET. Favoreció los intereses del sector Gaya, cosa que disgustó bastante a su propio sector de origen, con el cual tuvo más de un desencuentro. Por ese motivo también se granjeó un corriente de antipatía dentro del Magisterio. Intentó promulgar leyes para militarizar aun más la Unión Colonial ante la burguesía descontenta que ostentaba el poder legislativo, pero fue perdiendo todos sus apoyos. Su mandato fue corto y en 3005 ET abandonaba el cargo tras numerosas presiones.

Hadid Majanik: llegó al poder en 3005 ET. Destacó por su beligerancia contra la orden Augur, lo que le albergó muchos calificativos de segregacionista. Desde lo sucedido en Corintian durante la guerra de Secesión, era habitual tener cierto recelo y miedo hacía aquellos que eran diferentes, y las personas con habilidades especiales se convertían en peligrosas a ojos humanos. Los augur sufrieron varios ataques, y siempre se especuló con la involucración del Primer Cónsul en todos ellos. A pesar de su intolerancia e intransigencia mostrada en algunas medidas que resultaron impopulares, tuvo muchos seguidores entre la opinión pública. Se retiró en 3011 ET por motivos personales. Desapareció de la vida pública.

Kiir Déby: actual Primer Cónsul. Ocupó el cargo en 3011 ET sucediendo a Majanik. Su carrera se desarrolló en el mundo empresarial, estando en el consejo directivo de varias empresas multiespaciales dentro del sector recursos minerales, siendo Klinbenger & Admon, Génesis AX o Next-GM las más importantes en las que había desarrollado su vida laboral.

399
430,07 ₽
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525 стр. 9 иллюстраций
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9788417334352
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