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Jenny Asse Chayo
México, 3 de octubre, 2021.
LA MÁS GRANDE, LA MÁS PEQUEÑA
Ojos grandes que miran asombrados.
Pupilas profundas que dejan ver en ti
una inocencia
a veces muy ingenua
a veces muy precoz.
Rizos negros que no sé,
a veces tan infantes
a veces tan de grande.
Eres tan pequeña y no sé,
a veces tan alegre
a veces desgarrante.
Tus lágrimas, no sé,
a veces brotan fácil
a veces tan difícil.
Tú misma eres
un pequeño caparazón
con un corazón tan grande, que no sé.
EN UN MUNDO DE OPUESTOS HAY UN PUNTO CLARAMENTE BORROSO
Un instante azulado, a su lado,
un segundo quemabrasas, que me abrazas,
un remolino indiscreto, en secreto
de decreto, decrépito.
Una playa aventurera, en primavera
de hoguera, de guerra.
Un botón, otro botón, un batallón y un muerto,
dos muertos, miles de muertos
por los puercos en los huertos sin encuentro.
Un niño que añora a su madre, que ora bajo una
ametralladora,
un mundo que se revuelca, que vuelca,
que huelga, que llora.
Una mujer llorando por una banana y otra
porque se le fue la nana.
Un campesino luchando por el sustento y un
banquero muy contento,
dos soldados se disparan llamas
pero no saben cómo se llaman.
Una mansión para dos y un cuarto para doce
docenas de cenas y una cena para docenas.
El pobre está borracho y el rico
se ha puesto alegre.
MEDITACIÓN
Sentir, sentir, concentrarse y meditar
cerrar los ojos y, al abrirlos, encontrarse
con el brillo de los otros.
Separar las manos para volver a sentir la tibieza de
unirlas.
Desenredarnos para volver a enredarnos.
Todo en silencio, para escuchar
los pasos que se alejan
y poder regodearnos en nuestra angustia.
Volver de nuevo al silencio de nuestro corazón
tac, tac, tac, tac…
Los pasos que regresan al encuentro y
sentir, sentir, sentir.
MANTO
Con mi manto negro
la tomé entre mis brazos
y la dejé caer en la inmensidad.
Veía cómo se ahogaba
cómo moría
empezó a crecer
y volvió a la mar en un eterno retorno.
_______
Eres una línea delgada y elegante
siempre resaltas de entre dos superficies extensas.
Eres única e indivisible
diferente en cada ser
inspiradora de amores
regocijados en tus leyendas.
Guardas tú el secreto de miles de millones
de años de historia.
Me confesaste un día
que el amor no es horizonte.
MI CORAZA
Guardé mi corazón
para días de amor
en un baúl.
Un baúl viejo y sabio.
Él cuida de mis actos
es el que sabe todo y no miente.
Es la afirmación y la negación
de mis temores.
OLAS
Muero entre olas
olas gigantescas, aterradoras
y tan atractivas, que la muerte surfea en ellas.
Juego como niña
hasta sentir el golpe en mis plantas.
Amo los brillos que fluyen de sus bordes
esos tonos azules, violetas y verdes
que emanan de la espuma
y que le recuerdan a la muerte el paraíso.
La ola, al llegar justo frente a la pesada puerta de
tu humanidad,
se revuelca con la ligereza de sus aguas
para convertirse en piedra.
VIDA
Vida, no entiendo tu gramática
por más que mi mente se introduce en tus
recónditos lugares
siempre hallo que han cerrado el camino
y que hay que seguir otras veredas
a veces difíciles y otras
monótonas, tanto
que uno prefiere tirarse al lado de las vías
y dormir, dormir profundamente.
Si tienes suerte, ves pasar un río que provoca
despertar el sueño del perezoso
para que siga adelante.
Algunas veces
ese momento
no llega nunca
y el hombre se convierte, irremediablemente,
en parte absurda del decorado.
EL RETO
Dos estrellas se elevan al cielo
en un canto
mientras dos ojos se dejan tirar
en un grito.
Que los ojos sepan encontrar las estrellas
para convertir sus miradas en brillo
y su grito entone un Do sostenido.
Es el reto.
TE VEO-OEV ET
Te veo y no comprendo
trato de adentrarme en ti
a través de miradas.
Levanto la mano para tocar tu hombro
y tú levantas la tuya y topa conmigo en el camino.
Las dos sabemos que no podemos llegar más allá
de esas yemas frías del cristal que nos divide.
Capto una lágrima en tu rostro
y al llevarme las manos a las mejillas
me doy cuenta de que es mi propia lágrima.
Estoy parada frente al espejo.
ESKARINYOS
I.
Vibro junto con mi voz
porque no quisiera que mis palabras
quedaran en el aire.
II.
Salto al vacío
para demostrarme a mí misma
que puedo volar.
III.
Hice de la pena una ironía
porque la vida hay que vivirla cada día.
IV.
Algunas veces corremos a lo desconocido
no por audacia, sino porque sabemos
que está muy claro el camino de regreso;
la desgracia es equivocarse
y encontrar que el regreso
se fue cubriendo con el polvo
de los años y que ha quedado olvidado
que ha muerto.
V.
Nada, solo una sonrisa
por este acontecimiento
un parpadeo ingenuo
y un cosquilleo en el estómago.
VI.
Te pido tan solo
un momento visceral
para sensibilizar el alma
para hacer del segundo un siglo,
vivir siglos enteros de pasión
y no pudrirte en la apatía.
VII.
Un pulgar pesado sobre mis entrañas
anuncia en mi ser el tornado
que se avecina.
Es una ligera presión que me provoca náuseas
y que me pone muy loca.
VIII.
En la cuna de la infancia nos encontramos
nos formamos juntos, crecimos
y nos convertimos, juntos, en adolescentes
rebeldes.
Es una lástima que no continuemos nuestra obra
de arte
y no conozcamos el tránsito a la adultez
unidos de la mano.
IX.
Entre multitudes enormes de gente intrascendental
se ven chispazos de luz todavía.
Corremos a alcanzarlos y jugamos con su brillo.
El sol revienta nuestra epidermis
y nos hace ser.
X.
Alas que imagino mías
son las culpables de mis noches de insomnio,
ellas me ayudan a volar
para verte otra vez.
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