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Las Ciencias Sociales:
Al otro lado del discurso neoliberal

Jorge Mario Flores Osorio, Luis Huerta-Charles y Omar Alejandro Bravo

Editores académicos


LAS CIENCIAS SOCIALES: AL OTRO LADO DEL DISCURSO NEOLIBERAL

© Jorge Mario Flores Osorio, Luis Huerta-Charles y Omar Alejandro Bravo

(editores académicos) y varios autores.

Universidad de Tijuana CUT y Universidad Icesi, 2020

268 pp.; 17x21,5 cm

Incluye referencias bibliográficas

ISBN: 978-958-5590-34-2 / 978-958-5590-35-9 (PDF) / 978-958-5590-36-6 (ePub)

DOI: https://doi.org/10.18046/EUI/ee.5.2020

Palabras clave: 1. Ciencias sociales, 2. Psicología social, 3. Sociedad, 4. Discurso neoliberal

Código Dewey: 320.513

Primera edición: Julio de 2020


© Universidad de Tijuana CUT Rector: Jesús Ruiz Barraza Vicerectora: Yeni Marmolejo Mariscal Directora de Investigación y Posgrado: María Lorena Pulido Rios Avenida J. 1010, Colonia Altamira Tijuana, Baja California, México. Teléfono: (664) 687 9400 http://www.udetijuana.edu.mx © Universidad Icesi Rector: Francisco Piedrahita Plata Secretaria General: Martía Cristina Navia Klemperer Director Académico: José Hernando Bahamón Lozano Coordinador editorial: Adolfo A. Abadía Calle 18 No. 122-135 (Pance), Cali-Colombia Teléfono: +57 (2) 555 2334 E-mail: editorial@icesi.edu.co https://www.icesi.edu.co/editorial

Diseño y Diagramación: Alejandra Moreno Acevedo

Impreso en Colombia y México. Printed in Colombia y México

La publicación de este libro se aprobó luego de superar un proceso de evaluación doble ciego por dos pares expertos.

Las instituciones coeditoras de esta obra no se hacen responsables de las ideas expuestas bajo su nombre, las ideas publicadas, los modelos teóricos expuestos o los nombres aludidos por los autores. El contenido publicado es responsabilidad exclusiva de los autores, no refleja la opinión de las directivas, el pensamiento institucional de las Universidades coeditoras, ni genera responsabilidad frente a terceros en caso de omisiones o errores.

El material de esta publicación puede ser reproducido sin autorización, siempre y cuando se cite el título, el autor y la fuente institucional.

ÍNDICE


Álvaro Díaz Gómez
Luis Huerta-Charles
Antonio Padilla Arroyo
Rolando Pinto Contreras
Carlos Calvo Muñoz
Johanna Esquivel
Raquel Souza Lobo Guzzo, Adinete Sousa da Costa Mezzalira, Ana Paula Gomes Moreira & Izabella Mendes Sant’Ana
Oscar Manuel Martínez Camarillo
Sofia Triliva & Athanasios Marvakis
Ian Parker
Desafios actuales de la Paz y la Guerra en Mozambique. Notas para una lectura psicoanalítica Bóia Efaime Júnior
La rebeldía zapatista como arma y pauta para la crítica de la disciplina psicológica David Pavón-Cuéllar
Jorge Mario Flores Osorio
Omar Alejandro Bravo

PRÓLOGO 2020 EL AÑO QUE ESTREMECIÓ AL MUNDO PARA PENSARLO DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES

Alvaro Díaz Gómez Universidad Tecnológica de Pereira Grupo de investigación en estudios políticos y jurídicos

En 1919 John Reed publica la primera edición de su obra: “diez días que estremecieron al mundo” donde da cuenta de su vivencia sobre una transformación sociopolítica en ciernes, “la revolución de octubre”, como la denomina el autor. Al parafrasear este título bien se puede decir “2020 el año que estremeció al mundo para pensarlo desde las ciencias sociales”.

¿Se debe pensar el mundo solo desde las ciencias sociales? ¡No! Sin duda que por los acontecimientos derivados de la epidemia del COVID-19, generador del CORONAVIRUS, todas las ciencias, disciplinas profesiones y quehaceres deben repensar sus fundamentos y maneras de aplicación, pero, en el presente caso, nos centraremos en las ciencias sociales objeto de este libro, para ayudar en el propósito que se traza en su respectivo capítulo Jorge Mario Flores Osorio, y que denomina, Colonización del pensamiento psicológico latinoamericano. Él nos dice “deseo que los postulados del presente artículo se conviertan en aportaciones epistemológicas para la reflexión con respecto a la psicología, sobre todo en lo que corresponde a problemáticas concretas de la población latinoamericana”.

Al día de hoy, marzo 30 de 2020, se reportan a nivel mundial 738.546 personas infectadas y 35.006 personas muertas como consecuencia del COVID 19. Esto implica que lo que empezó en una provincia (Whuan, China) expresión de lo local, ahora se encuentra diseminado por 203 países, concreción de lo global y ambos son materialización de lo que hace unas décadas se empezó a denominar lo glocal. Pero aquí hay un giro pues esto implicaba de lo global a lo local, mientras que lo que ahora se presenta va en vía inversa: de lo local a lo global. Por lo que su denominación bien puede ser Localglobalización (locaglob).

En ella se expresan procesos que han sido de interés de las ciencias sociales y que cuentan con respaldo teórico tales como globalización, multitud, individuo, individualismo, control, autonomía, política, biopolítica, medioambiente, miedo, sociedad red, sociedad de la información, sociedad del conocimiento, liberalismo, comunitarismo, republicanismo, ciudadanía planetaria, neoliberalismo. En el presente libro se pueden reconocer ideas que con sutileza van en ese sentido y que son un aporte realizado por Sofia Triliva, Athanasios Marvakis con su artículo Neoliberal psy-practices in Greece.

Frente a la pandemia del coronavirus se muestran acciones que privilegian el desarrollo del capital financiero, el libre mercado, en últimas de desarrollo del neoliberalismo, sobre la vida humana, esto se reconoce en la rapidez o demora para tomar medidas de salud pública tales como: cierre de fronteras, limitación en el uso de medios masivos de transporte, impedimento de uso de zonas públicas como parques, balneários, bares, cafés, restaurantes, el fomento del teletrabajo y con ello su contrapeso: el funcionamiento con sus mínimos de requerimiento presencial, de personas en todo el sector productivo, cambios en las modalidades de enseñanza de los niveles de primaria, secundaria y todas sus expresiones en el nivel de la educación superior, pasando de la educación presencial a la educación virtual con lo que adquieren importancia los textos de los profesor Rolando Pinto Contreras: Fundamentos socio-antropológicos y epistemológicos de la pedagogía crítica latinoamericana; y de Carlos Calvo Muñoz, Pedagogía comunitaria: disoñando sinergias educativas con la comunidad, estos dos textos aunque se centran en perspectivas particulares abren opciones para pensar la educación en un sentido más general.

El privilegio del neoliberalismo sobre la vida humana genera tensiones que han sabido presentar las ciencias sociales, tales como ¿es el mercado autónomo? ¿Cuál es su grado de autonomía? ¿Debe ser regulado? ¿Hasta dónde? ¿Se debe distribuir el capital? ¿A quienes? ¿Cómo? ¿Tiene razón de ser el Estado? ¿Debe ser un Estado fuerte o débil? ¿Debe intervenir o solo ser un mediador en el funcionamiento de la sociedad? De esto y de manera crítica, nos habla Huertas, en su texto Al otro lado del discurso neoliberal: actos de resistencia en el mundo sobre el neoliberalismo y que aparece como capítulo del presente libro.

El texto que nos propone David Pavón-Cuéllar y desarrollados bajo el título, La rebeldía zapatista como arma y pauta para la crítica de la disciplina psicológica, se me antoja como un referente para pensar y explicar los procesos de confinamiento de poblaciones de países enteros, quienes deben hacer global el imperativo ¡quédate en casa! ¡lávate las manos! ¡No le des las manos a otra persona! ¡mantente alejado de los otros! ¡mínimo a un metro! Lo que hace que se piensen y se pongan como agenda pública, lo que hasta ahora eran reflexiones exclusivas de las ciencias sociales tales como: ¿qué es lo humano? ¿Qué nos hace humanos? ¿Qué es lo público? ¿Qué lo privado? ¿Hasta dónde va lo uno respecto de lo otro? ¿Cuáles son sus entrecruces? ¿Cómo enfrentar el calentamiento global? ¿Nos debe importar el medio ambiente?

La pandemia del coronavirus, nos lleva a nuevas prácticas y expresiones de y desde nuestros cuerpos por lo que adquieren relevancia preguntas del orden ¿qué es el cuerpo? ¿Qué es la corporeidad? ¿Permite el confinamiento en casa que pensemos sobre nosotros mismos? Entonces ¿potenciamos la reflexividad? Con ello ¿ampliamos nuestra subjetividad? O, por el contrario ¿somos aún más, sujetos sujetados? Estos interrogantes, desde otras claves de interpretación pueden encontrar ciertos asideros para ser pensados desde el trabajo que nos comparte Omar Alejandro Bravo: Los múltiples atravesamientos de la intervención y la Investigación con familiares de víctimas de desaparición Forzada en el conflicto armado colombiano. Aunque él nos advierte “los nuevos paradigmas redimensionan el lugar del sujeto del conocimiento, reconociendo el papel que la propia subjetividad del investigador tiene en su relación con el objeto de análisis. De esta forma, en el contexto de la investigación, la intervención del sujeto modifica al objeto analizado”.

Y, Si no podemos transitar, circular, interactuar físicamente ¿existe lo comunitario? ¿Cómo se expresa? ¿Cómo protestar si la plaza pública ya no es un lugar habitable? Estas preguntas que se yerguen como un desafío al pensamiento, pueden tener un asidero de referencia para su desarrollo en el texto que de manera colectiva escriben Raquel Souza Lobo Guzzo, Adinete Sousa da Costa Mezzalira, Ana Paula Gomes Moreira, Izabella Mendes Sant’Ana, bajo el título, Escuela y comunidad: desafíos y cuestiones para la psicología; y se complementa con lo propuesto como Reflexiones sobre el legado y papel histórico de La psicología social comunitaria en México, por parte de Manuel Martínez Camarillo.

‘Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades’, así se titula un texto escrito por Martha Nussbaum en 2010, en él plantea la importancia de las humanidades para el desarrollo de la sociedad. Pero tal lugar -extensible a las ciencias sociales- será viable, se podrá entender, siempre y cuando se vea como el capital (con su lógica inherente) no es el único elemento que ayuda en la emergencia de lo humano. De allí que textos como el que nos propone Bóia Efraime Júnior, Desafíos actuales de la paz y la guerra en Mozambique: notas de una lectura psicoanalítica nos ayuda a volver la mirada hacia las teorías que desde las humanidades y las ciencias sociales critican estas lógicas neoliberales que deshumanizan.

Los capítulo Writing narratives with mexican bilingual students: participatory action research explorations, de autoría de Johanna Esquivel, y Academics and politics: inercectionnalyty and systemic violence, de Ian Parkes, son un buen referente para apreciar cómo desde la teoría y reflexionando contextos específicos, se puede aportar a la respuesta de las siguientes preguntas que nos genera el actual contexto de confinamiento:¿Cómo construir las normas para que sean asumidas? ¿Cómo hacer que los ciudadanos cambien sus hábitos para enfrentar una pandemia? ¿Cómo reconocer que debe primar el interés general sobre el particular? ¿Cómo convivir en el ámbito del hogar, que se supone era el espacio de lo privado? ¿Cómo se expresa la solidaridad en situaciones límite como las derivadas de las condiciones de vida -desconocidas hasta el momento- que nos ha correspondido vivir durante el primer trimestre del 2020?

Como se reconoce, estas respuestas no las tienen las ciencias naturales o fácticas, quienes tienen sus propios campos de indagación y actuación tales como: saber dónde se originó la epidemia que se transformó en pandemia, qué virus causa el coronavirus, cuál es su secuencia genética, cómo se propaga, cómo se puede evitar, y fundamental ¿cuál es la vacuna que puede frenarla?

Las respuestas a las preguntas que hasta aquí se han formulado corresponden a las ciencias sociales y de ellas se da cuenta en el presente libro, que de manera acertada se titula Las ciencias sociales: al otro lado del discurso neoliberal. En él, se asume de manera clara y directa que aquellas son ciencias y recogen una tradición que ya desde el informe de la Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales (Wallerstein, 1996) las caracterizan, a saber: su desprendimiento de la filosofía en el siglo XVII; su recorrido para posicionarse en el concierto del conocimiento académico; su centralidad en el conocimiento; la referencia que ellas hacen al mundo empírico, que puede ser indagado mediante el uso del método científico, sin que este se reduzca al experimento de laboratorio. Ideas para tener un contexto de argumentación en este sentido se pueden encontrar en el capítulo que se presenta texto bajo el título Meditaciones teóricas y metodológicas para el estudio de los procesos histórico-culturales del profesor Antonio Padilla Arroyo.

Todo lo anterior se puede enmarcar para efectos reflexivos y de producción de un nuevo conocimiento que esté “al otro lado del neoliberalismo” en el planteamiento que en su texto presenta el profesor Omar Bravo quien dice “desde el momento en que la realidad se recorta, a partir de la pregunta que el investigador hace de ella, existe una dimensión subjetiva presente. Esa dimensión subjetiva responde a una construcción que también obedece, en buena medida, a cuestiones histórico-sociales que llevan al investigador a dimensionar a esa realidad a partir de un determinado posicionamiento ideológico, no siempre consciente o asumido” He aquí mi postura.

REFERENCIAS


Caracol Radio (2020). Estos son los países y territorios afectados por el Coronavirus. https://caracol.com.co/radio/2020/02/13/internacional/1581619078_125272.html

Reed, J. (1919/2008). Diez días que estremecieron al mundo. https://cronicon.net/paginas/Documentos/paq2/No.22.pdf

Nussbaum, M. (2010). Sin fines de lucro, por qué la democracia necesita de las humanidades. Buenos Aires, Katz.

Wallerstein, I. (1996). Abrir las ciencias sociales. Comisión Gulbenkian para la reestructuración de las ciencias sociales. México, siglo XXI.

AL OTRO LADO DEL DISCURSO NEOLIBERAL: ACTOS DE RESISTENCIA EN EL MUNDO Luis Huerta - Charles, (EEUU-MÉXICO)


SOBRE EL NEOLIBERALISMO

Las democracias modernas han existido el tiempo suficiente para que los capitalistas neoliberales aprendan cómo transformarlas. Ellos han dominado las técnicas de infiltrar los instrumentos de la democracia –el sistema judicial “independiente”, la prensa “libre”, el parlamento– y amoldarlos a sus propósitos.

Arundhati Roy, 2004 (Traducción personal del autor)

El epígrafe de Arundhati Roy es muy ilustrativo del proceso por el cual el neoliberalismo globalizado ha controlado nuestro mundo, a grado tal que nos ha cambiado la vida y los significados que le asignamos a la misma. Este cambio empezó a fraguarse abiertamente desde la década de 1980, cuando Ronald Reagan, ex-presidente de los Estados Unidos, y Margaret Tatcher, ex-primer ministra del Reino Unido, iniciaron una política económica que llevó al capitalismo a una dimensión inhumana y salvaje (Chomsky, 1999; Mészáros, 1995). El neoliberalismo es el paradigma económico dominante en nuestro tiempo, y ha desarrollado políticas y procesos muy específicos que le permite a cierto grupo de intereses privados controlar la vida social para maximizar sus ganancias personales. Es muy claro que cuando el neoliberalismo abrió sus puertas, el libre mercado empezó a controlar todos los procesos del mundo para que un grupo reducido de capitalistas pudiera seguir aumentando sus ganancias indiscriminadamente; motivo por el cual Chomsky (1999) afirma que en este sistema de libre mercado las ganancias son más importantes que las personas.

El neoliberalismo establece coaliciones entre grupos de interés que forman una alianza hegemónica (Apple, 1998), para lograr que sus objetivos prevalezcan y nada perturbe sus intenciones de obtener más ganancias. Estas alianzas y coaliciones se constituyen de grupos neoconservadores, dueños de los medios de comunicación, políticos que se adaptan a los deseos del capital y les crean los espacios y regulaciones para que sigan lucrando siempre que les retribuyan con millonarias ganancias por sus servicios, y una nueva clase media ávida de ascender y allegarse de recursos económicos. Todos trabajando conjuntamente hacia el mismo fin. No es un grupo homogéneo, pero sí con un mismo proyecto (Apple, 1998; 1999; Mészáros, 2001). Esta alianza hegemónica es guiada por la visión neoliberal que se caracteriza por impulsar políticas de libre mercado que valoran y promueven la mejora de las empresas e instalar, lenta pero constantemente, el consumismo en los ciudadanos. Al mismo tiempo rechazan la intervención del Estado/Gobierno para que no limite o controle las decisiones del libre mercado, ya que ellos catalogan al Estado como incompetente y burocrático (Chomsky, 1999). De tal forma que todo lo público es denostado, lo etiquetan de malo, mientras lo privado es elevado, considerado bueno por naturaleza.

No es un pleonasmo mencionar que el sistema capitalista bajo el que vivimos en estos momentos es neoliberal, porque queremos enfatizar que el capitalismo llegó a niveles inhumanos extremos en esta etapa en donde el neoliberalsmo tomó el control del sistema de producción actual. Es un capitalismo neoliberal. En ese sentido es muy ilustrativa la descripción que hace Samir Amin (2008, p.30) para entender las alianzas que establecen la política y los políticos con el neoliberalismo para cuidar y mantener sus intereses, tomando como ejemplo el papel que desempeñan los organismos económicos internacionales en el control de los países del mundo:

El nombre imperialismo ya no puede ser conjugado en plural como se hacía en períodos históricos previos. Ahora es un imperialismo colectivo de la triada de los Estados Unidos, Europa y Japón. En este sentido, el interés común que comparten los oligopolios que componen esta triada prevalecerá sobre sus conflictos (comerciales) de interés. Este carácter colectivo del imperialismo se expresa a través del manejo del sistema mundial de los instrumentos comunes que usa esta triada. En el plano económico se encuentra la Organización Mundial del Comercio (el ministerio de las colonias de la triada), el Fondo Monetario Internacional (la agencia colectiva de recolección económica), el Banco Mundial (ministerio de propaganda), y la OCED y la Unión Europea (establecidos para prevenir que Europa abandone el [neo]liberalismo). En el plano político, existe el G7/G8, las fuerzas armadas de los Estados Unidos y la OTAN. La domesticación y marginación de las Naciones Unidas completa este paisaje.

(Traducción personal del autor; el agregado [neo] es mío)

Puede decirse que las alianzas neoliberales han cumplido de manera excelente con la aplicación de las estrategias de dominio que han diseñado porque han seguido controlando las políticas que deciden nuestras vidas en el mundo durante las últimas tres décadas. Han logrado identificar y/o exterminar cualquier acción de grupos o individuos que puedan poner en riesgo sus propósitos; de tal manera que todos aquellos que piensan diferente a la idea del libre mercado como el rector de nuestras vidas, automáticamente se convierten en sospechosos para el sistema y son limitados, controlados, excluidos o exterminados. A pesar de esas acciones de poder y autoritarismo fascista, el modelo neoliberal se presenta a sí mismo como equivalente de democracia y libertad, espejismo bajo el cual justifica toda acción que proteja sus intereses. Como lo señala McChesney (1999), esta perspectiva se plasma en las ideas de Milton Friedman (1962), el más famoso gurú neoliberal, cuando menciona en su libro Capitalism and Freedom (capitalismo y libertad) que debido a que el hacer ganancias es la esencia de la democracia, cualquier gobierno que establezca políticas antimercado está siendo antidemocrático por definición.

Sin embargo, a pesar de presentar las políticas sociales y económicas del neoliberalismo como sinónimos de democracia y libertad en su afán de liberar las finanzas y el mercado, de hacer que la oferta y la demanda determinen nuestras vidas, de fomentar la privatización de los bienes sociales que son vistos como simples mercancías, y de conseguir quitar de su camino a cualquier gobierno que mantenga propósitos locales y nacionalistas considerados como “proteccionistas”, han creado condiciones que van en contra de cualquier ideal democrático: un incremento desorbitado de la inequidad social y económica que ha llevado de la pobreza a la pobreza extrema principalmente a los grupos oprimidos que ya de por sí han sido históricamente marginados; una afectación desastrosa al medio ambiente mundial; una economía global inestable que mantiene en la zozobra al mundo; y una bonanza sin precedente de los más ricos del mundo. Arundhati Roy (2002) muestra claramente las inhumanas contradicciones de este capitalismo globalizado:

En los diez años anteriores [Roy señalaba aquí de 1992 al 2002], el ingreso total del mundo se incrementó en un promedio de 2.5% por año. Y aún el número de pobres en el mundo se incrementó en 100 millones. De las 100 economías más grandes, 51 son empresas, no países. El 1% de la población ubicada en la parte superior de la escala de ingresos del mundo tiene el mismo ingreso combinado que obtiene el 57% en el fondo de la escala.

(Traducción personal del autor)


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9789585590366
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