Читать книгу: «Argentina: Las canciones de su folklore», страница 4

Шрифт:

Antes del texto de la zamba, adjunto el poema de la Storni en que se basa:

VOY A DORMIR

Dientes de flores, cofía de rocío,

manos de hierbas, tú, nodriza fina

tenme prestas las sábanas terrosas

y el edredón de musgos encardado.

Voy a dormir, nodriza mía; acuéstame.

Ponme una lámpara a la cabecera;

una constelación: la que te guste;

todas son buenas; bájala un poquito,

déjame sola: oyes romper los brotes...

Te acuesta un pie celeste desde arriba

y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono,

le dices que no insista, que he salido.

Alfonsina Storni - 1944

ALFONSINA Y EL MAR

Zamba

Letra: Félix Luna

Música: Ariel Ramírez

Grabado por: Mercedes Sosa, Los Cantores de Quilla Huasi, Amelita Baltar, Opus 4, Los Sabandeños, Ariel Ramírez, Patricia Sosa, Luis Salinas, Alberto Cortez, Alberto Castelar, Los Nocheros, Cholo Aguirre, Marián Farías Gómez, Chango Farías Gómez, Ginamaría Hidalgo, Gauchos 4, Jairo, Los Andariegos, Uña ramos, Los Tucu Tucu, Yamila Cafrune, Jorge Rojas «El Negro», Sergio y Estíbaliz, Graciela Susana, Los Panchos, Lucho Gatica, Betty Misiego, Tania Libertad, Roberto Palmer, Maya, César Isella, Julia Elena Dávalos, Las Voces Blancas, Norah Zapata, Carmen Guzmán, Chabuca Granda, Julia Zenko, Fortunato Ramos, Grupo Azul, Enrique Coria, Hugo Díaz…

Por la blanda arena que lame el mar,

tu pequeña huella no vuelve más.

Un sendero solo de pena y silencio

llegó hasta el agua profunda;

un sendero solo de penas mudas

llegó hasta la espuma.

¡Sabe Dios qué angustia te acompañó;

qué dolores viejos calló tu voz;

para recostarte arrullada en el canto

de las caracolas marinas!

La canción que cantan,

en el fondo oscuro del mar, las caracolas.



Te vas, Alfonsina, con tu soledad:

¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?

Una voz antigua de viento y de sal

te requiebra el alma y la está llevando.

Y te vas hacia allá como en sueños,

dormida, Alfonsina, vestida de mar.

Cinco sirenitas te llevarán

por caminos de algas y de coral

y fosforescentes caballos marinos

harán una ronda a tu lado.

Y los habitantes del agua van a jugar,

pronto, a tu lado.

Bájame la lámpara un poco más.

Déjame que duerma, nodriza, en paz.

Y si llama él, no le digas que estoy;

dile que Alfonsina no vuelve.

Y si llama él no le digas nunca que estoy;

dí que me he ido.

021. Alma guaraní

Aunque viendo el comportamiento de algunos, parece que la razón se inclina a adherirse a las teorías que niegan la existencia del alma, lo cierto es que, con uno u otro nombre (interior, espíritu, esencia, psiquis profunda...), terminamos admitiendo que el ser humano no es solo la suma de instintos y materia, y que posee algo más que le hace digno y trascendente.

Se habla también de que, tal como los individuos, cada pueblo posee esta composición particular de alma y cuerpo que constituyen su personalidad como nación.

Al respecto, en el marco de las reflexiones que suscita el camino al bicentenario de nuestra independencia, me ha llamado la atención la cada vez más frecuente asociación del alma de nuestro pueblo a nuestro origen guaraní, en detrimento de nuestro otro 50% histórico-existencial proveniente de España. Así, resulta que nuestra alma es guaraní, nuestra garra es guaraní, nuestro aguante es guaraní... pero nuestros defectos son todos de origen europeo.

Aunque se admite que el paraguayo es mestizo y su historia está totalmente ligada al mestizaje hispano-guaraní que se produjo desde la colonia, parecería que en un afán de reivindicación de los en realidad explotados y marginados aborígenes, resulta que ahora es casi una grosería en el ámbito cultural o educativo tratar de rescatar algo positivo de la herencia europea o criticar algo de la guaraní en lo que hace a nuestro ser nacional.

Simplificando, lo políticamente correcto hoy es alabar y super valorar todos los detalles —muchos de ellos en verdad estupendos— del legado cultural y hasta genético de los «morenos, naturales y pacíficos guaraníes», y despotricar, machacar o, peor aún, ignorar y suprimir todo lo que en nosotros tenemos de herencia específicamente de los «blancos, malintencionados y violentos españoles».

Se percibe entre muchos intelectuales de esta corriente de pensamiento una suerte de cruzada anticolonial, entendible —aunque no justificable— al recordar, por ejemplo, los prejuicios raciales contra «la sangre guaraní» del «civilizador Sarmiento» tan extendido en textos y costumbres de nuestra gente que aún hoy llama «guarango» a todo lo bajo y perjudicial de nuestra forma de ser, o también ante los residuos de esa intolerancia que se vivió hasta hace no poco tiempo contra nuestra bella lengua nativa. Sin embargo, este discurso, al parecer tan idealista, no se conmueve de la realidad. Constituye más bien una prédica ideologizada que pone en riesgo la confiabilidad y el sentido constructivo que debe acompañar los estudios y análisis históricos y académicos. Es una postura reaccionaria y reduccionista de la que se nutren oportunistas, sobre todo en la política, para tergiversar el valor de muchas instituciones y procesos que hacen a nuestra rica herencia cultural, tales como la contribución de la fe cristiana en la conformación de nuestro ser nacional... No es nueva la idea de asociar la pureza y la bondad a un supuesto e inexistente estado social primitivo natural e inmaculado al que la sociedad y la civilización corrompen. Recordemos a Rousseau y su idea de naturalismo. Pero es bueno recordar lo que una y otra vez la historia antigua y reciente del mundo nos hace presente: no se puede pretender construir una sociedad negando o demeritando arbitrariamente los elementos constitutivos de su historia, pasando por encima de los hechos para hacer prevalecer una visión parcial de ella —por muy noble que parezca la intención al hacerlo— sin caer, tarde o temprano, en la intolerancia, la mentira y la violencia, signos todos de decadencia moral y retroceso cultural. Y esto no hace para nada bien a nuestra alma.

(Carolina Cuenca)

ALMA GUARANI

Guarania

Letra: J. Osvaldo Sosa Cordero

Música: Damasio Esquivel

Grabado por: Ariel Ramírez, Los Cantores de Quilla Huasi, Los Indios Tacunau, Ramona Galarza, Chacho Aranda, Samuel Aguayo, Trío Cocomarola, Raúl Barboza, André y su conjunto, Julio Molina Cabral, Julia Elena Dávalos, Rudi y Nini Flores, Argentina Rojas, Luis Alberto del Paraná, Facio Santillán, Los Junqueros, Los Changos de Anta…

Raza del guayakí

la selva no te ha olvidado,

tu alma guaraní

perdura en el sueño amado…

Y desde el verdor del monte natal

la brisa sutil del tiempo estival

nos vuelve a traer tu voz secular.

Es la misma que ayer

echaba a volar al viento

cuitas de un querer

con hondo y nativo acento…

Es la voz racial que no morirá

mientras el crisol de algún «mbaracá»

su pena a su amor convierta en cantar.

Alma guaraní,

quietud en los naranjales,

alma guaraní,

lamento de los yerbales…



Vibra tu

tradición

en la luz

y en la flor...

Lo mismo que el manantial

sin ningún rumor aflorando vas

y en riego de amor bendiciendo estás,

alma guaraní, la heredad natal.

022. Amar amando

La versatilidad creadora de los artistas suele siempre escapar del encasillamiento al que les quieren someter los críticos, estudiosos e incluso detractores de su obra.

Le comentaba hace unos cuantos años el chalchalero Juan Carlos Saravia a Héctor Cuevas del diario La Nación hablando sobre las canciones de protesta: «Hasta Horacio Guarany escribió temas muy lindos y otros tremendamente panfletarios». Creo que la frase no hace mucha justicia al de Alto Verde, del que por cierto tampoco recuerdo versiones chalchaleras ni siquiera de sus «temas muy lindos».

Guarany puede tener canciones más líricas y otras más comprometidas, pero es difícil que en estas últimas le abandone ese aliento poético que acompaña todos sus temas, como tampoco abandonó nunca a Pablo Neruda. Y mucho más en este ars amandi o arte de amar, que nos recuerda a Ovidio y no a Horacio y que es todo menos repetitivo. Porque el amor no es nunca amé o amaré: pregúnteselo a las parejas que se separan.

El amar es estar siempre amando.

AMAR AMANDO

Canción

Letra y Música: Horacio Guarany

Grabado por: Horacio Guarany, Ginamaría Hidalgo, Rubén Durán, Ramona Galarza, Chango Nieto, Hugo Díaz, Irene Tapia…

Amar, amar, amar:

amar de frente.

Amar, desde la vida

hasta la muerte.

Amar, amar

las cosas y la gente.

Amar de cara al sol,

sin esconderse.

¡Ay, amar como ama

el niño sus juguetes!

Amar, como ama

el pájaro su nido.

Amar, amar la flor

amar el trigo

y tu cintura fresca

del rocío.

No puedo vivir

sin amar amando:

amar como te amé

y me has amado.

Amar, amar sin

que sea pecado.

Amar, amar,

amar amando.

Recitado

Amar es dar la vida

a cada rato.

Amar es no hacer trampas:

es dar la cara.

Amar es el jugarse

por su pueblo.

Amar como te amé

y tú me amabas

¡Ay, no puedo vivir

sin amar amando:

amar como te amé

y me has amado!

Amar, amar sin que

sea pecado.

Amar, amar,

amar amando.

023. Amor y fiesta

La cueca es un género musical y una danza de parejas sueltas mixtas. Los bailarines, quienes llevan un pañuelo en la mano derecha, trazan figuras circulares, con vueltas y medias vueltas, interrumpidas por diversos floreos. Generalmente, se considera un baile de conquista del hombre a la mujer, aunque no necesariamente tiene un motivo amoroso. Su origen está cuestionado y existen diversas teorías o corrientes sobre su origen y evolución.

Se baila «bajo denominaciones más o menos diferentes» desde Colombia, pasando por Perú y Bolivia, hasta Argentina y Chile, y tiene distintas variedades, tanto en el ritmo como en la coreografía, según las regiones y las épocas, «lo único que les diferencia es el color local que van adquiriendo en distintos sitios, así también como el número de compases que varía de unas a otras».

De todos los estilos de música folklórica, es el que se presta más al humor y a la sátira. Es la cueca un baile que es también muy popular en Chile y Bolivia y que ha servido siempre de contrapunto a otros temas más serios del cancionero. Aquí, «Amor y fiesta», la cueca de Pérez Corrado conjuga picardía y sensualidad, especialmente en sus dos últimas estrofas, cuyas imágenes son de un atrevimiento poco habitual. En cuanto a su estructura poética, la cueca no se diferencia mucho de la zamba y como ella va alternando un estribillo que se repite al final de cada dos estrofas.

AMOR Y FIESTA

Cueca

Letra y música: Pérez Corrado

Grabado por: Los Chalchaleros, Carlos Torres Vila, Cantares de la Cañadita, Los Zorzales, Alma Salteña…

Una vieja se moja de aloja

y una moza coqueta y donosa,

al bailar esta cueca preciosa,

su cara de rosa se vuelve mimosa.

Una pena me deja y se aleja

y una jarra de vino me agarra

y bailando con bombo y guitarra,

comienza la farra debajo ‘e la parra.

En el día, todo es alegría;

en la noche todos van en coche.

En la fiesta, plena de color,

la voz del cantor invita al amor.



Una calle se pierde en el valle

y una china lavando en la tina,

a la sombra de la cinacina,

coqueta y divina, me mira y se arrima.

Una niña me enseña su viña

y a un racimo rosado me arrimo.

Y despacio me animo, me animo:

juntito al camino los dos nos unimos.

En el día, todo es alegría.

En la noche todos van en coche.

En la fiesta plena de color,

la voz del cantor invita al amor.

024. Andate

«Este tema fue compuesto en el año 1955 —nos cuenta Víctor Visconti—, en esa época vivíamos en la calle Nuequén 1881, en Caballito. Éramos solteros y estábamos con Mamá y le alquilamos la casa a don Pascual Maseo. La letra me pertenece a mí —a Víctor—, y la música a Abelito. Yo hice primero la letra y después mi hermano le puso la música. En esa época en La Querencia y en El Olmo, de Once. La primera grabación de este tema la hicimos en el año ‘62 en Odeón. El señor López era el director, y el tema lo hicimos en un simple con la zamba “A Bahía Blanca”, pero había alguien que tenía que salir primero que nosotros en esa compañía, y bueno, la sacaron a ella que fue un gran éxito, se llama Doña Ramona Galarza. Y a nosotros, gracias a Dios que tiraron algunos disquitos de promoción por ahí, pero a nosotros nos archivaron. Entonces yo le dije a mi hermano Abel: Algún día, no muy lejano, Dios nos va a dar la dicha de poder grabar de nuevo y vamos a grabar nuevamente “Andate” y va a ser lo que tiene que ser, y lo que fue... un éxito de Los Visconti».

ANDATE

Vals

Letra y Música: Hermanos Visconti

Grabado por: Los Visconti, Los Altamirano, Libertad Lamarque, Los Ponchos Catamarqueños, Las Hermanas Vera…

Andate, no pretendas comprarme con tus besos.

No ves que no me muero llorando por tu amor.

Mirá, si no te siento, no ves cómo me río.

Andate, que no quiero que me pidas perdón.

Que mucho mal me has hecho tal vez sin darte cuenta,

o porque fui muy buena te burlaste de mí.

No llores que ya es tarde, ¿no ves que estoy enferma

y prefiero morirme a tener que vivir?

No mojes tus pupilas que todo será inútil.

¿No ves que mi destino se derrumbó por ti?

Si cuando te di todo lo más que pude darte

me dejaste por otra burlándote de mí.

Tendrás toda tu vida que recordar tu infamia.

Tendrás toda tu vida que recordar mi amor.

Y yo no podré nunca borrar lo que me has hecho.

Con todo mi despecho te tengo compasión.

Se apague para siempre mi corazón herido,

se tornen mis pupilas sin lagrimear jamás

y en mi último suspiro tan sólo una sonrisa

te han de dejar mis labios perdonando tu maldad.

Que mucho mal me has hecho tal vez sin darte cuenta,

o porque fui muy buena te burlaste de mí.

No llores que ya es tarde, ¿no ves que estoy enferma

y prefiero morirme a tener que vivir?

025. Anduvo nomás

Si la cueca, zamba y chacarera son típicas del Noroeste Argentino, el chamamé es una de las mejores expresiones de la música del litoral y especialmente de las provincias de Santa Fe, Chaco y Entre Ríos, aunque también se cultive en otros lugares como Santiago del Estero. Las músicas son melodiosas, a veces rítmicas y de acentuado carácter. Las letras se caracterizan, en general, por un tono amoroso, paisajista y en algunos casos de carácter testimonial, como este tema poco conocido de Alvarez Quiroga, «Anduvo nomás», que cautiva por su sencillez emotiva. Su título quiere resumir en tan sólo tres palabras la vida trashumante de un pobre trabajador. Su verso final es como un epitafio que quiere expresar, tan cruda como escuetamente, el triste final de una vida de trabajo. Julio Arce, como Maturana —el de la zamba de Leguizamón— o Arana —el de la chacarera— son todos ellos los anónimos protagonistas del cancionero.

ANDUVO NOMÁS

Chamamé

Letra y música: Mario Alvárez Quiroga

Grabado por: Mario Alvarez Quiroga, Conjunto Ivoti, Los Carabajal, Riojamanta…

Anduvo nomás

guapeándole a la vida.

Anduvo nomás

corajeándole al silencio.

De aquí para allá,

cabizbajo, sin protesta.

De aquí para allá,

con sus cuatro hijos a cuesta.

Pelando caña por Tucumán,

en Chaco y Corrientes con el algodón.

Santa Fe lo tuvo entre el maizal,

bajo la tormenta, en medio del temporal.

A ese Julio Arce,

allá por Balcarce,

juntando papa

sin espalda se quedó.

026. Angélica

Vicente Cambareri más conocido como Roberto Cambaré —su seudónimo—, nació en Balcarce, Pcia. de Buenos Aires, al pie de la Sierra Barrosa, el 16 de agosto del año 1925, nos cuenta sobre su creación, Angélica.

«Fue el amor de mi vida. Sucedió allá... en el pueblito de Córdoba que se llama Salsipuedes. Yo era muy joven... me fui a vivir allí porque estaban mi hermana, mi cuñado, mis sobrinas y mi madre. Y bueno... tuve ese romance inolvidable... La canción la compuse en Mar del Plata, algunos años después, con la nostalgia, con esas cosas que quedan para siempre, en los sentimientos más hondos. La cantaron, primero Horacio Guarany en el ‘59 y después los Quilla Huasi. Empezó la canción a moverse tan rápido, que cuando yo llegué a los micrófonos para contar lo mío —yo era albañil, había sido albañil por mucho tiempo—, ya la gente tenía su imagen de Angélica, y no abundé en detalles, porque no quería destruir la fantasía de cada uno. Fue tan grande el éxito, que movió muchos sentimientos, muchas cosas. La compuse en el año ‘56».

La realidad es que Los Cantores de Quilla Huasi, interpretando para la película Argentinísima esta zamba de Roberto Cambaré,obtuvieron una gran repercusión mundial y por eso ellos fueron sus grandes difusores.

La magia del cancionero argentino reside en combinar poemas de gran belleza literaria, con partituras musicales que son verdaderos hallazgos. No creo que esta zamba de Cambaré pudiera faltar en ninguna antología del folklore. Si uno se sorprende por la belleza de las imágenes:

«Tus párpados, si por instantes

te vuelven los ojos mansos,

recuerdan cuando en el cielo de pronto se ve

que nace y muere un relámpago»;

al escuchar esta melodía cordobesa, se descubre algo tan celestial como su nombre.

Dicen algunos que La verdadera historia trata sobre el amor entre Angélica y el verdadero compositor de la letra, la historia terminó trágicamente cuando Angélica de apellido Buhr si mal no recuerdo cuando se volvía para Buenos Aires en sulqui con su padre fue alcanzada por un rayo y por eso murió! De ahí la parte de la canción que habla que nace y muere un relámpago! Ese pueblito de Córdoba del que habla no se sabe si es Monte De Los Gauchos o Adelia Maria, en una calle rural entre estos dos pueblos se puede ver la cruz con el nombre de Angélica!

Las historias de amor, generalmente con un final trunco, han servido de inspiración a poetas y compositores de nuestro cancionero folclórico. Con delicadeza y simplicidad ellos han logrado plasmar a veces sus propias vivencias, en hermosas letras que describen esos amores platónicos que han dejado huellas imborrables en sus vidas.

Existen cantidad de canciones que recuerdan estos cariños y que se han transformado en piezas musicales tradicionales del acervo nativo. Tal es el caso de la zamba «Angélica», compuesta por Roberto Cambaré en 1958. El tema cuando llegó a oídos del gran público en 1960, fue aceptado inmediatamente y durante varias semanas estuvo al tope de la popularidad en todo el país. La zamba impactó profundamente en el auditorio, pero de manera especial en la juventud, acentuando su gusto por el folclore.

Varios fueron los conjuntos o solistas que la interpretaron como «Los Chalchaleros», el «Chango Nieto» y últimamente «Los Nocheros», aunque, como antes apuntaba, los grandes difusores y los que la llevaron al fama fueron Los Cantores de Quilla Huasi.

Una característica de esta canción es que su título —Angélica— sólo se pronuncia una vez, al comienzo de la letra. Según su autor todo lo narrado en su coplas es real, vivido durante su juventud cuando en sus años mozos residió un tiempo en la docta: «Angélica, cuando te nombro, me vuelven a la memoria, un valle, pálida luna en la noche de abril y aquel pueblito de Córdoba...». También cuenta Cambaré que la bella joven que le ensartó la flecha de Cupido, era aún adolescente, de largos cabellos, tez oscura y fina estampa, de carácter impulsivo y dadivoso.

El idilio fue a primera vista y duró escasas semanas, suficiente para que el romance quedara grabado perpetuamente en los corazones de ambos. Allí, en el apacible paisaje cordobés de aquellos años, la pareja paseaba todas las tardes, colmados de felicidad. Pero, como a veces sucede en las novelas, el final sobrevino. La joven tenía que marcharse a Buenos Aires, pues era originaria de esta provincia. Si bien no hubo un enojo manifiesto, el lamentable distanciamiento puso final a la relación, dejando heridas profundas, sobre todo en el alma de nuestro compositor.

Esta situación quedó reflejada en otras de las coplas, en la cual metafóricamente apunta a ello: «si un águila fue tu cariño, paloma mi pobre alma, temblando mi corazón en tus garras sangró y no le tuviste lástima...». Tiempo después y con la memoria aún atormentada por el recuerdo, una mañana de otoño, lentamente comenzó a entonar la música de la futura zamba, melodía que se fusionó armónicamente con la letra, versos que no hacía falta pensarlos, pues ya estaban escritos en su corazón.

ANGELICA

Zamba

Letra y música: Roberto Cambaré

Grabado por: Los Cantores de Quilla Huasi, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Horacio Guarany, Atencio Paredes, Waldo de los Ríos, Los Andariegos, Los Indios Tacunau, Los Nocheros, Los Compañeros, Hermanos Abrodos, Los Chilicotes, Los Visconti, Los Zorzales, Los Peregrinos, El Trío, Los Marrupeños, Los Gauchos Riojanos, Pancho Figueroa, Antonio Tormo, Cholo Aguirre, Tuky Ríos, Los Salteños, Alma Salteña, Rubén Benegas, Los Granjeños…

Angélica, cuando te nombro,

me vuelven a la memoria

un valle, pálida luna en la noche de abril,

y aquel pueblito de Córdoba.

Si un águila fue tu cariño,

paloma mi pobre alma;

temblando, mi corazón en tus garras sangró

y no le tuviste lástima.

No olvidaré cuando en tu Córdoba te vi

y tu clavel bajo los árboles robé,

Mis brazos, fueron tu nido; tu velo: la luz

de la luna entre los álamos.

Tus párpados, si por instantes

te vuelven los ojos mansos,

recuerdan, cuando en el cielo de pronto se ve

que nace y muere un relámpago.

La sábana, que sobre el suelo

se tiende cuando la escarcha,

no es blanca como la tímida flor de tu piel,

ni fría como tus lágrimas.

027. Aquel tiempo de mi infancia

Este tema fue compuesto allá por el año ‘80, cuando Cuti Carabajal vivía en Morón.

«El asunto fue así —nos cuenta Cuti—, Trullenque me dio una letra para un escondido. Yo compuse una música y se la hice escuchar, Pablo me dijo: “No... no me gusta esa música... Hacele otra cosa.” Bueno, yo tomé la melodía, empecé a acordarme de la infancia y comencé a escribir. Cada vez me entusiasmaba más y recordando cosas, me salió la letra. Después le hice escuchar a la familia y me dijeron que les encantaba, la verdad, les emocionaba a todos... En aquel momento vivía Jacinto Piedra, él iba a mi casa, así que también se la hice escuchar y le gustó mucho, él la cantaba... Me acuerdo que vivía en la calle Uruguay, cerca del Hospital de Morón. Y bueno... creo que quedó bien porque tiene un sentido y mucho sentimiento. Creo que hay que escribir cosas que han pasado, pero la infancia es una de las cosas que más le han quedado a uno, así que por eso le puse ese titulo.

La mayoría de los temas que compuse hablan de eso: de la infancia, de la familia, que son las cosas que más me llegan. La primera grabación de “Aquel tiempo de mi infancia” fue realizada en 1990 con la vieja “Banda Carabajal”, integrada por: Daniel Inger, Juan Martín Medina y Jorge Luis Carabajal».

AQUEL TIEMPO DE MI INFANCIA

Letra y Música: Cuti Carabajal

Grabado por: Alfredo Abalos, Carlos Carabajal, Cuti y Roberto Carabajal, Los Manseros santiagueños, Federico de la Vega, Edith Rossetti, Facundo Saravia…

Quiero volver a aquel tiempo

Como quien mira hacia adentro.

Aquel tiempo de mi infancia

De soles y de recuerdos.

Achalay,que linda vida

Volver a andar las distancias

Caminar las calles viejas

Sentir sus nuevas fragancias.

El viejo tren de mi pueblo

Era esperanza que andaba.

Yo era humito de mi gente

Humito que se quemaba.

Como brasita en el fuego

Como cigarrito en chala.

Y de soles y de lunas

Solito me fui criando.

Entre medio los cantores

Florecidos dentro ´el alma

Primaveras que llegaban

En capullo y flores blancas.

Soy el fruto de la vida

De dos ramas que se unieron

De dos ramas que a la tierra

Le dieron sus frutos nuevos.

Y en el beso de mi madre

Subí a cabalgar mis sueños

En un mundo de ilusiones

De música y canto lleno.

Quise volverme en la noche

Sol, tucu-tucu y guitarra.

Mi corazón de vidala

Quiso ser parche de caja

Para que alegre mis penas

En días o noches largas.

Y de soles y de lunas

Solito me fui criando.

Santiago vuelvo a tu lado

Quiero secar hoy mi llanto

Dame la magia y la suerte

Quiero ser de nuevo chango.

028. Arana

Los Hermanos Núñez, autores de esta chacarera, vivieron la bohemia de la noche de Tucumán de los años 60 y 70 y se comprometieron con los sufrimientos de la clase trabajadora, principalmente de los zafreros del azúcar.

Esta cercanía con los sectores más humildes de la sociedad los llevaron a retratar con ternura y precisión a personajes como el «Manco Arana» («Le da duro el manco Arana cuando le sale un trabajo y tan duro que parece que no le faltara el brazo. Lo perdió en alguna zafra, en una mina o pialado, con el hambre en los talones, no lo perdió saludando»), un ex zafrero que ahora por el cierre de ingenios había sido reubicado como oficinista.

El protagonista de esta historia desgarradora tiene unos acentos buñuelianos, que recuerda a esos tullidos mexicanos que protagonizaron películas como «Nazarín» o «Los Olvidados». Aquí nuestro protagonista, el manco Arana, se enfrentará al mundo con gran bravura : es «tan duro que parece/ que no le faltara un brazo». Y Núñez a veces es casi cruel y sarcástico en su descripción, como cuando cuenta que el manco perdió su brazo trabajando y no saludando.

Pero toda esta dureza viene envuelta por una ternura, que musicalmente convierte a ARANA en casi una canción de cuna. La voz de la tucumana MERCEDES SOSA tiene unos acentos muy expresivos, en esta famosa versión, como si quisiera devolver el brazo perdido al manco —«yaparle el brazo»— con la dulzura de su canto. Dentro de la galería de personajes del cancionero el manco Arana será uno de los más difíciles de olvidar.

ARANA

Chacarera

Letra y música: Pepe Núñez

Grabado por: Mercedes Sosa, María de los Angeles Ledesma, Alfredo Abalos, Los Arroyeños, Pepe Núñez, Tushka Trío, Contracanto, Hermanos Núñez…

Está duro el manco Arana

cuando le sale un trabajo

y tan duro, que parece

que no le faltara un brazo.

Lo perdió en alguna zafra,

en una mina pialando

con el hambre en los talones;

no lo perdió saludando.

Yo lo veo de mañana

con sus dos brazos abiertos:

el izquierdo, nuevo y fresco;

el derecho: un niño muerto.

Si el descanso es cuesta arriba

desde hace años para el manco,

como no yaparle entonces

con mi copla el brazo un rato.

La mujer del manco sabe

que su amor suena a guitarra

y Arana pulsa en el aire

todo el calor de su amada.

Cuando un vino lo voltea

me lo imagino soñando

que de pronto, por las calles,

su brazo se alza peleando.

¡Ay Arana, así es la vida

o la muerte así lo quiere;

que a veces veo en Arana

que por manco no se muere!

Si el descanso es cuesta arriba

desde hace años para el manco,

¿cómo no yaparle entonces

con mi copla el brazo un rato?

029. Ashpa Sumaj

Santiago del Estero es una provincia del norte argentino de notable influencia quechua y de un folklore muy rico, cuya expresión más característica es la chacarera, danza de los trabajadores de la chacra o maizal, marcada por el ritmo del bombo legüero, llamado así porque podía oírse a una legua de distancia.

La chacarera Ashpa Sumaj (Tierra Linda, o Linda Tierra), de José Antonio Faro y Miguel Ángel Trejo, es una carta de presentación que cantan muchos coterráneos. De ningún modo se considera prohibida para nacidos en otros pagos. De hecho, cantores de otras provincias también hacen excelentes interpretaciones de Ashpa Súmaj, pero... ¡qué súmaj suena en boca de un santiagueño, con esa J final pronunciada suavemente, como los quichuistas de nuestra tierra!

Бесплатный фрагмент закончился.

812,99 ₽
Возрастное ограничение:
0+
Объем:
428 стр. 264 иллюстрации
ISBN:
9788417659615
Издатель:
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip

С этой книгой читают

Новинка
Черновик
4,9
160