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METEOROS

Destellos en el corazón de un abuelo

Álvaro Mª Cuesta Terán


© Álvaro Mª Cuesta Terán

© METEOROS. Destellos en el corazón de un abuelo

Julio 2021

ISBN papel: 978-84-685-5994-0

ISBN ePub: 978-84-685-6006-9

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A Rosa, mi Universo y brújula de mi vida

A mis hijos Rosa, Marta y Álvaro auténticas estrellas

de mi firmamento con luz propia

A mis nietos Martina, Guillermo, Lucas, y...

nuevas constelaciones en mi Galaxia

“Si tu vida fuera como una semana…

estás en pleno viernes”

Y alguien me dijo…:

¡Qué suerte!

Índice

PRÓLOGO

PERSEIDAS Constelación de Perseo

meteoro

cosmonauta

punto de partida

la piel del otro

media botella

precio, valor y coste

tú sÍ me entiendes

SANTANDERES MURCIANOS

REGRESAR A CASA

palabras en la madrugada

PÉRDIDAS O GANANCIAS

anclado en tierra

ya es navidad

Fácil o dificil

trozucos en sepia

abrir y cerrar

flores en el jardín

amigos ausentes y presentes

subir el escalón

LÍRIDAS Constelación de Lyra

la mariposa azul

un dia en new york

mi tablero de ajedrez

parar el reloj

ensayo entre palos

refugios y aficiones

vias DE HIERRO

cambio de paso

miedo a vivir

la noria

mi bicicleta

hacia adentro

babos y ovejitas

amaneceres y ocasos

mi risa

colorear

noche de insomnio

somos diferentes

sin rumbo fijo

GEMÍNIDAS Constelación de Géminis

tarde de feria

nieva y nieva

nuestras alas

crecer y volar

partida de mus

maestros

una mancha en la camisa

rompo el fusil

dentro del cuadro

humo y gin tonic

faros, brújulas y luciernagas

bajo el agua

buen finde

huellas en la arena

mi blancanieves

arquitecturas económicas

el praduco

gota a gota

urgencias de valores

ORIONÍDAS Constelación de Orión

leyendo “El principito”

políticos sin pueblo

ÁBACO Y NÚMEROS

el árbol de manzanas

TU BOLSO

cambio de estaciones

comerme el mundo

qué bonito madrid

futbolero

fiesta en casa

universidad, vino y almendrucos

causas y circunstancias

reparaciones sanitarias

religiones y creencias

música celestial

palabras y silencios

ruta del cares

inventario, muebles y cosas

trabajador PÚBLICO o privado

LEONÍDAS Constelación de Leo

protagonista de película

días de examenes

estereotipos y modas

juegos malabares

haciendo la compra

subida de sueldo

juegos y puzles

bajada de peso

patines en el hielo

de un pais lejano

me han despedido

padres o hijos

hacer o no hacer

apago la luz, adiós

el libro no escrito

punto y seguido

PRÓLOGO

Lo primero que hay que decir sobre este libro, titulado “Meteoros”, que ahora ve la luz es que muestra con bastante claridad la personalidad de su autor, que ha sentido en este momento la necesidad de plasmar en el papel sus pensamientos, sus inquietudes, sus reflexiones sobre la vida en general y sobre la suya en particular.

Siempre es de agradecer que la comunicación se produzca, que alguien se desnude con sus palabras y las entregue para quien quiera recibirlas: Eso es lo que hace al ser humano un ser diferente y más avanzado que el resto de seres vivos que pueblan este planeta.

En cuanto al contenido del libro, lleno de reflexiones propias sobre la vida, de recuerdos personales y familiares, de (incluso) momentos emocionales muy profundos, cabría decir, paradójicamente, que en cierta medida trata de ser un intento “impersonal”, pues, salvo en contadas excepciones, no cita nombres propios de personas, dejando así en las manos y en los ojos del lector, en su propia capacidad de discernimiento, que éste saque sus propias conclusiones.

Esta obra, escrita por un economista que ha dedicado su vida a pelear y a “revolcarse” con los números, muestra a un hombre muy luchador, que ha priorizado el concepto de la familia como uno de los valores esenciales de su vida, pero también a alguien con una ternura muy especial para tratar de comprender a quienes le rodean y empatizan con él.

En la actualidad, Álvaro ha alcanzado ya el noble “status” de abuelo, algo nuevo, y se le ve ejercer tal condición con la fidelidad habitual con los suyos, impregnada también de un orgullo tranquilo y dichoso. Es la hora de disfrutar con una segunda generación, pero de una forma diferente…

Y lo consigue, indudablemente, no hay más que ver sus ojos cuando habla de sus nietos: se trata de enseñarles un camino, de ir junto a ellos y de, posteriormente, dejarles volar….Creo que, al igual que con tus hijos, sabrás hacerlo, hermano.

Es naturalmente, el libro escrito por alguien de convicciones liberales, y por lo tanto también claramente individualista en muchos de sus planteamientos. La mayor contradicción que se puede encontrar, en ese sentido, es que en ocasiones hay un excesivo afán didáctico que choca con el famoso adagio liberal de “Laissez faire, laissez passer”, (Dejad hacer, dejad pasar).

En cualquier caso, desde mi atalaya poética y escritora, que es también fraternal, alabo el esfuerzo y el atrevimiento que estos escritos muestran, y que nos dan la posibilidad de conocer un poco más a la persona que los ha querido lanzar al viento.

Este prologuista, que es también poeta y, además, viejo amigo y compañero del autor, le escribió, hace unas tres décadas, algo parecido a esto: “nadie te llamaría, por lo que en tu vida haces, poeta”.

Como yo intuyera entonces, sí muestra un sentimiento poético especial que quiere volcar con las palabras y derramarlas hacia los demás, en una clara vocación de querer trasladar su generosidad; aunque su camino haya estado plagado de cálculos y cuentas, antes y después de colgar los trastos en su vida profesional. Constituye un claro y valiente salto, un punto de inflexión de búsqueda de su nuevo rol y cambio de rumbo. No se siente diferente a los demás y sus pensamientos y reflexiones positivas buscan acercarse y ser compartidas y entendidas por el lector.

Con sensibilidad, con descaro, más también con humildad (no es contradictorio), debemos seguir aprendiendo, haciéndonos así, si no más sabios, si más libres y más críticos, incluso con nosotros mismos.

De las dudas, y de las preguntas a veces surgen respuestas. De éstas, surgen, deben surgir, nuevas preguntas…Así es el caminar humano, así es la eterna lucha de la Humanidad.

Fernando Cuesta Terán

“Seguimos resistiendo unidos, seguimos a estas alturas de la vida queriendo ser nosotros, y a veces ser uno.

Con palabras o sin ellas, late un solo corazón, hermano.

¡Gracias por existir!”

“Juntos caminaremos siempre en el recuerdo presente, pasado y futuro de nuestras vidas”

(Plaza Mayor, Madrid 6/6/2021)

PERSEIDAS

Constelación de Perseo

meteoro

Una definición, origen, descripción y tipos. Su razón

“Ilumina con tu luz el cielo, y con su camino trazado en el firmamento, dibuja una imagen que puedan recordar los observadores de la noche”

Del latín “meteorus”, y este del griego antiguo , a su vez de “μετέωρος” (metéoros), “elevado”, de μετά (metá), “después de, entre, junto a”, y αείρω (aeíro), “elevar, que flota en el aire”.

Que está en el aire, en la atmosfera, o en el cielo. Es una traza de luz en el firmamento que se produce durante la noche cuando un meteorito golpea la atmosfera terrestre. Dícese de los fenómenos atmosféricos, como las lluvias, rayos, relámpagos, granizo, arco iris, halos solares, auroras boreales, etc. Su sinónimo sería “estrella fugaz”, y su hipónimo sería “bólido”.

Meteoro proviene del término francés entre los siglos XIV a XVII “meteore”, derivado a su vez del latín medieval “meteorum”, del griego “meteöra”, plural de “meteöron” y su significado “cosas o fenómenos que están o suceden en lo alto o en el cielo”

Son múltiples estas lluvias de estrellas y que se repiten año tras año. Así aparecen y como representativas las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo las cuales son los trazos de luz que dejan pequeños fragmentos de roca, sobre todo procedentes de cometas, al entrar la atmósfera terrestre a gran velocidad y desintegrarse; éstas se producen hacia el 10 de agosto, por los trozos del cometa Swift-Tuttle que chocan con la Tierra a más de 200.000 km/h., lo que produce otras lluvias de meteoros, y cuando estos se vean venir de una misma dirección del cielo, a ese punto se le denomina radiante, y el mismo en este caso se encuentra hacia la constelación de Perseo. Y así sucesivamente, por ejemplo en abril, se observan las Líridas, en la constelación de Lyra, en octubre están las Oriónidas en la constelación de Orión, en noviembre las Leónidas en la constelación de Leo y alrededor del 13 de diciembre se pueden ver las Gemínidas, en la constelación de Géminis, seguramente la más activa de todas. Estos nombres dados a las lluvias de estrellas, se asocian a algunas constelaciones, y por tanto reciben con ello su nombre y denominación.

De esta manera, si nos remontamos a la mitología griega nos encontramos el nombre original de Perseidas como lluvia de estrellas. Perseo, cuenta la mitología, es el hijo de Zeus y Dánae, la hija única de Acrisio, rey de Argos y de Eurídice. Zeus bajó a la Tierra para engendrar a Dánae por medio de una tormenta dorada -ya que se encontraba encarcelada en una torre por su padre, que se negaba a que tuviera descendencia por temor a ser destronado. Por eso, Zeus convirtió a Perseo en constelación, y cada verano lanza una lluvia de destellos dorados para recordar la forma en la que fue engendrado.

cosmonauta

Caminante y observador del Universo,

nuestro comienzo del viaje a través del Cosmos

“El nitrógeno presente en nuestro ADN, el calcio de nuestros dientes, el hierro de nuestra sangre, el carbono en las tartas de manzana….todos fueron creados en el interior de estrellas que chocaron entre sí. Estamos hechos del material de las estrellas”. Carl Sagan.

Es el cosmonauta el viajero del espacio, un ser privilegiado que nos observa con su mirada profunda y que con sus ojos ve ese mundo donde habitan millones de seres vivos. Es un privilegiado, un observador que piensa para sí todas las diferentes historias que cada uno puede estar viviendo en esos momentos.

Alegrías y tristezas, luces y sombras, muerte y vida; todo conjugado a la vez como un carrusel continuo que nunca se detiene. Gira su vista a través de su casco en sentido opuesto y ve la inmensidad de un firmamento oscuro alumbrado por un océano de millones de luces parpadeantes que iluminan ese infinito donde habita su galaxia. Cae el día y la luna brilla con toda su belleza, y él se siente por un momento, con una sensación eléctrica que le recorre todo el cuerpo, el hombre más afortunado y poderoso del universo.

Regresa a su nave, su cohete protector, donde vuelve a sentirse seguro; incorporándose a su rutina diaria de pasajero del espacio; pero no puede olvidar ese momento efímero vivido, en que se ha sentido dichoso. La vida está llena de sensaciones, recuerdos y pensamientos que muchas veces entran en conflicto entre sí. Recogiendo algunas frases de Carl Sagan, gran divulgador científico, queda verdaderamente enmarcado el espíritu del ser humano “En algún lugar, algo increíble está esperando ser descubierto”. Toda la vida, todo el tiempo y cada camino nos someten a la aventura de lo desconocido, disfrutemos del viaje y sorteemos los meteoritos que nos podamos encontrar, porque en las estrellas encontraremos la luz. Somos mucho más de lo que cada uno pensamos, nuestro material si bien es frágil y temporal, es rico en su fortaleza y origen; todo viene de un sitio concreto, y regresará al mismo sitio. La posibilidad de romper los grilletes del tiempo, está en los libros, y de su buen uso, podríamos incluso hacer magia. Debo buscar ansiosamente conocer el pasado, para poder comprender mejor el presente, no apoyarme en la ignorancia y enfrentarte a los problemas y dificultades de cara, no hay que ser un avestruz con tu vida, no me servirá de nada.

¿Qué tengo en el espacio exterior al otro lado de ese cristal de nuestra nave? Incógnitas y meteoros. ¿Qué busco ser? Algo muy simple, quisiera ser sólo un esplendido meteoro en que cada átomo en su brillante resplandor ilumine el cosmos, más que ser un aburrido y oscuro planeta. Preferiría ser más cenizas que polvo, que mi chispa se queme en una hermosa hoguera a que sea extinguida por seca desintegración. “Si hay solamente espacio, sin soles o planetas en él, entonces el espacio pierde su esencia” Buda

Quiero invitarte a ti, a que me acompañes en este viaje, a que observes conmigo mis meteoros, mis tesoros escondidos, mis luces y pensamientos ocultos, y obtengas con ello un poco de mi realidad compartida y seas consciente de la suerte que nos da la vida, porque esto no lo debo ni debemos olvidar, es una aventura.

Todo está ya en silencio, pero no se puede descansar, mi paseo espacial ya ha terminado; debo estar atento en la lejanía, pues la traza de luz se apaga, y cuando aparece tarda sólo unos pocos segundos en perderse en el espacio sideral. No hay que dejar que se te escape y atraparlo en tu retina. Aprender si crees que te ayuda, y olvidar si crees que te perjudica. Todos llevamos luces interiores, y yo lector quiero enseñártelas; al menos las mías, pues has estado o estás en mi vida, y me siento feliz de que sigas estando, yendo conmigo pero como diría Michel de Montaigne en 1580 “... yo mismo soy el contenido de mi libro...” y piensa siempre como afirma este mismo autor “Las arrugas del espíritu nos hacen más viejos que las de la cara”

¡Amigo y compañero, tripulante de mi nave, vas a mi lado, sueña despierto, no tengas miedo, y compartamos con alegría la luz de nuestros meteoros, y no nos escondamos en el universo, el infinito nos espera y llegaremos a él porque vamos juntos!

punto de partida

Un arranque general, los motivos

que justifican mi viaje, los porqués

“La vida es como una caja de bombones…Nunca sabes lo que te puede tocar”. Forrest Gump

Hoy he vuelto a sentarme conmigo mismo frente al espejo del tiempo, y he visto la figura de un hombre diferente, al que casi no reconozco. ¿Quién es? No ha pasado tanto tiempo y sin embargo he cambiado mucho. Mi cabeza ya no es la misma, el pelo es quizás un poco más blanco, observo que han aparecido arrugas en la cara y tengo la percepción de que mi vida, ya larga, ha avanzado en un entorno que a nivel personal se está haciendo más rico día a día.

Me siento como una estrella que aparece fugaz en el firmamento y que pasa rápida en el cielo trasladando su luz, y que todos la ven en ese momento hermosa y espléndida, llena de resplandor; pero termina extinguiéndose en la lejanía. ¿Y qué queda luego? Tan sólo el recuerdo de una imagen muy bonita que te ha acompañado y alegrado la vista en un momento de tu vida.

Luces que iluminan el camino, faros que te guían hacia tu destino, sólo es eso, es tu vida. Para aceptar el destino tienes que ser fuerte, para ordenar tu cabeza tienes que estar seguro; parece fácil, pero no lo es, tu objetivo es alcanzar el equilibrio entre ambos Hay que seguir el camino sin vacilar con tus luces y tus sombras, seleccionar y cargar en tu mochila todo aquello que necesites para poder llegar a tu meta: sueños, ilusiones, recuerdos, sentimientos y personas, pero un consejo, no hay que lastrar tu realidad con cargas o pesos innecesarios, mira bien lo que añades.

Realmente la vida es algo muy simple, aunque nos empeñemos en hacerla complicada. Si las oportunidades no acuden a ti, constrúyelas y aprende de tus propios errores y los ajenos, es posible que no se viva lo bastante para cometerlos todos.

Es por eso por lo que cojo mi lápiz y papel, busco trasladar un pensamiento, una reflexión y que quede reflejado un mensaje sin mayor pretensión que dejarlo escrito, y que alguien un día cualquiera pueda leerlo.

Es una realidad que nacemos para vivir, vivimos para crecer y crecemos para morir; principio y fin, origen y destino, nuestro alfa y omega.

Puedo hacerlo o no, elegir qué es lo que quiero, compartirlo o callarlo, atreverme o no. Mí osadía y descaro construirán mi camino. Hay que respetar la decisión adoptada, esta es la mía, y espero sea entendida y pueda servir realmente para algo pues mi objetivo sí es ambicioso, que es transmitir un poco de mi yo, para alguien. Yo soy el único responsable de todos mis éxitos y fracasos y tengo que asumir todas mis consecuencias.

Quiero dejar aquí como homenaje a mi abuela materna Delfina Matilde del Valle que ya en 1931 elaboró un manuscrito que me ha impulsado a realizar este libro, y que sin duda posiblemente haya sido la semilla de mi vena escritora, y que en su comienzo dice con una elegancia poética exquisita y yo comparto como un excelente prólogo e inicio a este libro:

Me asomo al recuerdo de mi vida, mojo la pluma en ella y con su puntita, voy trazando aquí algo que creo os ha de interesar. Si al leerlo pasáis un buen rato, ello será el premio…

la piel del otro

Tú y yo, entender que no somos

los mismos y saber ayudarte

“Cada uno tiene sus propios zapatos y debe vivir su propia existencia, aceptar su realidad y entender la que vive el que está a nuestro lado, esto nos permitirá acercarnos a él”

Haciendo un acto de introspección, es fácil pensar en tu yo. Valorar, cómo crees que eres, y descubrir cuáles son tus virtudes y tus defectos, y llegas a la conclusión, puede ser que de forma ingenua, que te conoces y que por añadidura, los demás te conocen. Craso error cometes, es sin duda una clara equivocación que puedes considerar que no tiene importancia, pero esto no es así. No valoro que el egocentrismo me impide ver la autentica realidad “Mis árboles no me dejan ver mis bosques”. Juzgo y me atrevo a juzgar a los demás; la sabiduría adquirida después de tantos años, no me sirve para nada, es más actúa de forma negativa. Sigo considerando que me asiste la verdad absoluta.

Vivo en un mundo marcado por el egoísmo, en el que el recibir se prima por encima del dar. Pero yo no soy ni mejor ni diferente, aunque me vista de forma permanente de auto justificaciones. No debo olvidar de que todo retorna, y con frecuencia tus propias acciones pueden llegar a ser sólo un acto de mera autocomplacencia.

Desde fuera es sencillo valorar las situaciones, porque son las del otro, dar consejos porque son para el otro, y opinar pues es sobre el otro. Si todo esto lo tuviera que aplicar sobre yo mismo, es seguro que tendría serios problemas para decir nada, o tan siquiera abrir la boca.

Alguien me dijo, y desde entonces lo intento tener presente, que yo no llevaba puestos “sus zapatos”, y que por tanto nunca podría saber cuánto me dolerían mis pies. Y es cierto, la realidad y percepciones propias de cada uno son diferentes, y todos somos seres únicos.

Estamos educados en unos cánones con los que perseguimos y deseamos que los demás sean como nosotros somos, y que nuestro ejemplo sea una referencia para su vida; en resumen nos constituimos como ejemplo, qué acto de prepotencia. Somos capaces de ver desde fuera lo que somos ciegos desde dentro.

Día a día avanzo en mi trayecto y lo hago solo, compartiendo circunstancialmente un tramo del mismo con otras personas extrañas que me acompañan. ¿Quiénes son? ¿Qué piensan? ¿Hacia adonde van? ¿Realmente te preocupan?

Yo ya tengo bastante problema con conocerme, como para atreverme a aventurar cómo es el otro; pero eres osado, y antes de mirarte, prefieres ver al otro, te resulta más fácil. Somos escorpiones de nuestra propia cabeza, siempre nos traiciona nuestro propio carácter. Y nada cambia, nada cambiará nunca, y forzamos conseguir voluntades ajenas que no son las suyas propias. Somos capaces de ver “la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el nuestro”. Veo con facilidad los defectos en los demás sin fijarme en los míos. Todas estas frases constituyen una paremia que ilustra un comportamiento desgraciadamente común.

Y hay que aprender, aprender de ti, aprender del otro y que las sinergias creadas consigan un efecto multiplicador; no estoy sólo, no soy tan exclusivo o excepcional, y debo aplicar un poco más de humildad en mis pasos, y pensar que juntos, con ese otro, seguro, llegaré siempre más lejos hasta otros destinos; entendiendo que tú y yo no somos iguales y que nuestros pies y zapatos son diferentes.

399
669,54 ₽
Возрастное ограничение:
0+
Объем:
271 стр. 2 иллюстрации
ISBN:
9788468560069
Издатель:
Правообладатель:
Bookwire
Формат скачивания:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip

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