Читайте только на ЛитРес

Книгу нельзя скачать файлом, но можно читать в нашем приложении или онлайн на сайте.

Читать книгу: «Quince minutos en globo», страница 2

Шрифт:

ESCENA III

CARLOTA y RUFINO

Ruf. Vamos, Carlotita…

Carl. ¡No se acerque usted!

Ruf. Pero, ¿hasta cuándo?..

Carl. Y le advierto á usted que me importa muy poco que mi mamá le conceda mi mano, porque como soy yo la que tiene que pronunciar el sí…

Ruf. Mira, Carlota, yo no sé por qué me has tomado esa ojeriza, yo no tengo la culpa de que nos quieran casar. Mi papá me dijo un día: – Vamos á ver, Rufino, ya no eres un niño, no eres guapo… pero tampoco… lo serás nunca. – ¿Te gusta Carlota, la hija de doña Anselma? Yo le contesté… – Papá, yo soy como Telémaco, me gustan todas. – ¿Pero Carlota te gusta más? – Me gusta. – Pues es preciso que te cases con ella. Yo le dije: – Tendrá que ser un domingo, porque los demás días tengo que ir á la oficina.

Carl. (¡Estúpido!) (Riéndose.)

Ruf. Pues por eso quiero que te cases con ella para que no volvamos á la oficina; y claro, como allí se me figura que me toman el pelo, pues dije, me casaré con Carlota para que me lo tome ella sola.

Carl. ¡Y no lo sabe usted bien! Como me vea obligada á casarme con usted…

Ruf. Pero, ¿por qué me tienes esa rabia?

Carl. Porque no le quiero á usted.

Ruf. Pues eso me pasa á mí. Pero me gustas, porque á mí me gustan todas…

Carl. ¡Pues á mí no me gusta más que uno!

Ruf. Y no soy yo, ¿verdad?

Carl. ¿En qué lo has conocido?

Ruf. En que no lo sabes disimular; pero al otro día de la boda cambiarás de opinión. Mira, yo me acerco á una mujer y dice ¡qué feo es! Pero como lleguemos al seno… de la intimidad concluye por llamarme simpático. Pero lo que aquí sucede es que tú tienes otro novio.

Carl. Le tenía, porque no sé qué es de él; un joven que conocí en Biarritz el verano pasado; no sé qué es de él.

Ruf. Pues créete que entonces ha volado con otra paloma. Nada, ya verás como acabo por gustarte.

Carl. Es que yo le quiero al otro y seguiré amándole aunque me casen con usted.

Ruf. ¿A mí qué? Como él no te querrá…

Carl. Pues le engañaré con el primero que encuentre.

Ruf. ¡Bueno!

Carl. ¿De modo que si yo tengo otro amante se quedará usted tan fresco?

Ruf. Tendré filosofía como hacen otros; porque suponte que tú me pillas con una mujer, como ya te he dicho que me gustan todas…

Carl. Es que además no le dejaré á usted un momento tranquilo, porque yo tengo muy mal carácter y le reñiré por cualquier cosa. Tendremos un infierno continuo.

Ruf. Peor para el carbonero.

Carl. Y si me contraría usted en lo más mínimo seré capaz de pegarle.

Ruf. Manos blancas no ofenden.

Carl. ¡Es que cogeré un palo!..

Ruf. ¡Cómo!

Carl. Así. (Le quita el bastón y le amenaza.)

Ruf. No vale hacer daño, ¿eh? (Huyendo.)

ESCENA IV

DICHOS y DON ROSENDO y DOÑA ANSELMA por el segundo derecha

Ros. ¿Ve usted? ya están jugando.

Carl. Para juegos estoy yo. Le estaba haciendo el programa para cuando nos casemos.

Ruf. Y dice que me va á pegar.

Carl. Que le pegaré y que se la pegaré.

Ans. ¡Niña!

Carl. ¡Sí, mamá, yo no le quiero, ea!

Ans. ¿Oye usted?

Ros. Cosas de chiquillos. No la haga usted caso. (Ahora un poquito de energía.)

Ans. ¿Pero estás loca? Es preciso que me obedezcas.

Carl. ¡Si no fuera usted mi mamá!..

Ros. ¡Está loca!..

Carl. Sí, señor, de rabia. (Tira el bastón y vase corriendo por el hotel.)

Ros. Anda Rufino, acompáñala.

Ruf. ¡Es que me va á pegar!..

Ros. Con eso te vas acostumbrando.

Ruf. (¡Pues lo que es ahora no me le quita!) (Coge fuertemente el bastón y vase detrás de Carlota.)

Возрастное ограничение:
12+
Дата выхода на Литрес:
30 июня 2017
Объем:
15 стр. 1 иллюстрация
Правообладатель:
Public Domain

С этой книгой читают