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La profecía de Ezequiel contra Tiro anticipa la interrupción de su música. “Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus cítaras” (26:13). Sobre el rey de Tiro, dice: “los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación” (28:13).40 Se compara al profeta con un cantor al que no escuchan: “Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra” (33:32). Ezequiel vio que en el Templo “estaban las cámaras de los cantores [...]” (40:44).

El libro de Daniel describe la música empleada por el rey pagano Nabucodonosor. El monarca de Babilonia dispuso de una orquesta, para la dedicación de la estatua de oro que había erigido como objeto de adoración. La gente debía postrarse y adorar, “[...] al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música [...]” (3:4-7, 10, 15). La orquesta babilónica incluía (a) bocina o cuerno, (b) flauta o pífano (arameo mashroqi), (c) arpa o cítara (arameo qithros), (d) tamboril o sambuca (arameo sabbeka), (e) salterio (arameo pesanterin), (f) zampoña o gaita (arameo sumponeyah).41 Es claro el rol de la música en cuanto a dar realce y solemnidad a esta celebración. Se habla, tal vez, de instrumentos de música en el palacio del rey Darío (6:18).42

En Amós, hay un rechazo divino al culto formal y a la música vacía de espiritualidad. “Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos” (5:23). El pueblo vivía en placeres, sin advertir la destrucción: “Gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David” (6:5).43 Por causa de la apostasía “los cantores del templo gemirán en aquel día, dice Jeho­vá el Señor” (8:3); “Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones” (8:10).44

Sofonías anticipa momentos de celebración acompañados por música. “Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén” (3:14). Dios mismo cantaría: “Jeho­vá está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos” (3:17).

Zacarías habla de un canto alegre: “Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jeho­vá” (2:10).

El Nuevo Testamento

Afirma Küen: “El Nuevo Testamento, es verdad, contiene relativamente pocas indicaciones respecto de la música: apenas una docena de pasajes, de los cuales solo dos contienen una orden concreta, y ninguna mención a la música instrumental”.45 Al parecer, la utilización de la música en tiempos del Nuevo Testamento era similar a la sinagoga.46 De estas escasas referencias neotestamentarias a la música, algunas de ellas son metafóricas (Mat. 6:2; 11:17; Luc. 7:32; 1 Cor. 13:1; 14:7, 8).

Los Evangelios y Hechos de los Apóstoles

La sección histórica del Nuevo Testamento hace poca alusión a la música. Solamente se hacen menciones, figuradas o literales, a instrumentos como trompetas y flautas. Respecto de la música vocal, se cuenta del canto de Jesús con sus discípulos en el aposento alto; se registran los llamados “himnos de la Natividad”; y los himnos entonados por Pablo y Silas en prisión.

En su exhortación a no exhibir públicamente los actos de caridad, dice Jesús: “No hagas tocar trompeta delante de ti” (Mat. 6:2). Se mencionan las flautas en la circunstancia de la muerte de la hija de Jairo (9:23). Se deduce que también se tocaban en los bailes: “Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis” (11:17, ver Luc. 7:32). Cuando Cristo vuelva, se convocará a los fieles con trompetas: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta” (Mat 24:31; véase también: 1 Tes. 4:16; 1 Cor. 15:52).

Únicamente en la última cena se dice que Jesús cantó: “Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos” (Mat. 26:30; véase Mar. 14:26). Lo más probable es que hayan entonado los Salmos 115 al 118, como era habitual en la cena de Pascua.47

Lucas presenta cuatro cánticos relacionados con el nacimiento de Jesús; los llamados “Cánticos de Navidad”, conocidos por sus primeras palabras latinas: El cántico de María, o Magnificat (Luc. 1:46-55); el cántico de Zacarías, o Benedictus (Luc. 1:68-79); el cántico de los ángeles o Gloria in Excelsis Deo (2:14); y el cántico de Simeón, o Nunc Dimittis (2:29-32). Estos son conocidos como “cánticos mayores”, en contraste con ciertos cánticos del Antiguo Testamento, llamados “cánticos menores”: el canto de Moisés y de María por la victoria sobre Faraón (Éxo. 15); la oración de Moisés antes de su muerte (Deut. 32); el canto de Ana (1 Sam. 2); el canto de Habacuc (Hab. 2); el canto de Isaías (Isa. 26); la oración de Jonás (Jon. 2). Puede notarse, en estos cánticos, el estilo y el lenguaje de los Salmos.48 El cántico de Pablo y Silas en un tiempo particular de oposición se menciona en Hechos 16:25.

Las epístolas

Los instrumentos, como el címbalo, la flauta, la cítara y las trompetas, mencionados en las Epístolas son metáforicos. En contextos de culto, solo se menciona la música vocal, y se destaca su importancia. Es claro que no cabe esperar muchas orientaciones para la música de la iglesia en estas cartas de los apóstoles.

Pablo emplea la figura del “metal”, o “címbalo que retiñe” (1 Cor. 13:1).49 Utiliza, también, la flauta, la cítara y la trompeta como metáforas: “Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?” (14:7, 8).

Está visto que el Nuevo Testamento no ofrece muchos parámetros para el Ministerio de la Música. Pablo enfrenta las exaltaciones producidas en Corinto, e invita al equilibrio entre la mente y el espíritu: “¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (14:15). El canto no es solamente éxtasis, sino edificación mutua: “[...] Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación” (14:26). Además, había que evitar la confusión (14:33).

Pablo exhorta a los creyentes a expresarse con cantos de alabanza: “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efe. 5:19). Y en palabras similares, dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Col. 3:16). Estos textos paulinos son los más instructivos del Nuevo Testamento. Es difícil distinguir el significado de los términos “salmos, himnos y canciones espirituales”. Los salmos provenían del Antiguo Testamento; los himnos estaban dirigidos a Cristo (puede verse en ciertos himnos cristocéntricos, como aparecen en Efe. 5:14; Fil. 2:6-11; Col. 1:15-20; 1 Tim. 3:16; 2 Tim. 2:11-13; Heb. 1:3); y las canciones espirituales eran, posiblemente, cantos espontáneos de alabanza (1 Cor. 14:15).50 Lo que sí resulta evidente, es que el canto era participativo, interactivo y cristocéntrico. Y que existía diversidad y espontaneidad.51 Tanto lo antiguo (los salmos), como lo más reciente (himnos) y lo actual (cánticos espirituales), tenían su lugar.52

Por su parte Santiago hace una breve alusión al canto de alabanza: “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas” (Sant. 5:13).

El Apocalipsis

Es el más musical de los libros del Nuevo Testamento. Y puede notarse que el documento se refiere a instrumentos como trompetas, arpas y flautas, además del canto. Hace un uso metafórico, o simbólico, de instrumentos como la trompeta (para indicar intensidad de la voz): “Como de trompeta” (1:10; 4:1).53 La trompeta servía para anunciar futuros castigos divinos, particularmente en la visión de las siete trompetas (8:2, 6-8, 10, 12, 13; 9:1, 13, 14; 10:7; 11:15).54 La desolación de Babilonia se describe como ausencia de música. “Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti” (18:22). También, presenta escenas de adoración con expresiones musicales.55 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: ‘Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación’” (5:8, 9). Las arpas, las cítaras, o liras, se usaban para acompañar el canto.56 “Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra” (14:2, 3). El cántico que “nadie podía aprender” tenía que ver con la experiencia personal, en una situación particular del conflicto final.57 Los victoriosos estaban “[...] en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: ‘Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos’” (15:2, 3). Los victoriosos sobre los enemigos tienen “arpas de Dios” (5:8; 14:2). El “cántico de Moisés” es el cántico de liberación de los egipcios que se entonó después de que cruzaran el mar Rojo (Éxo. 15:1-21); el “cántico del Cordero” celebra la liberación de “Babilonia la grande” (Apoc. 17:5).58

Thomas Allen Seel señala algunas cualidades de esta música del Apocalipsis: (a) Hay un crescendo en la participación de los coros celestiales; (b) se observa una asombrosa unidad; (c) la adoración es genuinamente congregacional, y (d) la música es triunfante.59 Algo similar escribió Lilianne Doukhan: “Otro modelo bíblico de música para la adoración nos viene del libro de Apocalipsis”. Las características destacadas por la autora son las siguientes: (a) música enfocada en Dios, (b) organizada y espontánea, (c) posee diversidad y unidad, (d) tiene carácter positivo.60

Conclusión

Esta mirada rápida a la música en la Biblia permite entender ciertas cosas con claridad: (a) La música es un tema bíblico con abundante cantidad de referencias, e importante en la vida del pueblo de Dios. (b) La música puede servir para el bien, a fin de expresar sentimientos devotos y positivos, o para el mal. (c) Los grandes hechos de Dios, como la Creación, la redención y la restauración final, son acompañados por música. (d) La buena música, en las Escrituras, es una actividad espiritual e intelectual, social y participativa, profundamente emotiva, edificante, centrada en Dios y en Cristo.

Alfred Küen hace una buena síntesis de las revelaciones bíblicas acerca de la música: “(1) La música es, al menos, tan antigua como la humanidad. (2) Desde el principio, el canto se acompañó con diversos instrumentos. (3) El canto y la música instrumental han jugado un gran papel en la vida de Israel. Constituían la principal actividad artística de ese pueblo. (4) Todas las ceremonias, todos los aspectos de la vida cotidiana, estaban enmarcados por el canto y la música, que expresaban adoración y gratitud, alegría y dolor, amor y odio. (5) Todos los aspectos de la música actual […] se encuentran ya en la Biblia, y están asociados al culto. (6) El carácter de la música instrumental hebrea era generalmente gozoso, pero no ruidoso. La orquesta estaba compuesta por una mayoría de instrumentos de cuerdas. Las trompetas solo eran tocadas por los sacerdotes y servían, principalmente, como llamadas sonoras [...]. (7) Frecuentemente, los cantos eran de tipo canto-respuesta, o de tipo antifonal. (8) Toda la Biblia era cantada. (9) Aparte de las músicas consagradas a Dios, la Biblia menciona, también, músicas maléficas, destinadas a arrastrar hacia la idolatría y la inmoralidad. (10) El canto cristiano ha conservado las principales características del canto sinagogal hebreo. Los cantos de los primeros cristianos eran variados, esencialmente orientados hacia la alabanza”.61

Sin procurar todavía elaborar una teología bíblica de la adoración, se ha observado el panorama de la música en las Escrituras; panorama que demanda una descripción más detallada de los instrumentos de la Biblia.

10 Doukhan dedica la segunda parte de su libro In Tune With God a la música en la Biblia y en los escritos de Elena de White, se extrae de estas fuentes principios y lecciones para la música de la iglesia actual (pp. 80-142).

11 Küen, La música en la Biblia y en la iglesia, p. 13. Frank Garlock refiere a un cómputo de “más de 500 referencias específicas a la música en la Biblia”. “El lenguaje de la música”, seminario transmitido por la BBN (Bible Broadcasting Network).

12 Küen, ibíd., p. 14.

13 Nichol, ed., t. 1, p. 255.

14 Todo el cántico de Moisés se registra en Éxodo 15:1 al 18.

15 Hustad, ¡Regocijaos!: la música cristiana en la adoración, p. 147.

16 Cantará o responderá (heb. anah). “Cuando el antiguo Israel ‘en los tiempos de su juventud’ cruzó el Mar Rojo, cantó el himno de victoria de Moisés (Éxo. 15); así también Israel cantaría por su liberación. ‘Responderá’ encierra el pensamiento de que Israel reconocía con agradecimiento las pruebas del amor de Dios, y procuraba ahora cumplir con la voluntad divina” (Nichol, ed., t. 4, p. 918).

17 La versión Reina Valera Revisada (RVR) traduce como “instrumentos de música” (1 Sam. 18:6) la expresión hebrea shalishim, de traducción no segura. La Biblia de Jerusalén la vierte como “triángulo” porque el hebreo shalosh significa “tres” y shelishi, “tercero” (Nichol, ed., t. 3, p. 34).

18 Ibíd., t. 1, pp. 679, 680.

19 Ibíd., t. 1, pp.871, 943.

20 Nichol, ed., t. 2, pp. 201.

21 Küen, La música en la Biblia y en la iglesia, p. 19.

22 Nichol ed., t. 3, p. 198.

23 Ibíd., p. 249.

24 Ibíd., p. 338.

25 “En la lista de los que volvieron con Esdras, figuran de nuevo las mismas seis categorías de personas que, según el relato anterior (cap. 2, p. 70), habían acompañado a Zorobabel. El orden en que aparecen es casi el mismo” (ibíd., p. 367). El séptimo año de Artajerjes I fue 458-457 a. C.

26 “La enumeración de los diferentes grupos humanos es igual a la de Esd. 2:70” (ibíd., p. 436).

27 “Uzi era el jefe de los cantores del templo” (ibíd., p. 441).

28 Ibíd., t. 3, p. 558.

29 Hustad, ¡Regocijaos!: la música cristiana en la adoración, p. 152; Gerald A. Klingbeil, “La teología de la música sacra”, La música en la iglesia, vehículo de adoración y loor, ed. Departamento de Música de la División Sudamericana, p. 19.

30 Doukhan, p. 101.

31 Véanse, como ejemplo, los siguientes pasajes: Sal. 7:17; 9:2, 11; 13:6; 18:49; 21:13; 27:6; 28:7; 30:4, 12; 32:7, 11; 33:2, 3; 35:27; 40:3; 42:8; 45:1; 47:5-7; 57:7-9; 59:16, 17; 61:8; 65:13; 66:2, 4; 68:4, 32; 69:30; 71:22, 23; 75:9; 77:6; 79:13; 81:1-3; 84:1, 2; 89:1, 12; 90:14; 92:1-3; 95:1, 2; 96:1, 2; 98:1, 4-6; 100:1; 101:1; 104:33; 105:2; 106:12; 108:1-3; 118:14; 119:54; 135:3; 137:1-4; 138:1; 138:5; 144:9; 145:7; 146:2; 147:1, 7; 149:1, 3, 5; 150:3-5.

32 Nichol, ed., ibíd., t. 3, p. 657.

33 Ibíd., p. 778.

34 “Instrumentos de música. Heb. shiddah weshiddoth, que generalmente se piensa que significa ‘muchas concubinas’” (ibíd., p. 1087).

35 “A semejanza de otros profetas, Isaías fue un consumado poeta que presentó muchos de sus mensajes en forma de cantos y poesías [...]” (ibíd., t. 4, p. 163).

36 Ibíd., p. 165.

37 Ibíd., p. 234.

38 Ibíd., pp. 933, 966, 1.086, 1.128.

39 Mejor, “grito”, “grito de guerra” (ibíd., p. 480).

40 Algunos interpretan las palabras “tamboriles” (hebreo tof) y “flautas” (hebreo néqeb) como descripciones del lugar en donde era engarzada la gema (ibíd., p. 705).

41 Ibíd., p. 809.

42 Ibíd., t. 3, p. 38. La expresión “Instrumentos de música” (arameo dajawah), única en la Biblia, no tiene un significado claro y su traducción es conjetural (ibíd., t. 4, p. 840).

43 Ibíd., t. 5, p. 997.

44 Ibíd., t. 4, p. 1003.

45 Küen, La música en la Biblia y en la iglesia, p. 33.

46 C. W. Dugmore, The Influence of the Synagogue Upon the Divine Office (London: 1944).

47 Nichol, ed., t. 5, p. 512.

48 Hustad, ¡Regocijaos!: la música cristiana en la adoración, pp. 154, 158.

49 La palabra griega jalkós traducida como “metal” alude al bronce o algo hecho de bronce. Como este bronce “resuena” tal vez haga referencia a un gong o a una trompeta. Al decir que el címbalo “retiñe”, se usa el vocablo onomatopéyico griego alalázo (Nichol, ed., t. 6, p. 773).

50 Küen dice: “Los cánticos espirituales eran improvisaciones espontáneas en base a textos bíblicos o letras compuestas también por el autor del canto” (Küen, ibíd., p. 37). Nichol, ibíd., pp. 1.033, 1.034.

51 Küen, ibíd., p. 35.

52 Véase: Doukhan, pp. 103, 104.

53 Nichol, ed., t. 7, p. 753.

54 Ibíd., p. 803.

55 Daniel Oscar Plenc, “Aproximación al significado teológico y litúrgico de los himnos del Apocalipsis”. Theologika: Revista Bíblico-Teológica de la Facultad de Teología de la Universidad Peruana Unión, Vol. XX, Nº 1 (2005), pp. 92-113.

56 Nichol, ed., p. 788

57 Ibíd., p. 840.

58 Ibíd., p. 850.

59 Thomas Allen Seel, A Theology of Music for Worship Derive From the Book of Revelation (Metuchen, NJ, 1995), p. 84.

60 Doukhan, pp. 102, 103.

61 Küen, La música en la Biblia y en la iglesia, pp. 41, 42.

CAPÍTULO II
Los instrumentos y la música de la Biblia

Sobre el particular, existen estudios clásicos de teología bíblica; por lo cual se ofrece, más bien, aquí una descripción breve, con el propósito de contribuir al entendimiento de la música en los tiempos bíblicos.62

Se lee en el Comentario bíblico adventista del séptimo día: “La música ocupaba un lugar prominente en la vida religiosa de los antiguos hebreos. Usaban gran variedad de instrumentos musicales (ver Sal. 150); entre ellos, algunos tipos que habían existido desde los albores de la historia (Gén. 4:21). Se recurrió a la música en muchos de los grandes acontecimientos de la historia de los hijos de Israel”.63 Debe recordarse que los instrumentos musicales cambian o desaparecen con el paso del tiempo, mientras surgen otros. “En Palestina misma, se han encontrado muy pocas representaciones de instrumentos musicales de los tiempos del AT [...]. Pero, en el material arqueológico hallado en Egipto y Mesopotamia se encuentran muchos elementos que ayudan a formar un cuadro bastante claro de cómo eran los instrumentos musicales hebreos”.64

Los instrumentos hebreos

La siguiente es una lista de los principales instrumentos que se mencionan en la Biblia, con alguna descripción de estos y de su uso, que se encuentra en las Escrituras. Hay, entre ellos, instrumentos de percusión, de cuerdas y de viento.

Arpa

El instrumento llamado en hebreo kinnor se nombra 41 veces en la Biblia, y se traduce en la versión Reina Valera Revisada en 1960 (RVR) como “arpa” 38 veces, y 3 veces como “cítara”. Se trataba, en realidad, de una “lira”. Existen representaciones gráficas de dicho instrumento en Egipto, Mesopotamia y Palestina, con ligeras variantes.65 En la Biblia aparece como un instrumento común, usado en momentos de alegría. Ya existía antes del diluvio (Gén. 4:21) y en la casa de Labán (31:27). David tocaba la lira ante Saúl (1 Sam. 16:16, 23) y era parte de la orquesta del Templo (1 Crón. 15:16, 21, 28; Neh. 12:27; etc.). Los Salmos la mencionan en contextos de alabanza (149:3; 150:3; etc.) y durante la cautividad (137:2).66 “La lira era un instrumento sencillo, compuesto de una armazón sobre la cual se estiraban de cuatro a siete cuerdas”.67

Se utiliza la palabra hebrea minnim, “cuerdas”, en Salmo 150:4, para incluir varios instrumentos como el arpa, la lira y la cítara.68

Flauta

“La palabra hebrea ugab, que aparece cuatro veces en el AT, parece designar ese instrumento. Según Génesis 4:21, fue uno de los primeros instrumentos que el hombre inventó”.69 Los arqueólogos han encontrado flautas en Egipto. “La antigua flauta egipcia era una caña hueca con orificios laterales tallados a intervalos, sobre los cuales se ponían los dedos. La persona que tocaba la flauta la sostenía en posición transversal, para soplar. En Mesopotamia, las flautas se hacían tanto de caña como de arcilla. Al hablar de ‘flautas’, se debe pensar, más bien, en la flauta dulce, la quena o la ocarina, y no en la flauta metálica moderna”.70 Hay antiquísimas referencias bíblicas a la flauta en Génesis 4:21 y Job 21:12; 30:31. La flauta y la lira son los instrumentos más antiguos mencionados en la Biblia. No se usaba en el Templo, aunque se menciona la flauta en Salmo 150:4.71

La RVR traduce como “flauta” otra palabra hebrea, jalil, que ocurre seis veces y significa “agujereado”, “taladrado”. Se menciona este instrumento en la época de los reyes (1 Sam. 10:5; Jer. 48:36). Las flautas de ese período en los países vecinos eran dobles, también llamadas oboes. “Los oboes egipcios, así como sus equivalentes mesopotámicos, tenían dos tubos con una sola boquilla. Sus extremos estaban separados, y cada mano trabajaba en un tubo. Algunas veces eran cilíndricos; otras veces, cónicos”.72 Era un instrumento alegre, que no se usaba en el Templo. Lo usaron algunos profetas (1 Sam. 10:5); se tocó en la coronación de Salomón (1 Rey. 1:40), y lo tocaban los libertinos, en tiempos de Isaías (Isa. 5:11, 12).73

Pandero

La palabra hebrea tof se repite 16 veces en el Antiguo Testamento, y se traduce en la RVR como “pandero”, “tamboril” y “tamborín”. Era un tamborcito de mano, hecho de cuero de carnero o de cabra.74 Curt Sachs dice que “ese tambor estaba hecho de un aro de madera y, muy probablemente, de dos cueros, sin ningún tipo de sonajero o cascabel, ni se usaban baquetas (palillos) para tocarlo”.75 Era usado, más que nada, por las mujeres, como un instrumento rítmico para acompañar el canto y la danza en ocasiones festivas. Lo menciona Labán (Gén. 31:27); lo tocó María luego del cruce del Mar Rojo (Éxo. 15:20), y la hija de Jefté, cuando recibió a su padre que venía con éxito de la batalla (Juec. 11:34); lo usaron los profetas en tiempos de Saúl (1 Sam. 10:5), las jóvenes que celebraban la victoria de Saúl y David contra los filisteos (18:6), y los músicos de David que acompañaron el traslado del arca desde Quiriat-jearim hasta Jerusalén (2 Sam. 6:5). Es mencionado por el salmista (Sal. 149:3; 150:4).76

Trompeta

“En la Biblia, hay dos palabras hebreas que designan un instrumento confeccionado de los cuernos de animales: el shofar y el qéren. El shofar solo se hacía de cuerno de carnero, mientras que el qéren se hacía del cuerno de un macho cabrío o de un carnero. El shofar aparece 72 veces en el AT. La RVR lo traduce 44 veces ‘trompeta’, 23 veces ‘bocina’, tres veces ‘cuerno’, una vez ‘clarín’, y una vez ‘corneta’. Cinco veces en el AT se usa la palabra qéren, ‘cuerno’, para designar un instrumento musical. Los traductores de la RVR consignan cuatro veces ‘bocina’ y un ‘cuerno de carnero’. En verdad, la traducción más precisa y literal de ambas palabras es ‘cuerno’”.77

La religión judía sigue usando este instrumento. Con el tiempo, se le agregó una boquilla. No era un instrumento melódico, sino que producía tres notas, que se empleaban como llamado de atención o señal. El Antiguo Testamento lo registra muchas veces, más que los demás instrumentos. Se lo tocó en el Sinaí (Éxo. 19:16, 19; 20:18), y durante el asalto a Jericó (Jos. 6:6, 20). Servía para llamar a la guerra, como ocurrió con Gedeón y Aod (Juec. 3:27; 7:20), Saúl (1 Sam. 13:3) y Joab (2 Sam. 2:28). Anunció la coronación de Salomón (1 Rey. 1:34, 39), e indicaba la llegada de la luna nueva (Sal. 81:3) y del jubileo (Lev. 25:9). Servía como señal de alarma (Neh. 4:18, 20; Jer. 4:5, 19; Eze. 33:3) y para alabar a Dios (Sal. 150:3).78

“La palabra hebrea jatsotserah aparece 29 veces en el AT. La RVR la traduce 26 veces ‘trompeta’, 2 veces ‘trompetero’, y una vez ‘bocina’. Es interesante notar que en el hebreo la palabra jatsotserah solo aparece una vez en el singular (Ose. 5: 8). A diferencia del cuerno (shofar y qéren), la trompeta (jatsotserah) se hacía de metal. En Números 10:1 y 2, aparecen las instrucciones divinas dadas a Moisés para que hiciera ‘dos trompetas de plata; de obra de martillo’. Josefo describe la hechura de estas trompetas (Antigüedades iii. 12. 6), diciendo que eran tubos rectos, de poco menos de un codo de longitud (aproximadamente 50 cm), algo más gruesos que una flauta y terminados en campana”.79

“Las trompetas hebreas eran usadas para dar la voz de alarma (Núm. 10:9) y también en relación con la música del Templo (2 Crón. 5: 12, 13, etc.).

Puesto que carecía de válvulas o llaves, este instrumento tampoco podía producir una melodía, sino solo las notas que habitualmente se usan para los toques de una clarinada que, en el mejor de los casos, podrían ser ocho”.80

Salterio

Era un instrumento de cuerdas con una caja de resonancia, de uso común en Mesopotamia y Egipto. La Biblia hebrea menciona 27 veces un instrumento musical llamado nébel, traducido normalmente como ‘salterio’ y a veces como ‘vihuela’, ‘arpa’, ‘instrumento’ y ‘flauta’. Jerónimo afirma que su caja de resonancia, recubierta de cuero, tenía forma redondeada y estaba en la parte superior. Josefo informa que tenía doce cuerdas que se tocaban con los dedos.81 Su uso era preponderantemente religioso. Lo tenían los profetas de los días de Saúl (1 Sam. 10:5); se lo usó en el traslado del arca (2 Sam. 6:5); y era parte de la orquesta del Templo (1 Crón. 15:16, 20, 28; Neh. 12:27; etc.). Se lo menciona en Salmo 150:3.82

Sistro

El vocablo hebreo mena’an’im, que se traduce en la RVR como “flautas” y en la Biblia de Jerusalén (BJ) como “sistro”, viene del verbo hebreo nua, “sacudir”. Se menciona por única vez como parte de la orquesta que tocó durante el traslado del arca a Jerusalén (2 Sam. 6:5). El sistro, muy conocido en Egipto, se asemejaba a una herradura sujeta a un mango, con orificios en los cuales se insertaban varillitas metálicas. Cuando el sistro era sacudido, las varillas producían un sonido peculiar. En 1934 se encontró un sistro en Bet-el.83

Címbalos

Se traduce 3 veces del hebreo tseltselim, 13 veces del hebreo metsiltáyim y del griego kúmbala. Los dos términos hebreos vienen del verbo onomatopéyico tsalal, ‘batir’, ‘golpear’, ‘retiñir’, ‘sonar’ (ver Sal. 150:5).84 “Los címbalos resonantes se tocaban con un movimiento horizontal, lo que daba un sonido más ‘claro’ y suave”.85 En excavaciones arqueológicas de Palestina se han encontrado címbalos de bronce de unos 10 centímetros de diámetro con orificios en el centro, por los cuales pasaba alguna correa. Se los menciona recién en tiempos de David, y su uso era exclusivamente religioso. Estaban en la orquesta que acompañó el traslado del arca a Jerusalén (2 Sam. 6:5) y se lo usaba en la música del Templo (2 Crón. 5:12; 29:25; Esd. 3:10; Neh. 12:27; etc.).86

Decacordio

“En los Salmos se menciona tres veces un instrumento llamado asor en hebreo. La RVR traduce ‘decacordio’. No hay duda de que se trata de un instrumento de diez cuerdas, pues la palabra hebrea en cuestión significa, básicamente, ‘diez’. Pero, hay diversas opiniones en cuanto a la forma exacta de este instrumento”.87 Se trata de un instrumento diferente del arpa (Sal. 33:2; 144:9; 92:3); tal vez una cítara.

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221 стр. 2 иллюстрации
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9789877983647
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