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Descubra sus dones espirituales: Cómo servir mejor al Cuerpo de Cristo

©2021 por Editorial Patmos

Publicado por Editorial Patmos,

Miami, FL 33166.

Todos los derechos reservados.

Originalmente publicado en inglés como Discoveryour God-given Gifts, por Chosen Books, una división de Baker Book House Company, Grand Rapids, MI. ©1987 Don y Katie Fortune.

El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas.

Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

Las citas bíblicas marcadas como «NVI» son de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.

NOTA DEL EDITOR: Las citas bíblicas marcadas como «TAB» son traducidas de Amplified Bible, una versión amplificada de la Biblia en inglés.

e-ISBN: 978-1-64691-119-6

Diseño de portada por Adrián Romano

Categoría: Vida cristiana

Conversión a epub: Cumbuca Studio

ÍNDICE

1  Portada

2  Portadilla

3  Creditos

4  ÍNDICE

5  Introducción

PRIMERA PARTE: UNA PERSPECTIVA GENERAL DE LOS DONES

7  Tres categorías de dones

8  ¡Todos tenemos un don!

9  Colocados en su cuerpo

10  Ministramos en todas las áreas

11  Si tengo un don, ¿por qué no lo sabía?

12  Cómo evaluarse

13  SEGUNDA PARTE: LOS SIETE DONES

14  Características del que percibe

15  Problemas del que percibe

16  Personajes bíblicos con el don de percepción

17  Características del servidor

18  Problemas del servidor

19  Personajes bíblicos con el don de servicio

20  Características del maestro

21  Problemas del maestro

22  Personajes bíblicos con el don de enseñanza

23  Características del exhortador

24  Problemas del exhortador

25  Personajes bíblicos con el don de exhortación

26  Características del dador

27  Problemas del dador

28  Personajes bíblicos con el don de dar

29  Características del administrador

30  Problemas del administrador

31  Personajes bíblicos con el don de administración

32  Características del que tiene compasión

33  Problemas del que tiene compasión

34  Personajes bíblicos con el don de compasión

35  Cómo evaluar su hoja de perfil

36  Las características de Jesús

37  TERCERA PARTE: APLICACIONES PRÁCTICAS

38  Poniendo en práctica su don

39  Cada cristiano es un “ministro”

40  Carreras y trabajos

41  Pensamientos finales

42  Notas

43  Epílogo

Landmarks

1  Portada

2  Portadilla

3  Creditos

4  Índice

5  Introducción

6  Epílogo

INTRODUCCIÓN

Fue en el año 1974 que nuestros amigos Lynn y Glenn Koontz, nos invitaron a su hogar para compartir con nosotros lo que habían aprendido sobre los dones motivacionales durante un seminario avanzado titulado “Conflictos Básicos de la Juventud”, enseñado por Bill Gothard. Nos emocionamos mientras Glenn leía sus notas. Enseguida entendimos por qué éramos tan diferentes el uno del otro. Eso nos ayudó a entender cosas sobre nosotros mismos que anteriormente no habíamos entendido.

– ¡Vaya! – me dijo Don, mi esposo -, Ahora entiendo por qué siempre estás tan ansiosa por organizar las cosas, ¡incluyéndome a mí y a los niños!

– ¡Sí! contesté -, y ahora entiendo por qué siempre dices a todos que deben ver el lado bueno de cada situación.

Pronto reconocí que la administración era mi don primario. Por primera vez en mi vida entendí la razón por la cual sentía tal pasión por cualquier cosa en la que me involucraba. Entendí que estaba bien que yo prefiriera delegar tareas en vez de hacerlas yo misma. Pude, entonces, liberarme de la culpa que sentía por no ser el “ama de casa ideal”. Sentí alivio al saber que mi interés por emprender proyectos fuera del hogar era un comportamiento normal y aceptable para personas con mi don. También reconocí que algunos de los problemas en mi vida eran típicos de la persona que tiene el don de administración. De ahí en adelante entendería mucho mejor estos aspectos de mi vida, lo cual me ayudaría a cambiarlos.

Mi esposo Don reconoció que su don primario era el de la exhortación. Entendió por qué siempre tenía tantos deseos de aconsejar a las personas...algunas veces sin que se lo pidieran. Se dio cuenta de que el Señor lo había equipado para ser un motivador, para fortalecer al Cuerpo de Cristo, y que tenía que seguir haciéndolo, incluso cuando no hubiera resultados visibles de inmediato.

A raíz de esta revelación, Don dijo: “Empecé a aceptar algunas de las ideas y de los comportamientos de Katie. Al saber que ella obraba según los dones motivacionales que Dios le había dado, dejé de tratar de hacer que ella pensara y actuara a mi manera.”

Por mi parte, yo me di cuenta de que necesitaba dejar que mi esposo fuera lo que Dios quería que fuera. Nuestras diferencias ya no nos intimidan. Por el contrario, hemos aprendido a deleitarnos en ellas, sabiendo que Dios nos ha unido en el matrimonio siendo personas con dones diferentes que nos enriquecerán a ambos, si permitimos que sea así.

De la misma manera, empezamos a reconocer los dones únicos en cada uno de nuestros tres hijos. Linda, nuestra hija, es un ejemplo típico de una persona con el don de compasión. David es una mezcla interesante de los dones de sus padres: tiene el don de administración, el de enseñanza y el de exhortación. Dan tiene el don de percepción modificado por el don de compasión. Fue una experiencia divertida ver cómo la personalidad de nuestros hijos se desarrollaba y florecía cuando les permitimos ser lo que Dios quería que fueran. Nos ayudó a comprender mejor cómo disciplinarlos y motivarlos.

También llegamos a ser más sensibles a los dones de nuestros amigos y colegas. Pudimos entender mejor el motivo por el cual algunas de nuestras acciones causaban en los demás cierta reacción negativa en vez de una respuesta positiva, y también por qué algunas veces nos sentíamos intimidados por ciertas personas. Los conflictos personales con los demás disminuyeron, y en muchos casos hasta desaparecieron.

Pronto empezamos a usar los conocimientos que habíamos adquirido en todas nuestras relaciones interpersonales. Entendimos por qué los sermones de nuestro pastor tendían con mucha frecuencia a basarse en un tema determinado. Comprendimos por qué cierta persona a quien se le había dado un puesto de liderazgo en la iglesia, no podía con su cargo. Entendimos por qué nuestro hijo mayor cultivaba un grupo grande de amistades mientras que nuestro hijo mejor era feliz teniendo sólo uno o dos amigos íntimos. Percibimos por qué nuestra hija siempre se hacía amiga y protegía a los rechazados y marginados. ¡Todo empezaba a tener sentido!

INVESTIGACIÓN ADICIONAL

Nuestra perspectiva fue enriquecida aun más cuando recibimos una serie de casetes desarrollados por el Reverendo Don Pickerill, presidente de Life Bible College en California, que hablaba sobre los dones bíblicos. Mientras más examinábamos las Escrituras, más nos emocionábamos. Los personajes bíblicos empezaron a cobrar vida. Empezamos a ver cómo su ministerio, sus motivos y sus métodos encajaban en el propósito y el plan de Dios para su vida.

Al mismo tiempo, el Espíritu Santo empezó a confirmar que este era un tema acerca del cual Él quería que yo enseñara. (Me había dado cuenta de que mi don secundario es el de la enseñanza.) Entonces, tomando lo que otros habían descubierto y agregando lo que nosotros habíamos aprendido de las Escrituras y de la experiencia propia, comenzamos a enseñar sobre los dones en los grupos de mujeres, los estudios bíblicos y en cualquier lugar en que el Señor abriera las puertas de la oportunidad.

Y por supuesto, mientras más enseñábamos sobre este tema, más aprendíamos. La respuesta de los grupos era muy positiva. ¡Más discernimiento! Más indicaciones que estas enseñanzas eran indispensables y que cambiaban la vida de las personas. Yo, por mi parte, recopilaba datos de cada grupo al que enseñaba y desarrollé un método de evaluación (mi don de administración puesto en acción), que permitía que las personas identificaran sus dones.

Varias mujeres de nuestra zona comenzaron a enseñar sobre el tema y decidimos reunirnos cada mes para compartir nuestras ideas y lo que habíamos aprendido. Les comenté a Margaret Ann Hardwick, Judy Walker, Bobbie Elmore y Barbara Walsh que estaba preparando un libro sobre el tema y les pedí a todas ellas que me dieran sus sugerencias. Pasamos juntas momentos muy agradables, mientras investigábamos, revisábamos y agregábamos datos.

Quiero agradecer de manera especial a aquellos que ayudaron posteriormente con la recopilación de la investigación: Collen McGowan, Lydia Mathre y Carol Miller. Quiero agradecer grandemente a Helen Bishop, quien me ayudó al pasar infinidad de horas frente a la computadora. También quiero agradecer a Elizabeth Sherrill por la delicadeza y la meticulosidad de su revisión.

EXPOSICIÓN GENERAL DE LA ENSEÑANZA

Durante los últimos doce años, Don y yo hemos enseñado nuestro seminario sobre los dones motivacionales alrededor del país, desde Washington hasta la Florida, y desde California hasta Nueva York. También lo hemos enseñado en Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Inglaterra, Escocia, Alemania, Panamá, India, Singapur, Hong Kong, Corea, Japón, América Central y las Filipinas.

Hemos tenido el privilegio de trabajar con intérpretes excelentes. En Panamá, cualquiera hubiera pensado que Karen Hines (esposa del evangelista Mike Hines) había enseñado sobre el tema durante años. En Alemania, Waltraud Keil (un maestro en la Escuela de Idiomas Berlitz) adquirió hasta nuestros gestos y nuestro tono de voz. En Japón el joven pastor Kai se relacionó con nosotros de una forma que sólo pudo haber sido obra del Espíritu Santo.

En Corea, Archer Torrey, teólogo y además nieto del escritor teológico R. A. Torrey, nos sirvió de intérprete en Jesus Abbey. Cuando le preguntamos por qué su traducción generalmente era más larga que el original, nos explicó que estaba recibiendo revelaciones tan claras del Espíritu Santo que las estaba agregando a lo que nosotros decíamos.

También nos han sucedido cosas graciosas, como aquella vez que Don dijo: “El que tiene el don de percepción ayunará y orará a menudo.” Nuestro amigo misionero, Ron Sisco, inmediatamente interrumpió para corregir al intérprete cuando este dijo: “El que tiene el don de percepción a menudo orará apresuradamente.” (En inglés, la palabra fast se puede traducir “ayunar” o bien “apresuradamente”.)

Hemos descubierto que estas enseñanzas atraen y se aplican no solamente a las personas de cada país y cada cultura, sino también a las personas de cada tipo de iglesia, denominación y organización. Asimismo, recibimos respuestas entusiastas de jóvenes, grupos universitarios, adultos y ancianos. Todos ellos dicen lo mismo: “¡Este seminario ha cambiado mi vida!”

PARTE

1

UNA PERSPECTIVA GENERAL DE LOS DONES

TRES CATEGORÍAS DE DONES

1

Si usted tiene una canasta de manzanas, naranjas y bananos, ¿qué tiene en realidad? ¿Una canasta de manzanas? No. ¡Tiene una canasta de frutas! Lo mismo sucede con las tres categorías de dones que se mencionan en el Nuevo Testamento. Los tres grupos están compuestos de dones; sin embargo, al igual que las frutas en la canasta, cada grupo es único y distinto de los demás.

Uno de estos grupos de dones dados por Dios contiene la clave para entender muchas cosas sobre nosotros mismos: por qué pensamos y obramos de cierta forma, qué nos lleva a relacionarnos con otras personas y con las circunstancias que nos rodean de la manera en que lo hacemos, y qué hace que seamos los individuos especiales que somos. Este grupo de dones será el enfoque de este libro. La Biblia habla de estos dones en 1 Pedro:

Cada uno, según el don que ha recibido (un talento espiritual en particular, un legado divino), minístrelo a los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, [mayordomos fieles de las muy diversas capacidades y dones que Dios ha dado a los creyentes mediante su favor desmerecido.]

I Pedro 4:10, TAB

En este pasaje indudablemente encontramos una clara declaración de que Dios ha dado un don a cada cristiano. Aquí también encontramos un mandato para que utilicemos estos dones para el beneficio de otras personas. Podemos tener la plena seguridad de que Dios no nos mandará a utilizar algo que no poseemos. Sin embargo, ¿cómo obtenemos estos dones?

La palabra griega para “don” en este versículo es carisma, la cual mi diccionario griego define como “algo que Dios da gratuitamente... un presente espiritual... un regalo gratuito.” De modo que esto no es algo que podamos ganarnos; de hecho, la Biblia no dice que tratemos de merecer nuestro don, sino de utilizarlo. Este tipo de don es algo que ya poseemos, algo que Dios nos dio a cada uno de nosotros cuando Él nos creó.

Como ya mencioné, esto no se aplica sino a uno de los tres grupos de dones que se encuentran en el Nuevo Testamento. Examinemos brevemente cada lista de dones para observar cuál de ellas entra en esta categoría de dones especiales que revelan tanto acerca de la manera en que Dios nos creó.

LOS DONES DE MANIFESTACION

El primer grupo de dones lo encontramos en 1 Corintios 12

Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu (Santo), es decir, la evidencia, la iluminación espiritual del Espíritu, para provecho. Porque a éste es dado por el Espíritu (Santo) [el poder para hablar] palabra de sabiduría; a otro, [el poder para expresar] palabra de conocimiento (“ciencia”, RV) según el mismo Espíritu (Santo); a otro, fe (que hace maravillas) por el mismo Espíritu (Santo); y a otro, dones (extraordinarios) de sanidades por el Espíritu; a otro, el hacer milagros; a otro profecía, es decir, el don de interpretar la voluntad y el propósito divinos; a otro, la habilidad de discernir y distinguir entre [la palabra de] los espíritus de verdad [y los falsos]; a otro, diversas lenguas [desconocidas]; y a otro, la interpretación de [tales] lenguas.

Versículos 7-10, TAB

Hay nueve dones registrados en el versículo anterior:

1 – Palabra de sabiduría, una revelación de sabiduría que va más allá de la sabiduría natural humana, que le permite a la persona saber qué hacer o decir.

2 – Palabra de conocimiento, (“ciencia”, RV), una revelación de información para una persona, grupo o situación que no puede conocerse por ningún medio natural.

3 – Fe, el tipo de fe en acción que mueve montañas y espera confiadamente los resultados.

4 – Dones de sanidad, las muchas maneras y la variedad de grados en los cuales Dios manifiesta la sanidad.

5 – Hacer’ milagros, la demostración del poder de Dios en acción que va más allá de las leyes naturales.

6 – Profecía, una proclamación ungida de Dios a través de un individuo para animar, exhortar y confrontar.

7 – Discernimiento de espíritus, la habilidad de una persona para percibir qué tipo de espíritu está operando en cierta situación.

8 – Diversas lenguas, las lenguas dadas a los cristianos por el Espíritu Santo que no son lenguas aprendidas o entendidas por los hablantes.

9 – Interpretación de lenguas, la habilidad sobrenatural de expresar el contenido de lo que se ha hablado en lenguas.

Algunos llaman estos dones los dones de manifestación, puesto que Pablo utilizó la palabra griega phanerosis, la cual significa “una exhibición, expresión o manifestación”. En otras palabras, Pablo define estos dones como manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo que obran a través de los cristianos.

Esta lista de dones no es el objetivo principal de nuestro estudio. La primera razón es porque la Biblia nos muestra que es la persona a quien se le ministra quien realmente recibe los dones (como cuando Jesús sanó al ciego o al paralítico). La segunda razón es porque nadie puede dictar cuándo será utilizado el don; el Espíritu Santo es el encargado de que los dones trabajen a través de vasos disponibles y dispuestos.

LOS DONES MINISTERIALES

La segunda lista de dones la encontramos en Efesios 4. En este texto, la palabra para don que se utiliza en el versículo 8 cuando dice: “... Subiendo a lo alto... y dio dones [doma] a los hombres” significa literalmente “un presente”. Si examinamos este versículo en su contexto, vemos que después que Jesús ascendió al Padre, Él dio dones a las personas a quienes había llamado y dotado para dirigir y capacitar al resto del Cuerpo de Cristo.

Aunque muchas versiones no repiten la palabra “don”, en el versículo 11, the Amplified Bible (versión amplificada de la Biblia en inglés, también conocida como la TAB) sí lo hace:

Y sus dones fueron [variedad; Él mismo constituyó y nos dio hombres,] algunos para ser apóstoles (mensajeros especiales), otros profetas (predicadores y expositores inspirados), otros evangelistas (predicadores del evangelio, misioneros itinerantes), otros pastores (los que pastorean su rebaño) y maestros.

Efesios 4:11, TAB

Es importante notar que en este versículo las palabras “hombres” y “algunos” se utilizan en el sentido de la “humanidad”, es decir, hombres y mujeres. Por lo tanto, ambos sexos pueden ser domas para ministrar al Cuerpo de Cristo.

En este pasaje vemos que se registran cinco dones:

1 – El apóstol, aquel que establece y fortalece las iglesias.

2 – El profeta, aquel que pronuncia el mensaje de Dios.

3 – El evangelista, aquel que es llamado a predicar el evangelio.

4 – El pastor, aquel que alimenta y pastorea a los cristianos.

5 – El maestro, aquel que instruye a los cristianos en la Palabra de Dios.

Hemos escrito los cinco dones en letra minúscula a propósito, para hacer hincapié en el hecho de que estos no son títulos, sino funciones. Una persona no llega a ser profeta porque alguien le dé el nombre de profeta; más bien, se hace profeta cuando desarrolla la habilidad que Dios le ha dado de obrar como profeta y responde al llamado específico de Dios con un corazón dispuesto.

El propósito de estos dones ministeriales es muy claro. The New American Standard Bible lo dice de esta forma:

Y Él puso a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, y a otros como pastores y maestros, para equipar a los santos para la obra de servicio, para el fortalecimiento del Cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, y al conocimiento del Hijo de Dios...

Efesios 4:11-13

Estos cinco dones ministeriales también se pueden llamar los dones de “equipamiento”, los cuales permiten a los santos (los creyentes) hacer la obra del ministerio, para que el Cuerpo de Cristo en la tierra (la Iglesia) pueda funcionar como el verdadero representante de Dios.

Por lo tanto, estos dones tampoco son los dones que nos pertenecen, de los cuales se habla en 1 Pedro 4:10. Más bien, aquí el texto se refiere a son personas que han sido dotadas para equipar al resto del Cuerpo de Cristo.

LOS DONES MOTIVACIONALES

Ahora veamos la tercera lista de dones en el Nuevo Testamento. Esta la encontramos en el libro de Romanos.

De manera que, teniendo diferentes dones (facultades, talentos, cualidades), según la gracia que nos es dada, usémoslos: [El que tiene el don de] profecía, [que profetice], conforme a la medida de su fe; [El que tiene el don de] servicio, que se dedique a servir, el que enseña, que se dedique a la enseñanza; el que exhorta (anima) que se dedique a la exhortación; el que reparte, que lo haga con sencillez de corazón y liberalidad; el que preside, que presida con solicitud, de todo corazón; el que hace misericordia, que lo haga con verdadera alegría y entusiasmo.

Romanos 12:6-8, TAB

La palabra griega que se usa aquí es carisma, la misma palabra que encontramos en 1 Pedro 4:10. Creemos que esta es la categoría de dones a la cual se refería Pedro cuando dijo que debíamos emplear los dones para beneficio de otras personas. Nótese que este pasaje en Romanos nos anima a utilizarlos. Este versículo es como una repetición, un eco de lo que Pedro declara.

Esta sí es la lista de dones en la que nos enfocaremos en este libro. Estos son los dones que nosotros poseemos, los que Dios ha creado en nosotros y hecho parte de nosotros, para ser utilizados para el beneficio de los demás y para su gloria. Al igual que todos los demás dones, Dios nos los da por gracia. Nosotros no los merecemos. Sin embargo, Dios nos los da porque nos ama tanto. Estos son dones que moldean nuestra personalidad.

Debido a que Dios nos ha creado con libre albedrío, podemos escoger usar los dones motivacionales apropiadamente, o bien ser negligentes con ellos y abusar de ellos. Para poder “escoger” utilizar estos dones de acuerdo a la voluntad de Dios, es importante tener un entendimiento claro de lo que son y de cómo funcionan. Esa será nuestra meta en las siguientes páginas. A continuación hablaremos resumidamente de los siete dones, presentando las siete expresiones clave que hemos escogido para identificar a las personas que tienen los diferentes dones.

1 – Don de percepción (“profecía”, RV60; “profecía”, NVI). Lo tiene el que percibe claramente la voluntad de Dios. Hemos utilizado la palabra “percepción” en lugar de la palabra “profecía” para evitar confusión, debido a que la raíz de esta última palabra también se utiliza en las otras dos categorías de dones.

2 – Don de servicio. Lo tiene el servidor, aquel que disfruta de servir a los demás. A esta persona le gusta hacer cosas prácticas por los demás.

3 – Don de enseñanza. Lo tiene el maestro, aquel que disfruta de investigar y comunicar la verdad. Estuvimos a punto de seleccionar la palabra “investigador” debido a que esa motivación es tan fuerte en las personas que tienen este don.

4 – Don de exhortación (“animar”, NVI). Lo tiene el exhortador, aquel que disfruta de animar y motivar a las personas para que vivan una vida cristiana victoriosa. Estas son personas extremadamente positivas que igualmente pueden ser llamadas “motivadores”.

5 – Don de dar (“repartir”, RV60). Lo tiene el dador, aquel que disfruta de dar tiempo, talento, energía y recursos para beneficiar a otras personas y para el avance del evangelio. Otra palabra para identificar a estas personas podría ser “contribuidor”.

6 – Don de administración (“presidir”, RV60; “dirigir”, NVI). Lo tiene eladministrador, aquel que disfruta de organizar, dirigir o liderar. A la persona con este don también se le puede llamar “facilitador” o “líder”.

7Don de compasión (“misericordia”, RV60). Lo tiene el que tiene compasión, quien se preocupa por los necesitados y les muestra compasión y amor. Hemos utilizado la palabra “compasión” en lugar de “misericordia” puesto que esta palabra es más comprensible en el vocabulario usado hoy día.

LOS DONES EN SU CONTEXTO

Es muy importante que siempre que estudiemos cualquier versículo lo miremos en el contexto del pasaje completo. En este caso, debemos enfocarnos brevemente en los primeros cinco versículos del capítulo doce de Romanos, los versículos que preceden la lista de los dones.

Así que, hermanos, os ruego por [todas] las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos – presentando todos sus miembros y facultades – en sacrificio vivo, santo (devoto, consagrado), agradable a Dios, que es vuestro culto racional (inteligente).

No os conforméis a este siglo – es decir, a esta era, no siendo moldeados ni adaptándoos a sus costumbres externas y superficiales – sino transformaos (seáis cambiados) por medio de la [completa] renovación de vuestro entendimiento – por sus nuevos ideales y sus nuevas actitudes – para que experimentéis [por vosotros mismos] cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta [para vosotros, a los ojos de Dios].

Digo, pues, por la gracia (el favor inmerecido de Dios) que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener – no teniendo una opinión exagerada de su propia importancia – sino que piense de sí con condura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función; así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.

Romanos 12:1-5, TAB

En el primer versículo, escribiendo a los cristianos en Roma, Pablo declara que todos los cristianos deben presentarse ante Dios como sacrificio vivo. Es sólo mediante esta dedicación incondicional y sin reservas que nuestros dones motivacionales pueden ser utilizados de la forma en que Dios los diseñó.

El versículo siguiente nos dice que tenemos que renovar nuestra mente. ¿Cómo hacemos esto? Por la Palabra de Dios. Conforme oramos, leemos y estudiamos la Biblia, esta se convierte en una revelación viva y personalizada de Dios para cada creyente, y nuestra mente es limpiada y renovada.

En el tercer versículo, aprendemos primeramente que debemos tener una actitud correcta acerca de nosotros mismos. Debemos ser agradecidos y humildes y no engreídos, pero al mismo tiempo, saber que somos valiosos a los ojos de Dios en vez de rebajarnos indebidamente. Luego aprendemos que a cada uno de nosotros se nos ha dado un grado de fe que nos permitirá usar efectivamente nuestros dones motivacionales. El que percibe tiene fe que Dios responderá a sus peticiones; el servidor tiene una fe que le permite terminar cualquier tarea que ha iniciado; el maestro tiene la fe necesaria para investigar y descubrir la verdad sobre cualquier tema; el dador tiene fe que Dios suplirá todas sus necesidades; el administrador tiene fe que cualquier proyecto puede llevarse a cabo si las personas adecuadas se unen para hacerlo; y la persona compasiva tiene fe que podrá ayudar a las personas a trabajar juntos en amor.

En los versículos cuatro y cinco aprendemos que debemos discernir los diferentes dones que hay en el Cuerpo de Cristo y trabajar juntos, dependiendo los unos de los otros.

En este contexto podemos ver la importancia de utilizar nuestros dones motivacionales para la gloria de Dios, puesto que esta es la única forma en que encontraremos satisfacción. Estos dones – cuya existencia hemos ignorado en gran parte – son lo que motivan nuestra vida, y si no son canalizados debidamente, indudablemente nos sentiremos frustrados. Pero al descubrirlos, descubrimos un gran potencial para ser felices.

Este libro le mostrará no solamente cómo identificar sus dones, sino también cómo usar estos dones de manera eficaz. Notará cómo sus dones particulares han sido evidentes en sus acciones, inclusive desde la niñez. Entenderá que sus dones son lo que motivan todas sus acciones, y que también afectan la manera en que las lleva a cabo. También descubrirá que cuando utiliza sus dones especiales únicamente para sus propios fines egoístas, estos tenderán a contaminarse. Pero cuando utiliza sus dones para beneficiar a otras personas, cooperando con el plan de Dios para su vida, estos producirán el gozo más grande de su vida.

Existe también otra lista de dones en la Biblia. No es una lista nueva, sino una compuesta de las tres listas que ya hemos mencionado. La encontramos en 1 Corintios 12:28-30 (NVI):

En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?

Aquí Pablo utiliza como ejemplo dones de cada una de las tres categorías:


MOTIVACIONALESMINISTERIALESDE MANIFESTACIÓN
Ayuda (servicio)ApóstolesMilagros
AdministraciónProfetasSanidades
LenguasInterpretación

El famoso “capítulo del amor”, 1 Corintios 13, le sigue directamente a este pasaje. Aquí Pablo señala un punto importante: ya sea que estemos usando los dones motivacionales, ministeriales o los de manifestación, si no lo hacemos en amor – el amor ágape de Dios – no estamos haciendo nada. Es una advertencia apropiada que siempre debemos recordar.

765,11 ₽
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ISBN:
9781646911196
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