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3.2. Escuela para los derechos humanos

Pisagua, por sus características puede ser convertido en un espacio educativo popular. Es un sitio extraordinariamente simbólico para montar una escuela de cuadros del mejor nivel y planteado en el mejor sentido de la palabra, es decir, formar cuadros para la defensa de la vida y la democracia, y que mejor que hacerlo en un lugar donde murieron cuadros que dieron su vida por una sociedad más justa.

Durante todo el año, debe ser una permanente escuela formadora de monitores y dirigentes para la democracia. En el lugar que mejor ha representado la muerte, sugerimos instalar un centro de capacitación y formación en derechos humanos. Jóvenes, mujeres y hombres de Arica, Iquique, Tocopilla, Calama y Antofagasta pueden asistir en forma permanente a cursos, seminarios y talleres formativos sobre diferentes aspectos de la temática de los derechos humanos.

Este desafío surge de la experiencia que hemos vivido y de la necesidad de asumir que los cuadros políticos y profesionales se forman, deben capacitarse y formarse, deben tener claridad en sus ideas y noción exacta de lo que deben hacer e impulsar.

La dirección de ese centro puede ser una instancia de co-gestión entre el gobierno regional, las diferentes iglesias, el Colegio de Profesores y la Central Unitaria de Trabajadores.

3.3 Pisagua como Centro de Capacitación en artes de la Pesca Artesanal

El punto es desarrollar un espacio educativo, en el que cada cierto tiempo los pescadores artesanales, tanto del poblado mismo como de toda la región, pueden ser capacitados y perfeccionados en orden al desarrollo de nuevas artes de pesca, de reparación y fabricación de los mismos; en este sentido, el centro de formación puede tener una dimensión de perfeccionamiento tecnológico de nuestra mano de obra regional.

Pero por otro lado, en esta misma óptica, el centro puede abocarse al desarrollo, investigación y producción de nuevos sub-productos alimentarios, buscando desarrollar aportes alimentarios en torno a pescados y mariscos; y todo ello sin descuidar la capacitación en los que se dice relación con la constitución de formar productivas asociadas y de auto ayuda económica, manejo administrativo y contable, etc.

Finalmente, en esta misma idea, creemos factible y necesario que Pisagua albergue en su seno como parte de este centro de capacitación, un espacio de investigación en el tema de cultivos marinos. Hay que imaginar a esta caleta como un gran centro de cultivo, reproducción y protección de especies que actualmente están agotadas y necesitan intenso cuidado: erizos, locos, jaibas, etc.

3.4 Pisagua como centro de recreación social

Sostenemos que este puerto tiene las condiciones climáticas, geográficas, ambientales, ecológicas para cumplir una función de recreación social y turística, albergando a grupos sociales tradicionalmente marginados del beneficio del descanso, la recreación y el turismo. En forma específica, nos referimos a grupos de personas de la denominada tercera edad, a los aymara de la cordillera, a los pobladores de la ciudad y a grupos populares provenientes de regiones cercanas, tal es caso de Antofagasta, por ejemplo.

4. Condición básica

Lo antes dicho supone un esfuerzo político educativo de gran envergadura y ser capaces de impulsarlo reflejará nuestro interés por el tema de la vida, la muerte y sus símbolos correspondientes; supone desarrollar una estrategia educativa de largo plazo para que la región valorice Pisagua en otra dimensión y que como consecuencia de esa estrategia educativa se genere un cambio cultural, no sólo de la comunidad, sino también de la región y el país hacia el tema de la democracia y los derechos humanos.

4.1 En ese contexto, la idea educativa propuesta supone un esfuerzo gubernamental por declarar a Pisagua lugar educativo y monumento nacional, es decir, debe generarse una actitud pública y privada por convertir a Pisagua en un nuevo tipo de espacio, desasociándola de los lastres del pasado.

4.2 Lo anterior debe ser complementado por acciones o proyectos de tipo socio-económico, para cambiarle el perfil no sólo de la perspectiva simbólica y cultural a este lugar. Hay que desarrollar la idea de un plan de desarrollo integral, que considere todas las variables pertinentes a la satisfacción de las necesidades básicas de la población que allí radique. La población de Pisagua debe satisfacer y atender sus necesidades relacionadas a Vivienda, Alimentación, Vestuario, Cultura, Obras Públicas, Transporte, etc.

4.3 Potenciar la producción pesquero artesanal, para que la gente se alimente según sus necesidades y sus capacidades. Hay que buscar los mecanismos (financieros, de inversiones, etc.) con el objeto de reactivar este sitio como lugar productivo, desarrollando todas las capacidades y potencialidades existentes y que permitan satisfacer la demanda alimentaria de la caleta y de la ciudad de Iquique, considerando sus proyecciones alimentarias incluso hacia el altiplano andino.

4.4 Potenciar el turismo, desarrollando una línea de turismo histórico y turismo receptivo. El espacio geográfico del viejo puerto pisaguino debe ser conocido por múltiples generaciones, que deben acudir allí no sólo para conocer que un tiempo hubo muertos y fosas comunes, sino para conocer que sobre ese mismo espacio de muerte, hemos sido capaces de construir nuevas formas de vida.

Hay que ponerse en disposición de convertir a la caleta en sitio de atracción turística no sólo natural, sino también arqueológica e histórica.

5. Conclusiones

Quizás llame la atención al lector, el tono de estas páginas. Dudamos en un comienzo por utilizar un tono poético, luego por el énfasis histórico, pero finalmente optamos por el tono que algún amigo llamó lenguaje de la proyectología. Y ello es cierto.

Creemos que la tarea de construir la democracia y de esa manera, proteger los derechos humanos, debe ser asumida por poetas e historiadores, no menos cierto es que debemos construir esa democracia con ideas enraizadas en lo viable y lo real, vinculado al tema del desarrollo económico, social y cultural de la región y el país. Quizás por ello nuestro lenguaje.

Seremos capaces de enfrentar el futuro y construir una sociedad más justa y solidaria, en la medida que seamos capaces de manejarnos con ideas sólidas, que tengan capacidad de convocatoria real, y ello, obviamente, supone un esfuerzo por construir utopías, pero utopías que tengan un alto grado de convertirse en realidad, construidas sobre la base de lo que ocurrió en el pasado, pero sin perder de vista la urgente necesidad que tenemos de construir el futuro.

Ojalá algún día podamos llegar a esa bella caleta llevando a nuestros hijos, y lo hagamos en el sincero afán que ellos conozcan lo que allí sucedió, que sepan que en una fosa, todavía existente, enterraron a gente joven que luchó por una vida mejor, y que sin embargo conoció una muerte inmerecida; que sepan que en ese lugar, algún día ocurrieron hechos que enfrentaron vida y muerte, que en Pisagua se negó el derecho al equilibrio entre los conceptos ejes de nuestra existencia. Sin embargo, también queremos que cuando nuestros hijos estén allí, sepan que en ese lugar e muerte, fuimos capaces de sembrar vida, vida justa, que fuimos capaces de convertir noche en día, aridez en fertilidad, la tristeza en alegría, el hambre en alimentación, el trabajo en reposo y la intuición en conocimiento.

Ojalá algún día podamos tener el privilegio de ver un video que al igual de Johnny Good hable de los vivos que allí estuvieron, pero que también hable de los muertos que por allí pasaron. El día que encontremos ese video estará avisándonos que avanzamos en la busca del equilibrio que merecemos.

Pisagua
Fotografías en secuencia histórica













Notas

1 Loayza, Alfredo. “Pisagua Dormida entre los Riscos”. En Revista Camanchaca, N° 7. Iquique – Chile, 1988. Pág. 32.

2 Id. Pág. 32.

3 Paz Soldán, Mariano F: Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia. Ed. Milla Batres. Lima-Perú. 1979. Tomo I. Pág. 132.

4 Bulnes, Gonzalo. Resumen de la Guerra del Pacífico. Ed. Del Pacífico. Santiago-Chile. 1976 Pág. 77

5 Id. Pág. 77

6 Id. Pág. 79

7 Barros Arana, Diego. Historia de la Guerra del Pacífico. Ed. Andrés Bello. Santiago de Chile, 1979. Pág. 119

8 Paz Soldán, Mariano F. Narración Histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia. Ed. Milla Batres. Lima – Perú. 1979. Tomo II. Pág. 29.

9 Caivano, Tomás. La Guerra de América entre Chile, Perú y Bolivia. Ed. Lima. Lima – Perú. 1979. Vol. II. Pág. 189

10 Céspedes M. y Garreaud. L. Gran Diccionario de Chile (Biográfico – Cultural). Ed. Alfa. Santiago – Chile. 1988. Pág. 574.

11 Bulnes. G. Ob. Cit. Pág. 85

12 Barros Arana, D. Ob. Cit. Pág. 123.

13 Bulnes, G. Ob. Cit. Pág. 86.

14 Barros Arana, D. Ob. Cit. Págs. 124 – 125.

15 Bulnes, G. Ob. Cit. Pág. 87.

16 Barros Arana, D. Ob. Cit. Pág. 125.

17 Ver de Juan Mondaca A. “Revolución de 1891”, en Revista Camanchaca N° 7. TER. Iquique, Chile, 1988

18 Fuentes, J. Cortés. L. y otros. Diccionario Histórico de Chile. Ed. Zig – Zag. Santiago – Chile. 1989. Págs. 459-460

19 Cieza de León. La Crónica del Perú, Madrid, 1962, p. 46.

20 Billinghurst, G. E.: Los Capitales Salitreros de Tarapacá, Santiago, 1889, p.10

21 Billinghurst, G. E.: Idem p.11.

22 Billinghurst, G. E.: Idem, p. 28.

23 Rivero Mariano E. “Noticias sobre el Salitre y el Borato de Cal de Iquique” en: C.B.: El Ferrocarril de Iquique. Observaciones Generales. Lima, 1860 p. 53.

24 Colección de Leyes, Lima, 1842, tomo III, p. 445.

25 El Conciliador, Lima, 21 de septiembre de 1831.

26 Ahumada Moreno, Pascual. Colección Guerra del Pacífico, tomo III, p. 88.

27 “Narrative of the Surveying Voyages of H.M.S. “Adventure” and “Beagle” between the years 1826 and 1836.”. Appendix to Vol. II London, 1839, p. 239.

28 El Comercio, Lima, 26 de mayo de 1856.

29 El Comercio, Lima, 9 de enero de 1862.

30 El Peruano, Lima, 24 de mayo de 1862.

31 La Opinión Nacional, Lima, 10 de junio de 1879.

32 El Comercio, Lima, 11 de diciembre de 1867

33 El Nacional, Lima, 24 de agosto de 1868.

34 El Comercio, Lima, 19 de agosto de 1868.

35 El Comercio, Lima, 12 de septiembre de 1868.

36 El Peruano, Lima, 19 de diciembre de 1868.

37 El Comercio, Lima, 4 de febrero de 1869

38 El Peruano, Lima, 13 de marzo de 1869

39 El Peruano, 4 de diciembre de 1868

40 El Peruano, 24 de diciembre de 1870

41 El Peruano, 24 de diciembre de 1870

42 El Peruano, 25 de agosto de 1874

43 La Opinión Nacional, 10 de junio de 1879

44 La Opinión Nacional, 18 de febrero de 1875

45 El Peruano, 25 de agosto de 1874

46 El Peruano, 27 de agosto de 1874

47 El Nacional, 18 de octubre de 1875

48 Censo General de la República del Perú, 1876, Lima, 1878 t. VII, p. 991.

49 Ídem, t. VII, p. 993.

50 La Opinión Nacional, 4 de junio de 1877

51 Ahumada Moreno, Pascual: Colección Guerra del Pacífico. Tomo I, p. 23.

52 Ídem. T. IV. P. 85.

53 La Libertad Electoral, Santiago, 12 de diciembre de 1889

54 Memoria de la Delegación Fiscal de Tarapacá, Iquique, abril de 1881, p. 3

55 Memoria del Gobernador Marítimo de Iquique, abril 26 de 1882

56 El Mercurio, Valparaíso, 5 de enero de 1883

57 Veintiuno de Mayo, Iquique, 5 de enero de 1883

58 La Libertad Electoral, 12 de diciembre de 1889.

59 El Mercurio, Valparaíso, 16 de diciembre de 1884.

60 Risopatrón, Francisco, Diccionario Geográfico de las Provincias de Tacna y Tarapacá. Iquique, 1890. p. 106.

61 Decreto del 3 de noviembre de 1885

62 La Industria, Iquique, 7 de marzo de 1886.

63 Ferrocarril entre Agua Santa y Caleta Buena, Santiago, 1890, p. 170.

64 Del Canto, Estanislao. Memorias Militares, p. 422

65 Ídem. p. 423.

66 Ídem. p. 430.

67 Parte del Comandante del Transporte “Cachapoal”, Iquique, 17 de febrero de 1891, en: Carlos Rojas Arancibia: Memorándum de la Revolución de 1891, documento 22.

68 Parte del Coronel E. del Canto, Pisagua, 6 de febrero de 1891, en: Carlos Rojas Arancibia, Memorándum, documento 21

69 El Nacional, Iquique, 10 de junio de 1891

70 El Nacional, Iquique, 3 de noviembre de 1894

71 “Memorias de la Delegación Fiscal de Salitreras” en: Memorias del Ministerio de Hacienda, años 1896, 1897 1898.

72 El Tarapacá, Iquique, 30 de abril de 1903.

73 La Patria, Iquique, 18 de febrero de 1904.

74 El Tarapacá, Iquique, 29 de junio de 1911.

75 Archivo de la Intendencia de Tarapacá. Copiador de Telegramas, 1914-1915.

76 Vial, Gonzalo: “Historia de Chile” (1891-1973). V. II, Santiago, 1893, p. 620.

77 El Tarapacá, Iquique, 2 de agosto de 1926.

78 Ottone, Jorge: Las Sociedades de Economía Mixta, en general y las Mineras, en especial. 1944, p. 54 (Memoria de Prueba para optar al grado de Licenciado en la F. de Ciencias Jurídicas y Sociales de la U. de Chile).

79 El Tarapacá, Iquique, 3 de febrero de 1930

80 Ver el testimonio de Héctor Taberna en este mismo libro. N del E.

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